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“La Pequeña Agricultura y el MERCADO DE CRÈDITO FORMAL”

La agricultura peruana ha tenido un crecimiento impresionante durante las últimas dos


décadas, lo que ha contribuido a una disminución homogénea del número de peruanos
que viven en la pobreza. Sin embargo, millones de los pequeños agricultores del país
no se han beneficiado de dicha prosperidad. Personalmente, creo que, si se pusieran
en práctica propuestas para la prosperidad del pequeño agricultor, como la
incrementación de la participación en el mercado de crédito formal, podríamos
impulsar en su totalidad la agricultura pequeña o familiar.

El desarrollo agrícola del país creció un 3,3 % en promedio entre 2000 y 2015, y
actualmente está experimentando un crecimiento aún mayor. Si bien el aporte de la
agricultura al PBI peruano ha sido casi siempre del 7,3 por ciento, los autores del libro
(“Tomando impulso en la agricultura peruana: oportunidades para aumentar la
productividad y mejorar la competitividad del sector”), calculan un mayor porcentaje
respecto al impacto del sector económico, señalando que en realidad el aporte de la
agricultura al PIB es de al menos 11,3 por ciento, tan solo 2,7% de diferencia con la
minería.
Sin embargo, el desempeño del sector agrícola peruano ha sido desigual. El
crecimiento de la productividad agrícola ha sido muy grande en la región de la costa,
donde por cierto hay más escasez de agua, debido a la explotación de las materias;
mientras que el crecimiento de la agricultura en la sierra se ha mantenido mayormente
estancado, a pesar de tener muchos más recursos en esta zona del Perú.
A partir de esta información puedo deducir que hay grandes brechas en una región y
otra, a consecuencia del “centralismo”. Tomemos como ejemplo la tecnología y la gran
cantidad de exportaciones agrícolas de la Costa, y comparémosla con la relativamente
improductiva y tecnológicamente atrasada de la Sierra; por otro lado, tenemos a la
Selva, que se mantiene en un punto medio, donde la agricultura moderna y la
agricultura tradicional coexisten lado a lado.
No obstante, hay algunas buenas noticias para los pequeños agricultores de la sierra y
de la selva amazónica, cada vez más de ellos pueden acceder a créditos formales, lo
que impulsa de gran manera su crecimiento económico y social. Pero ¿De qué manera
se ven beneficiados los pequeños agricultores respecto a la obtención de un crédito
bancario formal? Al obtener un préstamo de fuentes confiables, los pequeños
agricultores no tendrán el riesgo que obtener crédito de sistemas como el “gota a gota”
(modalidad de préstamos informal y no regulado, donde los prestamistas para
recuperar sus recursos en algunos casos recurren a medios coercitivos que pueden
atentar contra la integridad de los prestatarios.), si no, en cambio, se verán
favorecidos, ya que podrán invertir más dinero en sus parcelas, favoreciendo al
producto que pronto será cosechado; además la formalidad en muchos casos ayuda a
que un negocio pueda expandirse, agregando valor y talvez tamaño a los terrenos de
los pequeños agricultores, haciéndolos crecer económicamente, contribuyendo a la
mejora de la calidad de viva de estos.
Por eso, para sacar el máximo provecho a la agricultura pequeña podemos introducir
modelos de desarrollo agrícola más inclusivos y promover la participación de los
pequeños agricultores en el mercado formal de crédito, y ¿Cómo logramos esto?
Podemos impulsar la intervención de estos, con distintas propuestas; como mencioné
en la introducción, yo propongo la creación de un “EXPO-MUSEO”, en zonas
seleccionadas del Perú (Costa, Sierra y Selva), donde haya mayor concentración de
agricultores, ahora bien también se agregarán distintas áreas: área de orientación al
cliente, área de venta de productos como frutas, verduras, puestos por los mismos
agricultores que visitan nuestro museo (para llamar la atención del pequeño agricultor),
un área de venta de herramientas a precios cómodos, y por último agregaremos una
zona exclusiva donde tendremos un pequeño programa de TV en el cual participarán
agricultores seleccionados, a los que haremos participar por distintos premios, ya sea
herramientas agrícolas, cupones de descuento en productos, y en ocasiones
especiales o festividades brindaremos más dinero en efectivo por menos intereses.
Con ayuda de este proyecto promoveremos la participación de los pequeños
agricultores en el MERCADO FORMAL DE CRÉDITO, para poder mejorar su calidad
de vida, la de sus hijos y futuras generaciones; además, mi propuesta también busca
incrementar el nivel económico de estas personas, para por consecuente traer más
beneficios a los consumidores.

En conclusión, las grandes explotaciones agrícolas de la región de la costa peruana


probablemente continuarán siendo el principal motor de la producción agrícola, pero
sin duda existen amplias oportunidades para que los pequeños agricultores puedan
tener muchas más oportunidades de prosperidad.
Y el capitalizar el potencial de zonas olvidadas (por culpa del centralismo), podría
generar muchos beneficios al País, contribuyendo a reducir la pobreza rural en el
proceso.

REFERENCIAS:
David Dudenhoefer “A medida que crece la producción agrícola en el Perú, los

pequeños agricultores ansían mejores mercados”

Libro, “Tomando impulso en la agricultura peruana: oportunidades para aumentar la

productividad y mejorar la competitividad del sector”

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