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UNIVERSIDAD IEXPRO

FORMACION DE EXCELENCIA

DOCTORADO EN DESARROLLO HUMANO

Ensayo
“La sociedad como realidad subjetiva en nuestra época”

Docente: Dra. Amparo Guadalupe González Chavarín

De la Materia:
“Seminario de Subjetividad y Objetividad en la Cultura”

“DDH19AD”
PRIMER CUATRIMESTRE

Alumna:
Luz María García Molina

Toluca, México Octubre, 2022


Introducción
Los sociólogos del siglo XX Peter L. Berger y Thomas Luckman en su tercer
capítulo de su obra “La construcción social de la realidad”, un texto sociológico
publicado por primera vez en 1966, donde realizan un análisis de las fases de la
socialización, así como las transformaciones existentes entre la realidad subjetiva
y objetiva, partiendo por un lado de la premisa de que la realidad se construye
socialmente y por ende, la sociología el conocimiento debe analizar los procesos
por los cuales esto se produce.
Y por el otro, de la consideración del paradigma fenomenológico que
estudia la vida cotidiana del sujeto en concreto, donde los autores mencionan que
el sujeto sabe de las tres existencias múltiples y como tiene que actuar con los
otros, así como lo que la misma sociedad espera del mismo.
Razón por la cual se realiza el presente ensayo, en donde se pretende
abordar la construcción de la realidad dentro de la sociedad, basado en estos
autores, y en cómo, aun con el paso del tiempo, se ratifica su análisis con respecto
la definición de la sociedad como una realidad subjetiva en donde la influencia de
la identidad globalizada, nos permite dar comprobación al hecho que cada
individuo tiene diferentes percepciones del mundo, haciéndose de este modo una
realidad subjetiva para cada individuo.
Desarrollo
Partiendo de que el significado de socialización dado por el Diccionario de
la Real Academia Española, es la acción y efecto de socializar, entendido de otra
manera como el “promover las condiciones sociales que, independientemente de
las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres humanos el desarrollo
integral de su persona”. Por lo que teniendo en cuenta esto, y con base en lo
planteado por Berger y Luckman, un individuo nace con una predisposición a la
sociabilidad, haciéndose participe de un proceso dialectico, cuyo punto de partida
es la internalización, que es la interpretación subjetiva del yo del mundo objetivo
que es la realidad. Sin embargo, lo que esta interpretación subjetivamente real
puede ser correcta para mí, a la vez puede ser errónea para otros, lo que concluye
en una exégesis del mundo de los demás, así considerándose miembro de la
sociedad.
Por lo que es de vital trascendencia el reflexionar a la socialización como
producto de un proceso, en donde el ser humano depende del contexto
sociocultural en el que se encuentra inmerso y para poder ser observada de
manera más detallada, se debe partir paso a paso de sus contextos: la
socialización primaria y la socialización secundaria.
Cabe hacer mención quede igual modo la sociedad se entiende como un
continuo proceso dialéctico compuesto de tres momentos: la externalización, la
objetivación e internalización, por lo que podemos entender el hecho de que
participar en está dialéctica es estar en la sociedad.
Razón por la cual el individuo es inducido a participar en este proceso
dialéctico, partiendo de la internalización, que es la aprehensión o interpretación
inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado. Esto
constituye la base para la comprensión de los propios semejantes y para la
aprehensión del mundo en cuanto realidad significativa y social, y es aquí donde el
individuo se asume en el mundo en el que vive en conjunción con otros. Es decir,
La socialización es la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo
objetivo de una sociedad o en un sector de él.
Para poder comprender este proceso social desmenucemos como tal el
proceso, partiendo de la socialización primaria, la cual es donde todos los seres
humanos pasan primero antes de trasladarse a la socialización secundaria, siendo
un proceso que se en casa, en conjunto con la familia, donde todo el entorno
familiar se convierte en el espejo del otro o en su defecto si es que existe, en el
ejemplo del infante.
Recordemos que, como tal, el niño nace sin una cultura, aunque a veces
parezca lo contrario, sin un idioma que se hable en el contexto sociocultural
inmerso, sin embargo, al iniciarse en una interacción socio cultural, es decir,
socializar o incorporarse a la cultura de otro, se empieza a conformar dentro de
una cultura Peter Berger y Thomas Luckmann (1968) .señala que “El individuo no
nace miembro de una sociedad: nace con una predisposición hacia la socialidad, y
luego llega a ser miembro de una sociedad” (p.164)
Es decir, que tiene lugar durante los primeros años de vida, por lo que sirve
de base para la comprensión del mundo como un todo compacto e invariable, así
como para la comprensión de la vida como un sistema donde uno existe en
relación con otros, donde el yo cobra sentido como yo social convirtiéndose así en
una socialización filtrada, es decir, el individuo ocupa un espacio social concreto y
en función del mismo y de las relaciones que conlleva se produce una
identificación propia, una identidad. 
Esto debido al hecho que el grupo de socialización primaria es la familia, el
cual se entiende como el conjunto de individuos cercanos que realizan labores de
crianza, ellos no necesariamente son los padres y los hermanos como ejemplo de
la familia modelo, pueden ser abuelos o tíos.
A diferencia de la socialización secundaria, la cual se da fuera del contexto
de casa, siendo aquí donde se da la relación o, mejor dicho, la socialización con
otros, siendo estos no necesariamente miembros de su familia. Siendo este
contexto donde el niño conoce y amplia su conocimiento, de igual modo es donde
se asume como individuo, cumpliendo roles propios del contexto sociocultural en
el que se encuentra inmerso. Peter Berger y Thomas Luckmann (1968). la definen
como “la adquisición del conocimiento específico de roles, estando éstos directa o
indirectamente arraigados en la división del trabajo; Por lo que existe cierto
justificativo para una definición tan restringida, sin embargo, la socialización
secundaria requiere la adquisición de vocabularios específicos de los roles lo que
implica la pronta internalización de campos semánticos en donde se estructuran
interpretaciones, comportamientos de rutina dentro de un área institucional”
(p.175).
Es aquí, durante la socialización secundaria, que el individuo internaliza
submundos diferentes, ya que tiene acceso al conocimiento de una realidad
compleja y segmentada. Asimismo, no accede a todo el conocimiento, sino a una
parte en función de su rol y posición social, donde el conocimiento también se
segmenta. Esto último ocurre porque los medios de acceso al conocimiento se
institucionalizan por lo que es necesario aprender a través de cauces y procesos
adecuados.
En esta segunda socialización se corre el riesgo de convertir las
internalizaciones anteriores en algo vulnerable, situación que se ve minimizada por
la existencia de determinados medios de mantenimiento de la realidad, entre los
cuales destaca la rutina diaria como afirmación del conocimiento de la vida
cotidiana; no obstante, un cambio profundo en la realidad subjetiva puede tener
lugar si se produce una reinterpretación radical de los hechos
Y ya que toda sociedad viable, a fin de cuentas, debe desarrollar
procedimientos de mantenimiento de la realidad con el propósito de salvaguardar
cierto grado de simetría entre la realidad objetiva y la subjetiva. Es por ello que se
distinguen dos tipos de mantenimiento de la realidad: de rutina y de crisis. El
primero está destinado a mantener la realidad internalizada en la vida cotidiana y
el segundo en las situaciones de crisis.
Es por ello que la realidad de la vida cotidiana se mantiene, porque se
concreta en rutinas, lo que constituye la esencia de la institucionalidad. Algo que
en el proceso de mantenimiento social de la realidad se puede distinguir entre los
otros significantes y los otros menos importantes, siendo el vehículo más
importante del mantenimiento de la realidad el propio diálogo. Algo que en la vida
cotidiana del individuo puede considerarse en relación con la puesta en marcha de
un aparato conversacional que mantiene, modifica y reconstruye continuamente su
propia realidad subjetiva.
Luego entonces, recapitulando el concepto de diálogo, significa
principalmente, que la gente conversa entre sí, lo cual no implica que se nieguen
las copiosas emanaciones de comunicación no oral que rodean al habla. Ya que
con todo esto, el habla mantiene una posición de privilegio dentro de todo el
aparato conversacional. Para esto, es de gran importancia destacar, empero, que
la mayor parte del mantenimiento de la realidad en el diálogo es implícita, no
explícita, ya que, el aparato conversacional mantiene la realidad recorriendo en el
diálogo los diversos elementos de la experiencia y adjudicándoles un lugar
definido en el mundo real.
Es decir, el aparato conversacional mantiene continuamente la realidad y
también la modifica, ya que, con el propósito de poder mantener la realidad
subjetiva, el aparato conversacional debe ser continuo y coherente, Puesto que los
rituales colectivos para el mantenimiento de la realidad pueden ser
institucionalizados principalmente por las catástrofes naturales y los rituales
individuales, los cuales pueden ser más resaltados y evidentes en épocas de
desgracia personal.
Por lo que la socialización implica la posibilidad de que la realidad subjetiva
pueda transformarse. Y está se aprehende subjetivamente como tal, ya que las
transformaciones que parecen totales se denominan alternaciones, y la alternación
requiere procesos de re-socialización que se asemejan a la socialización primaria;
para ejemplo de ello es evidente el prototipo histórico de la alternación el cual es la
conversión religiosa.
Sin embargo, el éxito máximo en la socialización se da en sociedades con
una división del trabajo sencilla y una mínima distribución del conocimiento, donde
las anti-definiciones de realidad e identidad se presentan en cuanto las sociedades
se congregan en grupos socialmente durables que inician sus propios procesos de
socialización porque estos individuos forman una anti-comunidad propia.
Razón por la cual la identidad se convierte en una pieza clave de la realidad
subjetiva, ya que esta se conforma debido a los procesos sociales en que se
encuentra inmerso el individuo, los cuales se determinan por la estructura social.
Ya que una estructura social engendra diferentes tipos de identidad, y es
ahí donde se puede asociar a diversas identidades extranjeras y sociales, por lo
que podemos discernir que la identidad es un fenómeno que surge de la dialéctica
entre el individuo y la sociedad, y los tipos de identidades son solo productos que
una sociedad produce.
Y es aquí donde podemos vislumbrar como el proceso de creación de la
identidad de cada individuo, está sujeta al contexto sociocultural en el cual se
encuentra inmerso, lo que nos permite comprender que cada individuo construye
su propia realidad, la cual es subjetiva a los otros, sin embargo, pueden existir
homogenizaciones de ideas, debido a la cultura.
Conclusión
A manera de conclusión, podemos discernir que del documento la sociedad
como realidad subjetiva, podemos afirmar que los seres humanos están entrando
en un estado en el que no deciden por ellos mismos, sino que dejan que las el
contexto sociocultural en el que se encuentran inmersos sea un factor
determinante en su hacer, ya que nuestra realidad subjetiva esta continuamente
bajo amenaza por lo que en su momento se creía como estrategia para mantener
la realidad objetiva.
En conjunto con el proceso de la conformación de una identidad, al cual
está conformada por los mismos procesos sociales y la cual, la contorneamos a
través de nuestras experiencias, ahora globalizadas, por una gran cantidad de
instituciones objetivas.
Punto en el cual el individuo puede entrar en un conflicto social, debido a
que, para poder socializar de manera satisfactoria en este mundo globalizado,
debe existir una simetría entre ambas realidades, la subjetiva y la objetiva, dando
por resultado en nuestra época una sociedad con poca o nula socialización.
Referencias

Berger, Peter; Luckman, Thomas. (1984) La sociedad como realidad subjetiva:


Internalización y estructural social. Teorías de la identidad. Organismos e
identidad. Amorrortu. Pp. 202-225

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