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Ingeniería Electromecánica
Instalaciones Eléctricas
Clave: EMF-1015
Se deduce de la fórmula que cuanto mayor sea el flujo luminoso incidente sobre
una superficie, mayor será su iluminancia, y que, para un mismo flujo luminoso
incidente, la iluminancia será tanto mayor en la medida en que disminuya la
superficie. El lux, unidad de iluminancia, se define como la iluminación de una
superficie de un metro cuadrado que recibe uniformemente repartido un flujo
luminoso de un lumen. 1 lux = 1 lm / 1 m² La iluminancia constituye un dato
importante para valorar el nivel de iluminación que existe en un puesto de trabajo,
en la superficie de un recinto, en una calle, etc.
Lampara incandescente
El principio de funcionamiento de la lámpara incandescente es
extraordinariamente simple: se hace pasar una corriente a través de un filamento o
hilo delgado de resistencia relativamente elevada de tal forma que éste alcance su
temperatura de incandescencia, lo que provoca una emisión de radiaciones
luminosas.
Por razones de compacidad y de conservación del calor, el hilo está generalmente
enrollado en forma de espiral doble o sencilla y ubicado en el interior de una
ampolla de vidrio bajo vacío o rellena de un gas inerte.
Las lámparas incandescentes convencionales tienen los siguientes componentes:
Principio de funcionamiento
El principio de funcionamiento de las lámparas incandescentes es muy sencillo.
Está basado en hacer pasar corriente a través del filamento, aumentando su
temperatura hasta que emita radiaciones en el espectro visible.
Equipos auxiliares
Este tipo de lámparas no requieren equipos auxiliares. Se pueden conectar
directamente a la red ya que la intensidad que pasa por ellas y la tensión aplicada
son proporcionales.
Características Principales
Operativas
Casquillos: los casquillos más utilizados son los de rosca tipo Edison y los de
bayoneta.
Posición de funcionamiento: universal.
Tiempo de encendido y reencendido: 0s.
Tamaño: pequeño-medio
Posibilidad de regulación: se pueden regular fácilmente gracias a su
sencillo funcionamiento.
Eléctricas
Potencia (W): entre 15 - 500
Flujo luminoso (lm): entre 110 -8400
Lumínicas
Espectro de emisión: espectro contínuo
Intervalos de eficacia: bajo; entre 8 -18 lm/W
IRC: 100
Temperatura de color: 2700K
Lámparas de descarga
Las lámparas de descarga constituyen una forma alternativa de producir luz de
una manera más eficiente y económica que las lámparas incandescentes. Por eso,
su uso está tan extendido hoy en día. La luz emitida se consigue por excitación de
un gas sometido a descargas eléctricas entre dos electrodos. Según el gas
contenido en la lámpara y la presión a la que esté sometido tendremos diferentes
tipos de lámparas, cada una de ellas con sus propias características luminosas.
Funcionamiento
En las lámparas de descarga, la luz se consigue estableciendo una corriente
eléctrica entre dos electrodos situados en un tubo lleno con un gas o vapor
ionizado.
Elementos auxiliares
Para que las lámparas de descarga funcionen correctamente es necesario, en la
mayoría de los casos, la presencia de unos elementos auxiliares: cebadores y
balastos. Los cebadores o ignitores son dispositivos que suministran un breve pico
de tensión entre los electrodos del tubo, necesario para iniciar la descarga y
vencer así la resistencia inicial del gas a la corriente eléctrica. Tras el encendido,
continua un periodo transitorio durante el cual el gas se estabiliza y que se
caracteriza por un consumo de potencia superior al nominal.
Los balastos, por contra, son dispositivos que sirven para limitar la corriente que
atraviesa la lámpara y evitar así un exceso de electrones circulando por el gas que
aumentaría el valor de la corriente hasta producir la destrucción de la lámpara.
La diferencia entre una luminaria de LEDs y una luminaria para una lámpara de
vapor de sodio a alta presión.
5.2 Introducción al diseño de alumbrado: niveles de iluminación,
sistemas de alumbrado, método de Lúmenes y método punto por
punto.
Niveles de iluminación
Los niveles de iluminación recomendables están relacionados con el tipo de
actividad que se realiza en cada espacio y en cada situación. Por ello, para poder
llevar a cabo ciertas actividades de forma adecuada y segura para nuestros ojos,
es indispensable contar con unos niveles de iluminación adecuados a cada
circunstancia.
Se denominan como niveles de luz a la cantidad de luz que hay en un espacio
determinado. Esta cantidad de luz, o nivel de luz, se mide en una unidad llamada
lux (lx), y que es la que nos permite calcular los niveles de luz de forma concreta y
objetiva.
La importancia de los niveles de luz radica en que, dependiendo de la cantidad de
luz disponible, se pueden hacer correctamente o no determinadas tareas. De
hecho, más allá de la comodidad visual de realizar cada tarea con la cantidad de
luz acorde a dicha tarea, hay que tener en cuenta que también es una cuestión de
salud y seguridad.
Llevar a cabo tareas con una cantidad de luz insuficiente (o excesiva, como por
ejemplo cuando se produce un aumento repentino de la intensidad lumínica)
implica fatiga ocular y, a largo plazo, puede comprometer la correcta salud visual
de nuestros ojos. Además, trabajar en espacios sin la cantidad de luz suficiente
también puede conllevar accidentes.
Por todo ello, tener en cuenta los niveles de luz es fundamental para garantizar la
comodidad y la salud visual, así como la propia seguridad física de las personas.
Niveles de iluminación según el caso
Los niveles de iluminación recomendables varían dependiendo del espacio del que
se hable. Por lo general, los niveles de iluminación recomendados se determinan
en función del espacio ya que, según cada espacio, las actividades que se
realizan en él son de un tipo u otro.
De este modo, podemos distinguir las siguientes recomendaciones de niveles de
luz en función de cada uno de los siguientes espacios:
Iluminación general de una cocina: 300 lx
Iluminación de la encimera de una cocina: 500-600 lx
Iluminación general del baño: 200 lx
Iluminación del espejo del baño: 300-500 lx
Iluminación general de un dormitorio: 100-200 lx
Iluminación de un dormitorio si se va a leer en la cama: 500 lx
Iluminación general de una sala de estar: 100 lx
Iluminación para ver la televisión: 50-70 lx
Iluminación de un escritorio o zona de lectura: 500 lx
Iluminación de unas escaleras o un pasillo: 100-300 lx
Iluminación general de un local comercial: 300-600 lx
Iluminación del exterior de un escaparate: 1.000-3.000 lx
Iluminación del interior de un escaparate: 1.000 lx
Iluminación general de un centro educativo: 350-1.000 lx
Iluminación general en un gimnasio: 250-500 lx
Iluminación de una pizarra: 300-700 lx
Iluminación de la sala de espera de un centro sanitario: 300-600 lx
Iluminación de la sala de consultas de un centro sanitario: 400-1.000 lx
Iluminación de la mesa de operaciones de un quirófano: 3.000-8.000 lx
Iluminación general en el comedor de un restaurante: 100-600 lx
Iluminación general de un hotel: 100-400 lx
Iluminación general de una oficina: 400-700 lx
Iluminación para una mesa de dibujo o diseño: 600-1-500 lx
Como se puede ver, la necesidad de los niveles de iluminación varía
considerablemente entre un espacio y otro y según el tipo de actividad que se esté
realizando en cada momento. Para crear un espacio cómodo y seguro
visualmente, es indispensable tener en cuenta estos elementos y adaptar la
iluminación a cada circunstancia concreta. De esta forma, cuidaremos de nuestros
ojos y de nuestra salud en general.
Método de lúmenes
La finalidad de este método es calcular el valor medio en servicio de la iluminancia
en un local iluminado con alumbrado general. Es muy práctico y fácil de usar, y por
ello se utiliza mucho en la iluminación de interiores cuando la precisión necesaria
no es muy alta como ocurre en la mayoría de los casos.
1.- Estudiar las características del ambiente
2. Dimensiones del local y la altura del plano de trabajo (la altura del suelo a la
superficie de la mesa de trabajo), normalmente de 0.85 m.
3. Determinar el nivel de iluminancia media (E m). Este valor depende del tipo de
actividad a realizar en el local y podemos encontrarlos tabulados en las normas.
Donde:
h: altura entre el plano de trabajo y las luminarias
h’: altura del local
d: altura del plano de trabajo al techo
d’: altura entre el techo y las luminarias
6. Calcular el índice del local (k) a partir de la geometría de este. En el caso del
método europeo se calcula como:
7. Determinaremos ahora los coeficientes de reflexión de techo, paredes y suelo.
Estos valores se encuentran normalmente tabulados para los diferentes tipos de
materiales, superficies y acabado. Si no disponemos de ellos, podemos tomarlos
de la siguiente tabla.
8. Determinar el factor de utilización (η, CU) a partir del índice del local y los
factores de reflexión. Estos valores se encuentran tabulados y los suministran los
fabricantes. En las tablas encontramos para cada tipo de luminaria los factores de
iluminación en función de los coeficientes de reflexión y el índice del local. Si no se
pueden obtener los factores por lectura directa será necesario interpolar.
9. Determinar el factor de mantenimiento (f m) o conservación de la instalación.
Este coeficiente dependerá del grado de suciedad ambiental y de la frecuencia de
la limpieza del local. Para una limpieza periódica anual podemos tomar los
siguientes valores:
10. Procederemos a los cálculos para el cálculo del flujo luminoso total necesario.
Para ello aplicaremos la fórmula:
Donde:
Φ es el flujo luminoso en lm
FT es la suma del área de todas las superficies en m2
ρm es la reflectancia media de las superficies.
Calculada: