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operaciones sea compatible, así como la fusión de cualesquiera de estos entre sí, permitirá
a la entidad resultante de la fusión realizar las operaciones que les fueran autorizadas a las
entidades fusionadas.
ARTICULO 11.- Las instituciones financieras constituidas con arreglo a las leyes
extranjeras que se propongan establecer sucursales u oficinas de representación en el país
para realizar las operaciones establecidas en la Ley, deberán obtener la autorización de la
Superintendencia de Bancos, previo cumplimiento de los requisitos legales y de acuerdo
con las normas que expida dicha Institución.
Las sucursales referidas en el inciso anterior gozarán de iguales derechos, tendrán las
mismas obligaciones y estarán sujetas a las leyes, normas y reglamentos aplicables a las
instituciones del sistema financiero nacional.
ARTICULO 12.- Las instituciones del sistema financiero ecuatoriano, previa autorización
de la Superintendencia, podrán participar en el capital de instituciones financieras del
exterior, constituidas o por constituirse, y abrir oficinas fuera del país, con sujeción a los
procedimientos determinados en la Ley y a las normas que expida la Superintendencia.
Art. 37.- El monto mínimo de capital pagado para constituir una institución financiera
sujeta a esta Ley será: a) Para los bancos: US $ 2.628.940; b) Para las sociedades
financieras o corporaciones de inversión y desarrollo: US $ 1.314.470; y, c) La
Superintendencia fijará el monto de capital mínimo con el que deban iniciar sus actividades
las instituciones de servicios financieros y las demás entidades sujetas a su control,
incluyendo a las sociedades controladoras. Art. 38.- Sólo con la autorización de la
Superintendencia, una institución del sistema financiero privado, podrá acordar la
reducción de su capital. En ningún caso se autorizará que el capital quede reducido por
debajo del monto del capital con el cual se constituyó o que se contravenga lo dispuesto en
los artículos 47, 50, 72, 73 o 75.
Art. 40.- Las instituciones del sistema financiero deben constituir un fondo de reserva legal
que ascenderá al menos al cincuenta por ciento (50%) de su capital suscrito y pagado. Para
formar esta reserva legal, las instituciones financieras destinarán, por lo menos, el diez por
ciento (10%) de sus utilidades anuales. La reserva legal comprende el monto de las
cantidades separadas de las utilidades, y el total de las sumas pagadas por los accionistas a
la sociedad emisora en exceso, sobre el valor nominal de las acciones suscritas por ellos,
cuando el Estatuto determine el valor nominal de las acciones.
Asimismo, de acuerdo con sus estatutos o por decisión de la Junta General de Accionistas,
podrán constituir otras reservas que tendrán el carácter de especiales o facultativas,
formadas por la transferencia de las utilidades al patrimonio.
Las reservas por corrección monetaria son las resultantes de la aplicación de sistemas de
corrección a los estados financieros.
Art. 42.- Las instituciones del sistema financiero privado podrán aumentar su capital
autorizado en cualquier tiempo mediante reforma del Estatuto. Los aumentos del capital
autorizado serán resueltos por la Junta General de Accionistas y luego de cumplidas las
formalidades pertinentes, se inscribirán en el Registro Mercantil correspondiente y serán
notificados a la Superintendencia. El pago de los aumentos de capital suscrito se hará de la
manera prevista en el artículo 6. Los recursos para el pago en numerario del capital suscrito
solamente podrán provenir: a) De nuevos aportes en efectivo o por compensación de
créditos; b) Por capitalización de acreencias por vencer, previa valoración hecha por al
menos dos compañías calificadoras de riesgo; c) Del excedente de la reserva legal; d) De
utilidades no distribuidas; e) De reservas especiales, siempre que estuvieran destinadas
para este fin; y, f) De aportes en numerario para futuras capitalizaciones acordadas por los
accionistas. La capitalización hecha por compensación de créditos, obligaciones por vencer
y utilidades no distribuidas, requerirá la aprobación previa de la Junta General de
Accionistas.
Cada institución del sistema financiero tiene su propio perfil de riesgo, según sus
actividades y circunstancias específicas; por tanto, al no existir un esquema único de
administración integral de riesgos, cada entidad desarrollará el suyo propio.
Las políticas y estrategias de la institución del sistema financiero deben definir el nivel de
riesgo considerado como aceptable; este nivel se manifiesta en límites de riesgo puestos
en práctica a través de políticas, normas, procesos y procedimientos que establecen la
responsabilidad y la autoridad para fijar esos límites, los cuales pueden ajustarse si
cambian las condiciones o las tolerancias de riesgo.
Las instituciones del sistema financiero deben contar con procedimientos para autorizar
excepciones o cambios a los límites de riesgo, cuando sea necesario.
ARTÍCULO 5.- Una vez identificados los riesgos deben ser cuantificados o medidos con
el objeto de determinar el cumplimiento de las políticas, los límites fijados y el impacto
económico en la organización, permitiendo a la administración disponer los controles o
correctivos necesarios.
Las metodologías y herramientas para medir el riesgo deben reflejar la complejidad de las
operaciones y de los niveles de riesgos asumidos por la institución, la que verificará
periódicamente su eficiencia para justificar actualizaciones o mejoras según demanden
sus necesidades.
ARTICULO 6.- Para la administración del riesgo las instituciones del sistema financiero
implantarán un sistema de control que permita la verificación de la validez del
cumplimiento de políticas, límites, procesos y procedimientos establecidos durante la
ejecución de las operaciones de la entidad.
Como parte del sistema de control interno, la administración de las instituciones del
sistema financiero establecerá los controles administrativos, financieros, contables y
tecnológicos necesarios, para asegurar que está administrando adecuadamente los riesgos,
conforme las políticas aprobadas por cada institución.
ARTICULO 7.- Todos los niveles de la organización, dentro de sus competencias, harán
seguimiento sistemático de las exposiciones de riesgo y de los resultados de las acciones
adoptadas, lo cual significa un monitoreo permanente a través de un sistema de
información para cada tipo de riesgo, preparado para satisfacer las necesidades
particulares de la institución.
Estos sistemas mantendrán información suficiente para apoyar los procesos de toma de
decisiones, que permita la generación de informes permanentes, al menos mensuales,
oportunos, objetivos, relevantes, consistentes y dirigidos a los correspondientes niveles
de la administración.
8.3 Procedimientos para identificar, medir, controlar / mitigar y monitorear los distintos
tipos de riesgo;
8.4 Una estructura organizativa que defina claramente los procesos, funciones,
responsabilidades y el grado de dependencia e interrelación entre las diferentes
áreas de la institución del sistema financiero, que deberá incluir el comité y la unidad
de administración integral de riesgos.
El comité será un órgano asesor del directorio u organismo que haga sus veces y de la
gerencia. La unidad estará a un nivel jerárquico similar a las unidades que deciden la
estrategia comercial y de negocios de la entidad, y deberá reportar directamente a la
gerencia general.
La citada estructura debe contemplar la separación de funciones entre las áreas de
evaluación, toma de riesgos, y, las de seguimiento y control; y,
8.5 Sistemas de información que establezcan los mecanismos para elaborar e
intercambiar información oportuna, confiable, fidedigna, tanto interna como
externa.
Calificación de riesgo
BIBLIOGRAFÍA