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Esto es, si se inicia como un proceso simple, cuya dura ción máxima del plazo de
la prisión preventiva es de nueve meses (que puede prolongarse hasta por nueve
meses adicionales) y cuando este plazo ya está en curso se determina que se
trata de un proceso complejo, en este caso, al convertirse el proceso en uno
complejo, si se dan los presupuestos podrá operar el plazo de prolongación hasta
por 18 meses adicionales, pero el plazo inicial (plazo ordinario) que fuera dictado
en orden a como era considerando el proceso hasta ese momento, esto es
proceso simple, no podrá extenderse, por cuanto la ley no lo autoriza, al no existir
una prórroga del plazo ordinario de prisión preventiva. Por lo que, el plazo máximo
total, en este caso podrá ser hasta de veintisiete meses (9 meses de plazo
ordinario dictado cuando era considerado proceso simple +18 meses de
prolongación dictados conforme a su nueva calificación de proceso complejo).
Ahora bien, en relación con ello, se presentaría un problema cuando, por ejemplo,
el proceso se inicia como un proceso simple o común y en la secuela de la
investigación se determina que se trata de un hecho cometido por una
organización criminal (cuyo plazo inicial de prisión preventiva es de 36 meses y el
prolongación de 12 meses más), no obstante, a pesar de la gravedad del hecho y
las dificultades que ello implica, la prisión preventiva no podría extenderse más
allá de 21 meses (9 meses del plazo inicial y 12 meses del plazo de
prolongación)®.
Por otro lado, como ya hemos dicho, debe detenerse en cuenta que los plazos de
prolongación de la prisión preventiva son plazos legales máximos, por lo que no
siempre deberán imponerse dichos plazos de prolongación, sino que, de acuerdo
con cada caso en concreto, y de conformidad al principio de proporcionalidad y
necesidad, podrá imponerse un plazo de prolongación menor al plazo máximo de
prolongación establecido en el artículo en comento.
277ART
El artículo 277 del Código Procesal Penal constituye solo un complemento de los
ante riores artículos referidos a la prisión preventiva del imputado, y en tal razón
solo establece la obligación del juez de comunicar a la Sala Penal de la Corte
Superior de su jurisdicción la orden de libertad, la revocatoria de la misma o la
prolongación de la prisión preventiva que haya recaído sobre el imputado.
278 ART
Hasta este momento, podría entenderse que: frente a un auto de prisión
preventiva emitido en audiencia, no sería posible “reservarse” el derecho a
impugnar, ya que el literal b) del inciso 1 del artículo 405 del CPP no lo permite; y
que la única excepción a esta situa ción es la audiencia de lectura de sentencia.
Sin embargo, la propia Casación N° 33-2010-Puno, ha expresado que el artículo
405 es un criterio general de impugnación, es decir, inaplicable cuando la propia
ley regule un supuesto de manera específica. Así señala:
“Que, el artículo 405 del nuevo Código Procesal Penal, salvo los supuestos
especí ficos, regula los presupuestos subjetivos y formales de los recursos
impugnativos en general (...)”(2) (el resaltado es nuestro).
Es decir, que el literal b) del inciso 1 del artículo 405 del CPP no es aplicable a los
autos de prisión preventiva emitidos de manera oral en audiencia, ya que este
supuesto sí tiene una regulación específica.
Así, tenemos el inciso 1 del artículo 278 del CPP:
“Contra el auto de prisión preventiva procede recurso de apelación. El plazo para
la apelación es de tres días (...)”.
Es decir, que frente al auto de prisión preventiva sí sería posible la “reserva” del
derecho a impugnar, realizando una interpretación restrictiva del inciso 1 del
artículo 278 del CPP, permitiendo la reserva en audiencia, pero la expresión de
voluntad de impugnación en el plazo de tres días y por escrito. Esta situación se
presentó en la Corte Superior de Justicia de Huancavelica, cuando la Sala Penal
de Apelaciones, el 17 de marzo del 2017, mediante Auto N° 42-2017, conoció vía
queja por denegatoria de recurso de apelación, el caso de un abogado que se
reservó el derecho a impugnar frente a un auto de prisión preventiva.
II. El plazo para emitir resolución de vista 1. El problema de la demora en la
emisión de la resolución de vista
La sociedad peruana en los últimos tiempos viene reclamando celeridad en la
resolu ción de casos, que no es lo mismo que condena en todos los casos, o
aplicación de prisión preventiva como regla general.
La demora en la emisión de resoluciones tiene diferentes motivos, es posible que
la carga procesal sea la principal de ellas.
Para el caso de la emisión de la resolución de vista respecto a la prisión
preventiva, el artículo en comentario establece como regla general que esta debe
ser emitida el mismo día de la vista de la causa y, aunque no lo señala
expresamente, debe entenderse que solo de manera excepcional, y si la
complejidad del caso lo amerita, podría retrasarse la emisión de la decisión hasta
un plazo máximo de 48 horas.
El problema de la demora en la emisión de resoluciones, no encuentra solución en
la norma procesal; la realidad ha superado a la ficción jurídica en estos casos. La
resolución de vista respecto a la prisión preventiva, en la práctica judicial no es
resuelta en el plazo que establece el artículo en comentario.
2. La consecuencia jurídica de la no emisión de la resolución en el plazo de 48
horas
Frente a esta situación, el inciso 2 del artículo 278 del CPP intenta señalar una
consecuencia:
“(...) La decisión, debidamente motivada, se expedirá en el día de la vista de la
causa o dentro de las cuarenta y ocho horas, bajo responsabilidad” (el resaltado
es nuestro).
El término bajo responsabilidad, se entiende, solo aplica al ámbito administrativo;
es decir, la no emisión de la resolución de vista, facultaría al litigante a una queja
frente al órgano de control por el incumplimiento del mandato procesal.
Este intento de solución al problema de la falta de emisión de resolución, no
termina solucionando el problema, por el contrario, desde nuestro punto de vista -
de litigante-, lo agrava. No es lo mismo tener a una sala pronta a resolver respecto
de la libertad de un imputado, sin queja; que una sala que viene enfrentando una
queja por la demora, y que debe resolver respecto de la libertad. Sí se podría decir
que el juez, pese a la queja interpuesta, no va a mantener animadversión a la
parte procesal que la interpuso, por lo menos desde el punto de vista del litigante,
no es estratégico. Es más, en algunos casos la queja tiene un tiempo mayor de
espera que el propio plazo que demorará la sala en emitir su resolución..I
La competencia puesta en conocimiento, no tiene un extenso análisis, pero enten
demos que la repetición del debate frente a otro colegiado, por el hecho de no
haber emi tido decisión en el plazo que establece la ley, tiene como fundamento
principal el respeto al principio de inmediación. En otras palabras, que decisión
podría emitir una sala que conoció del debate pero que emite su resolución 20
días después, obviamente la informa ción que se plasmará en la resolución no es
la misma que la que se hubiera emitido en el acto o 48 horas después, ello por la
cercanía en tiempo, que los magistrados tenían con la información y el debate.
Es cierto también que la Corte Suprema realiza el análisis respecto a la no emisión
de sentencia de vista en el plazo que establece el Código y no de la resolución de
vista respecto a la prisión preventiva, y que ese análisis lo hace respecto a las
reglas de juzgamiento; sin embargo, respecto al problema de la demora en la
emisión de resolución de vista en el caso de la prisión preventiva, y a los
fundamentos teleológicos de la repetición del debate, ensa yamos una propuesta
de legeferenda
279 ART
as medidas de coerción tienen como uno de sus principios fundamentales a la
varia bilidad, es decir, podrían modificarse en el tiempo siempre que las
circunstancias que deter minaron su aplicación también lo hagan.
Con respeto al principio depro libertatis, toda persona imputada de la comisión de
un delito debe enfrentar el proceso penal en libertad; con respeto al principio de
propor cionalidad, tal situación puede variar, por una comparecenciacon
restricciones y en el caso más extremo por una prisión preventiva.
Si el imputado inicia la investigación formalizada con la medida de comparecencia
con restricciones, en respeto al principio de variabilidad, esta medida puede ser
modificada, aun en su perjuicio.
El Código Procesal Penal regula dos supuestos:
a. Revocación por nuevos elementos: por la presencia de nuevos elementos que
deter minen que la comparecencia con restricciones ya no es la medida adecuada,
sino ahora, la prisión preventiva (artículo 279 del CPP).
b. Revocación por incumplimiento de reglas: la variación de la comparecencia por
prisión preventiva por incumplimiento de las restricciones que le fueron impues tas
en la comparecencia (inciso 3 del artículo 287 del CPP)