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INFLUENCIA DEL PRINCIPIO DE KOMPETENZ KOMPETENZ EN LA LEY DE ARBITRAJE PERUANA.

Se tiene como base fundamental del arbitraje el principio de Kompetenz Kompetenz, eje
fundamental para su funcionamiento, esto a razón de la Ley Modelo de Arbitraje Comercial
Internacional de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil internacional, que
ha acogido la legislación peruana.

La doctrina arbitral ya puso las bases sobre la mesa al direccionar este principio en dos efectos, el
primero de ellos es el positivo y el segundo el negativo, a medida de entender la razón por la cual
la ley faculta a los árbitros a decidir sobre su propia competencia.

Es así que el arbitraje se da en mérito de un acuerdo que se incluye en un contrato, ya sea


comercial, en donde las partes establecen que cualquier conflicto que surja del contrato, las partes
acuerdan resolverlo por arbitraje, renunciando a su derecho a demandar por la vía judicial.

El convenio arbitral respecto de la cual las partes pactan, constituye mediante sus voluntades, la
facultad de los árbitros de resolver un conflicto a razón de ese convenio, es así que se sustraen de
la justicia ordinaria y deciden en razón de economía procesal (tiempo), reducir los costos de
transacciones que el tiempo trae como consecuencia de un largo proceso adversarial. En otras
palabras, el arbitraje constituye un mecanismo de resolución de conflictos, paralelo al de la justicia
ordinaria, sin embargo, es más costoso en términos monetarios en razón de que el arbitraje siendo
un medio de resolución de conflictos privado, acarrea más costos en los honorarios de los árbitros
a resolver.

Este principio tiene la finalidad de garantizar la ejecución del convenio[2] en fundamento de que
este puede ser desconocido por cualquiera de las partes, a fin de evitar llegar al arbitraje y
decidirlo por la justicia ordinaria, toda vez que el convenio es un acuerdo que resulta necesario del
consenso para resolver un conflicto en sede arbitral, es así que los árbitros son los primeros en
decidir sobre su propia competencia cuando una parte del arbitraje la objeta e invoca la
competencia del poder Judicial.

El convenio siendo un contrato distinto al principal, puede ser negado por aquel que se obliga a
cumplirlo, ya sea porque la parte desconoce el acuerdo o lo considera como ineficaz, es entonces
que los árbitros tienen la facultad plena de decidir si es válido el acuerdo o no, haciendo que los
jueces ordinarios no puedan decidir sobre ello en base a este principio.

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