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NOTAS SOBRE KALECKI

(Autores varios // Preparado para el curso de Economía Política)

El ahorro, la distribución del ingreso y el grado de monopolio

Introducción

• El modelo kaleckiano supone una sociedad capitalista dividida en dos clases sociales –
trabajadores y capitalistas, con sus respectivas formas de ingreso: ganancias y salarios (incluido
los sueldos) -, las cuales tienen un comportamiento diferente respecto del ahorro.
• El ahorro tiene un papel crucial en la teoría de los determinantes de la inversión de Kalecki.
Claramente, las decisiones de inversión están estrechamente ligadas a los ahorros disponibles.
Por eso es ahora necesario profundizar sobre la teoría de Kalecki sobre los ahorros.
• Concretamente, la propensión al ahorro de los capitalistas es mucho mayor que la de los
trabajadores.
• Esta hipótesis sobre las propensiones al ahorro diferenciales (conocida como la “hipótesis clásica
sobre el ahorro”) va a jugar un rol fundamental en el sistema de Kalecki pues combinadas con el
enfoque del grado de monopolio, proporciona una teoría de la distribución del ingreso y de la
determinación del nivel de ingreso.
• Kalecki consideraba al sistema capitalista como un sistema cuyo motor es la búsqueda de
ganancias no la satisfacción de necesidades para el consumo. Siendo así, los capitalistas
contratan trabajadores para obtener una ganancia y que su empresa pueda de esta forma
sobrevivir. La lucha competitiva los obliga a utilizar las ganancias para invertir y así expandirse,
obteniendo economías de escala, como así también introduciendo innovaciones tecnológicas.

Los comportamientos diferenciales de los ahorros y sus consecuencias

El modelo kaleckiano en su versión más simple utilizaba los siguientes supuestos:


• Se trata de una economía cerrada (es decir, no hay exportaciones ni importaciones)
• No hay sector público
• El ingreso de los trabajadores comprende tanto los salarios como los sueldos y no incluye el
ingreso de los cuentapropistas que se incluye en el ingreso de los capitalistas.
• La hipótesis de que los trabajadores ahorran muy poco se simplifica llevándola al extremo de
que los ahorros de los trabajadores son nulos. Es decir, se supone que los trabajadores tienen
un nivel de salarios “de subsistencia” y, en consecuencia, gastan en consumo todo sus
ingresos (esto no impide la posibilidad de que algunos trabajadores ahorren y otros
desahorren; lo que se necesita es que la clase trabajadora en su conjunto no ahorre).
• El ingreso de los capitalistas, las ganancias brutas, está constituido por las ganancias no
distribuidas a los accionistas, depreciación, dividendos, renta e intereses.

El modelo de Kalecki parte de una serie de identidades contables que salen de las cuentas
nacionales:

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• Del lado del ingreso, el producto bruto nacional puede representarse como:

PBN = Ganancias Brutas (P) + Salarios y Sueldos (W)

• Del lado del gasto, el PBN está constituido por:

PBN = I + Cc + Cw

Donde:

I = Inversión Bruta
Cc = Consumo de los Capitalistas
Cw = Consumo de los Trabajadores

Ahora bien, bajo la hipótesis clásica del ahorro (Sw = 0), tenemos que Cw=W y, en consecuencia,
llegamos a la ecuación kaleckiana de la ganancia:

P = I + Cc (Ec. 1)

De esta ecuación sale el famoso dictum de Kalecki que sostiene que los capitalistas ganan lo que
gastan mientras que los trabajadores gastan lo que ganan.

Lo que quiere decir esto es que la causalidad de la ecuación (1) va de izquierda a derecha, es decir, el
gasto de los capitalistas determina el nivel de las ganancias agregadas y no a la inversa.

La cuestión de la dirección de la causalidad cobra especial relevancia en un contexto dinámico


donde las ganancias y los gastos están permanentemente fluctuando (dado que en una situación de
equilibrio permanente este problema perdería importancia) y, en consecuencia, despertó grandes
controversias entre los economistas, de las cuales surgieron algunas objeciones a la ecuación
kaleckiana de las ganancias:
• La primera sostiene que es el nivel de ganancias el que determina el gasto de los capitalistas
vía la restricción presupuestaria de estos.
• La segunda apunta al hecho de que las empresas en sus decisiones de precios fijan un margen
de ganancia que les cubra los costos (los cuales están determinados por otras
consideraciones, tales como la tasa de crecimiento del producto), y en este sentido sí pueden
decidir sobre cuanto van a ganar.

Las respuestas de Kalecki a estas objeciones son las siguientes:


• Respecto de la primera, Kalecki sostenía que si bien las ganancias pasadas influyen en la
inversión, las firmas no dependen exclusivamente de ellas para los gastos de I y C debido a
que pueden recurrir al financiamiento externo.

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• Respecto de la segunda, que en otras palabras implica considerar que el mark-up o
sobreprecio es variable y las empresas lo ajustan de forma de poder cumplir sus planes de
inversión, Kalecki argumentaba que las firmas no están en una posición de incrementar las
ganancias, habiendo obtenido ganancias tan altas como pudieron. Es decir, Kalecki sostenía
que ese mark-up o sobreprecio era fijo para las empresas pues dependía fundamentalmente
del grado de monopolio, el cual no era una variable de decisión de las empresas (ojo: la
ecuación de Kalecki apunta a la causalidad a nivel agregado).

Otro punto importante que se desprende de la ecuación (1) es el de la relación entre ahorro e
inversión. Mientras en la teoría ortodoxa se sostiene que en un período determinado es el ahorro
disponible el que determina la inversión, en Kalecki esa relación está invertida: el ahorro se ajusta al
nivel de inversión (en este sentido, su crítica a la ortodoxia es similar a la de Keynes pero mientras
que en éste el ajuste se hace vía nivel de ingreso, en Kalecki esto se produce vía nivel de ganancias).

El Grado de Monopolio

Kalecki, al igual que muchas de las tradiciones teóricas heterodoxas que lo siguieron
(Institucionalistas, Neo-marxistas en la línea de Baran-Sweezy, poskeynesianos), rechazaba la
concepción neoclásica por su irrealismo y, consecuentemente, proponía reemplazar la concepción
ortodoxa de competencia perfecta por teorías de la competencia imperfecta, oligopolio o monopolio.
Según Kalecki, la visión del capitalismo competitivo neoclásico, se pudo haber dado en los
comienzos de este modo de producción, pero en los momentos actuales las empresas no son de
tamaño reducido como postula el mainstream, sino que son megacorporaciones, surgidas por la
concentración y centralización de capital ocurrida en el capitalismo a partir de fines del siglo pasado,
y que dieron forma a nuevas morfologías de mercado, tales como el monopolio y el oligopolio. En
estas nuevas formas de competencia, la concentración otorga a las empresas suficiente poder de
mercado (market power) como para poder fijar sus precios y no comportarse como pasivos
tomadores de precios (price-takers). De esta forma, Kalecki intentaba superar el irrealismo de la
competencia perfecta incorporando los rasgos fundamentales del capitalismo antes mencionados, y
que la primera hace desaparecer mágicamente.

Esta nueva realidad histórica hacía necesario, entonces, cambios en la teoría económica que le hagan
relevante para la comprensión de los nuevos tiempos. Como ya se mencionó, las innovaciones
kaleckianas se produjeron en dos frentes, la teoría de los precios y la teoría de la distribución, siendo
el grado de monopolio el concepto que da la unidad entre ambas.

La teoría de los precios y el grado de monopolio

Según Kalecki, las fallas de la teoría neoclásica de la distribución a nivel macroeconómico (basada
en la productividad marginal de los factores) tienen su origen en su concepción microeconómica
acerca de la empresa y de la teoría de la determinación de los precios. Por eso, la crítica y solución
de los problemas de la teoría ortodoxa reenvían necesariamente a la teoría de la empresa.

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En primer lugar, hay que tener una visión realista del funcionamiento de los mercados. Esta
motivación llevó a Kalecki a realizar una distinción clave entre dos tipos de mercados:
• Por un lado, están los de materias primas y productos terminados alimenticios cuya
estructura es relativamente semejante a la descrita por la teoría neoclásica de la
competencia perfecta y, en consecuencia, la formación de precios se ajusta bastante a los
postulados de aquella. Es así que en estos mercados los cambios en los precios están
determinados fundamentalmente por cambios en la demanda.
• Por otro lado, están los mercados de productos finales manufacturados los cuales,
como desarrollaremos a continuación, tienen precios cuyos cambios están determinados
fundamentalmente por los costos.

En estos últimos, entonces, el primer supuesto que hay que abandonar es el de la competencia
perfecta. Los mercados de productos industriales actuales están compuestos por grandes firmas
monopólicas u oligopólicas que tienen el poder suficiente para fijar los precios y no comportarse
como pasivos tomadores de precios. De lo que se trata, entonces, es de modelizar el comportamiento
real de estas empresas en la formación de precios, lo cual conduce a investigar de dónde brota ese
poder de fijación de los precios y las posibilidades y límites de su ejercicio.

La teoría de la firma de Kalecki se apoyaba, además, en los siguientes supuestos (los cuales se
derivan todos del carácter oligopólico de los mercados):
• Es un fenómeno típico de las industrias manufactureras el que las empresas operen
con exceso de capacidad, es decir, que no se utilice plenamente la capacidad productiva
instalada. Esto trae como consecuencia que la oferta sea elástica: ante un incremento de
la demanda las empresas ajustan vía cantidad y no vía precios.
• En segundo lugar, y como consecuencia directa del supuesto anterior, Kalecki asume
que la curva de costos no se ajusta a lo postulado por la teoría neoclásica (que sostiene
que los costos marginales son crecientes – como contrapartida del rendimiento marginal
decreciente de los factores), sino que los costos unitarios directos o variables son
aproximadamente constantes. Básicamente, estos incluyen los costos de las materias
primas y los salarios de los trabajadores manuales o de “cuello azul”, los cuales pueden
evitarse si no se fabrica el producto.
• En realidad, también habría que incluir los costos fijos de corto plazo pero Kalecki
consideraba que éstos no representaban una proporción muy importante de los costos
totales con relación a los salarios y a las materias primas, pudiéndose descartarlos como
supuesto simplificador.
• Respecto del objetivo de la firma, y a diferencia de la concepción ortodoxa, Kalecki
no supone que las empresas intentan maximizar los beneficios de ninguna manera
precisa, pues en su proceso de fijación de precios se enfrentan a una situación de gran
incertidumbre (esto no quiere decir que su preocupación principal no sea la obtención de
ganancias, sólo que no hay nada que asegure que su comportamiento sea, en algún
sentido, maximizador).

Dados estos supuestos, hay que responder a continuación la siguiente pregunta: ¿Cuáles son los
factores que toman en cuenta las empresas a la hora de fijar los precios de sus productos?

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Según Kalecki, estos pueden reducirse básicamente a dos variables:
• Los costos unitarios (o medios) directos, ya que las empresas están preocupadas por
sus márgenes de ganancias y no quieren que éstos sean relativamente bajos respecto de
aquéllos.
• Los precios de otras firmas que fabrican productos similares, ya que las empresas no
quieren dejar que sus precios se alejen mucho de los de sus rivales puesto que esto puede
resultar en la pérdida una porción del de mercado.

Concretamente, para cada empresa j, en la industria k, el precio se determina de la siguiente manera:

pj = mj.uj + nj.p

En esta ecuación, m y n son constantes, mientras que uj representa el costo medio variable de la
empresa j (costo de los materiales más salarios por unidad de mercancía). p representa el precio
medio de la mercancía en la industria respectiva (ponderado por el producto de cada firma) y estará
determinado por la siguiente expresión:

p = m.u + n.p ( p = (m/1-n).u (Ec.2)

Donde:

-u es el promedio ponderado de los costos unitarios directos


-m y n son los promedios ponderados de los valores individuales de esos coeficientes

Si llamamos, k = (m/1-n), entonces,

p = k.u (Ec.2´)

Como se ve claramente esta expresión, el precio medio de la industria implica un recargo k sobre los
costes variables medios. Si consideramos a la empresa media representativa de la industria como
aquella cuyo precio de venta coincide con el precio medio de la industria, se constata que en este
tipo de empresas (oligopolistas) el precio ya no es igual al coste marginal, como en el análisis
neoclásico, sino proporcional al mismo (siendo m/1-n en la expresión 2, el recargo medio). Para
cualquier empresa j su precio de venta individual será una variación respecto del precio de venta de
la empresa media (lo cual se obtiene restando p en ambos miembros de la ecuación 1 y sacando
factor común p en el lado derecho de la ecuación):

pj – p = mj .uj + (nj - 1).p (Ec.3)

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Para Kalecki, entonces, la diferencia entre los precios de las empresas individuales va estar dada
fundamentalmente por la diferencia en los recargos sobre el coste medio. La magnitud del recargo
que puede fijar la empresa va a ser función del grado de monopolio que ella detenta (lo mismo vale
para una industria o para la economía en su conjunto). El grado de monopolio de cada empresa le va
dar su respectivo poder de mercado para fijar precios y de esta manera obtener elevados márgenes de
ganancias, p-u. El grado de monopolio se puede medir como el exceso de margen de ganancias con
relación al coste medio:

 = (p - u)/u = k - 1 (4)

• Kalecki pretende mostrar que existe una correlación significativa entre los elevados márgenes de
ganancias y los altos ratios de concentración industrial, relacionados, a su vez, con los elevados
ratios capital/producto.

• Así, la estructura de mercado oligopólica daría lugar a diferentes márgenes de ganancias entre las
empresas dentro de una industria y, consecuentemente, a diferentes tasas de ganancias. Y, por
otra parte, esto da lugar a diferentes tasas de ganancias medias en las diferentes industrias.
Ambos hechos, se corresponden mejor con los valores de estas variables usualmente observados
en una economía en un momento dado, que los resultados que obtiene la concepción ortodoxa. Y
esto, para Kalecki, constituye una prueba de la existencia de monopolios.

Los determinantes del grado de monopolio

• La ecuación (2) del apartado anterior nos mostraba que el precio promedio de una industria iba a
estar determinado por el nivel de sus costos unitarios directos promediales y por el recargo o
mark-up promedio que las empresas pueden imponer sobre esos costos (k). A su vez, decíamos,
este recargo depende de lo que Kalecki denominaba el “grado de monopolio”.
• Lo que habría que investigar ahora es, entonces, qué es lo que origina los cambios en el grado de
monopolio.
• El grado de monopolio, como su nombre lo indica, hace referencia a todos los factores que
influyen en la oligopolización o monopolización de los mercados, entendiendo por esto a
cualquier fenómeno o comportamiento que ponga barreras a la competencia. Si bien Kalecki
nunca expuso claramente cuáles son estos factores, dándole un carácter bastante oscuro a este
concepto central de su teoría, se pueden rastrear a lo largo de su obra las siguientes causas en los
cambios en el grado de monopolio:
• La primera y principal fuerza (puesto que de ésta derivan las demás) se atribuye al
proceso de concentración industrial que lleva a la formación de las megacorporaciones,
las cuales tienen cada vez más participación en producto nacional. Esto es relevante ya
que las grandes empresas saben que sus precios tienen un gran impacto en el precio
promedio de la industria y que las otras firmas van a reaccionar ajustando su también sus
precios. Además, el hecho de que la concentración industrial implica que son pocas las

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firmas que operan en cada mercado hace que sea más fácil la producción de acuerdos
tácitos entre las firmas para asegurar el comportamiento “leal” de todos los vendedores
consistente en la adaptación a la política de precios de la empresa “líder”. Cuántas menos
y más grandes firmas haya en un mercado, mayor será la magnitud del coeficiente n. Por
otra parte, en tanto la concentración industrial avanza con el mismo desarrollo capitalista,
este factor genera una “tendencia secular del grado de monopolio a subir”, la cual sólo
puede detenerse mediante la acción de contratendencias.
• En segundo lugar, Kalecki señala que las campañas publicitarias y las promociones de
ventas en la comercialización de los productos tienen un impacto positivo en el grado de
monopolio. Estas estrategias de las empresas crean una imperfección “artificial” en el
mercado, creando diferenciaciones espurias de los productos que distorsionan la demanda
de los consumidores. Esta última es así mantenida o incluso creada, protegiendo al
vendedor y conduciendo a precios y beneficios altos en detrimento del público, pues estas
formas de “competencia” no recurren a la baja de precios para estimular las ventas.
• Tercero, el grado de monopolio puede aumentar como consecuencia de un alza en los
gastos generales en relación con los costos directos, pues este fenómeno redunda en una
contracción de los beneficios a no ser que se incremente el cociente entre los ingresos y
los costos directos. Esta situación puede generar varias formas de colusión entre
vendedores rivales para proteger sus beneficios que resulten en un incremento de los
precios con relación a los costes unitarios directos.
• La fuerza de los sindicatos representa el cuarto determinante de los cambios en el
grado de monopolio, mediante su capacidad para limitar los recargos sobre los costos. Si
los sindicatos de una industria logran un incremento salarial, lo más probable es que la
respuesta de la empresa pase por aumentar sus precios para mantener así sus beneficios.
Esto, a su vez, provocará una nueva ola de presiones para que el salario aumente,
cabiendo la posibilidad de que este proceso tienda a repetirse, lo cual impactaría sobre la
competitividad de esa industria. Ante esta situación, las empresas de esa industria pueden
adoptar una política de márgenes de beneficios más bajos que impida el impacto negativo
sobre las ventas de los incrementos de precios que resultarían de ajustar cada incremento
salarial.
• Finalmente, Kalecki señala como factor que determina el grado de monopolio medio
de una economía a la composición estructural del producto. Evidentemente, cuanto
mayor sea la participación de la industria en el producto, y dentro de ella, cuanto mayor
sea la participación de las ramas productivas más concentradas, mayor será el grado de
monopolio.

El grado de monopolio y la distribución del ingreso

Como se mencionó más arriba, el concepto de grado de monopolio era el puente que permitía a
Kalecki unir la teoría de los precios con la teoría de la distribución del ingreso.
Efectivamente, partiendo de los resultados de la primera es posible encontrar los determinantes de
las participaciones relativas de los salarios y las ganancias dentro del ingreso nacional. Para esto,
reescribimos la ecuación (2´) que ponía en relación el precio promedio de la industria con el
coeficiente de mark-up y los costos unitarios directos.

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p = k.u (2´)

Esta ecuación relaciona precios unitarios con costos unitarios directos. Multiplicando por las
cantidades totales vendidas (Q) podemos obtener la relación entre las ventas totales y los costos
variables o directos totales.

p.Q = k.(u.Q)

Donde:

-p.Q son las ventas totales de la industria


-u.Q son los costos totales de la industria
-k es el recargo medio de la industria

• Por otra parte, las ventas totales de la empresa (T) se dividen en ganancias (P), gastos fijos (O)
(que incluyen los sueldos de los empleados administrativos o de “cuello blanco”), salarios (W) y
materias primas (M).
• A su vez, los costos variables u.Q están compuestos por W y M.
• Entonces, podemos reescribir la ecuación anterior como:

P + O + W + M = k.(W + M) (5)

Si pasamos O y (W + M) desde el miembro derecho al izquierdo y sacamos factor común


obtenemos:

P = (k – 1).(W + M) – O (6)

Para obtener la participación de las ganancias netas en el ingreso de esa industria solamente hay que
dividir en la ecuación (5) los beneficios netos por el nivel de ingresos (Y).

P/Y = [(k – 1).(W + M) - O]/Y (7)

A su vez, el nivel de ingresos no es otra cosa más que el valor agregado en la industria en cuestión,
el cual se obtiene de restarle a las ventas totales el valor de las materias primas.

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Y=T–M=W+P+O

Teniendo en cuenta que Y = W + P + O, podemos reescribir la ecuación (7) como:

P/Y = [(k – 1).(W + M) - O]/(W + P + O) (Ec. 7´)

Ahora hay que realizar una serie de pasos algebraicos para llegar a una expresión simple que muestra
los factores que determinan la participación de las ganancias en el ingreso.
Denominando j = M / W a la relación entre los costos de las materias primas y los costos salariales
obtenemos la ecuación de la participación de las ganancias en el ingreso de la industria:

P/Y = [(k – 1).(1 + j) – O/W]/ [1 + (k – 1).(1 + j)] (8)

Mediante un procedimiento similar se puede llegar a la siguiente ecuación de la participación de los


salarios en el ingreso de la industria (ver apéndice para la derivación de esta expresión):

W/Y = 1/ [1 + (k – 1).(1 + j)] (9)

De las ecuaciones (8) y (9) se desprenden tres conclusiones importantes:


• Un incremento en el grado de monopolio produce un incremento en el recargo sobre los costos
(k) y, en consecuencia, hace caer la participación de los salarios en el producto nacional.
• Un incremento en los costos fijos disminuye la participación de las ganancias en el ingreso. Se
comprende mejor ahora por qué se mencionó más arriba al incremento de los costos fijos como
factor que incrementa el grado de monopolio.
• Un incremento en costo de las materias primas en relación con los costos salariales (incremento
de j) produce, ceteris paribus, un aumento de la participación de las ganancias en el producto y
una caída de la de los salarios.

Ahora bien, estas expresiones representan las participaciones relativas de salarios y ganancias a nivel
de una industria. Quedaría por ver, entonces, cómo pasar a nivel de la economía como un todo.
• Sin embargo, esto no implica ninguna complicación analítica de gran importancia. A nivel
puramente formal, las participaciones relativas de salarios y ganancias en el ingreso global
pueden representarse con ecuaciones exactamente iguales a las (8) y (9). La única diferencia en
cuanto al significado de cada uno de los términos es que tanto k como j tienen que reflejar ahora
la estructura productiva de la economía como un todo, la cual se representa reinterpretando a
esos dos coeficientes como un promedio ponderado por la participación de cada industria en el
producto nacional.

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Apéndice: obtención algebraica de la fórmula de la participación salarial en el
ingreso

Partimos, tal como en el caso de las ganancias, expresando a la participación salarial en el ingreso en
términos de los componentes de ese valor agregado (Y = W + P + O):

W/Y = W/(W + P + O)

Reemplazamos (P + O) por (k – 1).(W + M)

W/Y = W/[W + (k - 1).(W + M)]

Dividimos numerador y denominador del miembro derecho por W

W/Y = (W/W)/[W/W + (k - 1).(W/W + M/W)]

Dado que W/W = 1 y denominando M/W = j, obtenemos:

W/Y = 1/ [1 + (k – 1).(1 + j)]

Que es la ecuación (9) que habíamos postulado más arriba

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