de este mundo falaz que nos rodea, rebosante de crimen y blasfemia, haga marcas profundas en tus ojos y obstruyan la visión del Paraíso. Aunque el delito ya es una pandemia, el Dios que nunca duerme está cuidando al que a su integridad firme se aferra. A ellos, para siempre quiere darles la tierra.
Más allá de los tonos agrisados,
de los colores tétricos del mundo, está el cuadro brillante, iluminado que da luz y belleza al pensamiento. Deja vagar los ojos de tu mente en ese más allá, que será tuyo. La fe es gozo que inunda el sentimiento. Que las promesas de Jehová te acunen y sean de tus sueños el arrullo.