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Príncipe

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Para otros usos de este término, véase Príncipe (desambiguación).
«Princesa» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Princesa (desambiguación).

Un príncipe (femenino princesa) es un miembro de una nobleza. Normalmente es


un título asociado a la realeza, siendo usado por hijos del rey. Típicamente, en la
mayoría de las dinastías europeas, recibe el título de príncipe el hijo varón y
heredero de un monarca (como el Príncipe de Asturias o el Príncipe de Gales),
aunque a veces se usa de forma más amplia en el sentido del infante castellano.
También es el título de algunos soberanos, cuyos países no son considerados
reinos (tal es el caso de Mónaco, el Príncipe Alberto II, como ejemplo). En algunos
países es también uno de los más altos títulos de nobleza (normalmente
reservado para familias con sangre real). El título príncipe también se usa para
referirse al esposo de una reina.
Es uno de los títulos más estereotipados, siendo normalmente asociado a la
belleza y virtud y formando parte de numerosos cuentos y leyendas.

Índice

 1Etimología y origen
 2Principados independientes
 3El príncipe como soberano
 4El estereotipo
 5En la Iglesia
 6En otros idiomas
 7Véase también
 8Referencias

Etimología y origen[editar]

Corona del Príncipe de Gales.


La palabra príncipe viene del latín princeps (primer ciudadano), palabra divida
en primus (primero) y caput (cabeza), que significa "el primero, el principal, el jefe,
el más distinguido, noble gobernante, príncipe".1
El primer título se convirtió en hereditario con Augusto en el siglo I a. C., en la
etapa conocida como Principado, previa a la instauración oficial del imperio.
En los tiempos de la monarquía visigoda, en los que el monarca se designaba por
elección, los príncipes eran los gobernantes locales con derecho a elegir y a ser
elegidos rey. En Italia, todos los vástagos de un príncipe, y todos los vástagos de
cada uno de ellos, sin límite de generaciones, tenían derecho a ser llamados
'Príncipe'

Principados independientes[editar]
El título de príncipe es usado por algunos nobles que son cabeza de estados
independientes, pero no considerados reinos.
Actualmente Liechenstein y Mónaco son los únicos que quedan
(aunque Andorra es un principado, no tiene príncipe sino dos copríncipes). Como
rango nobiliario, se considera superior a Duque, pero inferior a Gran Duque.
[cita  requerida]

El príncipe como soberano[editar]


La tradición política medieval europea fue heredera de la noción de "Princeps"
(Príncipes) que, en tiempos de la transición de la república romana clásica hacia la
época del Principado, se utilizó en contraposición con la noción de "Rex" (Rey),
reflejando un debate político de gran calado (muy intenso en transición entre la
República romana y el Principad) donde el "Prínceps" «el primer ciudadano» era la
cabeza del Imperio, por tener adjudicado los principales puestos y funciones
heredados de la República, la soberanía en términos teóricos pero no prácticos
residía en los órganos representativos de los considerados ciudadanos (Senado,
en Roma) y, contrariamente, el "Rex", que, en los sistemas monárquicos de
gobierno (como la época de los reyes en Roma y los reinos en la época medieval)
poseía la soberanía a título personal. Los partidarios de la República aceptaban a
un "Princeps" (sujeto al senado) pero no a un Rey (con el poder absoluto). En la
Roma clásica, el Imperio sucedió a la República y César Augusto, elegido como
"Princeps", mantuvo la constitución republicana hasta el año 23 a. C. en que el
poder tribunicio y el "Imperium" (mando) fueron revestidos con el poder
unipersonal absoluto, propio de los reyes.

El estereotipo[editar]
Los príncipes, al igual que las princesas, son habituales protagonistas en cuentos
de hadas tradicionales. Algunos ejemplos de esto son Blancanieves, La bella
durmiente, La Cenicienta, Ruidoquedito (en el que el príncipe es un
villano), Rapunzel o el típico personaje del príncipe azul. Estereotípicamente, los
príncipes son bien parecidos, caballerosos, valerosos, y montan un caballo blanco.
En la Iglesia[editar]
Artículo principal: Cardenal (título)

Los cardenales de la Iglesia católica son considerados los príncipes de la misma,


puesto que de entre ellos surge el nuevo papa.

En otros idiomas[editar]

Leonor, Princesa de Asturias.

Se da la forma en masculino seguida de la femenina. Si después hay un guion,


indica la existencia de formas separadas para los hijos del rey sin principado
(similar al infante castellano). En cada caso, el título es seguido (cuando está
disponible) por la forma femenina y luego (no siempre disponible, y obviamente
raramente aplicable a un príncipe de la sangre sin un principado) el nombre del
territorio asociado con él, cada uno separado por un barra oblicua. Si también se
da un segundo título (o conjunto), entonces ese es para un Príncipe de sangre, el
primero para un principado. Téngase en cuenta que la ausencia de un título
separado para un príncipe de sangre no siempre significa que tal título no existe;
alternativamente, la existencia de una palabra no implica que haya también una
realidad en el territorio lingüístico de que se trate; es muy posible que se use
exclusivamente para traducir títulos en otros idiomas, independientemente de si
existe un vínculo histórico con alguno (lo que a menudo significa que se adopta la
tradición lingüística)
Etimológicamente, podemos discernir las siguientes tradiciones (algunos idiomas
siguieron un vínculo histórico, por ejemplo, dentro del Sacro Imperio Romano
Germánico, no en su familia lingüística; algunos incluso no siguen la misma lógica
para otros títulos aristocráticos)

 Lenguas romances, con títulos derivados de la forma latina:


o Catalán: Príncep /Princesa
o Francés: Prince /Princesse
o Gallego: Príncipe / Princesa
o Italiano: Príncipe /Principessa
o Maltés: Princep /Principessa
o Monegasco: Principu /Principessa
o Portugués: Príncipe /Princesa
o Retorromanche: Prinzi /Prinzessa
o Rumano: Prinţ /Prinţesă

 Lenguas germanas, con títulos derivados del equivalente alemán Fürst:


o Alemán: Fürst /Fürstin - Prinz /Prinzessin
o Danés: Fyrste /Fyrstinde - Prins /Prinsesse
o Islandés: Fursti /Furstynja - sería Prins /Prinsessa
o Inglés:Prince /Princess
o Luxemburgués:Fürst /Fürstin - sería Prënz /Prinzessin
o Neerlandés: Vorst /Vorstin - Prins /Prinses
o Noruego: Fyrste /Fyrstinne - sería Prins /Prinsesse
o Sueco: Furste /Furstinna - Prins /Prinsessa

 Lenguas eslavas y bálticas, que usan formas derivadas del título latino Caesar, que


terminó por ser el de los herederos al imperio (véase Zar):
o Bielorruso: Zarevitch, Karalevich, Prynts /Tsarewna, Karalewna, Pryntsesa
o Búlgaro: Knyaz /Knaginya Zarevitch, Kralevich, Prints /Printsesa
o Croata, Serbio, Bosnio: Knez /Kneginja Kraljević/Kraljevna, Princ/Princeza
o Checo: Kníže /Kněžna, Králevic/Králevična, Princ/Princezna
o Letón: Firsts /Firstiene - Princis/Princese
o Lituano: Kunigaikštis /Kunigaikštiene - Princas /Princese
o Macedonio: Knez /Knezhina, Tsarevich, Kralevich, Prints /Tsarevna, Kralevna,
Printsesa
o Polaco: Książę /Księżna, Książę, Królewicz /Księżna, Królewna
o Ruso: Knyaz /Knyagina Knyazhnya, Zarevitch, Korolyevich, Prints/Tsarevna,
Korolyevna, Printsessa
o Eslovaco: Knieža /Kňažná, Kráľovič, Princ /Princezná
o Esloveno: Knez /Kneginja, Kraljevič, Princ /Kraljična, Princesa
o Ucraniano: Knyaz /Knyazhnya, Tsarenko, Korolenko, Prints /Tsarivna, Korolivna,
Printsizna

 Otras:
o Albanés:Princ /Princeshë
o Finés: Ruhtinas /Ruhtinatar - Prinssi /Prinsessa
o Estonio: Vürst /Vürstinna - sería Prints /Printsess
o Griego: Igemonas /Igemonida - Pringipas /Pringipesa
o Húngaro: Fejedelem / Fejedelemnő ((en caso de príncipe o princesa
reinante)) / Fejedelemasszony (en caso de príncipe consorte)
o Euskera: Printzea/Printzesa
o Irlandés: Prionsa /Banphrionsa
o Galés: Tywysog /Tywysoges
o Sánscrito: Rājaputra /(no existe traducción para princesa)

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