3 DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA YULISSA CAYETANO SANDOVAL
EDUCACION PRIMARIA II “A”
1. ¿Qué es el trabajo objetivo y el trabajo subjetivo? En sentido objetivo, es el conjunto de actividades, recursos, instrumentos y técnicas de las que el hombre se sirve para producir, para dominar la tierra, según las palabras del libro del Génesis. El trabajo en sentido subjetivo, es el actuar del hombre en cuanto ser dinámico, capaz de realizar diversas acciones que pertenecen al proceso del trabajo y que corresponden a su vocación personal: «El hombre debe someter la tierra, debe dominarla, porque, como “imagen de Dios”, es una persona, es decir, un ser subjetivo capaz de obrar de manera programada y racional, capaz de decidir acerca de sí y que tiende a realizarse a sí mismo. La dimensión subjetiva del trabajo da cuenta de la manera como cada sujeto valora y significa el trabajo como una parte de la realidad exterior a él y junto con otros elementos guía al mismo tiempo sus acciones. 2. ¿Cuál es la relación entre economía y moral? Destacan que la economía moral actúa como una red de seguridad tradicional que garantiza un mínimo bienestar a los sectores más vulnerables, al tiempo que facilita la implementación de las estrategias de afrontamiento frente a las crisis y los desastres, con lo que contribuye a aliviar e incluso, aunque no siempre, evitar su impacto (hambrunas, pérdida de los recursos productivos, quiebra de los sistemas de sustento, etc.).
La economía moral consta de una serie de mecanismos redistributivos y de ayuda
recíproca, comunitarios y familiares, que constituyen una cierta red de seguridad social: intercambios no comerciales de alimentos (donaciones a los necesitados, regalos recíprocos, acuerdos de compartir alimentos a cambio de compartir trabajos, préstamos de alimentos, etc.), campos y graneros comunitarios, normas para labores colectivas, etc. Estos mecanismos se sustentan en relaciones sociales de reciprocidad a nivel de aldea, clanes, familias extendidas y otras redes sociales. Generalmente son relaciones de reciprocidad horizontales, esto es, entre personas, familias o grupos de la misma posición. Sin embargo, algunas sociedades tradicionales también han conocido sistemas de redistribución verticales, basados en relaciones sociales jerárquicas, de patronazgo o clientelismo. En ellas, la elite gobernante extrae recursos de sus dependientes (impuestos, tributos, etc.), que les son después parcialmente redistribuidos en situaciones de necesidad. 3. ¿Por qué la Iglesia dice que la democracia es el mejor sistema para gobernar un país? La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía. En una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos comunes.