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1 Juan 5:19 dice: Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está
bajo el maligno.
El apóstol Juan señala tres aspectos que manifiestan al amor al mundo: (1) los
deseos de la carne, (2) los deseos de los ojos, (3) la vanagloria de la vida.
Romanos 8:5-8 dice: Porque los que son de la carne piensan en las cosas
de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque
el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios;
porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios.
Son aquellos instintos que están por naturaleza en nosotros y nos impulsan a hacer
lo malo, incitándonos aún desde niños a seguir lo que la carne quiere. Se pueden
describir como la satisfacción, la pasión o el gozo que se siente por hacer las cosas
incorrectas y con las cuales damos lugar a que el pecado domine nuestras vidas.
El apóstol Pablo en la carta de Gálatas 5:16-17 nos dice: Digo, pues: Andad en
el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la
carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Dentro de nuestro ser existe una lucha en el interior, ya que todos los seres
humanos estamos constituidos de cuerpo, alma y espíritu, y estos se oponen entre
si, como consecuencia de nuestra naturaleza pecaminosa que mora en nosotros.
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hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo
que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Gálatas 5:9-21 dice: Y manifiestas son las obras de la carne, que son:
adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los
que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Gálatas 5:22-23 dice: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Proteínas: Amor, Gozo y Paz. Frutos de Revelación: Reflejan el carácter del creyente.
Vitaminas: Fe, Mansedumbre y Templanza. Frutos de Poder: La autoridad que tengo en Cristo.
Por eso, es tan importante dedicar tiempo a nuestra salud espiritual, así cuando
venga el mundo a ofrecernos algunas tentaciones, nuestro espíritu podrá aplastar
los deseos de la carne.
Gálatas 5:24-26 dice: Pero los que son de Cristo han crucificado la carne
con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por
el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros.
Los ojos pueden ser fuente de vida, pureza o inspiración o instrumentos de maldad,
perversión y malos deseos. Los deseos de los ojos incluyen la vista, la mente y la
imaginación
Ceder a este impulso es lo que produce una enfermedad que ha hecho llorar aún a
los más fuertes, pues cualquier basurita que entra en los ojos puede causar desde
una gran infección hasta la muerte espiritual, comienza destruyendo nuestra
mirada y no se detiene hasta lograr contaminar nuestra mente e imaginación, hasta
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que se consuma la tentación en pecado, un ejemplo, lo observamos en David
cuando mintió, adulteró y asesinó por el deseo sexual hacia Betsabé.
Mateo 5:27-29 dice: Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo
os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró
con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer,
sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros,
y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Santiago 4:4 dice: ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo
del mundo, se constituye enemigo de Dios.
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De
tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo
camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi
camino. Salmos 119:103-105
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2. Permitirte ciertos hábitos y conductas pecaminosas, no te traerá ninguna
consecuencia sobre tú vida, ni sobre los que te rodean.
4. Cuando uno se muere, dejas de existir, lo único que te quedó fue como
gozaste tu vida en este mundo con dinero, fama, poder, fiestas y sexo.
b.- Sea radical en su posición como creyente (Job 22:28 y Juan 17:15).
c.- Evite pasar mucho tiempo con personas no convertidas (2 Corintios 6:14-15,
Proverbios 4:14).
d.- Busque amistades que compartan sus propósitos y metas (Eclesiastés 4:9-10,
Proverbios 27:17).