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La serie de Fourier es la herramienta matemática básica del análisis de Fourier que se utiliza
para analizar funciones periódicas, al descomponer estas funciones en una suma infinita de
funciones sinusoidales más simples (combinaciones lineales de seno y coseno con frecuencia
natural). El matemático francés Jean-Baptiste Joseph Fourier (1768-1830) le dio su nombre.
Los fenómenos periódicos ocurren con frecuencia en física y sus aplicaciones en ingeniería, y
en problemas prácticos es importante representar las funciones periódicas correspondientes
en términos de funciones periódicas simples como seno y coseno. Esto da como resultado
una serie de Fourier, cuyos términos son funciones seno y coseno. Su introducción por
Fourier, siguiendo los trabajos de Euler y Bernoulli, es uno de los acontecimientos más
importantes en el desarrollo de las matemáticas aplicadas.
En cierto sentido, la serie de Fourier es más universal que la serie de Taylor, porque muchas
funciones periódicas discretas de interés pueden, de hecho, extenderse en la serie de Fourier,
pero no existe una representación de la serie de Taylor.
La idea básica de las series de Fourier es que cualquier función periódica de periodo T se
puede expresar como la suma trigonométrica de seno y coseno del mismo periodo T. Los
babilonios utilizaron una forma temprana de la serie de Fourier para predecir ciertos eventos
celestiales.
La historia moderna de la serie de Fourier comienza con D'Alembert (1747) y su tratado sobre
las vibraciones de las cuerdas de violín. El desplazamiento u = u(t,x) de una cuerda de violín,
en función del tiempo t y la posición x, es la solución a la ecuación diferencial ∂2u ∂t2 = ∂2u
∂x2,t > 0, 0 < x < 1, con condiciones iniciales u(t, 0 ) = u (t, 1) = 0 con t ≥ 0, ∂u ∂t (0, x) =
0 con 0 < x < 1. La solución a este problema es la superposición de dos ondas que se
mueven en direcciones opuestas con velocidad 1, expresada por la fórmula de d'Alembert: u
(t, x) = 1 2 f (x + t) + 1 2 f (x - t ) , donde f es una función impar del período 2 cancela en los
puntos x = 0, ± 1, ± 2, . . . Euler propuso en 1748 que tal solución podría representarse como
una serie de la forma:
f(x) = X∞ n=1 ˆf(n) sin nπx, y como consecuencia u (t, x) = X∞ n=1 ˆf(n) cos nπt sin nπx.
Para calcular coeficientes apareció por primera vez en un artículo escrito por Euler en 1777.
La contribución de Fourier comenzó en 1807 con sus estudios sobre el problema del flujo del
calor.
Hoy en día, el análisis de Fourier ha sido popularizado por grandes matemáticos como Liebig,
Hardy, Littlewood, Wiener, Frobenius, Selberg, Weyl y Weyl, entre otros. Básicamente, la
teoría de las series de Fourier persigue dos objetivos:
Sinusoides:
La sinusoide es un signo en forma
A sen (2πνt + φ).
El número a > 0 es la amplitud, ν > 0 es la frecuencia medida en ciclos por segundo
o hercios (Hz), −π < 6 es la fase (fase inicial), ω = 2πν es la frecuencia medida en
radianes por segundo (a veces llamado la frecuencia angular). El intervalo es el
tiempo que tarda la sinusoide en completar un ciclo completo, es decir,
el intervalo es T = 1/ν seg.
A sen (2πν (t + 1 / ν) +) = A sen (2πνt + 2π + φ) = A sen (2πνt + ϕ).
En general, se dice que la función f: R → C es periódica con período T si f (t + T) = f(t)
para todo t∈R. En tal caso, cualquier múltiplo entero de T es el período f, es
decir, 82 polinomios trigonométricos y coeficientes de Fourier 83 f (t + kT) = f(t) para
todo t R, k ∈ Z. Por convención, una función estacionaria es periódica con cualquier
período. Excepto en este caso, cuando decimos una función periódica con periodo T,
entendemos que T es el menor número positivo que prueba la igualdad f (t + T) = f(t)
para todo t∈R.
Fourier observó que las funciones seno y coseno verifican las llamadas relaciones de
ortogonalidad: