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SEMINARIO DIOCESANO DE TOLUCA

Etapa Discipular
Alumno: Armando Topete Cruz
Profr. Pbro. MArco Antonio Ortíz Rodea
Asignatura: Metafísica 15 de noviembre del 2021
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Para empezar creo que en la medida que las vacunas anti-Covid estén disponibles, es de suma
relevancia que los católicos contemos con los elementos necesarios para discernir la
moralidad que hay detrás del entramado industrial de estos productos farmacéuticos. La
Academia Pontificia para la Vida ha señalado que es “moralmente aceptable” la recepción de
estas vacunas contra el Covid-19 en virtud de que su determinación está profundamente
arraigada con la tradición moral católica; sin embargo, como afirma Ramon Lucas Lucas en
el presente artículo, resulta ser todavía más importante la “cooperación material indirecta
remota al mal del aborto provocado” que puede desorientar la real motivacion de las
empresas que se dedican a dicha tarea, ya sea por intereses politicos, economicos o de otra
indole.

Como se afirma en el documento, el desarrollo y producción de vacunas en los últimos años


se ha basado principalmente en algunas líneas celulares que, por desgracia, se obtuvieron de
dos fetos abortados en los años 1970 y 1980, lo que constituye un elemento que compromete
los valores éticos de la fabricación de inmunizantes, pues fueron actos moralmente
inaceptables, ya que atentaron con la vida de dos seres humanos inocentes. No obstante,
aunque las vacunas fueron aprobadas con estos procedimientos técnicos, estos no establecen
una conexion entre el receptor de la vacuna y el aborto.

La cuestión moral de calibre en el artículo es si un individuo receptor de las vacunas anti-


Covid19 provenientes de líneas celulares, es cómplice de los abortos originales y si el uso de
la vacuna puede llevar a otros a abortar. Desde mi punto de vista, considero que el dilema no
debería ser tanto este porque es imposible influir en un acto acaecido en el pasado y porque
en realidad las vacunas, en sí mismas, buscan el beneficio de la humanidad entera, sino más
bien la repercusión que puede seguir teniendo, a largo plazo, el empleo de material biológico
delicado en el avance científico de la medicina. Es bien sabido que la generalizacion del
aborto provocado ha dado lugar a gran cantidad de celulas que se empelan en diversos
campos de la medicina, ya sea en investigacion o en tratamientos, lo que ha ocasionado, a su
vez, un extenuante utilitarismo que ha multiplicado los bancos de celulas y tejidos
procedentes de actos moralmente inaceptables. En realidad, somos testigos de una categórica
manipulación del lenguaje para su justificación. Surgen muchos intereses creados y una
complicidad con el aborto por parte de los investigadores y de la minoria social que defiende
sin reserva alguna los ideales pro-abortistas.

Yo pienso que, ante cualquier justificacion por parte de la comunidad cientifica, no pueden
separarse como dos actos el aborto y la «donación» de tejido fetal, pues hay una relación
simbiótica en la que se utilizan tejidos humanos. Pienso que la investigación debe tener bases
moralmente sólidas, que no todo lo legal y bien intencionado es moralmente aceptable y que
es necesario un esfuerzo educativo de titánicas dimensiones para recuperar el respeto al
embrión y fetos humanos. Aunque, si fuera la única alternativa para el beneficio de la familia
humana, es un deber conjunto el adquirir una conciencia bien formada en estos términos, de
forma que, no lleguemos a errar en cualquier intento por salvaguardar la vida en todas sus
etapas. Por el contrario, deben potenciarse la investigación y los tratamientos que demuestren
la prescindibilidad del material biológico.

Finalmente, pese a que los investigadores que desarrolan o utilizan lineas celulares de fetos
abortados lo hacen por no haber un tipo de nexo entre su trabajo y el aborto, o por el exito de
la linea celular en la investigación para desarrollar vacunas eficientes, no podemos negar la
posibilidad de que muchas instituciones lo hagan, si es preciso decirlo, de forma clandestina.
Por ello, reitero, se trata de un trabajo más enfocado en estas empresas más que a los que
tengamos o no la intención de acudir a un centro de vacunación. Es un deber ético de las
empresas no negar la realidad: “fetos abortados que están siendo diseccionados vivos,
almacenados y vendidos en piezas para almacenar una vasta industria de investigación.”1

1Mcgovern Celeste, La industria de los bebés abortados. consultado en:


http://notivida.net/Articulos/Aborto/LA%20INDUSTRIA%20DE%20LOS%20BEBES%20ABORTADOS.html
el 13 de noviembre del 2021.

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