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¿Cómo está tu vara?

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Texto Clave: Números 17:1-13
En Números capítulo 16, la biblia nos relata sobre la rebelión
de Coré, Datán y Abiram contra Moisés y Aarón, la
autoridad espiritual establecida por Dios.
En Números 16:11, Moisés les advirtió que no estaban
murmurando contra Aarón sino contra Dios mismo.

¿Quién era Coré, Datán y Abiram? Eran Levitas, pertenecían


a la tribu elegida por Dios para ministrarle sólo a Él. Pero
ellos consideraban que los que ellos hacían no era suficiente
o relevante.

Números 16:9-10

Toda la tribu de Leví fue llamada a servirle a Dios, pero no


todos los levitas eran sacerdotes, solamente la familia de
Aarón. Ellos ministraban en el tabernáculo, cargaban el
agua, servían en todo lo relativo al santuario; pero ellos
menospreciaban su ministerio.

¿Cómo se sintieron Moisés y Aarón con toda esta rebelión?

No hay necesidad de envidiar, de menospreciar, de


murmurar con otros por ministerio, pues el que llama es
Dios.

Moisés no quería ese cargo y a Aarón lo designó el Señor


por la tartamudez que puso Moisés de excusa.
¿Qué hizo Dios al respecto? Números 16:28-35

Jehová permitió que se abriera la tierra y los tragara vivos,


no solo a ellos, sino a su familia y los 250 hombres que se
habían atrevido a quemar incienso delante de Jehová (tarea
que les correspondía exclusivamente a los sacerdotes del
linaje de Aarón) fueron consumidos por un fuego que salió
de la presencia de Dios.

¿Qué hizo la congregación al respecto? Números 16:41


Siguieron murmurando, lo que hizo que Jehová se molestara
más y tuvo que interceder Aarón haciendo expiación por
ellos. Hubo 14700 muertos ese día, y el día anterior los 250
que fueron consumidos más los que se tragó la tierra.

Qué tristeza, si hay algo que nosotros debemos expulsar del


pueblo de Dios es la murmuración, el chisme, el
menosprecio, las malas acciones, sobre todo de las personas
que Dios les ha dado ministerio, que Dios los ha establecido
como autoridad.

Cuando nosotros hacemos esto, no nos estamos revelando


contra el hombre sino contra Dios. Dios le brinda protección
a sus ungidos.

El que llama es Dios, y si él te llamó, aunque hayan críticas,


murmuración y rechazo, él te levantará en alto como lo hizo
Moisés y Aarón.

Para Dios hacer cesar aquellas contiendas pidió a Moisés que


a cada príncipe le pidiera su vara con su nombre escrito en
ella, y que la vara de la tribu de Leví llevara el nombre de
“Aarón”.

Números 17:4-5

¿Qué era una vara? Un palo seco. En aquel tiempo


simbolizaba autoridad. Según la lógica humana es imposible
que una vara en ese estado reverdezca. Pero sabemos que
para Dios no hay nada imposible.

Números 17:8

Hay cuatro (4) cosas que ocurrieron con la vara, de igual


manera hay 4 cosas que deben suceder en nosotros.

Cuando llegamos al Señor, somos como esas varas secas,


hasta que Dios empieza a hacer su obra en nosotros. Por
tanto, nadie tiene de que gloriarse.

La vara no reverdeció sola, la hizo reverdecer el Señor.

1) Reverdeció: O sea que tomó vida, volvió a producir hojas,


cambió su aroma. La vida tiene un aroma diferente a algo
muerto. Le impartió nueva fuerza.
Nosotros hemos pasado de muerte a vida, hemos cambiado
de olor.
2Corintios 2:14-16
Isaías 66:14

2) Echó Flores: ¿Qué hacen las flores en una planta? La


hermosean. Y eso hace Dios con cada uno de nosotros,
cambia nuestro semblante.
Salmos 149:4 La búsqueda continúa de Dios nos hermosea.
En muchas plantas, la flor es el órgano reproductor, por lo
que donde hay flores seguro pronto veremos frutos.
Debemos ser varas reverdecidas y hermoseadas.

3) Arrojó Renuevos: Arrojó vástagos, hijos del árbol.


Nosotros debemos formar nuevos discípulos para Cristo.

4) Arrojó Frutos: Después de la flor viene el fruto y Dios nos


ha puesto para que llevemos frutos.
Juan 15:1-5
¿Qué tipo de frutos?
Gálatas 5:22-26
¿Qué tipo de fruto dio la vara? Almendras. Eso quiere decir
que la vara era de almendro. Aquí se evidencia la naturaleza
de la vara.
Si nosotros somos varas del Señor, debemos hacer notar
nuestra naturaleza y dar frutos del espíritu.
¿Por qué la vara era de almendro? Vamos a analizar un poco
el llamamiento de Jeremías. Este comenzó como una vara
seca, un niño que como él mismo dijo no sabía hablar.
Jeremías 1:7 En pocas palabras Jehová le dijo, no digas que
eres una vara seca, porque yo te haré reverdecer, te haré
florecer y pondré mi palabra en tu boca.
Isaías 55:10-11
Jeremías 1:11
¿A caso crees que es una casualidad que cuando Dios llama
al profeta siendo un niño, y este se siente incapaz, como una
vara seca, Jehová le muestra una vara de almendro?
El almendro representa el ministerio. El almendro se
adelanta a todos los árboles y florece antes que los demás.
Todo aquel que tiene un ministerio del Señor, florece donde
nadie florece y brota primero que todos, porque es vara de
Dios.
¿Qué pasó cuando Jesús encontró la higuera llena de hojas?
La maldijo, porque no tenía frutos.
Hay muchas personas que reverdecen, pero nunca llegan a
dar frutos. Recordemos que por el fruto se conoce al árbol,
no por las hojas.
Hay algo muy importante y es que las varas fueron puestas
en la presencia de Dios, esto nos indica que ningún
ministerio florece fuera de la presencia de Dios.
Ahora todas estas 4 cosas pasaron de un Día para otro, pero
naturalmente no es así de rápido, cada proceso lleva su
tiempo.
¿Quién come del árbol? El que el dueño del árbol decida. En
nuestro caso nuestro dueño es Dios.
¿Por qué las otras varas no reverdecieron, ni dieron flores, ni
frutos?
• Se creían muy santos (Números 16:3)
• Eran varas llenas de murmuración (Números 16:11)
• Eran varas llenas de negativismo (Números 16:13)
• Eran varas llenas de incredibilidad (Números 16:11)
Hermano(a), te invito a que entres en la presencia de Señor,
te sometas a su voluntad y empieces a experimentar el
cambio de ser una vara seca, a ser una vara reverdecida,
hermoseada, con renuevos y con los frutos del espíritu.

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