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¿Qué es? El monólogo es un diálogo que realiza una persona para si misma o
para un público, la característica que tiene es que solo una persona habla. Este es un
recurso literario ampliamente usado en la poesía, cuento, periodismo, discurso, teatro
y novela.
Por tanto, este recurso literario puede ser usado para hacer presentaciones de
obras de arte, de proyectos, así como audiciones, videocurrículums… Lo importante
es saber como aplicarlo. Para muchos artistas, sobre todo actores, presentar un
monólogo es una parte esencial de las pruebas y suele ser una asignatura
fundamental en las clases de actuación.
¿Cómo empezar? El primer paso es escoger un monólogo corto y activo con el que
conectemos. Esta es la mejor forma de practicar y romper el hielo ante el público.
Una vez tengas en tus manos el texto correcto deberás analizarlo y buscar las
pausas, silencios, transiciones, tonos… Posteriormente te recomendamos que lo
memorices bien y empieces a trabajar sobre él. Piensa que durante la presentación,
debes tener un punto de enfoque, introducir el monólogo y dominar las
transiciones que la pieza incluye.
Hasta hace unos años, la variante del monólogo cómico más popular era aquella en
la que el artista memoriza el texto y lo interpreta sobre el escenario. Sin
embargo, en los últimos años hemos visto cómo se ha popularizado un tipo
de monólogo más improvisado en el que el cómico solo tiene un guion general, lo
cual favorece la naturalidad y la espontaneidad.
Monólogo dramático
Presentación
A los actores de teatro, y a veces de cine y televisión, se les puede pedir que
presenten monólogos en audiciones. Los monólogos de audición demuestran la
capacidad de un actor para preparar una pieza y realizar una actuación. Estas piezas
generalmente se limitan a dos minutos o menos y, a menudo, se combinan con un
monólogo contrastante: cómico y dramático; clásica y contemporánea. La elección
de los monólogos para una audición a menudo depende de la obra o el papel.
Mitin político
Por otro lado, si eres humorista o actor seguramente ya habrás intentado escribir el
mejor monólogo con el que hacer reír a todos. Por tanto, ya sabrás que no se trata
de contar anécdotas o chistes, sino que debes de tener en cuenta ciertas pautas. A
continuación os dejamos algunos consejos:
1. Ten en cuenta que serás el único en hablar y presentar, por tanto usa
bien el espacio, los silencios…
2. No confundas a la audiencia, para ello es importante que te centres
en un tema y le saques partido, aprendiendo a hilarlo bien si
introduces más elementos.
3. Sorprende tanto al inicio como al final. Suelen funcionar bien los
monólogos cerrados, que de alguna manera enlazan el comienzo con
el apocalíptico fin.
4. Habla claro, bocaliza bien y debes lograr ser expresivo para transmitir
bien lo que quieres y captar la atención de tu público.
5. Usa el humor u otros recursos para ganarte a la audiencia.
6. Intenta hablar de algo nuevo, novedoso, que llame la atención.
7. Juega bien tus cartas y calcula el tiempo correctamente, ni te
apresures ni cuentes un rollo de 3 horas.
Pasos hacer un buen monólogo
1. Piensa en el tipo de personaje que quieres ser y créalo. Puedes ser
tú mismo, es muy habitual, sobre todo en presentaciones y proyectos
emprendedores.
2. Crea un perfil para tu personaje. Puede que el tipo de monólogo te
pida ser gracioso o ingenioso. O que necesites ser muy técnico y
preciso. O incluso que tu personaje tenga que resultar tierno,
emocional . Todo depende de qué vayas a exponer y a qué tipo de
audiencia.
3. Busca referentes. Es importante que te guíes por el trabajo de otros,
pero siempre sin copiar.
4. Haz un esbozo del monólogo. Siéntate frente a un papel o un
ordenador en blanco y plasma todas tus ideas. Puedes valerte
de Luego poco a poco tienes que ir matizando y cerrando el discurso.
5. El objetivo es llevar a la audiencia contigo en tu propio
viaje, dependiendo de lo que hayas creado hasta ahora. Por tanto,
dale un par de vueltas al monólogo y luego preséntaselo a algunos
amigos, familiares para que te den sus impresiones.
6. No olvides que el ritmo es importante. Hay muchos tipos de
monólogos, pero en la mayoría de ellos es necesario que la
comunicación fluya de forma ininterrumpida. Eso sí, dejando
pequeños espacios para que el espectador pueda descansar
mentalmente y pensar acerca de tus ideas.
Preparar la presentación
Una vez tengas escrito el contenido que quieres transmitir, la idea y tengas claros
los objetivos y estrategias, debes preparar la presentación. Para ello debes
plantearte si necesitarás apoyo visual, elementos de atrezzo o cualquier otro
material o requisito extraordinario.