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Orgasmo clitoriano, un placer poco estudiado

El 8 de agosto fue el Día Internacional del Orgasmo Femenino. Más preciso hablar del
orgasmo clitoriano en su diversidad de géneros. ¿Sabías que recién en 1998 se dio a
conocer la anatomía de este órgano cuya única función es el placer?

Domingo 9 de agosto de 2020 | Publicado originalmente en La Izquierda Diario


Por Lisandro Libertad

El 8 de agosto las redes sociales se llenaron de imágenes de felinos en celebración del Día
Internacional del Gato. El hashtag #DiaInternacionalDelGato llegó al tercer puesto de la red
social Twitter, abajo de la disputa entre #NoFueLey y #AbortoLegal2020 que expresó la
persistencia del movimiento de mujeres y personas gestantes por conquistar el derecho a la
interrupción voluntaria del embarazo, que hace dos años negaron los “dinosaurios” en el
Congreso, dándole la espalda al reclamo de millones y demostrando la comunión entre el
poder de la Iglesia católica y un Estado moderno pretendidamente laico. La única fuerza
política exenta de animales pre-históricos y que votó de manera unánime a favor de esta ley
fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
El 8 de agosto también se ha querido elegir como el Día Internacional del Orgasmo
Femenino, aunque las imágenes alegóricas no llegaron a competir con la de los mininos y
no alcanzó gran repercusión en las redes del país. Hablar del orgasmo femenino presta a
confundir sexo biológico y género, el orgasmo en cuestión es el clitoriano, orgasmo de
mujeres cis, varones trans, personas no binarias y otros.
A quién se le ocurrió el Día internacional del Orgasmo "Femenino"
El origen de la fecha no es del todo claro. En 2001 un concejal de la ciudad brasileña
Esperantina, preocupado porque “muchas mujeres no confiesan que no logran alcanzar el
orgasmo y, por lo tanto, el matrimonio termina en separación”, impulsó una ley para crear
una fecha conmemorativa, ya que lo consideraba como “un factor de alivio del estrés,
responsable de la armonía familiar”.
Aquello que este concejal entendió como “orgasmo femenino” y le adjudicó la funcionalidad
de mantener cohesionada a la familia tradicional; podemos entenderlo de manera más
precisa y laica como el orgasmo clitoriano, el climax alcanzado por la estimulación de un
órgano llamado clítoris, cuya única funcionalidad biológica es el placer en las personas con
vulva, independientemente de su género y de las formas de vínculo que construyan en su
vida.
Otro responsable de popularizar una fecha para el Día del Orgasmo "Femenino” fue la
empresa británica Ann Summers de lencería y juguetes sexuales que, con el slogan
“hágalo, no finja” buscó abrir un mercado sobre las millones de mujeres que
estadísticamente fingían alcanzar el clímax en sus relaciones sexuales. No hay estudios
sobre cuánto logró beneficiar las prácticas sexuales de quienes pudieron acceder a comprar
estos productos, pero los beneficios de la empresa fueron millonarios.
Una vez más, la sexualidad entre la mercantilización y el patriarcado.
Hablemos sobre el clítoris
Aunque muchas personas alcanzan el orgasmo sin estimulación directa del clítoris, por
ejemplo, de otras partes erógenas del cuerpo y entendiendo que la sexualidad tiene una
complejidad de dimensiones sociales, culturales y psicológicas que exceden lo
estrictamente biológico: el clítoris es, sin dudas, uno de los más preciados regalos que el
azar evolutivo proporcionó para el placer del organismo humano. Es el único órgano cuya
única función es la de provocar placer y esto le valió estar oculto durante siglos al
conocimiento científico y popular.
El clítoris es un tejido más sensible que cualquier otro órgano humano. 8 mil terminaciones
nerviosas confluyen en su apéndice externo o glande –aquel que está a la vista y tacto
desde donde comienzan los labios de la vulva. Pero esto es sólo la punta del iceberg, al
interior de la pelvis, el clítoris tiene dos ramificaciones y dos bulbos que acompañan, con 4
mil terminaciones nerviosas cada una, de un largo aproximado de 9 centímetros. Cuando se
excita, la sangre fluye, se duplica su tamaño y se tensa y endurece como una erección.
Luego del orgasmo, la relajación muscular del clítoris no llega tan pronto, por lo que hace
posible múltiples orgasmos.
Esta información está disponible a la humanidad sólo desde el año 1998, cuando la médica
y cirujana australiana, Helen O’Connell da conocer la precisión anatómica del clítoris, en
base a disecciones y estudios. Tras años estudiando el manual de anatomía, O’Connell fija
su atención en que “no existía ninguna descripción del clítoris y había sin embargo una
sección completa dedicado al mecanismos de la erección, seguido de información sobre la
neuroanatomía y aporte vascular del pene”.
Un poco de historia
En la antigüedad y hasta en la Edad Media, se creía que el orgasmo clitoridiano favorecía la
fertilidad y la fecundación, por lo que la masturbación muchas veces era recetada por
médicos. Por otro lado, un clítoris grande era considero como una marca del diablo, la
Iglesia Católica persiguió y penalizó el placer con todo el peso de su dogma y la coerción de
la tortura.
Incluso luego de que las revoluciones democrático-burguesas erigieron Estados laicos, la
Iglesia continúo ejerciendo el poder de su corporación. Hacia 1850 y 1875, cuando se
descubre la ovulación y se observa la fecundación al microscopio, la ciencia determina que
el placer clitoriano no forma parte de la reproducción, por lo que luego poca importancia se
le dio al estudio del clítoris más que para culparlo de patologías físicas y mentales, hasta
borrarlo de los libros de anatomía en 1948.
Pero las consecuencias en esta "cruzada" moderna contra el clítoris no sólo fueron las de la
represión y censura sexual, si no también consecuencias médicas, de salud, de vida o
muerte; igual que las tiene hoy, la clandestinidad e ilegalidad del aborto. Siglos sin una
precisión sobre la anatomía del clítoris, dieron como resultados cientos de malas praxis.
Hasta el día de hoy la moral cristiana que condena el placer de la sexualidad y la relega
sólo al plano de la reproducción, sigue entrometiéndose en todos los terrenos de la vida, de
la política y hasta en la ciencia. Incluso obstruyendo la implementación y reglamentación de
la Educación Sexual Integral en el país, que es necesario que se dicte en todos los lugares
educativos de forma gratuita, laica, trasversal, de manera no heterosexista y que abarque a
la diversidad de géneros y orientaciones sexuales.
No es extrañar que una de las demandas más sentidas del movimiento de mujeres y
LGTTTBIQ+ es la separación de la Iglesia del Estado. Pero para liberar a la ciencia y a la
vida de todas las trabas y opresiones del patriarcado, hay que tirarlo abajo junto con el
Capitalismo.

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