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Exp. _51_-19

SE INTERPONE Y FORMALIZA RECURSO DE CASACION CONTRA SENTENCIA


DEFINITIVA DE SEGUNDA INSTANCIA.

CORTE DE APELACIÓN CIVIL DE SAN PEDRO SULA.

Yo, ABOGADO RAFAEL MURILLO COTO, de calidades conocidas en autos, actuando


en mi condició n de apoderado de ALEJANDRO MUÑOZ REYES en el proceso que
DISTRIBUIDORA PANTING ZELAYA S.A. DE C.V interpuso demanda ordinaria de
cobro de dinero por la cantidad de UN MILLÓN NOVECIENTOS SESENTA Y OCHO
MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y UN MIL LEMPIRAS CON DOCE CENTAVOS
(L.1,968,681.12) en su contra, comparezco a INTERPONER Y FORMALIZAR
RECURSO DE CASACIÓN contra Sentencia Definitiva dictada en Segunda Instancia, al
tenor de los siguientes hechos y derechos:

RESOLUCIÓN RECURRIDA

Sentencia de fecha 28 de Febrero del añ o Dos Mil Diecinueve dictada por la Corte de
Apelació n Civil de San Pedro Sula, Cortés.

TRAMO RECURRIDO DE LA SENTENCIA

Parte dispositiva de la sentencia recurrida, en sus tres pronunciamientos, su


mandamiento y su condena en costas. Es decir, todo su fallo.

ANTECEDENTES DEL PROCESO

PRIMERO- OBJETO DE LA PRETENSIÓN. La demandante, DISTRIBUIDORA


PANTING ZELAYA S.A. C.V ejerció demanda ordinaria de cobro de dinero contra
ALEJANDRO MUÑOZ REYES por la cantidad de UN MILLÓ N NOVECIENTOS SESENTA
Y OCHO MIL SEISCIENTOS OCHENTA Y UN MIL LEMPIRAS CON DOCE CENTAVOS
(L.1,968,681.12). Esta cuantía comprende UN MILLÓ N OCHO MIL CIENTO TRIENTA Y
DOS LEMPIRAS CON NOVENTA Y SEIS CENTAVOS (L.1,008,132.96) y un monto de
L.960,548.16 en intereses calculados a la tasa de Cuarenta y Ocho porciento (48%)
anual o 4% mensual (fol. 22, desgloce del contador del actor). Lo anterior derivado de
saldo insoluto documentado en facturas producto de un contrato de suministro de
combustible , el cual se formalizó de manera verbal, de tal manera que no existe
documento de formalizació n.

SEGUNDO- RESISTENCIA DEL DEMANDADO. Ante la demanda, el accionado


interpuso contestació n de la demanda la cual adujo primero una oposició n de pago
parcial del saldo cobrado, la que a su vez fue estimada por el juez de instancia. Y con
mayor envergadura, el demandado se opuso contra los intereses calculados a la tasa
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de Cuarenta y Ocho Por ciento (48%), dado que nunca hubo pacto de intereses que
legitime aplicar una tasa convencional (fol. 36 vuelto, contestació n al hecho segundo
de la demanda). Por tanto, la demandada exigió que conforme a ley, ante la falta de
convenio de intereses, aplique la tasa de interés legal del 7% anual sobre los saldos
insolutos de la obligació n principal.

TERCERO- SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.

Bajo el hecho controvertido anterior, el juzgador dictó un fallo en que estimó la


condena del capital reclamado má s redujo una porció n que se acreditó haberse
pagado por el demandado (fol. 342-344). Por otra parte, condenó al pago de intereses
segú n la tasa pretendida de 48% anual, y adujo ello en vista que el demandado en
interrogatorio de partes admitió la existencia de la deuda, y por tanto de ahí extrapola
que también tiene por aceptado la tasa de interés que pretende el actor.

CUARTO- SENTENCIA IMPUGNADA

Al haber quedado inconforme con el fallo, la demandada ejerció de manera oportuna


recurso de apelació n. Una vez culminado los trá mites pertinentes, la Corte de
Apelació n de San Pedro Sula confirmó la sentencia de primera instancia, y a la vez
repitió la inferencia toral para justificar la aplicació n de tasa de interés consensual,
que si el demandado aceptó la existencia de la obligació n entonces también es
inherente que aceptó la tasa de interés convencional, por tanto determinó que esto se
había aceptado de manera tá cita, y en tanto rechaza el recurso de apelació n, confirmó
la sentencia apelada y condenó en costas al recurrente (fol 7-9 de la pieza de segunda
instancia). Esta sentencia y en específico éste ú ltimo silogismo constituye el objeto de
ésta impetració n, segú n se pasa a desarrollar.

MOTIVOS DE CASACIÓN

PRIMER MOTIVO DE CASACIÓN. QUEBRANTAMIENTO DE LAS NORMAS


PROCESALES QUE REGULAN LA FORMA Y CONTENIDO DE LA SENTENCIA.
PRECEPTO AUTORIZANTE:

Artículo 719 del Có digo Procesal Civil.1- “Se podrán impugnar las normas que regulan: -
A... B… C. La forma y contenido de la sentencia.” En relació n al Art. 720 inciso 2 del
mismo Có digo Procesal Civil, el cual a su vez dicta “Sin embargo, y dentro del literal C)
del numeral uno (1) del artículo anterior, se podrá solicitar en casación el control de la
motivación fáctica de la sentencia para revisar su existencia, suficiencia, racionalidad y
carácter lógico, siempre que éste fuera determinante de un sentido diferente del fallo.”

NORMAS PROCESALES QUE REGULAN LA SENTENCIA INFRACCIONADAS- Art. 207


inciso 2 “1. Las sentencias se motivarán expresando los razonamientos fácticos y jurídicos que
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conducen a la apreciación y valoración de las pruebas, así como a la aplicación e interpretación del
Derecho. 2. La motivación deberá incidir en los distintos elementos fácticos y jurídicos del pleito,
considerados individualmente y en conjunto, ajustándose siempre a las reglas de la lógica y de la
razón.” En particular el inciso segundo de ésta norma se ha infraccionado, ya que se ha
quebrantado las normas de la ló gica en la motivació n fá ctica de la sentencia.

DESARROLLO DEL MOTIVO

En éste motivo desvelaré la falta de cará cter racional de la motivació n fá ctica de la


sentencia imputada, vicio que acarreó a su vez la sentencia de primera instancia. Y
éste ocurre cuando la sentencia impugnada establece una motivació n fá ctica sin
sustento suficiente, es decir parte de un indicio y de manera sesgada y sin razó n
suficiente, establece conclusiones fundamentales para el sentido del fallo. Ello
representa un quebranto en las normas de la ló gica, en especial la regla de la razó n
suficiente, que a su vez conlleva la procedencia de éste motivo de casació n.

Se parte el desarrollo del vicio de falta de cará cter racional de la motivació n al asentar
el contexto del cual surgió . Este ocurre al momento de determinar la tasa de interés a
cobrar junto al capital objeto de la pretensió n. Como se mencionó en lo antecedentes,
la demanda pretende una obligació n dineraria en monto de capital y por intereses
calculados. Sobres estos, el demandante alega que existe pacto de intereses a una tasa
de 4% mensual, equivalentes a 48% anual. Ante ello, la contestació n de la demanda
opuso al monto de interés al refutar que se carece de pacto de interés convencional
que justifique la tasa de intereses al 48%, y por tanto aplica la tasa legal de 7% anual,
Art. 707 Có digo de Comercio (Contestació n a hecho segundo, fol. 36 vuelto). Mas, la
demandada nunca negó la existencia de la obligació n pretendida en su contra,
cuestió n que es de suma importancia tomar en cuenta en el aná lisis vicio en que
incurrió la recurrida que en seguida reseñ o.

Bajo el contexto anterior, la sentencia recurrida como la de primera instancia, se


percatan que en efecto falta convenio de tasa de intereses entre las partes. Y ante tal
ausencia de prueba, la recurrida estable una presunció n sin sustento, que la formuló
primeramente el Juez de Letras así: “Habiendo aceptado el demandado Alejandro Muñoz
deberle a la sociedad PANZELA S.A. DE C.V. cantidades de dinero en concepto de
facturas hoy reclamadas, se debe entender que acepta la obligación pactada en dichos
documentos, los cuales incluyen pues el dictado anterior sobre el interés mensual por
impago”(Fundamento de Derecho Tercero de la Sentencia de Primera Instancia, fol.
346 vuelto) Así, la sentenciadora de primera instancia observó el interrogatorio de
parte (fol. 337 vuelto), donde el demandado aceptó la existencia de la deuda, cuestió n
que toma la recurrida para extrapolar (inferir) que entonces también acepta la tasa
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de interés convencional del 4% mensual. Y esto a su vez causó que se declarase


probado el hecho segundo (fol. 343), en el cual se alegó la suma a cobrarse, que
incorporaba los intereses cobrados a la tasa de 4% mensual (ver hecho segundo, fol. 2
del exp. de primera instancia)

Y la sentencia recurrida de la Corte de Apelació n Civil impetrada validó e hizo suyo tal
silogismo, al expresar “Esta CORTE pudo apreciar en la evacuación del medio de prueba
interrogatorio de parte, el demandado manifestó que mantuvo una relación comercial con la
demandante, consistente en suministro de combustible al crédito. Dejó claro que no maneja
la cuantía del crédito. Con lo antes expuesto, entendemos que la juez valoró el
interrogatorio que hubo un reconocimiento del demandado de deber al actor cantidades de
dinero en concepto de factura reclamadas. En cuanto al interés que cuestiona el recurrente
se observa que las facturas comerciales incluyen un pago mensual por factura vencida de un
interés del Cuatro Por ciento mensual, que da la tasa de 48% anual. Precisamente el interés
cobrado es el que aparece en la factura, al cual quedó obligado el demandado, en tal sentido
no puede traer a ésta instancia el apelante que el cobro es desmedido, cuando hubo una
aceptación tácita de la demandada de pagar el interés pactado“ (Numeral Segundo de la
motivació n fá ctica jurídica de la sentencia impugnada, fol. 8 vuelto de la pieza de
segunda instancia)

El vicio anunciado consiste en que de un indicio, que el demandado haya admitido en


su interrogatorio la existencia de la obligació n documentada en facturas, se ha
inferido que también acepta la tasa de interés que el acreedor anotó de manera
unilateral en tal factura, a tasa del 4% mensual o 48% anual.

Y el tramo citado de la sentencia impetrada y la de primera instancia debió cumplir el


rigor de la ló gica en la motivació n de la sentencia, ya que lo contrario supone una
infracció n a lo exigido en el Art. 207 inciso 2 del Có digo Procesal Civil, como cito para
claridad “2. La motivación deberá incidir en los distintos elementos fácticos y jurídicos del
pleito, considerados individualmente y en conjunto, ajustándose siempre a las reglas de la
lógica y de la razón.”. Tal norma se complementa con la doctrina sobre la ló gica y
argumentació n jurídica, la que asienta las normas de ló gica como la regla de la
identidad (dos cosas iguales no pueden ser la distintas y viceversa), la regla de la
exclusió n, la regla del tercero excluido y la regla de la razó n suficiente1, ésta ú ltima de
especial importe ya que fue la que ha resultado violada en éste caso.

De igual manera, las normas de la ló gica, y en particular la regla de la razó n suficiente,


son requeridas para ejercer las presunciones judiciales en la motivació n de su
sentencia para deducir conceptos a partir de indicios, segú n dicta: “1. El juez o tribunal
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Barrios Gonzales, Boris, Teoría de la Sana Crítica, IJSA, San José, Costa Rica, 2018, p. 61-63
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puede presumir la existencia de un hecho a partir de los indicios que se hayan logrado
probar durante la audiencia. Esta presunción constituirá argumento de prueba sólo cuando
se funde en hechos reales y probados y cuando tales indicios, por su precisión, gravedad,
número y concordancia, produjeren la convicción judicial de conformidad con las reglas de
la sana crítica, del conocimiento y criterio humanos.2. Cuando un hecho declarado probado
en la sentencia se sustente en una presunción judicial, será obligatorio que el juez
establezca el enlace racional, que le ha llevado a fijarlo, partiendo de los indicios probados.
3. Las presunciones judiciales admitirán siempre prueba en contrario, dirigida a demostrar
que los indicios probados conducen a otra conclusión distinta o a ninguna. Siempre podrá
practicarse prueba dirigida a desvirtuar los indicios en los que se pueda sustentar una
presunción judicial.”, Art. 478 del Có digo Procesal Civil.

La norma citada sobre las presunciones judiciales que puede emplear el juzgador y el
control de racionalidad en la motivació n tienen como fin prohibir el arbitrio en las
decisiones jurisdiccionales, cuestió n que ocurre cuando se viola las normas de la
ló gica. En particular se está en la norma de la ló gica de la razó n suficiente, la cual se
define segú n el argumento del filó sofo Liebniz “ningún hecho puede ser verdadero o
existente, y ninguna enunciación verdadera, sin que haya una razón suficiente para que sea
así Y NO DE OTRO MODO”2 . A la vez, el Tribunal Constitucional de Españ a
manifiesta formula esta exigencia de la razó n suficiente, “Las resoluciones deben
motivar la inferencia y el resultado de su valoración, de tal manera que sus inferencias no
resultan tan abiertas que quepan tal pluralidad de conclusiones que ninguna de ellas pueda
darse por probado”3. En sentido contrario, lo vedado son decisiones sin razó n
suficiente, que ocurre cuando “El razonamiento da un salto al vacío, es decir de ciertas
premisas deriva conclusiones improcedentes”. 4

En vista de lo requerido en las normas y doctrinas citadas, la motivació n debe


obedecer las normas de la ló gica, en específico a la norma de la razó n suficiente, y
cuando analiza indicios asegurar que se halle un enlace racional grave y fehaciente
entre el mismo y la conclusió n que se deduce de éste. En sentido contrario, tal cará cter
racional es desvirtuada cuando haya un contra indicio o informació n, como dijo la cita
del Tribunal Constitucional Españ ol, que ocurre cuando la misma premisa que sirvió
de indicio puede conducir con la misma o mayor racionalidad a una conclusió n
distinta de la inferida por el juez, y no hay motivo tangible para elegir una conclusió n
y descartar la otra. Cuando ocurre tal paridad de posibilidades y a pesar de ello el juez
2
GHIRARDI, LOGICA JURIDCA EN EL PROCESO JUDICIAL, EDITORIAL CORDOBA, CITADO POR BARROIS, BORIS, TEORIA DE LA
SANA CRÍTICA, SAN JOSÉ, COSTA RICA, 2018, P. 63
3
Tribunal Constitucional de España, SSTC 91/1999 del 26 de Mayo.
4
Arroyo Guiterrez, José Lógica Jurídica y motivación de la sentencia penal, Editorial Jurídica Continental, San
José, Costa Rica, 2002, p.193
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elige una conclusió n en lugar de la otra, el racionamiento del juez queda en una mera
suposició n especulativa, pura corazonada, lo cual privaría al proceso judicial su
cará cter objetivo y má s bien lo degrada a un ejercicio intuitivo, sin vinculació n a la
ló gica verificable y por tanto marginado de cualquier grado científico.

Contrario a ello, el espíritu de las normas del proceso es que el mismo sea un ejercicio
objetivo y verificable, que obedece al razonamiento y la ló gica, y así rechaza el
intuicionismo judicial. Así, cuando de un mismo hecho el juzgador ha derivado de
manera tendenciosa una conclusió n de varias que son igualmente probables, se
consuma un vicio contra la regla de la ló gica de la razó n suficiente y es causa para
control casacional. La ley no soporta juicios circunstanciales y arbitrio, requiere
certeza objetivamente formada.

Bajo tal base, al ejercer parangó n de lo exigido por la norma citada y el silogismo del
juez “si aceptó la deuda entonces también acepta la existencia de una tasa de interés
convenida”, éste queda reprobado por su fragilidad. Ello ya que la misma premisa, que
se aceptó la deuda, puede generar conclusiones divergentes a la inferida por el juez
(que se aceptó la tasa de interés). Una conclusió n distinta y fá cilmente derivada de la
misma premisa (se aceptó la obligació n) es que la deuda se acordó sin pacto de
intereses (conclusió n distinta a la inferida por el juez) y en tanto aplica el interés legal,
má s cuando se da el caso como el presente, que las obligaciones derivan de un
contrato de suministro verbal, que no fue formalizado en documento. De tal manera, la
aceptació n de la deuda no comporta de manera objetiva y fehaciente aceptar un pacto
de tasa de interés que no existió . Y la duda má s bien se incrementa al tomar en cuenta
que es precisamente lo alegado en la contestació n de la demanda, como en seguida
explico.

En el mismo sentido, la inferencia obvió considerar que la distinció n entre aceptar la


obligació n principal má s refutar el pacto de interés se había marcado de manera
tajante en la postura inicial del demandado. Ello ya que desde su contestació n, el
demandado acepta la existencia de la obligació n, el capital que debe a favor del
demandante, má s repudia la tasa de interés pretendida, al aducir que no hubo
convenio en tal materia, y que entonces débase aplicar la tasa legal (fol. ). De tal
manera, la premisa de que el deudor acepte la obligació n carece el alcance de
comprometerlo a aceptar también la tasa de interés convencional pretendida, ya que
desde su primera intervenció n fue claro que acepta uno má s repudia la otra. Por tanto,
la impetrada construye una presunció n fá ctica derivada de la declaració n de parte del
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demandado, sin tomar en cuenta el contexto de las demá s intervenciones que ha


tenido el mismo demandado.

En vista de lo anterior, acumulando ambos de las críticas que se han desarrollado se


tiene que la motivació n criticada “si el demandado aceptó la existencia de la
obligació n contenida en facturas, entonces también de manera tá cita aceptó la tasa de
interés de 4% mensual”, ha sido desvirtuada por dos elementos de peso: Primero, una
cosa no conlleva de manera necesaria ni siquiera probablemente a la otra, ya que una
obligació n dineraria puede existir sin pacto de intereses, cuestió n que es lo má s
comú n en los contratos verbales como el que existió entre las partes del proceso. Y
ademá s, ésta posibilidad alterna (obligació n sin interés convencional) es aú n má s
tendiente en vista que desde la contestació n, el demandado alegó precisamente que
no existía tasa de interés convencional. Así, resulta burdo y grosero error el haber
inferido que cuando en interrogatorio de parte el demandado aceptó la deuda,
entonces también aceptó la tasa de interés convencional, cuando desde su primera
intervenció n éste ha sido expreso y claro en por un lado aceptar la deuda má s por
otro, rechazar la tasa de interés convencional. Así, la recurrida extralimitó la
declaració n del demandado para otorgarle el alcance de aceptar una tasa de interés
convencional cuando EL MISMO LA HABÍA REPUDIADO. Por tanto, está claro que la
motivació n fá ctica ha sido sesgada por carecer de razó n suficiente para sustentar una
“tá cita” aceptació n de la tasa convencional que aplicó .

Y el yerro denunciado, el vicio de falta de razó n suficiente para inferir que el


demandado ha aceptado una tasa de interés consensual, fue determinante en el
sentido del fallo de la sentencia impugnada, en el tramo de haber condenado al pago
de interés a la tasa de 48% anual. Lo anterior en vista que NO EXISTE PRUEBA
ALGUNA que documente un pacto de intereses a tasa del 48% como pretende el actor,
por tanto no había otra manera de fundar aplicar tal tasa en la condena, salvo la
azarosa presunció n ejercida por la recurrida que ha sido desvirtuada. De tal manera,
se ejerciendo la exclusió n hipotética del vicio denunciado, entonces se hubiese
condenado ú nicamente al pago de capital al monto de UN MILLON NOVECIENTOS
SESENTA Y OCHO MIL SEICIENTOS OCHENTA Y UN LEMPIRAS CON DOCE
CENTAVOS (L.1,968,681.12) má s los intereses bajo la tasa de 7% anual que corren
desde el vencimiento de la deuda hasta la efectiva ejecució n de la sentencia. Por tanto,
el yerro denunciado causó que declarase probado el hecho segundo de la demanda, el
cual a su vez pronunció la suma a cobrarse en la cual se agrega los intereses a la tasa
de 4% mensual, 48% anual (fol. 343 donde se dio por probado el hecho segundo, y el
hecho segundo se halla en el fol 1 vuelto y 2, todos del exp. De primera instancia).
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Por tanto, el juez debió en lugar de ejercer la sesgada inferencia que el admitir la
obligació n conlleva admitir la tasa de interés convencional, haber hecho coto que la
admisió n de la obligació n ú nicamente abarca a la misma, y en cambio la tasa de
interés no puede tenerse como tá citamente admitida por tal motivo. Y a falta de
aceptació n por el demandado de la tasa de interés, en vista que la misma ha sido
refutada oportunamente en la contestació n y por tanto es parte del hecho
controvertido, y finalmente que no existe prueba alguna que acredite pacto de
intereses, procede entonces la aplicació n de la tasa de interés legal al 7% anual.
Cuestió n que cambia la liquidació n del fallo de manera considerable.

En vista de lo anterior, procede que se declare con lugar el recurso de casació n por
éste motivo, bajo el efecto de anular la sentencia recurrida y en vista que el vicio
incide en la motivació n fá ctica, procede reenviar el expediente a la Corte de Apelaciones
Civil de San Pedro Sula para que dicte nueva sentencia en el plazo de quince (15) días.

Utilizo como precedente de vuestra honorable Corte Suprema de Justicia que en el


Exp. CC 135-2013, se admitió un recurso de casació n con ú nico motivo idéntico en
cuanto a los vicios denunciados, al presente. Del cual se cita la ratio dicendi de aquella
admisió n “Delimita de manera concisa y concreta el desarrollo o explicación de la casación al
copiar la norma infringida, señalando en forma expresa el numeral 2) del artículo 207 del Código
Procesal Civil; luego subsume la infracción que invoca, en la causal contenida en el artículo 719.1
literal c) del Código Procesal Civil, que se refiere a la infracción por aplicación e interpretación de
las normas procesales que regulan la forma y contenido de la sentencia, relacionándola con lo
dispuesto en el artículo 720.2 del Código Procesal Civil, que permite, vía casación, la revisión de
la sentencia para verificar la existencia, suficiencia, racionalidad y carácter lógico de la motivación
fáctica de ésta. El petente al desarrollar este motivo expresa que la motivación fáctica de la
sentencia impugnada carece de coherencia y lógica, expresando con concisión cada uno de los
hechos probados enunciados por el juzgador y que estima errados o inexistentes, manifestando a la
vez las razones que conducen a la infracción del artículo 207.2 del Código Procesal Civil;
cumpliendo además con la técnica casacional, al señalar cómo debió el juzgador la prueba aportada.
En virtud de todo lo anterior, la Sala de lo Civil, observa que en el caso de mérito no
concurre ninguna de las causales de inadmisión contenidas en el artículo 723.2 del Código
Procesal Civil, en virtud de lo cual estima procedente admitir el único motivo de casación
formalizado por el abogado O. R. M.”5

En tal sentido, en vista que éste recurso en su ú nico motivo de igual manera al
referido en la cita del precedente, ha delimitado la motivació n fá ctica objeto del vicio
que se ha señ alado. De igual manera, ha sido claro y concreto en el vicio que se

5
Auto de Admisión de recurso de casación civil, dictado por CORTE SUPREMA DE JUSTICIA.- En la ciudad de
Tegucigalpa, municipio del Distrito Central, a los seis días del mes de mayo de dos mil catorce. Expediente
S.C.135-2013.
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denuncia, la falta de cará cter ló gico de la motivació n fá ctica, y el mismo se subsume de


manera perfecta en el motivo de casació n invocado ante vuestra sala casacioncita.

ANEXOS DE DOCTRINA CITADA EN EL CUERPO DEL ESCRITO

PRIMERO- Barrios Gonzales, Boris, Teoría de la Sana Crítica, IJSA, San José, Costa Rica,
2018, p. 61-63

SEGUNDO- Arroyo Guiterrez, José Ló gica Jurídica y motivació n de la sentencia penal,


Editorial Jurídica Continental, San José, Costa Rica, 2002, p.193

TERCERO- Sentencia del Tribunal Constitucional de Españ a, SSTC 91/1999 del 26 de


Mayo.

CUARTO- Auto de Admisió n de recurso de casació n civil, dictado por CORTE


SUPREMA DE JUSTICIA.- En la ciudad de Tegucigalpa, municipio del Distrito Central, a
los seis días del mes de mayo de dos mil catorce. Expediente S.C.135-2013.

QUINTO.- Anexo de Acta de Comparecencia de Otorgamiento de Poder.

AUDIENCIA

Una vez admitido el motivo de casació n interpuestos por éste recurrente, solicito se
convoque para celebrar audiencia para exposició n sucinta de los motivos de éste
recurso. Lo anterior en virtud que éste recurrente lo estima necesario para la mejor y
expedito conocimiento de los mismos, al amparo del Art. 721.3 del Có digo Procesal
Civil.

FUNDAMENTO DE DERECHO

Art. 80, 82, 90, 321 de la Constitució n, Arts. 1, 2, 3, 206, 207, 208, 717, 718, 719 incisos
B, C, y 2, 721.3, 723, 724, 725 y Art. 727 numeral 5 del Có digo Procesal Civil; Artículos
1, 473, 474, 475, 1688, 1706, y los fundamentos de derecho citados en los motivos de
casació n formalizados en el cuerpo de éste escrito.

PETICIÓN

A la Honorable Corte de Apelació n Civil de San Pedro Sula, pido: Tener por
interpuesto en tiempo y forma el recurso de casació n, trasladar a la recurrida para su
contestació n y alzar los autos a la Honorable Corte Suprema de Justicia. A la
Honorable Corte Suprema de Justicia, a través de su Sala Civil, pido, en aras de
mi acostumbrado respeto: 1) Dictar auto de admisió n del ú nico motivo de recurso
de casació n, en los términos expuestos. 2) En caso de hallarse algú n vicio subsanable,
emplazar al recurrente para que en cinco días procede a la subsanació n. 3) Una vez
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admitido el motivo de casació n, convocar a las partes a una audiencia para la


exposició n sucinta de los motivos de casació n ante vuestra Corte Suprema de Justicia.
Una vez evacuado lo anterior, someter a voto y dictar fallo con el siguiente contenido:
PRIMERO- Dictar con lugar el recurso de casació n en su primer motivo de
impugnació n en la falta de aplicació n de norma procesal, por infracció n de las normas
reguladoras de la Sentencia. SEGUNDO- En vista que la omisió n de motivació n
conlleva elementos de motivació n fá ctica, remitirse los antecedentes a la Corte de
Apelació n de San Pedro Sula para que dicte nuevamente una sentencia en el plazo de
Quince días.

SAN PEDRO SULA, CORTÉS 11 DE ABRIL DEL 2019

ABOGADO RAFAEL EDUARDO MURILLO COTO.

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