EUCARISTÍA DE NAVIDAD

El nacimiento de Jesús marcó la

esperanza en el mundo entero,
deja que la Navidad te envuelva
de AMOR. “¡Gracias, Señor, por se la luz que ilu-
mina desde lo alto ”
 Frutos. Bendito y alabado seas Señor por darnos estos
frutos, alimentos de nuestros campos que nos sirven para
1. Canto de entrada el sustento para alimentar a tu pueblo.

R. Bendito seas por siempre Señor.

2. Monición inicial.

Víveres. Señor te presentamos estos alimentos, signo de

3.Canto penitencial solidaridad que serán compartidas con las personas más
pobres y necesitadas de este mundo.
4. Gloria R. Bendito seas por siempre Señor.

Familia. Te prestamos Señor la familia signo importante

de esta Navidad, bendice Señor a nuestras familias.
Primera lectura.
R. Bendito seas por siempre Señor.
5. Lectura del libro de Isaías (Is 9, 1-3.5-6)
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre 13. Santo, santo, santo
los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció.
Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se 14. Padre Nuestro.
gozan en tu presencia como gozan al cosechar, como se
alegran al repartirse el botín. Porque tú quebrantas su pesa-
do yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su 15. Canto de paz.
tirano, como en el día de Madián.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva
sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será:” 16. Acción de Gracias.
consejero admirable”, “Dios poderoso”,” Padre sempiterno”,
“Príncipe de la paz”; para extender la principada con una
paz sin límites sobre el trono de David y sobre su reino; pa-
ra establecerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho,
desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará .
Palabra de Dios.
 y generosidad de nuestros hermanos.
Roguemos al Señor.
5. Por nosotros, que nos hemos reunido para celebrar el
nacimiento de Jesús sepamos acoger con prontitud la
alegría y la esperanza que nos trae el Emmanuel.
Roguemos al Señor.
 
12. Procesión de ofendas
MONICIÓN PARA LA PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
Te presentamos Señor estas ofrendas, que son signos de
nuestra fe, compromiso y generosidad de la Unidad Edu-
cativa “La Inmaculada”, concédenos que se conviertan en
sacramento de vida y redención.
R. Bendito seas por siempre Señor.
Hostias. Del trigo de nuestros campos, hoy venimos a pre-
sentar las hostias, que después de la consagración de las
manos de nuestros sacerdotes será nuestro alimento espi-
ritual.
R. Bendito seas por siempre Señor.
Vino. En las Bodas de Cana tú te presentaste como el me-
jor vino para nuestras vidas, Señor, hoy te damos gracias
porque a través de este vino consagrado serás siempre
nuestra bebida de salvación.
R. Bendito seas por siempre Señor.
8. Aclamación antes del Evangelio
Lucas 2, 10-11
R. aleluya, aleluya
Les anuncio una gran alegría:
Hoy nos ha nacido el Salvador,
Que es Cristo, el Salvador,
Que es Cristo, el Señor.
R. Aleluya.
9. Canto Interseccional
10. Lectura del Santo Evangelio según San Lucas
Por aquellos días, se promulgó un edicto de César Augus-
to, que ordenaba un censo de todo el imperio. Este primer
censo se hizo cuando Quirino era Gobernador de Siria.
Todos iban a empadronarse, cada uno en su propia ciu-
dad; así es que también José, perteneciente a la casa y
familia de David, se dirigió desde la ciudad de Nazaret, en
Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empa-
dronarse, juntamente con María su esposa, que estaba
encinta.
Mientras estaban ahí, le llegó a María el tiempo de dar a
luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo
recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en
la posada.
En aquella región había unos pastores que pasaban la
noche en el campo, vigilando por turnos sus rebaños. Un
ángel del Señor se le apareció y la gloria de Dios los en-
volvió con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo:
“No teman. Les traigo una buena noticia, que causará
gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en la ciu-
dad de David, el Señor. Esto les servirá de señal: encon-
traran al niño envuelto en pañales y recostado en un pe-
sebre”.
6. Salmo responsorial (Salmo 95)
R/. Hoy nos ha nacido el Salvador
Cantemos al Señor un canto nuevo,
que le cante al Señor toda la tierra;
cantemos al Señor y bendigámoslo. R.
Proclamemos su amor día tras día,
su grandeza anunciemos a los pueblos;
de nación en nación, sus maravillas. R.
Alégrense los cielos y la tierra,
retumbe el mar y el mundo submarino.
salten de gozo el campo y cuanto encierren,
manifiesten los bosques regocijo. R.
Regocíjese todo ante el Señor,
porque ya viene a gobernar el orbe.
justicia y rectitud serán Las normas
con las que rija a todas las naciones. R.
Segunda Lectura.
7. Lectura de la Carta del Apóstol San Pablo a Tito
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado pa-
ra salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renun-
ciar a la irreligiosidad y a los deseos mundanos, para que
vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel
a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y sal-
vador, Cristo Jesús, nuestra esperanza.
Él se entregó por nosotras para redimirnos de todo pecado
y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervoro-
samente entregado a practicar el bien.
Palabra de Dios.
De pronto se le unió al ángel una multitud del ejército ce-
lestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria a Dios en el
cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena volun-
tad!”.
Palabra del Señor.
11. ORACIÓN DE FIELES
Celebrante: Exaltante en la fe unámonos, hermanos y her-
manas, al cristiano de todo el mundo y oremos para que la
Salvación inaugurada con el nacimiento de Cristo llegue a
los confines de la tierra.
R. Por Cristo, luz del mundo, escúchanos Señor.
1. Te pedimos por la Iglesia, para que fiel a Dios y a su
Palabra, se convierta en luz y camino, enseñando al
mundo a reconocer a Jesucristo como Salvador.
Roguemos al Señor.
2. Por los que formamos parte de la Unida Educativa,
para que en esta Navidad renazca el niño Jesús en
nuestros corazones y podamos ser iluminados con la
luz de la fe, la esperanza y el amor.
Roguemos al Señor.
3. Por las familias, que se reúnen con verdadera voca-
ción, cuiden el crecimiento de sus hijos a ejemplo de
la familia de Nazaret.
Roguemos al Señor.
4. Por los hermanos que sufren, los que no tienen traba-
jo, los enfermos para que encuentren auxilio de Dios