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Intercambio informal de algunos maestros del Centro de Estudios del Parque de

Estudio y Reflexión Punta de Vacas sobre los procesos de ingreso a Escuela.


Amigos y amigas, en atención a las condiciones del diálogo y siguiendo las
recomendaciones de Silo, intentaré explicitar algunos de mis elementos predialogales
durante nuestro intercambio. 1

Comentario No. 3: “La Escuela es mental”.

En los comentarios anteriores, consideré un tipo de embestida reduccionista contra la


noción de Escuela, que es cosificarla como organización externa. Pero otro, con el
mismo efecto, es el riesgo de reducirla a una existencia totalmente subjetiva e
individualista bajo el amparo de una frase hecha: “La Escuela es mental”. ¿De dónde
sale esto?
Empiezo por un antecedente en el “Acta de la Reunión Informal de Escuela. Centro
de Estudios de Parque Punta de Vacas del 16 al 19 de julio de 2009.: “La Escuela no
está ligada a centros de trabajos, a Parques. No necesariamente tiene que ser así,
puede haber Maestros que se vean con sus Discípulos en otras circunstancias, en
otros medios y hagan sus trabajos no necesariamente en los parques. Todo eso lo
vamos a decidir en conjunto en enero. Porque también en enero a lo mejor tenemos
nuevos parques, a lo mejor desaparecen parques, dándonos el tiempo del caso para
que todo quede bien. Sí, la ubicación de los Maestros va a ser importante. Porque la
Escuela puede ser un sistema más complejo que lo que vemos ahora, y está bien que
existan los parques, pero no necesariamente la Escuela en los parques. Es como decir
que la Escuela es lo mismo que los parques. Entonces mejor conversamos estas
cosas entre nosotros con cierto tiempo a medida que las cosas vayan produciéndose.”
2

Y luego se agregó: “Vamos a hacer las cosas con la intención de que se proyecten en
el tiempo. Es la idea del tejido más que el de las células, que todo empieza y termina
en ellas. Sin embargo, en el sistema es muy creída esa conformación. Las células
cancerosas que se disparan y se comen el tejido social. Se arman condiciones para
que los más oportunistas tengan ocasión de comerse todo.” 3
Siete meses después de aquello, desde el 16 al 21 de febrero del 2010, unos cuantos
nos reunimos con Silo en el Centro de Estudios de Punta de Vacas, por el tema de los
vídeos de las Disciplinas y otros. Como siempre, algunos de nosotros tomamos
apuntes de todos sus comentarios. Entre otros, reiteró brevemente la misma intención
de que la Escuela en el futuro ampliara su funcionamiento más allá de los Parques, y
no sólo en ellos. Y esto lo asoció a un futuro proceso de “construcción interna”, de
profundización cualitativa y sintonización del funcionamiento de la Escuela, que él
llamó “armar la Escuela mental”.
Se estaba hablando de los lugares en los que funciona la Escuela, disociando tal
actividad de determinados lugares fijos. No se estaba negando que la Escuela sea un
ámbito de relación activa y recíproca entre sus componentes. Tampoco se estaba

1
“Las condiciones del diálogo”, Academia de Ciencias. Moscú, Rusia, 6 de octubre de 1993. Silo — Obras
Completas Vol. I, Habla Silo. III. Conferencias.
2 Silo, en Acta de la Reunión Informal de Escuela. Centro de Estudios de Parque Punta de Vacas. 16 al 19

de julio de 2009.
3 ídem.

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afirmando que la Escuela sea una simple sumatoria de individualismos disgregados,
tal como el neoliberalismo concibe la sociedad y niega lo conjunto.4
El Mensaje de Silo y el Movimiento Humanista tampoco son instituciones u
organizaciones5, y tampoco sus actividades están circunscriptas a lugares específicos
y fijos. Sin embargo, esto no impide que constituyan ámbitos de actividad conjunta
definidos, con vínculos de reciprocidad entre sus participantes, y en diversos lugares.
A mi ver, la frase “La Escuela es mental” es diferente y altera el significado de
lo dicho por Silo. Eso de “armar la Escuela mental” es como decir “configurar
el espíritu” con la base corporal y energética ya existente y que sirve a tal
propósito. Silo planteaba la “Escuela mental” como dirección y objetivo
cohesores. Es una etapa muy necesaria, deseable y posible a la que llegaremos
por proceso conjunto de diversidades convergentes (no centrífugas, sino
centrípetas).
Además, declarar “la Escuela es mental” da por hecho, prematuramente y por
cuenta propia, lo que aún hecho no está y que no será obra de individuos
aislados.
Tal distorsión conceptual corta las cintas inaugurales de una obra aún no terminada.
Esto no se logrará mediante poses, ni declamaciones, voluntarismos o reglamentos.
Me temo que el malentendido podría prestarse para utilizaciones disgregadoras de lo
conjunto que podrían avalar intereses de parte. Por ejemplo, reducir la Escuela a un
fenómeno individualista y subjetivo que niega o subestima la existencia y la necesidad
de ámbitos y actividades conjuntas justo en el momento en que más los necesitamos,
nosotros y el mundo.
Si se desestimara el valor de los conjuntos, sus actividades conjuntas, sus vínculos
recíprocos, sus intenciones compartidas, sus ámbitos de intercambio permanente, sus
producciones como aportes de comprensión y experiencia, etc., pareciera improbable
que esa “Escuela mental” surja por generación espontánea, sin una intención
transformadora conjunta.
Declamar como eslogan que “la Escuela es mental”, sería casi como decir “lo esencial
es invisible a los ojos” 6 o “en la vida lo importante son las cosas simples”, que recuerdo
que Silo usó como ejemplos de frases tan grandilocuentes como insustanciales.7
También tengo presente que Silo afirmó que somos un “pueblo psíquico” y que “todo
es mental”, pero lo hizo con sólido fundamento y en ciertos contextos temáticos. Otra
cosa es usarlos arbitrariamente en cualquier contexto y de modo chapucero.8
La banalización de significados pavimenta el sendero de la mutación. Por ejemplo,
representar la Escuela como una suerte de radio FM que cada cual sintoniza
individualmente desde su celular. ¿Algunos maestros ya se habrán alejado por creer
en esto?

4 “La sociedad no existe. Sólo existen hombres y mujeres individuales”. Ex primera ministra británica
Margaret Thatcher, 1987.
5
“… el MH en sí mismo no tiene ningún tipo de organización y constituye el ámbito de convergencia e
intercambio de los miembros de los distintos organismos.” Documento “MovimientoHumanista_final.doc.”
Silo. Centro de Estudios Punta de Vacas. 31/08/09.
6 De Saint-Exupéry, en “El Principito”.
7 “Charla con Mario en Mendoza”, 7 de enero de 2006. “No dicen nada. Son menesterosas sicológicas”.
8 Silo, según unos “Apuntes de una charla informal”, Mendoza 20 de enero de 1991. La nueva sensibilidad.

“Esto pasa en todos lados, más allá de las culturas de origen, el nuestro es un pueblo síquico”. “Las líneas
se arman primero en la cabeza. Algún día se darán cuenta los nuestros que todo es mental.”

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De niño he aprendido que cuando un ilusionista nos señala “La Escuela es mental”,
algo desaparecerá o aparecerá en su galera. Por ejemplo, quizá se auto-certificará
como “iniciado” de esa “Escuela mental”, insinuando una “jerarquía” elitista y una
resistencia larvada contra la inclusión y la paridad de todos.
Ojalá mis temores sean infundados; pero, por si acaso, me aclaro sobre algunos
puntos. Si alguien afirma que “la Escuela es mental” como premisa, no certifica que
quien lo dice pertenezca a ella.
Si alguien afirma que “la Escuela es mental” como premisa, no equivale ni lo autoriza
a concluir: “La Escuela soy yo” (al estilo del Rey Sol), ni tampoco lo habilita a ejercer
como tal.
Si alguien afirma que “la Escuela es mental”, no le otorga patente de corso; o sea, no
lo habilita para hacer con ella, o en su nombre, cualquier desprolijidad o chapuza por
cuenta propia.
Si alguien afirma que “la Escuela es mental”, no logrará reducir la Escuela a ser una
mera representación, un mero estado mental individual o una existencia fantasmal.
Si así fuera, hoy ni siquiera estaríamos conversando estas cosas. Por eso agradezco
que, afortunadamente para nosotros y para el mundo, Silo no lo vio así. ¡Gracias Silo!

***
PD: Espero sepan disculpar el tono fervoroso con el que expreso mis convicciones. Entiendo que me
lo puedo permitir porque estamos charlando sinceramente entre amigos, en este grupo de intercambio
de nuestro querido Centro de Estudios.

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