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SALA DE CASACIÓN SOCIAL

Ponencia del Magistrado Dr. ALFONSO VALBUENA CORDERO.

En el juicio que por cobro de diferencia de prestaciones sociales incoara el

ciudadano JABER JOUBRAN AZAF, representado judicialmente por los abogados

Andrés Raúl Páez y Aníbal Perales Aguilar contra la sociedad mercantil LA

VENEZOLANA DE SEGUROS C.A., representada judicialmente por los abogados

Carlos Zurita de Rada, Mario Pesci Feltri Martínez, Joaquín Díaz Cañabate B., Joaquín

Díaz Cañabate S., José María Díaz Cañabate S., Rafael Díaz Cañabate, María Pía Pesci

Feltri, Héctor E. Cardoze Rangel y Gustavo Guerrero Eslava; el Juzgado Superior Primero

del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, conociendo

en apelación, dictó sentencia en fecha 14 de diciembre de 1999, mediante la cual declaró

parcialmente con lugar la demanda, modificando la sentencia proferida por el Tribunal de la

causa, que la declaró con lugar.

Contra esta decisión del Juzgado Superior, anunció recurso de casación el

abogado Gustavo Guerrero Eslava en su carácter de apoderado judicial de la parte

demandada, el cual admitido, fue formalizado sin impugnación.


Concluida la sustanciación del presente recurso de casación y en virtud de la

elección del Dr. Alfonso Valbuena como Magistrado integrante de esta Sala de Casación

Social en fecha 20 de Diciembre del año 2000, el Juzgado de Sustanciación, en fecha 10 de

enero del año 2001 le asignó la ponencia del presente asunto, quien con tal carácter la

suscribe, previas las siguientes consideraciones:

CASACIÓN DE OFICIO

En ejercicio de la facultad que confiere el artículo 320 del Código de

Procedimiento Civil a este Supremo Tribunal, de casar de oficio el fallo recurrido con base

a las infracciones de orden público y constitucionales que encontrare, aún cuando no

hubiesen sido denunciadas por el formalizante, o aún habiéndolo sido, no sea correcta la

técnica empleada para su delación, en el caso sub-examine la Sala observa lo siguiente:

La sentencia recurrida declaró parcialmente con lugar la demanda. No obstante,

en la parte dispositiva del fallo se limita a tal declaratoria sin condenar el pago de monto

alguno a la parte demandada. En efecto, estableció:

“DISPOSITIVA

Por las razones anteriormente expuestas, este JUZGADO


SUPERIOR PRIMERO DEL TRABAJO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ÁREA METROPOLITANA
DE CARACAS, administrando Justicia en nombre de la República
de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:
PARCIALMENTE CON LUGAR, la demanda por Prestaciones
Sociales incoada por el ciudadano JABER JOUBRAN AZAF
contra la empresa ‘LA VENEZOLANA DE SEGUROS, C.A.’,
ambas partes identificadas al comienzo del presente fallo y
PARCIALMENTE CON LUGAR la apelación.

No hay condenatoria en costas, dada la naturaleza del presente


fallo.

Queda así modificado el fallo recurrido.

Notifíquese a las partes, de la anterior decisión.

Bájese el expediente en la oportunidad legal correspondiente.

PUBLIQUESE Y REGISTRESE.”

Es constante y pacífica la jurisprudencia de este Alto Tribunal, que todo fallo

debe indicar el objeto en que recae la condena. En efecto, el ordinal 6º del artículo 243 del

Código Procesal consagra que toda sentencia debe contener la determinación de la cosa u

objeto sobre que recaiga la decisión y el incumplimiento de este requisito constituye el

vicio de indeterminación objetiva.

Sobre el particular se ha expresado que el requerimiento legal consagrado en

dicha disposición tiene estrecha relación con dos principios esenciales del proceso: la

autosuficiencia y la unidad procesal del fallo; así, según el primero, la sentencia debe

bastarse asimisma, sin que la prueba de su legalidad dependa de otros elementos extraños

que la complementen o la perfeccionen, por ello es la exigencia de mencionar en el fallo el

objeto sobre el que recae la decisión, para así cumplir la necesidad de precisar los límites

objetivos de la controversia a fin de conocer y facilitar la recta ejecución de la misma; de

conformidad con el segundo, el fallo en todas sus partes (narrativa, motiva y dispositiva)

constituye un todo indisoluble vinculado por enlaces de necesaria lógica, por lo que el

requisito que contiene el ordinal 6º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil se
encuentra cumplido no sólo en el dispositivo de la decisión, sino en cualquier parte de la

misma.

En el caso subexamine se puede apreciar que la recurrida no indica en su parte

dispositiva el objeto sobre el cual recae la condena cuando declara parcialmente con lugar

la demanda; tampoco se aprecia de la parte motiva -de conformidad a que la sentencia debe

bastarse a sí misma- el objeto sobre que recae la decisión, pues el sentenciador superior se

limita a expresar:

“TERCERO: El reclamo de intereses sobre prestaciones, es sobre


una diferencia: ‘la cantidad dejada de percibir por concepto de
prestaciones sociales generados hasta la culminación de la
relación laboral’ (folio 24), derivada de obviar en el salario base
de cálculo de los abonos a cuenta, las incidencias salariales que
se establezcan en este fallo. A tal efecto, se acordará una
experticia complementaria del fallo para el reajuste
correspondiente, desde el primer año de servicio en la empresa
demandada, cuando debió ocurrir el primer abono a cuenta, hasta
la fecha de la culminación del nexo laboral (09 de marzo de 199)
(sic), de acuerdo a jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia
que precisa el término del cómputo de los intereses sobre
prestaciones Sociales a la fecha efectiva del rompimiento de la
relación de trabajo. Así de establece.

CUARTO: El bono vacacional, de acuerdo al artículo 133 de la


Ley Orgánica del Trabajo, tiene una condición inequívoca de
incidencia salarial a considerar para el pago de prestaciones
sociales. En cuanto a la estimación de la incidencia, la accionada
quedó confesa y, salvo que aparezca de autos desvirtuado el
monto estimado por el demandante, se cuantificará de acuerdo a
lo indicado en el libelo de demanda, para una incidencia
mensual de Bs. 24.24.083,33 (sic). Así se decide.

(OMISSIS).

3.- Su alcance como incidencia salarial, debe ajustarse a las


consecuencias derivadas del acuerdo suscrito (fuente directa del
derecho pretendido), del desarrollo en tracto sucesivo de la
relación, de la Ley y los principios propios en esta materia, los
generales del Derecho y la equidad. La costumbre fue alegada en
cuanto al pago del beneficio, sin afirmaciones de hecho que
permitiesen derivar, en modo alguno, que al cancelar un año un
porcentaje (superior al convenido inicialmente para dos años),
ello constituiría una fuente obligacional para el reajuste en el
pago, al mayor porcentaje, sobre lo cancelado anteriormente o, al
mayor porcentaje a pagar hacia el futuro por este concepto. A
todo evento, aceptó las diferencias en el pago de los porcentajes
el demandante, ya que no alegó su protesta al respecto, durante
diez años.

En consecuencia, considera esta Alzada que es improcedente en


Derecho, ordenar el pago demandado en este juicio, por diferencia
en la participación de los beneficios, derivada de la cancelación
sobre porcentajes diferentes en estos bonos anuales, bajo la
consideración fundada exclusivamente en la afirmación del actor
en cuanto a que deben reajustarse todos los pagos recibidos al
porcentaje de 3,18 o 3,74%, el cual a todo evento, no podría
considerarse seguro dada la naturaleza contingente de las
utilidades en cualquier empresa. Lo contrario, sería ordenar un
pago sin fuente obligacional. Así se establece.

4.- Procede sí, la consideración de esta incidencia a los efectos de


los abonos anuales a cuenta de prestaciones sociales según el
artículo 108 de la Ley Orgánica del Trabajo, e intereses generados
por el capital respectivo, año por año, sobre los montos
cancelados anualmente y su influencia (prorrateo mensual), en lo
abonado por antigüedad, de acuerdo a lo señalado en el libelo,
dada la aceptación tácita de la demandada en su contestación, ya
que nada expresó respecto a los porcentajes y montos cancelados
anualmente al demandante por concepto de ‘estimulo sustitutivo y
complementario a la participación de las utilidades’. En
consecuencia, la experticia complementaria al fallo precisará la
cantidad correspondiente a esta rectificación. Así se decide.

5.- Para el recálculo de la antigüedad a cancelar, excluido lo ya


pagado, dado que en el libelo de demanda sólo se menciona el
porcentaje de las utilidades canceladas al actor en 1993, (siendo
que éste prestó servicios hasta marzo de 1994), lo legal, es
acordar la incidencia conforme al reajuste en los términos del
artículo 146 de la Ley Orgánica del Trabajo, parágrafo primero,
según el cual, ‘...si para el momento del cálculo de la prestación
por antigüedad no se han determinado los beneficios líquidos o
utilidades, por no haber vencido el ejercicio económico anual del
patrono, este queda obligado a incorporar en el cálculo de la
indemnización la cuota parte correspondiente, una vez que se
hubieran determinado los beneficios o utilidades...’

Por tanto, se ordenará en la dispositiva de este fallo, una


experticia complementaria que también determinará la ganancia
líquida de la empresa demandada para el año de 1994, la cuota
parte correspondiente a los meses de servicio prestado por el
demandante en 1994, considerando (ante la falta de una fuente
legal o contractual, pues, durante la vigencia del nexo el
porcentaje cambiaba año por año, sin que se indique en el libelo o
contestación la razón de ello), el límite legal máximo de cuatro
(4) meses, de acuerdo al artículo 174 de la Ley Orgánica del
Trabajo, como una fórmula equitativa de hacer cumplir el derecho
a la incidencia por utilidades que está legalmente garantizada. Así
se decide.

La improcedencia indicada en el anterior numeral, es


independiente de la procedencia legal, de atender para el reajuste
de los intereses sobre los abonos anuales a cuenta de prestaciones
sociales, año por año, (los cuales han consid) (sic).

(OMISSIS).

SÉPTIMO: En cuanto al pago de ochocientos cincuenta dólares


americanos, (850 $ U.S.S.), demandados como incidencia salarial
mensual, en el libelo se aduce que se realizaba mediante
transferencia bancaria de una cuenta de la accionada a una cuenta
del demandante, ‘disponible inmediatamente por el trabajador e
intrínseca de la relación jurídico laboral que los unía’ (folio 19).
En la contestación se rechaza que los conceptos demandados
puedan ser considerados salario: ‘...ni el bono especial conferido
al demandante, ni la beca dada a su hijo para la subvensión de sus
estudios universitarios, así como tampoco el uso y disfrute de un
vehículo propiedad del empleador, ni la posibilidad de uso de una
acción de un club ...por cuanto todos dichos pagos carecen de la
necesaria relación de direccionalidad con la prestación
subordinada de servicios.’ (Vuelto del folio 166 y folio 167).

Se reitera que, no es necesario la conexión directa del beneficio


con la prestación del servicio, pero sí, el análisis del (sic) para
que se concede y sus consecuencias. Si del análisis probatorio se
establece una conexión del bono en dólares con la invocada beca
de estudios para el hijo del demandante, (lo cual significa que
ingresaba al patrimonio de este, con un fin específico, sin poder
(dentro de la buena fe derivada del contrato y la trascendente
función social de una beca), disponerlo para un uso distinto,
forzoso, será excluirlo como componente salarial a los fines del
cálculo de las prestaciones sociales del actor. Así se decide.”

Siendo así y en virtud de la aplicación del principio de la unidad del fallo, que

impera en nuestro Derecho Procesal que postula que la parte narrativa junto con la motiva y

la dispositiva de una sentencia, forman un todo indivisible, donde están todas vinculadas

por un enlace necesario de lógica, al no indicar la sentencia recurrida el monto objeto de la

condena en ninguna parte del fallo, sino que se limita a remitir al libelo de la demanda para

verificar allí los montos reclamados cuando ordena la realización de la experticia

complementaria del fallo, incurre en el vicio de indeterminación objetiva. Es importante

resaltar que la determinación del objeto debe aparecer directamente en el fallo y no por

referencia a otro documento, como en el caso bajo estudio, en el libelo de la demanda,

porque como antes se indicó, la sentencia debe bastarse a sí misma y contener todos los

requisitos que la Ley exige sin acudir a elementos extraños que la complementen.

Por consiguiente, infringe en este caso el Juzgado Superior el ordinal 6º del

artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, razón por la cual esta Sala CASA DE

OFICIO el fallo recurrido, y en consecuencia ordena dictar sentencia definitiva en el

presente caso. Así se establece.

DECISIÓN

En mérito de las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de

Justicia, en Sala de Casación Social, administrando justicia en nombre de la República y


por autoridad de la ley, CASA DE OFICIO la decisión dictada en fecha 14 de diciembre

de 1999 por el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del

Área Metropolitana de Caracas. En consecuencia, se ordena al Tribunal que resulte

competente dictar nueva sentencia cumpliendo lo aquí establecido de conformidad con lo

establecido en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese y regístrese. Remítase el expediente al Juzgado Superior de origen

antes mencionado, todo de conformidad con lo establecido en el artículo 322 del Código de

Procedimiento Civil.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de

Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los

veintidós (22) días del mes de marzo del año dos mil uno. Años: 190° de la

independencia y 142° de la Federación.

El Presidente de la Sala,

_________________________
OMAR ALFREDO MORA DÍAZ

El Vicepresidente,
______________________
JUAN RAFAEL PERDOMO

El Magistrado-Ponente,

___________________________
ALFONSO VALBUENA CORDERO

La Secretaria,

___________________
BIRMA I. DE ROMERO
RC N° 00-180

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