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Recibido: 15/10/2020
Aceptado: 18/11/2020
Introducción
En palabras de Dussel, I. (2020), “estamos viviendo muchas situaciones inéditas
en medio de la pandemia. Una de las más significativas fue la obligación de cerrar los
edificios escolares y trasladar la actividad a las casas.” (2020, p.337).
El aislamiento social, preventivo y obligatorio por el COVID-19 nos obligó a
los/as docentes de los distintos niveles educativos no solamente a la búsqueda constante
sectores del cuerpo: superior (por ejemplo trabajo con bastones y fuerza de brazos),
inferior (como saltos, rebotes, trote en el lugar y elevación de rodilla) y medio (como
abdominales, espinales e intercostales). Se ponía énfasis en los ejercicios del sector
medio, para lograr un tronco fuerte y saludable entendiendo que los futuros docentes
pasarían bastante tiempo de su jornada laboral de pie.
Hacia el final de la clase presencial se realizaba un trabajo de depresión del
ritmo cardíaco para regresar al nivel de reposo basado en movimientos redondos y sin
impacto corporal; lo que normalmente se conoce como ejercicios de estiramiento y de
relajación.
El trabajo de movimiento corporal era realizado en la presencialidad por el
docente y los/as estudiantes de manera conjunta y simultánea. Por esto, como se
mencionó anteriormente, el gran desafío de esta materia consistió en cómo hacer que
los/as estudiantes llevaran a cabo los trabajos de movimiento corporal, sin estar el
docente presente.
Se tomó la decisión de utilizar videos. Para la primera parte de la clase fue el
propio docente el que todas las semanas iba grabando un video nuevo de movimiento
corporal y lo iba compartiendo a través del aula virtual. Para el cierre de la clase, es
decir, el momento de estiramiento y relajación, se compartieron vínculos a videos ya
existentes en la web. Dado que en la etapa de aislamiento los/as estudiantes pasaban
varias horas del día sentados frente a una computadora se incluyeron ejercicios
específicos para la espalda y el cuello.
La aceptación y realización de los trabajos de movimiento por parte de los/as
estudiantes fue diversa y tuvo la dificultad de no tener una retroalimentación inmediata.
Sin embargo, se les instó a los/as estudiantes a reflexionar sobre sus clases de
movimiento y compartir sus sensaciones y consultas sobre las mismas en los foros
creados a tal fin. Al comienzo, no todos/as los/as estudiantes parecían realizar estas
actividades en la misma medida. Sin embargo, a medida que fue avanzando el
cuatrimestre y que se les pedía a los/as estudiantes reflexionar sobre los ejercicios
realizados, las consultas comenzaron a ser cada vez mayores. Realizaban consultas
sobre la correcta ejecución de algún ejercicio o sobre si podían realizar tal o cual
ejercicio porque tenían cierto malestar en el cuerpo, por ejemplo. Incluso se notaba que
había estudiantes que esperaban la publicación de la clase. Por ejemplo, una semana que
el video del trabajo de movimiento no se subió en el horario normal, inmediatamente el
docente recibió mensajes de algunos/as estudiantes preguntando qué había sucedido.
Como ya se mencionó quizás la mayor dificultad de esta modalidad virtual de
trabajo estuvo en no poder brindar una retroalimentación inmediata de los ejercicios
propuestos. Sin embargo, la ventaja de la realización de estas clases a través de
entornos virtuales estuvo en que el trabajo de movimiento podía ser realizado por los/as
estudiantes en cualquier momento durante la semana que fuera favorable para ellos/as o
incluso hacerlo más de una vez. Recordemos que al inicio del primer cuatrimestre nos
encontrábamos en una fase de aislamiento social estricto y varios/as estudiantes
tomaron estas clases como una de las pocas posibilidades de hacer actividad física y
consultar acerca de las actividades realizadas en el contexto de aislamiento. Incluso
hubo estudiantes que expresaron realizar las actividades con sus familiares convivientes.
Es decir, la clase de Educación Física tuvo que asumir cambios sustanciales sobre todo
en relación a tener una mayor autonomía y responsabilidad asumida por parte de los/as
estudiantes.
detenida, haciendo constante reflexión de eso que se ha aprendido a aquello que vamos
a aprender. Asimismo, en la constante revisión y ampliación de las miradas construidas
sobre los sentidos de la escuela, la docencia, las/ los sujetos de la educación, teniendo en
cuenta la creciente complejidad que atraviesa al oficio docente en el contexto de la
pandemia.
Las clases virtuales estuvieron pensadas desde las modalidades sincrónicas y
asincrónicas. Todas las semanas subimos material bibliográfico junto con consignas de
trabajo utilizando la utilizando la plataforma Classroom, o bien, proponíamos clases
sincrónicas mediante reuniones virtuales lo cual favoreció al vínculo pedagógico detrás
de las pantallas y la participación constante abordando dudas, consultas o inquietudes
que el grupo de estudiantes iba presentando en el momento. Un detalle importante es
que las reuniones virtuales, dependiendo la calidad de conexión, se desarrollaban en
horarios reducidos, diferentes a lo estipulado al comienzo del ciclo lectivo.
Las dinámicas de trabajo estuvieron dadas por la lectura de materiales
bibliográficos de diferentes autores, actividades individuales y/o grupales, foros y/o
debates, trabajos en Google Drive y la visualización de vídeos de plataformas virtuales
que permiten la comunicación, la participación y el trabajo colaborativo entre
estudiantes y docentes responsables con la finalidad de cuestionar y reflexionar los
momentos que conformar la práctica docente y de la instancia de la residencia entendida
como un espacio que permite el acercamiento del estudiante a la realidad institucional
y/o áulica.
La exposición de la virtualidad no solamente favoreció nuevos enfoques para
reorganizar los dispositivos de residencia si no también a que las clases adquieran un
carácter teórico-práctico a través de matices teóricos que ofrecen diversos autores/as,
pero fundamentalmente a la mirada de volver a observar lo aprendido, y de relatos de
experiencias de docentes que sirvan como referencias de ese ejercicio de
“problematización de lo conocido” en la escuela y en las aulas.
Paralelamente, llevamos a cabo diferentes actividades con docentes en ejercicio
de un jardín de nivel inicial que favorecieron y afianzaron el acercamiento en el vínculo
docente co-formador y residente, teniendo en cuenta que las prácticas áulicas se
concretaron en las salas de nivel inicial asignadas para las residentes en el contexto de la
virtualidad.
Las diferentes actividades estaban organizadas en instancias de trabajo a través
de entrevistas al Equipo Directivo del Instituto de Nivel Inicial, presentación Virtual y
entrevistas a Docentes Co-formadoras, observación de aulas, propuesta de enseñanza
virtuales y la participación de las residentes como docentes auxiliares en las aulas
virtuales.
Asimismo, utilizamos para el trabajo grupal diversos espacios como grupos de
Whatsapp, armados por los/as estudiantes y el constante uso de la plataforma Classroom
y las carpetas de trabajo que permitieron el acercamiento a las instancias de trabajo
entre docente y estudiante que es una de las características propiamente dicha de los
dispositivos de trabajo de los trayectos de las prácticas docentes en los espacios de la
presencialidad.
Es por lo antedicho que, desde la Residencia Pedagógica buscamos generar una
disposición particular por parte de los/as, a los fines de que este pudiera operar en las
diferentes situaciones, contextos, instituciones, realidades, etc., asumiendo un trabajo
activo, responsable y reflexivo a la hora de trabajar, teniendo en cuenta la necesidad de
una continua revisión epistemológica y de la propia práctica profesional.
el manejo y la utilización en las clases asincrónicas y sincrónicas como así también las
maneras de intervención mediante consultas/dudas/inquietudes que pudimos ir
respondiendo de forma más agilizada entiendo la coyuntura actual y el efecto pandemia.
En este punto, por ejemplo, observamos que en las clases de Educación Física
los/as estudiantes manifestaron que notaban que, al realizar las actividades de
movimiento por la mañana, les era más fácil encarar las actividades de las otras materias
a través de la virtualidad. Por ello es que consideramos que el movimiento corporal fue
fundamental para la activación del sistema neuronal, pudiendo elevar los niveles de
endorfina que es un neurotransmisor que tiene el poder de estimular nuestro sistema
nervioso.
Continuando con el análisis, las producciones escritas nos dieron cuenta de otras
voces de los/as estudiantes, en este punto, percatamos la capacidad de adaptación y
responder a las demandas cambiantes y flexibles de los espacios curriculares en las
propuestas pedagógicas y al ejercicio de ser estudiante en el marco de la pandemia.
En este sentido en el caso de Residencia Pedagógica y Matemática y su didáctica
I el uso y la utilización del whatsapp permitieron no solamente conversaciones más
activas y fluidas sino que diálogos que enriquecieron el vínculo pedagógico en pos de
espacios de reflexión por parte de cada una de los/as estudiantes.
En relación a esto pudimos ver que algunas producciones escritas mostraban
limitaciones en el uso de las tecnologías como medios para la enseñanza y el
aprendizaje, encontrándonos con producciones escritas poco elaboradas o que no
respondían a las propuestas planteadas al interior de los espacios formativos. De allí, el
interés como docentes de la relevancia para replantear formas para la atención educativa
y la organización académica e institucional.
En el caso de Matemática y su didáctica I, por ejemplo, las devoluciones y
explicaciones estaban abordadas bajo registros escritos y orales, tomando en cuenta que
la comunicación matemática es una habilidad que lleva muchos años de desarrollo. Si
cuesta comunicar de forma oral qué es lo que no sé entiende, cuánto más de forma
escrita. Por esta razón es que para la evaluación utilizamos cuestionarios de múltiple
opción, el desarrollo y explicación de ejercicios por parte de los/as estudiantes en las
clases sincrónicas y recursos audiovisuales fuera de las clases. De allí que los criterios
de evaluación también cambiaron a partir de las nuevas estrategias de trabajo.
La distancia social impuesta para prevenir la pandemia, convirtió a la pedagogía
de la presencialidad que caracterizaba al sistema educativo en inviable. Por eso, Pinkasz
(2020) sostiene que la pandemia impulsó de manera imperiosa a buscar modalidades de
enseñanza que reemplacen la presencia simultánea de estudiantes y docentes en un
mismo espacio físico.
marca y señala respecto a qué enseñar y cómo hacerlo en cada nivel y en segundo lugar,
el seguimiento que desde los espacios curriculares los/as docentes hacen respecto de la
práctica, desempeño y evaluación de los/as estudiantes como instancia de formación
profesional.
Las líneas de objetivación y subjetividad son curvas, en cuanto la primera está
dada por la forma concreta que el dispositivo toma/adquiere en determinado momento
histórico. La segunda, es un proceso, es la producción de subjetividad de un dispositivo:
“una línea de subjetivación debe hacerse en la medida en que el dispositivo lo deje o lo
haga posible” (Deleuze, 1990, p.4).
En este punto, observamos como en los espacios curriculares la objetivación y la
subjetividad se expresa, específicamente, en las clases virtuales y concretamente en las
programaciones concretas o programas de estudio que cada una de las materias pretende
enseñar en el marco de pandemia, este documento, sintetiza y plasma de alguna manera
las curvas/líneas de todo dispositivo.
Así también, observamos como por ejemplo en el caso de Matemática exista un
aprendizaje matemático y didáctico por parte de los y las alumnas. De allí que lo único
certero es que no podría ser posible a partir de la escucha de una clase magistral
sincrónica o asincrónica, de la lectura de textos sin retroalimentaciones y de la
sobrecarga de recursos de apoyo para el aprendizaje.
Finalmente encontramos las líneas de fuga/ruptura que son aquellos procesos a
partir del cual el sujeto decide desvincularse del dispositivo, es decir que el sujeto:
“escapa a las líneas anteriores, se escapa. Es un proceso de individuación que tiene que
ver con grupo o personas y que se sustrae a las relaciones de fuerzas establecidas como
saberes constituidos: es una especie de plusvalía” (Deleuze, 1990, p.4).
En lo referente a los tres espacios curriculares podemos ver que la línea/curva de
fuga está relacionada en diversos aspectos. Por un lado, en la preparación y diseño de
las clases virtuales ya que consideramos que son aspectos que envuelven procesos de
enseñanza y aprendizaje e intencionalidades pedagógicas que los/as docentes ponemos
en relieve y por otro lado, el lugar que ocupan los/as estudiantes en el sentido de que
pueden decidir continuar o escapar del cursado como así también de las propuestas de
trabajo de los espacios formativos que emergen durante la formación.
Es por lo anteriormente dicho que estas conceptualizaciones de Foucault nos
permiten pensar que las clases bajo la enseñanza virtual nos plantea el continuo desafío
de no solo favorecer un trabajo tipo académico sino de contribuir a la formación de
los/as estudiantes desde instancias más reflexivas, pensando en formar un sujeto crítico,
autónomo y responsable en los diferentes momentos que configuran la clase virtual.
Los momentos previa en el armado y diseño de las clases nos permiten pensar
también, que una clase es un dispositivo de trabajo que envuelven a diferentes
líneas/curvas en las que está atravesado no solamente las miradas y perspectivas
teóricas-epistemológicas que tenemos como docentes si no las miradas de los/as
estudiantes tomando referencia el contexto actual de pandemia y aislamiento social y
preventivo.
Es por lo anterior que consideramos que la mirada de Foucault aporta a la
constante revisión, reflexión y cuidado de uno/a mismo/a sobre el pensamiento y sobre
el accionar al momento de enseñar en estas épocas de pandemia, y que constituye un
aspecto fundamental que guía la función social que tenemos como formadores de
formadores.
En palabras de Dussel (2020) “la pandemia es para pensar un encuentro con
otro. Estos no son tiempos perdidos, la capacitación docente nunca termina ya que se
aprende de la práctica y en sociedad. En el mirar, en el encuentro con otros.”
A modo de conclusión
Como ya expresamos anteriormente, la pandemia se situó en el marco del inicio
del cuatrimestre de los ciclos lectivos de los espacios formativos y fue tal la magnitud
del impacto, que obligó a la reorganización de las clases poniendo en relieve múltiples
transformaciones de cambio que implican para la enseñanza y el aprendizaje el cambio
a una virtualidad.
que el/la se distancia de ella para observar las vicisitudes de su tarea, y elaborar
reflexiones acerca del sentido de su tarea, del sentido que la misma puede tener para
los/las estudiantes, de manera individual y con otros/as.
Por ello es que sentimos que la pandemia y el aislamiento preventivo obligatorio
posibilitó a pensar nuevos vínculos que se construyen y tejen cotidianamente, que
configuran las condiciones de posibilidad de las políticas educativas. A partir de allí
todo fue ensayar, probar, discutir, proponer.
Referencias
Annoni, M. E.(2004).Dimensión institucional del aprendizaje: su formulación desde el
pensamiento crítico de Michel Foucault. Ensayo y Experiencias Nº 55,
Novedades Educativas, Bs As.
Deleuze, G. (1990). ¿Qué es un dispositivo? En: Michel Foucault filósofo. Barcelona:
Gedisa
Dussel, I. (2020). La clase en pantuflas. Pensar la educación en tiempos de pandemia:
entre la emergencia, el compromiso y la espera. Recuperado de:
https://abacoenred.com/wpcontent/uploads/2020/08/pensarlaeducacion.pdf
Fabbi, M. V. et. al. (2013). Una aproximación a la microclase como dispositivo para la
formación de profesores. V Congreso Internacional de Investigación y Práctica
Profesional en Psicología XX Jornadas de Investigación Noveno Encuentro de
Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Buenos Aires: Facultad de
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https://www.aacademica.org/000-054/429.pdf
Foucault, M. (1988). Hermenéutica del Sujeto. Madrid: Ediciones de la Piqueta.
García Fanlo, L. (2011). ¿Qué es un dispositivo? Foucault, Deleuze, Agamben.
Recuperado de: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/fanlo74.pdf
Pinkasz, D (2020). Pandemia y Escuela. Recuperado de:
https://www.ecys.flacso.org.ar/post/pandemia-y-escuela.pdf