Está en la página 1de 2

TEMA# 26

GRATITUD
“Quien me ofrece su gratitud, me honra…”
Salmo 50:23

I. INTRODUCCIÓN
La gratitud es una de las cualidades más nobles del ser humano. Es muy desagradable convivir
con alguien ingrato que no sabe reconocer las cosas buenas que tiene en su vida.
Los que amamos a Dios necesitamos ser agradecidos y tener una actitud constante de gratitud
porque sabemos que hemos recibido mucho más de lo que merecíamos. Somos libres y salvos
gracias a Jesucristo y ese es un regalo maravilloso de parte de Dios.
Al ser agradecidos honramos a Dios. Salmo 50:23 “Quien me ofrece su gratitud, me honra…”
Debemos ser agradecidos con Dios, pero también con las personas a nuestro alrededor que
nos bendicen. ¿Ya has dado las gracias a alguien hoy?

II. DESARROLLO
La gratitud que brota genuinamente del corazón muestra honor y respeto a Dios y despeja el
camino para vivir una vida de obediencia que agrada al Padre. Esa es la actitud que abre la
puerta para recibir el regalo de la salvación y la vida eterna.
Mientras más nos llenamos de Cristo y de su paz, más crece nuestro agradecimiento. Al
llenar el corazón con la palabra de Dios nuestra forma de ver la vida cambia. Vemos las cosas
como Dios las ve, hacemos todo para su Gloria y nuestros corazones rebosan de gratitud
contagiando a los que nos rodean. (Colosenses 3:15-17)
Estamos rodeados de gente que Dios ha puesto en nuestras vidas: nuestra familia, amigos,
vecinos, los compañeros de trabajo y muchas otras personas. Todos ellos forman parte de
nuestro día a día. Ten la costumbre de orar por las personas que Dios pone en tu mente y en
tu camino. Da gracias a Dios por ellas, y sigue el ejemplo de quienes te animan y ayudan en
tu andar con Jesús. (2 Timoteo 1:3)
Muestra tu afecto y cariño a los demás agradeciendo a Dios por las bendiciones que él les
concede, especialmente por su gracia y salvación. Alégrate de corazón cuando Dios obra a
favor de los que te rodean (1 Corintios 1:4)
Podemos presentar nuestras peticiones delante de Dios con confianza y gratitud ya que
hemos visto su fidelidad y provisión constante a través de los años. Nuestra fe se fortalece al
mirar atrás. Dios ha sido y es fiel, sabemos que podemos confiar en él. En esa confianza le
damos gracias por lo que ha hecho en nuestras vidas y por lo que sabemos qué hará.
A través de Jesús hemos venido a formar parte de la familia de Dios. Debemos darle las
gracias por ese maravilloso regalo y, aún más, por el buen testimonio de los hermanos que
hace posible la predicación del evangelio (Romanos 1:8)
1
III. CONCLUSIÓN
Debemos dar gracias a Dios por las palabras de bendición que encontramos en su Palabra y
por las que recibimos de parte de otras personas. En gratitud podemos cultivar el hábito de
hablar bendición sobre los que nos rodean. ¡Que nuestro hablar lleve siempre sanidad y paz
a los corazones de los que nos escuchan!
No permitamos que las tareas diarias nos impidan reconocer la obra de Dios en nuestras
vidas. No seamos como los nueve leprosos que siguieron su camino sin tomar un momento
para dar gracias a Jesús por la sanidad de sus cuerpos. Tengamos un corazón agradecido ante
Dios y ante los que nos rodean.

IV.APLICACIÓN PRÁCTICA
- Demos gracias a Dios todos los días por su amor y sus bendiciones, sin importar si el día
es bueno o malo.
- En nuestros momentos personales de adoración entremos en su presencia con acción de
gracias.

Notas para el Líder:


- Para este tema puedes preparar en pequeños papeles los versículos bíblicos descritos en
este tema y entregar a personas aleatorias para que ellos puedan leer el versículo
asignado.
- Al inicio de compartir el tema puedes preguntar a todos ¿Por qué se sienten agradecidos?
- Al final del desarrollo del tema puedes señalar que piensen o recuerden momentos en los
cuales Dios ha obrado maravillosamente y se sienten agradecidos
- Al terminar la conclusión, poniendo una adoración de fondo en el ambiente puedes invitar
a que tengan un momento de conversación con Dios y que reconozcan lo agradecidos que
se sienten.

También podría gustarte