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Sara Allen es una niña de 10 años que vive en la ciudad de Brooklyn (Nueva York) con sus padres,

(Samuel y Vivian), Samuel es fontanero y Vivian es cuidadora en una residencia de ancianos.

Sara es una niña con mucha imaginación, muy viva, espabilada y con muchas ganas de aprender.
Pero su padre está mucho tiempo trabajando fuera y su madre es muy miedosa y conservadora.

Sara es muy entusiasta y adora a su abuela Rebecca, que es una antigua cantante (Gloria Star) con
ideas muy liberales, modernas y súper divertida. Ella vive en Manhattan y Sara está fascinada con
todas las historias que le cuenta su abuela tanto de su barrio como de su pasado.

Rebecca y su novio (librero) se han encargado de darle muchos libros a Sara para que conociera
otros mundos fantásticos (Alicia en el País de las Maravillas, Caperucita Roja, Robinson Crusoe,
Planos de Manhattan, Historia de la Estatua de la Libertad…) todo esto le fascinaba a Sara.

Todos los sábados van a visitar a la abuela en metro para poner en orden el desorden que tiene en
casa, y le llevan una tarta de fresa hecha por la madre (que les salen perfectas, gracias a la receta
familiar).

Un día sus padres reciben una llamada en la que anuncia que ha fallecido el hermano del padre, por
lo que dejan a Sara en casa de los vecinos, (los Taylor), con los que tienen buena relación, para
poder ir al entierro.

Sara aprovechando un despiste de la vecina, coge una tarta de fresa y la mete en una cesta de
mimbre, se pone su chubasquero rojo y botas katiuskas rojas y se va a visitar sola a su abuela.

Al principio va muy ilusionada, deseando conocerlo todo y descubrir un nuevo mundo sola, con sus
propios ojos.

Sofía Fernández Preciado 1ºE.S.O. “A”


Pero cuando se encuentra en el metro con tantas personas y con tantas salidas, se empieza a agobiar
y comienza a llorar.

Allí descubre a una señora, Miss Lunatic (muy enigmática, va con un carrito como una mendiga),
que le ayuda a salir de esa salida y le acompaña a tomar algo a una cafetería.
Miss Lunatic le cuenta que por la mañana ve a todas las personas y controla todo Nueva York y por
las noches ayuda a las personas, por eso la quieren tanto todos.
Y le cuenta un secreto que tiene y hace un pacto de sangre con Sara, para que ella no diga nada a
nadie, “ella es la estatua de La Libertad”, y le da a la niña una moneda como si fuera la llave hacia
la libertad, donde vive ella.
Y también le dice que llegar a La Libertad tiene consecuencias, entre ellas la soledad y a veces el
miedo, pero debe superarlo para poder conseguir algo tan grande.

Sara se queda sola en un bosque, pero después de haber estado con Miss Lunatic no tiene miedo,
por lo que comienza a hablar con un señor desconocido, que es el dueño de la pastelería más
importante de Manhattan. Mister Woolf, es pastelero muy poderoso que el único pastel que no le
sale bien es el de la Tarta de Fresa, y estaba obsesionado en buscar la mejor receta.

Sara le da a probar la tarta que hace su madre y él se vuelve loco con el sabor y le pide la receta,
ella le dice que está en casa de su abuela y que se la entregará, a cambio le pide dar un paseo en una
de sus Limosinas hacia la casa de la abuelita.

Mr. Woolf que es muy astuto, coge el trayecto más corto y le dice a Peter el otro taxista de la otra
limusina que coja el trayecto más largo.
Por eso cuando Sara llegó a casa de su abuela, vió a Mr. Woolf bailando y riendo con su abuela. (Él
fue un gran admirador de ella cuando era joven).
Por lo que piensa que ellos tienen ya cada uno lo que necesitaban.
Y ella se escapa para ir en busca de su propia felicidad : “La Libertad”.
(Con su moneda para entrar en la estatua de La Libertad, tal y como le había indicado Miss
Lunatic).

Sofía Fernández Preciado 1ºE.S.O. “A”

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