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Género y cultura en América Latina
LYNN STEPHEN
Departamento de Sociología y Antropología
Universidad Northeastern
INTRODUCCIÓN
311
1994, p. 8.
Claro que esto es dificil para algunos hombres, pero deben apren-
der a hacerlo".
No todas las mujeres sintieron que los hombres adoptaban
fácilmente las leyes. A una pregunta sobre la forma en que los
hombres obedecían la ley de las mujeres, la subteniente Ana res-
pondió: "Bueno, se supone que deben obedecer, pero a algunos
hombres les toma mucho tiempo aprender a obedecer a las muje-
res. Yo pasé momentos muy difkiles con algunos de ellos".
Para las mujeres que combaten en el EZLN el comprometerse
con la lucha armada implica muchos cambios en su estilo de vida.
La subteniente Norma comentó sobre esos cambios, luego de ha-
ber ingresado en el EZLN:
Me unf a él cuando tenía doce años. Toda mi familia forma parte del EZLN.
Empecé trabajando en proyectos sociales, en el campo y en la salud. Tal
vez lo más sorprendente de participar en él es la educación que recibes.
En especial las mujeres. Nos enseñaron sobre nuestro cuerpo, sobre la
reproducción y sobre varias enfermedades. Como una joven, en el lugar
donde crecí nunca aprendíamos nada sobre estas cosas. Ni siquiera había-
mos ofdo hablar sobre los condones. No es algo que puedas escuchar en la
mayoría de los pueblos.
El tema del estupro recibió una gran atención cuando tres mujeres
tzeltales fueron violadas por un grupo de soldados en un retén
militar de Altamirano, en junio de 1994. Luego de violarlas, las
liberaron con la advertencia de que serían asesinadas si los denun-
ciaban. Después de que corrió el rumor por la comunidad de que
decían "ya no valemos nada", las mujeres abandonaron el lugar y
hablaron, primero, con un representante de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, quien no hizo nada por ayudarlas, y más
tarde con diversas ONG de San Cristóbal, incluida la Coordinación
de Organismos por la Paz (Conpaz), Chiltak, y el Grupo de Muje-
res de San Cristóbal (Lovera, l 994a: 109-11 O).
El caso suscitó una serie de acciones por parte de organizacio-
nes locales y regionales, las cuales fueron importantes para lograr
la solidaridad regional en tomo a asuntos relativos a la mujer y
para obtener el apoyo de asesores, provenientes de todos los rinco-
nes de México. El 17 de junio, Con paz lanzó una acción de alerta
urgente alrededor del mundo, mientras que dos grupos indígenas
-P'as Joloviletik y la Organización Independiente de Mujeres
Indígenas- debatieron el tema del abuso sexual en tiempos de
paz y bajo la militarización. El caso de las mujeres tzeltales fue
abordado en sus declaraciones. El 30 de junio, Conpaz y el Grupo
de Mujeres de San Cristóbal presentaron un informe formal sobre
el caso ante el Ministerio Público Federal de Chiapas (Lovera,
1994b:ll5-166). El 5 de agosto de 1994, mujeres indígenas de
Chiapas, junto con otras de diversas localidades, marcharon en
apoyo a las tres tzeltales violadas, al término de la Primera Conven-
ción Estatal de Mujeres Chiapanecas (cEMCH). Así, el caso sirvió
para traer a la mesa, junto con los temas del racismo, la pobreza y
la falta de democracia, que formaban parte de la agenda de las
mujeres del EZLN, los asuntos sobre violación y violencia doméstica.
La CEMCH se integró por vez primera en julio de 1994, como
preparación para la histórica primera reunión de la Convención
Nacional Democrática (CND), enAguascalientes, Chiapas, convoca-
da por el EZLN. La convocatoria para la Convención surgió de los
zapatistas a mediados de junio, luego de que el gobierno rechazara
su plan de paz de 34 puntos. Dicho plan fue ampliamente discutí-
BIBLIOGRAFfA