Está en la página 1de 47

CAPÍTULO XIX

MEDIOS PROBATORIOS

1. GENERALIDADES
Los medios de prueba son objeto de tratam iento legal en el
Título VIII («Medios Probatorios») de la Sección Tercera («Actividad
Procesal») del Código Procesal Civil.
La prueba es el «... conjunto de actividades destinadas a procurar
el cercioram iento judicial acerca de los elementos indispensables
para la decisión del litigio som etido a proceso, sin perjuicio de que
suela llamarse tam bién prueba al resultado así conseguido y a los
medios utilizados para alcanzar esa meta...» (ALCALÁ-ZAMORA Y
CASTILLO, 1964: 257).
Devis Echandía entiende por pruebas judiciales «... el conjunto
de reglas que regulan la admisión, producción, asunción y valoración
de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al juez
la convicción sobre los hechos que interesan al proceso» (DEVIS
ECHANDÍA, Compendio de pruebas judiciales, 1984, Tomo I, p. 26).
Según Lino Palacio la prueba es «... la actividad procesal,
realizada con el auxilio de los medios previstos o autorizados por la ley,
y encam inada a crear la convicción judicial acerca de la existencia o
inexistencia de los hechos afirmados por las partes en sus alegaciones»
(PALACIO, 1977, Tomo IV, p. 331).
Lino Palacio agrega que «constituyen medios de prueba los m odos
M A N U A L DE D ERECHO PROCESAL CIVIL

u operaciones que, referidos a cosas o personas, son susceptibles de


proporcionar un dato dem ostrativo de la existencia o inexistencia de
uno o más hechos» (PALACIO, 1977, Tomo IV: 331).
Rocco conceptúa a los medios de prueba como los «medios
sum inistrados por las partes a los órganos de control (órganos
jurisdiccionales) de la verdad y existencia de los hechos jurídicos
controvertidos, a fin de form ar la convicción de dichos órganos sobre
la verdad y existencia de ellos» (ROCCO, 1976, Volumen II: 193).

2. FINALIDAD DE LOS M EDIOS PROBATORIOS


«... La prueba tiende a proporcionar al juzgador el conocim iento
de la verdad acerca de cuestiones, generalm ente fácticas, que ha de
tom ar en cuenta para em itir sus resoluciones y, como principal, la
sentencia de fondo...» (ALCALÁ-ZAMORA Y CASTILLO, 1964: 256).
Para Gorphe, «la finalidad de las pruebas debe consistir en obtener
una certeza, aunque con frecuencia hagan alto en m itad de su camino;
es decir, en una simple probabilidad o verosimilitud...» (GORPHE,
1950: 485-486).
A juicio de Cardoso Isaza, «... el fin de la prueba consiste en dar al
juez convicción suficiente para que pueda decidir con certeza sobre el
asunto m ateria del proceso...» (CARDOSO ISAZA, 1979: 18).
A tenor del artículo 188 del Código Procesal Civil, los medios
probatorios tienen por finalidad:
A. Acreditar los hechos expuestos por las partes.
B. Producir certeza en el juez respecto de los puntos
controvertidos.
C. Fundam entar las decisiones del juez.

3. O P O R T U N ID A D DE LOS M EDIOS DE PRUEBA


De acuerdo a lo norm ado en el artículo 189 del Código Procesal
Civil, los medios probatorios deben ser ofrecidos por las partes en
los actos postulatorios (por lo general en el escrito de dem anda, en el

308 Q jf*íwiita,
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

escrito de contestación de dem anda o en el escrito de intervención del


tercero), salvo disposición distinta de dicho Código.
En relación a la oportunidad de los m edios de prueba debe tenerse
presente lo norm ado en los siguientes artículos del Código Procesal
Civil:
«Artículo 374°.- M edios probatorios en la apelación
de sentencias.- Las partes o terceros legitim ados pueden
ofrecer medios probatorios en el escrito de form ulación de
la apelación o en el de absolución de agravios, únicam ente en
los siguientes casos:
1. Cuando los m edios probatorios estén referidos a la
ocurrencia de hechos relevantes para el derecho o interés
discutido, pero acaecidos después de concluida la etapa de
postulación del proceso; y
2. Cuando se trate de docum entos expedidos con fecha
posterior al inicio del proceso o que com probadam ente no se
hayan podido conocer y obtener con anterioridad.
Es inim pugnable la resolución por la que el superior declara
inadmisibles los m edios probatorios ofrecidos. Si fueran
adm itidos y los requiriese, se fijará fecha para la audiencia
respectiva, la que será dirigida por el juez m enos antiguo, si el
superior es un órgano colegiado».
«Artículo 394°.- Actividad procesal de las partes.- D urante
la tram itación del recurso, la actividad procesal de las partes
se limita a la facultad de presentar informes escritos y un solo
informe oral durante la vista de la causa.
El único medio de prueba procedente es el de docum entos
que acrediten la existencia del precedente judicial; o de la
ley extranjera y su sentido, en los procesos sobre derecho
internacional privado.
Si se nom bra o cambia representante procesal, debe acreditarse
tal situación».

O fu rió la 309
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

«Artículo 429°.- M edios probatorios extem poráneos.-


Después de interpuesta la dem anda, solo pueden ser
ofrecidos los medios probatorios referidos a hechos nuevos y
a los m encionados por la otra parte al contestar la dem anda
o reconvenir.
De presentarse docum entos, el juez concederá traslado a la
otra parte para que dentro de cinco días reconozca o niegue la
autenticidad de los docum entos que se le atribuyen».
«Artículo 440°.- Hechos no invocados en la demanda.-
Cuando al contestarse la dem anda o la reconvención se
invocan hechos no expuestos en ellas, la otra parte puede,
dentro del plazo establecido en cada proceso, que en ningún
caso será mayor de diez días desde que fue notificado, ofrecer
los medios probatorios referentes a tal hecho».

4. PERTINENCIA E IM PRO CEDENCIA DE LOS M EDIOS


PROBATORIOS
Los medios probatorios deben referirse a los hechos y a la
costum bre cuando esta sustenta la pretensión (aspecto este que implica
la pertinencia de los medios de probanza). Los que no tengan esa
finalidad, serán declarados im procedentes por el Juez (art. 190, prim er
párrafo, del C.P.C.).
Son tam bién im procedentes los medios de prueba que tiendan a
establecer (según el art. 190 del C.P.C.):
1. Hechos no controvertidos, imposibles, o que sean notorios o
de pública evidencia.
2. Hechos afirmados por una de las partes y adm itidos por la otra
en la contestación de la dem anda, de la reconvención o en la
audiencia de fijación de puntos controvertidos. Sin embargo,
el juez puede ordenar la actuación de m edios probatorios
cuando se trate de derechos indisponibles o presum a dolo o
fraude procesales.
3. Los hechos que la ley presum e sin adm itir prueba en contrario

310 I
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

(vale decir, respecto de los cuales recae una presunción iuris


et de iure o absoluta).
4. El derecho nacional, que debe ser aplicado de oficio por
los jueces. En el caso del derecho extranjero, la parte que lo
invoque debe realizar actos destinados a acreditar la existencia
de la norm a extranjera y su sentido.
La declaración de im procedencia de algún medio probatorio
la hará el juez en la audiencia de fijación de puntos controvertidos.
Esta decisión es apelable sin efecto suspensivo. El medio de prueba
será actuado por el juez si el superior revoca su resolución antes que
se expida sentencia. En caso contrario, el superior la actuará antes de
sentenciar (art. 190, parte final, del C.P.C.).

5. LEGALIDAD DE LOS M EDIOS PROBATORIOS


De conform idad con lo dispuesto en el artículo 191, prim er
párrafo, del Código Procesal Civil, todos los medios de prueba
(declaración de parte, declaración de testigos, docum entos, pericia e
inspección judicial), así como sus sucedáneos (indicios y presunciones),
aunque no estén tipificados en este Código, son idóneos para lograr la
finalidad prevista en el artículo 188 de dicho cuerpo de leyes, conforme
al cual los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el juez respecto de los
puntos controvertidos y fundam entar sus decisiones.
Los sucedáneos de los medios probatorios com plem entan
la obtención de la finalidad de estos (art. 191, últim o párrafo, del
C.P.C.). Los referidos sucedáneos de los medios de prueba (indicios
y presunciones) son auxilios establecidos por la ley o asum idos por el
juez para lograr la finalidad de los medios probatorios, corroborando,
com plem entando o sustituyendo el valor o alcance de estos (art. 275
del C.P.C.).

6. M EDIOS PROBATORIOS TÍPICOS


Son medios de prueba típicos (según el art. 192 del C.P.C.):
1. La declaración de parte.

O ^uwdta 311
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

2. La declaración de testigos.
3. Los docum entos.
4. La pericia.
5. La inspección judicial.

7. M EDIOS PROBATORIOS ATÍPICOS


Los medios probatorios atípicos son aquellos no previstos en el
artículo 192 del Código Procesal Civil (num eral este últim o que trata
acerca de los medios probatorios típicos y que fuera citado en el punto
anterior) y están constituidos por auxilios técnicos o científicos que
perm itan lograr la finalidad de los medios probatorios (que, según el
art. 188 del C.P.C., radica en acreditar los hechos expuestos por las
partes, producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos
y fundam entar sus decisiones). Los medios de prueba atípicos se
actuarán y apreciarán por analogía con los medios típicos y con arreglo
a lo que el juez disponga (art. 193 del C.P.C.).

8. PRUEBAS DE OFICIO
De conform idad con lo dispuesto en el artículo 194 del Código
Procesal Civil, que regula las pruebas de oficio:
Excepcionalmente, cuando los medios probatorios ofrecidos
por las partes sean insuficientes para form ar convicción el juez
de Prim era o de Segunda Instancia, ordenará la actuación de
los medios probatorios adicionales y pertinentes que considere
necesarios para form ar convicción y resolver la controversia,
siempre que la fuente de prueba haya sido citada por las partes
en el proceso. Con esta actuación probatoria el juez cuidará
de no reemplazar a las partes en su carga probatoria, y deberá
asegurarles el derecho de contradicción de la prueba.
La resolución que ordena las pruebas de oficio debe estar
debidam ente motivada, bajo sanción de nulidad, siendo esta
resolución inimpugnable, siempre que se ajuste a los límites
establecidos en este artículo 194 del C.P.C.

312
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

En ninguna instancia o grado se declarará la nulidad de la


sentencia por no haberse ordenado la actuación de las pruebas
de oficio.
El j uez puede ordenar de m anera excepcional la com parecencia
de un m enor de edad con discernim iento a la audiencia de
pruebas o a una especial.

9. CARGA DE LA PRUEBA
«Las reglas sobre la carga de la prueba (...) ayudan al juez a formarse
un juicio, afirmativo o negativo, sobre la pretensión que se hace valer, no
obstante la incertidum bre con respecto a las circunstancias de hecho,
porque le indican el m odo de llegar a una decisión en semejante caso.
La esencia y el valor de las norm as sobre la carga de la prueba consisten
en esta instrucción dada al juez acerca del contenido de la sentencia que
debe pronunciar, en un caso en que no puede com probarse la verdad
de una afirmación de hecho importante...» (ROSENBERG, 1956: 2).
Añade Rosenberg que «... las norm as sobre la carga de la prueba son
un complemento necesario de toda ley y de todo precepto jurídico...»
(ROSENBERG, 1956: 3).
«... Si las partes no se preocupan de la carga de la prueba, ofreciendo,
como quiera que sea, las pruebas que tienen a su propia disposición, el
juez, en cambio, está obligado a considerar la regla de juicio ya cuando
decide acerca de la relevancia de las pruebas aducidas, no solo a base
de un criterio de economía procesal, sino precisam ente en aplicación
de la regla misma. Esta última, pues, además de la función directa de
definir el contenido de la decisión cuando falten las pruebas, tiene la
función refleja, de indicar, en el curso del procedim iento, cuál de las
dos partes sea la más idónea (en base a un criterio legal) para producir
la prueba» (MICHELI, 1961: 142).
«... Puede decirse que la carga de la prueba incum be a quien de
una afirmación propia pretende hacer derivar consecuencias para él
favorables; porque justo es, que el que quiere obtener una ventaja,
soporte las desventajas a ella conexas, entre las cuales se cuenta la
carga de la prueba. Aplicando este principio, resulta que cualquiera

313
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

que afirma tener un derecho (...) debe probar el hecho jurídico de que
deriva el derecho, y, por lo tanto, todos los elementos y requisitos que
por ley son necesarios para que se tenga el hecho jurídico idóneo para
producir el derecho que se pretende...» (COVIELLO, 1938: 563).
Con arreglo a lo previsto en el artículo 196 del Código Procesal
Civil, que norm a lo relativo a la carga de la prueba, salvo disposición
legal diferente, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos
que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos
hechos.
Al respecto, el artículo 200 del Código Procesal Civil señala
claramente que si la parte no acredita con medios probatorios los
hechos que ha afirmado en su dem anda o reconvención, estos no se
tendrán por verdaderos y su dem anda será declarada infundada.
Además, según el Tercer Pleno Casatorio Civil, recogido en la
Casación N° 4664-2010-Puno, “La carga de la prueba contiene dos
reglas: una de distribución de la carga de probar y otra de juicio.
La prim era regla está dirigida a las partes, y en virtud de la cual se
atribuye a ellas qué hechos deben probar; el dem andante tiene la carga
de probar los hechos en los que sustentan sus defensas. La segunda, es
una regla de juicio dirigida al juez que establece cómo debe considerar
la probanza de los hechos y, por tanto la fundabilidad de la pretensión
o, en su caso, de las defensas, ante la ausencia o deficiencia de pruebas
en el proceso que va a fallar”.

10. VALORACIÓN DE LA PRUEBA


La valoración de la prueba consiste en «... el análisis y apreciación
m etódicas y razonados de los elementos probatorios ya introducidos;
absorbe un aspecto fundam ental de la discusión y decisión del asunto
cuestionado, y es de carácter em inentem ente crítico» (CLARIÁ
OLMEDO, 1968: 54).
La libre valoración de la prueba «... no significa tan solo exclusión
de la eficacia de las pruebas en sí, determ inada en vía preventiva por
el legislador, sino tam bién valoración racional, realizada basado en

314 M /a
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ NCH EZ BRAVO

criterios objetivos verificables, que, por tanto, no quedan librados a la


arbitrariedad del juzgador» (DENTI, 1972: 9).
De acuerdo a lo norm ado en el artículo 197 del Código Procesal
Civil, que trata acerca de la valoración de la prueba, todos los medios
probatorios son valorados por el Juez en forma conjunta, utilizando
su apreciación razonada. Sin embargo, en la resolución solo serán
expresadas las valoraciones esenciales y determ inantes que sustentan
su decisión.

11. LA PRUEBA TRASLADADA


Lo relativo a la denom inada prueba trasladada está contem plado
en el artículo 198 del Código Procesal Civil, conform e al cual:
Las pruebas obtenidas válidamente en un proceso tienen
eficacia en otro.
Para ello, deberán constar en copia certificada por el
auxiliar jurisdiccional respectivo y haber sido actuadas con
conocim iento de la parte contra quien se invocan.
Puede prescindirse de este últim o requisito (haber sido
actuadas con conocim iento de la parte contra quien se
invocan) por decisión m otivada del juez.

12. INEFICACIA DE LA PRUEBA


Tal como lo ordena el artículo 199 del Código Procesal Civil (que
regula la ineficacia de la prueba), carece de eficacia probatoria:
A. La prueba obtenida por simulación.
B. La prueba obtenida por dolo.
C. La prueba obtenida por intim idación.
D. La prueba obtenida por violencia.
E. La prueba obtenida por soborno.

13. DEFECTOS DE FORM A EN LOS M EDIOS PROBATORIOS


El defecto de forma en el ofrecim iento o actuación de un medio

315
M A N U A L DE D ERECHO PROCESAL CTVIL

probatorio no invalida este, si cumple su finalidad. Así lo establece


el artículo 201 del Código Procesal Civil, num eral que guarda
concordancia con los artículos 171, parte final, y 172, segundo párrafo,
de dicho cuerpo de leyes, según los cuales:
Cuando la ley prescribe form alidad determ inada sin sanción
de nulidad para la realización de un acto procesal, este será
válido si habiéndose realizado de otro modo, ha cum plido su
propósito (art. 171, parte final, del C.P.C.).
Hay convalidación cuando el acto procesal, no obstante
carecer de algún requisito formal, logra la finalidad para la
que estaba destinado (art. 172, segundo párrafo, del C.P.C.).

14. DESIGNACIÓN DE INTÉRPRETE PARA LA ACTUACIÓ N


DE M EDIOS PROBATORIOS
El juez designará intérprete para actuar los m edios probatorios
cuando la parte o el testigo no entiendan o no se expresen en castellano.
La retribución del intérprete será de cargo de quien lo ofreció, sin
perjuicio de lo que se resuelva oportunam ente en cuanto a costas (art.
195 del C.P.C).

15. LA A UDIENCIA DE PRUEBAS


La audiencia de pruebas es aquella en donde se actuarán los
diferentes medios de probanza (típicos o atípicos) que hayan sido
ofrecidos por los sujetos procesales u ordenados por el juez (pruebas
de oficio) a efecto de lograr la finalidad encom endada legalmente a
tales medios de prueba, cual es acreditar los hechos expuestos por las
partes, producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos
y fundam entar sus decisiones.

15.1 Dirección de la audiencia de pruebas


La audiencia de pruebas será dirigida personalm ente por el
juez, bajo sanción de nulidad. Así lo determ ina la parte inicial del
prim er párrafo del artículo 202 del Código Procesal Civil, que resulta
concordante con lo dispuesto en el prim er párrafo del artículo V

316
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁN CH EZ BRAVO

del Título Prelim inar del referido Código, que regula el principio de
inm ediación y según el cual las audiencias y la actuación de medios
probatorios se realizan ante el juez, siendo indelegables bajo sanción de
nulidad, estando exceptuadas las actuaciones procesales por comisión
(es decir, que tengan que desarrollarse m ediante exhorto por escapar
tales actuaciones a la com petencia territorial del juez comitente, como
cuando un testigo domicilia fuera de dicho ámbito).
El artículo 202, parte inicial del prim er párrafo, del Código
Procesal Civil tam bién guarda concordancia con lo señalado en el
últim o párrafo del artículo 50 del citado Código adjetivo, conform e
al cual el juez que inicia la audiencia de pruebas concluirá el proceso,
salvo que fuera prom ovido o separado. El juez sustituto continuará el
proceso, pero puede ordenar, en resolución debidam ente motivada,
que se repitan las audiencias, si lo considera indispensable.

15.2 Citación y concurrencia personal de los convocados a la


audiencia de pruebas
Lo relativo a la citación y concurrencia personal de los convocados
a la audiencia de pruebas está previsto en el artículo 203 del Código
Procesal Civil, cuyo texto es como sigue:
«La fecha fijada para la audiencia es inaplazable y se realizará
en el local del Juzgado. A ella deberán concurrir personalm ente
las partes, los terceros legitimados y el representante del
M inisterio Público, en su caso. Las personas jurídicas y los
incapaces com parecerán a través de sus representantes legales.
Las partes y terceros legitimados pueden concurrir con sus
abogados. Salvo disposición distinta de este Código (C.P.C.),
solo si prueba un hecho grave o justificado que im pida su
presencia, el juez autorizará a una parte a actuar m ediante
representante.
Si a la audiencia concurre una de las partes, esta se realizará
solo con ella. Si no concurren ambas partes, el juez dará por
concluido el proceso».

317
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

Artículo según m odificatoria de la Ley N° 29057, la cual nos ha


hecho retornar al texto originario del Código Procesal Civil, que en
este m ismo artículo preveía la conclusión del proceso.
Es evidente que el espíritu de la modificación es term inar con los
procesos en donde se muestre un desinterés en las partes; sin embargo,
cabe preguntarnos si es razonable que pueda deducirse tal desinterés
(suficiente concluir el proceso de oficio) por la m era ausencia de las
partes a la audiencia de pruebas.

A opinión de la distinguida jurista ARIANO DEHO, EUGENIA:


«La modificación del artículo 203 del CPC operada por la Ley N° 29057
pone en claro que los tiempos no están aún m aduros para una reforma
sensata del proceso civil, que reequilibre adecuadam ente los poderes
del juez y de las partes, a fin de que nuestros escasos recursos judiciales,
vengan utilizados de la forma más racional posible. Si se quiere una
propuesta de iure condendo va esta: in primir, suprim ir la necesaria
‘presencia personal’ de las partes (o de los representantes legales de los
incapaces y de las personas jurídicas): a las audiencias pues ellas deben
poder siempre actuar, si así lo quieren, a través de sus apoderados (que
norm alm ente son sus abogados). Y por lo que atañe a las audiencias
(cualquier audiencia): que sean las partes las que pidan su fijación
si luego de pedida y fijada, injustificadamente no asisten, el proceso
debería ir al archivo provisional. Si dentro de un plazo prudencial (que
no tiene porque ser ese absurdo plazo de cuatro meses establecidos
en el artículo 346° del CPC) no se pide el ‘desarchivam iento’ y que se
cite nuevamente a audiencia, el proceso cae en abandono, por lo que
se abriría la posibilidad de su declaración de conclusión (a pedido de
parte) con cancelación de todos los efectos sustanciales y procesales
que el proceso pendiente pudiera haber producido. Es su convicción
que solo devolviéndoles a las partes el impulso del proceso, el sistema
readquiriría funcionalidad y liberaríam os a los jueces de im pulsar
aquellos procesos que las partes (ambas partes) quieren por el m om ento
hacer dorm ir, sin que ello moleste a nadie» (ARIANO, 2007, p. 21).

318
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

15.3 Toma de juramento o promesa de decir la verdad en la


audiencia de pruebas
Antes de iniciar la audiencia de pruebas, el juez que la dirige toma
a cada uno de los convocados juram ento o prom esa de decir la verdad
(art. 202, prim er párrafo, del C.P.C.).
La fórmula del juram ento o prom esa es: «¿Jura (o prom ete) decir
la verdad?» (art. 202, parte final, del C.P.C.).

15.4E1 acta de la audiencia de pruebas


Lo concerniente al acta de la audiencia de pruebas está previsto
en el artículo 204 del Código Procesal Civil, que establece lo siguiente:
A. La audiencia de pruebas es registrada en video o en audio,
en soporte individualizado que se incorpora al expediente.
Se entrega una copia a las partes dejándose constancia en el
expediente de dicha entrega. En los casos en que esto no sea
posible, se levanta el acta respectiva, la cual contendrá:
a. Lugar y fecha de la audiencia, así como el expediente al que
corresponde.
b. Nom bre de los intervinientes y, en su caso, de los ausentes.
c. Resumen de lo actuado.
B. Los intervinientes pueden sugerir al juez la adición, precisión
o rectificación de alguna incidencia.
C. Para la elaboración del acta o su grabación, el secretario
respectivo puede usar cualquier medio técnico que la haga
expeditiva y segura.
D. El acta será suscrita por el juez, el secretario y todos los
intervinientes. Si alguno se negara a firmarla, se dejará
constancia del hecho. El original del acta se conservará en
el archivo del juzgado, debiendo previam ente el secretario
incorporar al expediente copia autorizada por el juez.

y ¿i/a 319
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

15.5 Actuación probatoria fuera del local del Juzgado


Si por enfermedad, ancianidad u otro motivo que el juez estime
atendible, un interviniente está im pedido de com parecer al local del
Juzgado, su actuación procesal puede ocurrir en su domicilio, en
presencia de las partes y de sus abogados si desearan concurrir (art.
205, prim er párrafo, del C.P.C.).
Cuando se trate del Presidente de la República, de los Presidentes
de las Cámaras Legislativas y del Presidente de la Corte Suprema, la
audiencia o sólo la actuación procesal que les corresponda puede, a su
pedido, ocurrir en sus oficinas (art. 205, parte final, del C.P.C.).

15.6Unidad y publicidad de la audiencia de pruebas


La audiencia de pruebas es única y pública. Si por el tiem po u
otra razón atendible procediera la suspensión de la audiencia, esta
será declarada por el juez, quien en el mismo acto fijará la fecha de su
continuación, salvo que tal previsión fuese imposible (art. 206, prim er
párrafo, del C.P.C.).
Si la naturaleza de lo controvertido así lo exigiera, el juez puede
ordenar que la audiencia de pruebas se realice en privado (art. 206,
segundo párrafo, del C.P.C.).

15.7 Capacidad de ejercicio restringida circunstancial de


intervinientes en la audiencia de pruebas
No participa en la audiencia, a criterio del juez, el convocado
que al m om ento de su realización se encuentre en estado de coma,
conforme al num eral 9 del artículo 44 del Código Civil y siempre que
no haya designado un apoyo con anterioridad (art. 207, prim er párrafo,
del C.P.C.).
El juez tom ará las medidas que las circunstancias aconsejen,
dejando constancia en acta de su decisión (art. 207, segundo párrafo,
del C.P.C.).
En térm inos generales, la anterior redacción establecía una
restricción sin salida. Menos mal, con el texto vigente se modificó esta
M Á X IM O CASTILLO QUISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

situación, posibilitando que una persona incapacitada en estado de


coma pueda participar en una audiencia a través de los “apoyos”.
En específico, la anterior redacción establecía que “no participará
en la audiencia, a criterio del juez, el convocado que al m om ento de su
realización se encuentre manifiestamente incapacitado”. Es decir, una
persona no podría participar en una audiencia si se encontraba inm erso
en los supuestos de incapacidad regulados en los artículos 43 y 44 del
Código Civil, antes de su modificación por el Decreto Legislativo N°
1384.
Ahora bien, el texto vigente - a diferencia del texto derogado-
establece un solo supuesto donde la persona no podría participar
en una audiencia (las personas en estado de coma) a menos que sea
asistido por un “apoyo”, el m ismo que se encuentra regulado en el
incorporado num eral 9 del artículo 44 del Código Civil.

15.8 Actuación de las pruebas en la audiencia


En el día y hora fijados, el juez declara iniciada la audiencia de
pruebas y dispondrá la actuación de las pruebas en el siguiente orden
(previsto en el art. 208 del C.P.C.):
1. Los peritos, quienes resumen sus conclusiones y responden a
las observaciones hechas por las partes a sus inform es escritos
(dictámenes periciales).
2. Los testigos con arreglo al interrogatorio que los abogados
le realicen directam ente, com enzando por el abogado de la
parte que lo hubiera ofrecido. Luego de las preguntas de los
abogados, el juez podrá form ular preguntas.
3. El reconocim iento y la exhibición de los docum entos.
4. La declaración de las partes, em pezando por la del dem andado.
Si se hubiera ofrecido inspección judicial dentro de la competencia
territorial del juez, se realizará al inicio junto con la prueba pericial,
pudiendo recibirse esta y otros medios probatorios en el lugar de la
inspección, si el juez lo estima pertinente. Cuando las circunstancias lo
justifiquen, el juez, en decisión debidam ente m otivada e inimpugnable,

p íí/r á /a 321
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

ordenará la actuación de la inspección judicial en audiencia especial


(art. 208, antepenúltim o párrafo, del C.P.C.).
Cuando los mismos medios probatorios hayan sido ofrecidos
por ambas partes, se actuarán prim ero los del dem andante (art. 208,
penúltim o párrafo, del C.P.C.).
No obstante el orden antes indicado, si en la audiencia estuvieran
presentes ambas partes y por cualquier causa no pudiera actuarse
uno de los medios probatorios adm itidos, el juez podrá disponer la
actuación de los medios disponibles. Sin embargo, la actuación de la
declaración de las partes siempre será el últim o m edio probatorio (art.
208, parte final, del C.P.C.).
Así entonces, si se adm itió una pericia, esta no puede actuarse
por inasistencia del perito o peritos designados, no podrán actuarse los
demás m edios probatorios, salvo que estén presentes ambas. Vale decir,
que si se admitió, además de la pericia, la declaración testim onial de uno
o más testigos, uno o más reconocimientos, una o más exhibiciones, y
las declaraciones de las partes, simplemente no puede avanzarse con
la actuación de estos medios probatorios si no asistió el perito y una
de las partes, a pesar de estar presentes los testigos o los que deben
reconocer o exhibir, que tam bién pueden ser terceros.

15.9 Confrontación en la audiencia de pruebas


A efectos de lograr la finalidad de los medios probatorios (que,
según el art. 188 del C.P.C., consiste en acreditar los hechos expuestos
por las partes, producir certeza en el Juez /e sp e c to de los puntos
controvertidos y fundam entar sus decisiones), el juez puede disponer
(según el art. 209 del C.P.C.):
La confrontación entre testigos.
La confrontación entre peritos.
La confrontación entre los peritos, los testigos y las partes.
La confrontación entre las partes.

322
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

15.10 Intervención de los abogados en la audiencia de pruebas


Concluida la actuación de los medios probatorios en la audiencia
de pruebas, el juez concederá la palabra a los abogados que la soliciten (a
efecto de que defiendan los intereses de sus respectivos patrocinados).
Así lo establece el artículo 210 del Código Procesal Civil.

15.11 Conclusión de la audiencia de pruebas


Antes de dar por concluida la audiencia de pruebas, el juez
com unicará a las partes que el proceso está expedito para ser
sentenciado, precisando el plazo en que lo hará. Ello de conform idad
con lo dispuesto en el artículo 211 del Código Procesal Civil.

15.12 Alegatos de los abogados


D entro de un plazo com ún que no excederá de cinco días desde
concluida la audiencia de pruebas, los abogados pueden presentar
alegato escrito (defendiendo los intereses de sus patrocinados,
solicitando se dé la razón a estos), en los procesos de conocim iento y
abreviado (y no en los procesos sumarísimos, procesos de ejecución ni
en los procesos no contenciosos). Así lo determ ina el artículo 212 del
Código Procesal Civil.

16. PRUEBA DE DECLARACIÓN DE PARTE


16.1 Generalidades
«... Las partes no siempre cuando declaran en el proceso prestan una
confesión (sí ocurre a la inversa, pues toda confesión es un testimonio),
dado que bien puede suceder -y de hecho se verifica a m enudo-
que el objeto de la declaración le sea propiamente favorable al sujeto
declarante, extremo que excluye por de pronto la nota que caracteriza
conceptualmente a aquella» (KIELMANOVICH, 1985: 120).
La confesión (o declaración de parte) «... Es un m edio de prueba
judicial, que consiste en una declaración de ciencia o conocimiento,
expresa, term inante y seria, hecha conscientem ente, sin coacciones
que destruyan la voluntariedad del actor, por quien es parte en el
proceso en que ocurre o es aducida, sobre hechos personales o sobre

y a 323
M A N U A L DE D ERECHO PROCESAL CIVIL

el reconocim iento de otros hechos, perjudiciales a quien la hace o a su


representado, según el caso, o simplemente favorables a su contraparte
en ese proceso» (DEVIS ECHANDÍA, Compendio de pruebas judiciales,
1984, Tomo 1:318).
La declaración de parte es un m edio de prueba que se encuentra
regulado en el Capítulo III («Declaración de Parte») del Título VIII
(«Medios Probatorios») de la Sección Tercera («Actividad Procesal»)
del Código Procesal Civil.
De acuerdo a lo norm ado en el artículo 213, prim er párrafo, del
Código Procesal Civil, las partes pueden pedirse recíprocam ente su
declaración. Esta se iniciará con una absolución de posiciones.
Concluida la absolución, las partes, a través de sus abogados y
con la dirección del juez, pueden hacerse nuevas preguntas y solicitar
aclaraciones a las respuestas. D urante este acto el juez puede hacer a
las partes las preguntas que estime convenientes (art. 213, parte final,
del C.P.C.).

16.2Contenido y carácter personal de la declaración de parte


En cuanto al contenido de la declaración de parte, cabe indicar
que dicho medio de prueba se refiere a hechos o inform ación del que la
presta o de su representado (art. 214, prim er párrafo, del C.P.C.).
El aludido medio probatorio tiene carácter personal, pues la parte
debe declarar personalm ente, aunque, excepcionalmente, tratándose
de persona natural, el juez adm itirá la declaración del apoderado si
considera que no se pierde su finalidad (art. 214, penúltim o y últim o
párrafos, del C.P.C.).

16.3 Divisibilidad de la declaración de parte


Según el artículo 215 del Código Procesal Civil, al valorar la
declaración de parte el juez puede dividirla si:
1. C om prende hechos diversos, independientes entre sí; o
2. Se dem uestra la falsedad de una parte de lo declarado.

324 I w á /a
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

16.4Irrevocabilidad de la declaración de parte


La declaración de parte es irrevocable, por ende, toda rectificación
del absolvente será debidam ente apreciada por el juez. Ello se colige del
artículo 216 del Código Procesal Civil.

16.5 Forma del interrogatorio en la declaración de parte


En relación a la forma del interrogatorio a desarrollarse en la
declaración de parte, el artículo 217 del Código Procesal Civil prescribe
que:
A. El interrogatorio es realizado por el juez.
B. Las preguntas del interrogatorio deben estar formuladas de
m anera concreta, clara y precisa.
C. Serán rechazadas, de oficio o a solicitud de parte, por
resolución debidam ente m otivada e inimpugnable:
- Las preguntas oscuras.
- Las preguntas ambiguas.
- Las preguntas im pertinentes.
- Las preguntas inútiles.
D. Las preguntas que se refieran a varios hechos serán respondidas
separadam ente.

16.6 Forma y contenido de las respuestas en la declaración de


parte
Las respuestas deben ser categóricas, sin perjuicio de las
precisiones que fueran indispensables. Si el interrogado se niega a
declarar o responde evasivamente, el juez lo requerirá para que cumpla
con su deber. De persistir en su conducta, el juez apreciará al m om ento
de resolver la conducta del obligado (art. 218, prim er párrafo, del
C.P.C.).
El interrogado no puede usar ningún apunte o borrador de sus
respuestas, pero se le perm itirá consultar sus libros o docum entos (art.
218, parte final, del C.P.C.).

325
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

16.7 Declaración de parte fuera del lugar del proceso


Cuando se trate de parte que domicilie en el extranjero o fuera de
la competencia territorial del Juzgado, el interrogatorio debe efectuarse
por medio de exhorto. Así lo establece el artículo 219 del Código
Procesal Civil, que guarda concordancia con lo dispuesto en el artículo
151 del Código Procesal Civil, según el cual: A. cuando una actuación
judicial debe practicarse fuera de la com petencia territorial del juez del
proceso, este encargará su cum plim iento al que corresponda, m ediante
exhorto; B. el juez exhortado tiene atribución para aplicar, de oficio,
los apremios que perm ite el Código Procesal Civil; y C. el exhorto
puede ser dirigido a los cónsules del Perú, quienes tienen las mismas
atribuciones del juez, salvo el uso de apremios. El artículo 219 del
Código Procesal Civil tam bién resulta concordante con los artículos
156 y 160 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que señalan que:
A. Los jueces encom iendan a otro igual o de inferior jerarquía
que resida en distinto lugar, las diligencias que no puedan
practicar personalm ente. Las comisiones se confieren por
medio de exhorto. En ningún caso puede librarse exhorto a
juez que radica en la m ism a localidad (art. 156 de la L.O.P.J.).
B. El juez com isionado está autorizado para ordenar todas
las medidas conducentes al cum plim iento de la comisión,
dictando de oficio las providencias y los apremios que sean
necesarios (art. 160 de la L.O.P.J.).

16.8 Exención de respuestas en la declaración de parte


Según el artículo 220 del Código Procesal Civil (que versa sobre
la exención de respuestas en la declaración de parte):
Nadie puede ser compelido a declarar sobre hechos que
conoció bajo secreto profesional.
Nadie puede ser compelido a declarar sobre hechos que
conoció bajo secreto confesional.
Nadie puede ser compelido a declarar cuando por disposición
de la ley pueda o deba guardar secreto.

326
M Á X IM O CASTILLO Q UISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

No puede el declarante ser obligado a contestar sobre hechos


que pudieran implicar culpabilidad penal contra sí mismo.
No puede el declarante ser obligado a contestar sobre hechos
que pudieran implicar culpabilidad penal contra su cónyuge.
No puede el declarante ser obligado a contestar sobre
hechos que pudieran implicar culpabilidad penal contra su
concubino.
No puede el declarante ser obligado a contestar sobre hechos
que pudieran implicar culpabilidad penal contra parientes
dentro del cuarto grado de consanguinidad.
No puede el declarante ser obligado a contestar sobre hechos
que pudieran implicar culpabilidad penal contra parientes
dentro del segundo grado de afinidad.

16.9 Declaración asimilada


Las afirmaciones contenidas en actuaciones judiciales o escritos
de las partes, se tienen como declaración de estas, aunque el proceso sea
declarado nulo, siempre que la razón del vicio no las afecte de m anera
directa. Así lo establece el artículo 221 del Código Procesal Civil que,
como se aprecia, versa sobre la denom inada declaración asimilada.

17. PRUEBA DE DECLARACIÓN DE TESTIGOS

17.1 Generalidades
La declaración de testigos es un m edio de prueba que se encuentra
regulado en el Capítulo IV («Declaración de Testigos») del Título VIII
(«Medios Probatorios») de la Sección Tercera («Actividad Procesal»)
del Código Procesal Civil.
El testim onio de terceros es «... un medio de prueba que consiste
en una declaración de ciencia y representativa, que un tercero hace a un
juez, con fines procesales, sobre lo que dice saber respecto de hechos de
cualquier naturaleza» (DEVIS ECHANDÍA, 1984, Tomo II: 29).
Para Lino Palacio, la prueba de testigos es «... aquella que es

0 $iwA¿a- 327
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

sum inistrada m ediante las declaraciones emitidas por personas físicas,


distintas de las partes y del órgano judicial, acerca de sus percepciones
o realizaciones de hechos pasados o de lo que han oído sobre éstos»
(PALACIO, 1977, Tomo IV: 562).
Cardoso Isaza clasifica a los testigos de este modo:
«a) Testigos de abono (que declaran sobre la veracidad y buena
fama de una persona).
b) Los instrum entales, o sea quienes presencian la suscripción
de un docum ento por parte de quienes lo otorgan.
c) Los testigos de cargo, que son los que deponen en contra del
procesado.
d) Los testigos de descargo, o sea los que declaran en favor del
procesado.
e) Los de oídas, que son los que declaran haber oído el relato de
un hecho.
f) Los de vista, es decir, los que presenciaron visualm ente el
hecho sobre el cual deponen.
g) Los llamados testigos de la mayor excepción, que son los que
no presentan tacha ni excepción legal y cuya probidad es
generalm ente reconocida» (CARDOSO ISAZA, 1979: 207).

17.2 Aptitud para declarar com o testigo


Toda persona capaz (para ejercer sus derechos civiles) tiene el
deber de declarar como testigo, si no tuviera excusa o no estuviera
prohibida de hacerlo. Los menores de dieciocho años pueden declarar
solo en los casos perm itidos por la ley (por lo general en asuntos de
Derecho de Familia como, por ejemplo, tenencia, patria potestad,
régimen de visitas, alimentos, etc.). Ello en aplicación del artículo 222
del Código Procesal Civil.

17.3 Requisitos de la declaración de testigos


Son requisitos de la declaración de testigos (según el art. 223 del
C.PC.) los siguientes:

328 d/a
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

A. Indicación del nom bre de los testigos en el escrito


correspondiente (en el que ofrece dicho medio de prueba
(dem anda, contestación de dem anda, etc.).
B. Indicación del domicilio de los testigos en el escrito
correspondiente (en el que ofrece dicho medio de prueba
(dem anda, contestación de dem anda, etc.).
C. Indicación de la ocupación de los testigos en el escrito
correspondiente (en el que ofrece dicho medio de prueba
(dem anda, contestación de dem anda, etc.). El desconocim iento
de la ocupación será expresado por el proponente, quedando
a criterio del juez eximir este requisito.
D. Especificación (en el escrito en que se propone como prueba
la declaración testim onial) del hecho controvertido respecto
del cual debe declarar el testigo propuesto.

17.4Número de testigos
Los litigantes pueden ofrecer hasta tres testigos para cada uno de
los hechos controvertidos. En ningún caso el núm ero de testigos de
cada parte será más de seis (art. 226 del C.P.C.).

17.5Contenido de la declaración testim onial


El testigo será interrogado solo sobre los hechos controvertidos
especificados por el proponente en el escrito en que ofrece como
prueba la declaración testimonial. Ello se infiere del texto del artículo
225 del Código Procesal Civil.

17.6 Actuación de la declaración de testigos


Con arreglo a lo previsto en el artículo 224 del Código Procesal
Civil, num eral que trata acerca de la actuación de la declaración de
testigos, tal declaración se realizará individual y separadam ente. Previa
identificación y lectura de los artículos 371 y 409 del Código Penal
(que versan, respectivamente, sobre los delitos de om isión de prestar
declaración en juicio y de falsa declaración en juicio), el juez preguntará
al testigo:

329
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

1. Su nombre, edad, ocupación y domicilio.


2. Si es pariente, cónyuge o concubino de alguna de las partes, o
tiene am istad o enem istad con ellas, o interés en el resultado
del proceso.
3. Si tiene vínculo laboral o es acreedor o deudor de alguna de
las partes.
Si el testigo es propuesto por ambas partes, se le interrogará
em pezando por las preguntas del dem andante (art. 224, parte final, del
C.P.C.).
La parte que pida la declaración del testigo puede hacerle
repreguntas, por sí o por su abogado. La otra parte puede hacer al
testigo contrapreguntas, por sí o por su abogado (art. 227 del C.P.C.).
Las preguntas del interrogatorio que sean lesivas al honor y buena
reputación del testigo, serán declaradas im procedentes por el juez. La
mism a disposición es aplicable a las repreguntas y contrapreguntas
(art. 228 del C.P.C.).

17.7 Normas aplicables supletoriamente a la declaración


testim onial
Son aplicables a la declaración de testigos, en cuanto sean
pertinentes, las disposiciones relativas a la declaración de parte, vale
decir, aquellas que integran el Capítulo III («Declaración de Parte») del
Título VIII («Medios Probatorios») de la Sección Tercera («Actividad
Procesal») del Código Procesal Civil.

17.8Prohibiciones para declarar com o testigo


Se prohíbe que declare como testigo (según el art. 229 del C.P.C.):
1. El absolutam ente incapaz, salvo lo dispuesto en el artículo 222
del Código Procesal Civil, conform e al cual los m enores de
dieciocho años pueden declarar solo en los casos perm itidos
por la ley (verbigracia, en asuntos de Derecho de Familia).
2. El que ha sido condenado por algún delito que a criterio del

330
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

juez afecte su idoneidad (como, por ejemplo, falsa declaración


en juicio, estafa, fraude, calumnia, etc.).
3. El pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o
tercero de afinidad, el cónyuge o concubino, salvo en asuntos
de derecho de familia o que lo proponga la parte contraria.
4. El que tenga interés, directo o indirecto, en el resultado del
proceso.
5. El juez y el auxiliar de justicia, en el proceso que conocen.

17.9 Gastos derivados de la declaración testim onial


Los gastos que ocasione la com parecencia del testigo son de cargo
de la parte que lo propone (art. 231 del C.P.C.), sin perjuicio de lo que
se establezca judicialm ente sobre las costas procesales, siendo posible,
al final, que tales gastos le sean reembolsados por el perdedor del litigio
al proponente de la prueba testimonial.

17.10 Efectos de la incomparecencia del testigo


El testigo que sin justificación no comparece a la audiencia de
pruebas, será sancionado con multa no mayor de cinco Unidades
de Referencia Procesal, sin perjuicio de ser conducido al Juzgado
con auxilio de la fuerza pública, en la fecha que fije el juez para su
declaración, solo si lo considera necesario (art. 232 del C.P.C.).

18. PRUEBA D OCUM ENTAL


18.1 Generalidades
«... Por docum entos se entiende toda representación objetiva de
un pensam iento, la que puede ser material o literal. Son docum entos
materiales, entre otros, los quipos, las tarjas, las marcas, los signos, las
contraseñas, etc. D ocum entos literales son las escrituras destinadas a
constatar una relación jurídica, y para los cuales se reserva el nom bre
de instrum entos» (ALSINA, 1961, Tomo III: 393).
Para Cardoso Isaza, el docum ento es «... cualquier cosa que siendo
susceptible de ser percibida por la vista o el oído, o por ambos, sirve

q. ytí/// 331
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

por sí m ism a para ilustrar o comprobar, por vía de representación,


la existencia de un hecho cualquiera o la exteriorización de un acto
hum ano» (CARDOSO ISAZA, 1982: 310).
Según Micheli, el docum ento es «... aquella representación de un
hecho o aquel signo que permite el conocim iento de un hecho que se
concreta en la escritura por parte de un ser humano; pero no es menos
docum ento (...) una fotografía o una cinematografía, un calco, un
relieve, una tarja (o muesca) de contraseña (...). El docum ento es, por
tanto, siempre una cosa material, de sustancia diversa, pero siempre
idónea para dar a quien lo examina, a través del signo, la impronta,
la contraseña, la combinación gráfica de las letras y de las palabras, el
conocim iento de un hecho, ya sea este la realización de un contrato o
del m odo en que se han desarrollado los hechos que han dado lugar a
una ilicitud; y así sucesivamente...» (MICHELI, 1970, Volumen II: 131).
Kisch dice acerca del docum ento que «... Como tal se estim an
en derecho procesal todas las cosas donde se expresa, por medio de
signos, una manifestación del pensamiento. Es indiferente el material
sobre el que los signos están escritos. Indiferente es tam bién la clase de
escritura (pueden ser letras, núm eros, signos taquigráficos, grabados
en m adera, etc.). No son, en cambio, docum entos los medios que,
aun empleándose para expresar un pensam iento, no llevan signos de
escritura, como p. e., los hitos de las lindes» (KISCH, 1940: 230).
Kielmanovich define al docum ento como «... un objeto material
originado por un acto hum ano, susceptible de representar por sí
mismo y para el futuro, un hecho o una serie de hechos (lato sensu)
percibidos en el momento de su confección» (KIELMANOVICH, 2001:
364). Kielmanovich agrega que:

«Encajan (...) dentro de este concepto, las fotografías, las


grabaciones magnetofónicas, las películas cinematográficas
y videograbaciones, las contraseñas, radiografías, dibujos,
planos, cuadros, discos, etcétera, y cualesquiera otros objetos
representativos de los hechos que contienen o exteriorizan, a
los que se les aplican, por analogía, las norm as que regulan

332 r ^ fu r ú /a
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

la presentación y los procedim ientos probatorios fijados para


los instrumentos o las que establezca el juez, cuidando que por
este medio no se violenten garantías constitucionales como la
de la inviolabilidad de la correspondencia, entre otras.

(...) Se contem plan dentro del género de los documentos no


solo a los instrumentos públicos y privados escritos y por lo
general firmados por las partes, sino que se aprehenden otros
objetos representativos no escritos ni firmados, como ser una
radiografía, una fotografía, una cinta grabada, etcétera.

Por ello es que la contingente función declarativa de los


instrum entos públicos y privados no es una nota que
caracterice necesariamente al docum ento como tal, sino que
ella debe verse, por el contrario, en su cualidad em inentem ente
representativa» (KIELMANOVICH, 2001: 365-366).
La prueba docum ental se encuentra regulada en el Capítulo V
(«Documentos») del Título VIII («Medios Probatorios») de la Sección
Tercera («Actividad Procesal») del Código Procesal Civil.
Conform e lo señala el artículo 233 del Código Procesal Civil,
docum ento es todo escrito u objeto que sirve para acreditar un hecho.
Es de destacar que, a tenor del artículo 237 del Código Procesal
Civil, son distintos el docum ento y su contenido, por lo que puede
subsistir este aunque el prim ero sea declarado nulo.

18.2Clases de docum entos


El artículo 234 del Código Procesal Civil trata acerca de las clases
de docum entos y preceptúa que son documentos:
A. Los escritos públicos.
B. Los escritos privados.
C. Los impresos.
D. Las fotocopias.
E. El facsímil o fax.

r yfts’/.í/a 333
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

F. Los planos.
G. Los cuadros.
H. Los dibujos.
I. Las fotografías.
J. Las radiografías.
K. Las cintas cinematográficas.
L. Las m icroform as tanto en la m odalidad de microfilm como
en la m odalidad de soportes informáticos.
M. Otras reproducciones de audio o video.
N. La telemática en general.
Ñ. Los demás objetos que recojan, contengan o representen
algún hecho, o una actividad hum ana o su resultado.
Carrascosa López refiere que de acuerdo a su naturaleza existen
las siguientes clases de docum entos:
«a) D ocum entos en forma de papel: m anuscritos, impresos,
fotografías y reproducciones.
b) D ocum entos en películas: m ateriales audiovisuales, fílmicos
y micro.
c) D ocum entos en forma magnética: discos y cintas magnéticas,
diskettes, cassettes, etc.
d) Docum entos en forma electrónica: discos ópticos, ya sea vídeo
disco o disco digital» (CARRASCOSA LOPEZ, 1991: 118).

Sobre el particular, Lino Palacio, manifiesta lo siguiente:


«a) Los docum entos pueden clasificarse atendiendo prim ordial­
mente a su contenido, a su función y al carácter de los sujetos
de donde provienen.
b) Desde el punto de vista del contenido, son susceptibles de
subclasificaciones fundadas en la índole de la declaración y en

334
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

los efectos jurídicos de esta. Sobre la base del prim ero de esos
criterios los docum entos declarativos pueden subdividirse
en dispositivos e informativos según que, respectivamente,
constituyan, m odifiquen o extingan relaciones jurídicas (v.gr.
un contrato, una letra de cambio, una sentencia judicial o una
decisión adm inistrativa) o se limiten a dejar constancia de
una determ inada situación de hecho (v.gr. los asientos de los
libros de los comerciantes, las inform aciones periodísticas, las
historias clínicas). Atendiendo, en cambio, a los efectos de la
declaración, entre los docum entos declarativos es pertinente
diferenciar los confesorios de los testimoniales, según que
respectivamente aquella sea o no contraria al interés de quien
la emite.
Son docum entos m eram ente representativos todos los
restantes, es decir aquellos que no contienen declaración
alguna (v.gr. hitos, fotografías, planos, etc.).
c) De acuerdo con su función, los docum entos pueden clasificarse
en constitutivos o meramente probatorios de los actos jurídicos.
Revisten el prim er carácter (...) aquellos docum entos a los
que la ley erige en requisito formal indispensable para la
validez de ciertos actos jurídicos, de m odo tal que su falta de
otorgam iento determ ina la nulidad de tales actos (...).

(...)
Son, en cambio, m eram ente probatorios los docum entos
que constatan la existencia de un acto jurídico respecto del
cual la ley no exige una forma determ inada (...) y sirven
exclusivamente como medios de prueba de ese tipo de actos
sin excluir la admisibilidad de otros medios.
M ientras los docum entos constitutivos son siempre disposi­
tivos y escritos, los docum entos m eram ente probatorios pue­
den no revestir esas calidades y ser, por lo tanto, dispositivos
no escritos, informativos y m eram ente representativos.

335
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

d) Desde el punto de vista de los sujetos de quienes provienen,


por último, los docum entos pueden ser públicos o privados...»
(PALACIO, 1977, Tomo IV: 420-422).
En opinión de Prieto-Castro y Ferrándiz:
«I. La clasificación más im portante de los docum entos se funda
en los sujetos que intervienen en la redacción, pudiendo
entonces ser públicos o privados.
A) Documento público es el autorizado por un Notario o
empleado público competente, con las solemnidades
requeridas por la ley.

(...)

B) Documentos privados son los que presentan redacción y


suscripción procedentes de personas privadas.
II. Por su im portancia para el ejercicio del Derecho los
docum entos pueden estar concebidos ad solemnitatem o ad
probationem.
III. Por su relación con la prueba, pueden ser los docum entos
preconstituidos con tal fin (por ejemplo, un contrato de
arrendam iento) u ocasionales (por ejemplo, una carta);
constitutivos, si prueban directam ente el hecho de autos
(como el contrato de com praventa sobre el que se discute),
o testimoniales, si solo proporcionan un dato (como una
carta del vendedor, en la que, en un proceso sobre el pago del
precio, refiere haber recibido este).
IV. Una cualificación muy im portante del docum ento es la
autenticidad (...). El documento auténtico ha sido definido
(...) como aquel que por sí mismo hace prueba o da fe de su
contenido.
V. Más restringido es el concepto de docum ento fehaciente, o
sea, el que hace fe, pero siempre en arm onía con su naturaleza.
VI. También hablan las leyes de docum entos indubitados (a los

336
M Á X IM O CASTILLO QUISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

efectos del cotejo), legítimos o no falsos por la forma o el


fondo y legalizados, esto es, los que contienen la afirmación
de que el docum ento procede de la persona que lo suscribe»
(PRIETO-CASTRO Y FERRÁNDIZ, 1980, Volumen 1: 155-
156).

18.3 D ocum ento público


Los docum entos públicos son «... los otorgados por autoridades o
funcionarios públicos dentro de los límites de sus atribuciones, o por
personas investidas de fe pública dentro del ámbito de su competencia
en legal forma» (DE PINA, 1981: 170).
A juicio de Lino Palacio:

«... D enom ínase docum ento público, en general, a aquel que


ha sido otorgado o autorizado por un funcionario público o
depositario de la fe pública.

El concepto precedentem ente enunciado, en tanto se limita


a aludir a la calidad del autor del docum ento, es suficiente
para caracterizar el carácter público de este. Si se trata, en
cambio, de definir al docum ento público tanto desde el punto
de vista de su existencia cuanto del de su validez, es m enester
com plem entar la referida nota con los requisitos consistentes
en que el funcionario que lo otorga o autoriza lo haga dentro
de los límites de su com petencia material y territorial y de
acuerdo con las formas prescriptas por la ley» (PALACIO,
1977, Tomo IV: 430).
Escobar Fornos asevera que son requisitos para que un docum ento
tenga la calidad de público, los siguientes:
«a) Que sea autorizado por funcionario público o notario (...).
b) Que el funcionario sea competente. El funcionario debe tener
competencia funcional y territorial.
c) Que contenga las solemnidades requeridas por la ley...»
(ESCOBAR FORNOS, 1990: 189).

O ja r ts /a 337
M A N U A L DE DERECH O PROCESAL CIVIL

Casarino Viterbo señala al respecto lo siguiente:


«... Son dos los elementos o requisitos que deben concurrir para
que un instrum ento revista este carácter: que sea autorizado
por el competente funcionario y que sea otorgado con las
solem nidades legales.
El funcionario que interviene en la autorización de un
instrum ento público es diverso según sea la naturaleza de
este. Así, en las sentencias será el juez, cuya firma es tam bién
autorizada por el secretario; en las escrituras públicas
intervendrá un notario; en las partidas de estado civil actuará
el oficial de registro civil, etc; el funcionario deberá ser
competente, entendiéndose por tal aquel que actúa facultado
expresamente por la ley para este efecto, dentro del marco
de sus atribuciones o deberes y en el territorio jurisdiccional
asignado (...).

Las solemnidades legales no podríam os enum erarlas de


antem ano, pues varían según la naturaleza del instrum ento
público. No se otorgan de igual m anera un decreto supremo,
una escritura pública, una partida de estado civil, que
una boleta o un acta de exámenes. Habrá que atenerse
estrictam ente a las formalidades que la ley señala para cada
caso en particular» (CASARINO VITERBO, 1984, Tomo IV:
94-95).
Devis Echandía expresa que los docum entos públicos pueden
ser de distintas clases: «a) D ocum entos no instrum entales, que no
revisten la form a escrita, como planos, cuadros, fotografías, etc.
siempre que en su formación haya intervenido un funcionario público
autorizado; b) escrituras públicas; c) instrum entos públicos diferentes
de las anteriores; d) declarativos (todos los instrum entales) y no
declarativos o simplemente representativos (los no instrum entales);
e) los declarativos se subdividen en declarativos puros o que
contienen una simple declaración de ciencia (como las constancias
de los funcionarios públicos y las escrituras públicas que otorgan los

338 r (J<t n i / a
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ NCH EZ BRAVO

particulares para hacer constar hechos pasados) y constitutivos o


dispositivos, si lo docum entado es un acto de voluntad que tiene por
fin producir efectos jurídicos sustanciales (como las escrituras públicas
sobre contratos de cualquier género y las resoluciones adm inistrativas
que otorgan licencias o reconocen propiedad intelectual o liquidan
impuestos, etc.); f ) ad probationem o ad substantiam actus, según la
función que desem peñen (...); g) autógrafos (como las actas en que el
funcionario deja constancia de sus propias actividades) y heterógrafos
(como las escrituras públicas que el notario elabora sobre contratos
de particulares o de entidades oficiales)» (DEVIS ECHANDIA, 1970,
Tomo II: 547-548).
Conform e a nuestro ordenam iento jurídico (art. 235 del C.P.C.),
es docum ento público:
1. El otorgado por funcionario público en ejercicio de sus
atribuciones.
2. La escritura pública y demás docum entos otorgados ante o
por notario público, según la ley de la m ateria (es decir, el
Decreto Legislativo del Notariado: Decreto Leg. N°. 1049).
3. Todo aquel al que las leyes especiales le otorguen dicha
condición.
La copia del docum ento público tiene el m ismo valor que el
original, si está certificada por el auxiliar jurisdiccional respectivo,
notario público o fedatario, según corresponda (art. 235, parte final,
del C.P.C.).

18.4D ocum ento privado


De conform idad con lo dispuesto en el artículo 236 del Código
Procesal Civil:
El docum ento privado es el que no tiene las características del
docum ento público.
La legalización o certificación (notarial o por fedatario) de un
docum ento privado no lo convierte en público.

^ jftt-y/x/a I 3 39
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

18.5 Principio de prueba escrita


El principio de prueba por escrito es «... un elem ento de valor
subordinado y en ningún m odo equivalente al de la prueba propiam ente
dicha...» (DE LA PLAZA, 1955, Volumen II, Prim era Parte: 188).
El principio de prueba por escrito «... no es un principio cualquiera.
Es el que la ley exige para que, sobre esa base, pueda seguir practicándose
otro medio de prueba (...). Estamos ante una manifestación de trato
de favor a la escritura; si arrancam os de un principio de prueba
escrita, podrem os seguir probando; en otro caso, no. Indudablem ente,
estamos ante una manifestación de prueba legal: se necesita una llave
o un pasaporte para entrar en el campo probatorio. Se requiere alguna
cantidad de prueba para seguir produciendo más; al que no ofrece
una solvencia, no se le deja que aum ente su caudal; y la solvencia
ha de ser de determ inada índole; ha de ser solvencia escrita. (...) Las
características que este (principio de prueba por escrito) ha de reunir;
que emane de la persona contra quien se formule la dem anda, o de su
representante; y que haga verosímil el hecho alegado. Estamos, pues,
en el terreno de la verosimilitud; o, mejor de la no inverosimilitud...»
(SENTÍS MELENDO, 1979: 97-98).
«... Se puede formular, como regla general, que, desde el m om ento
en que se trata de un principio de prueba por escrito, estamos ante
una prueba docum ental, la prueba docum ental debe existir, como tal,
con el carácter de tal, con anterioridad al proceso. De lo contrario, no
estaremos ante un principio de prueba por escrito, sino de una prueba
com plem entaria o completable...» (SENTÍS MELENDO, 1979: 100-
101).

Con arreglo a lo previsto en el artículo 238 del Código Procesal


Civil, cuando un escrito no produce en el juez convicción p or sí mismo,
requiriendo ser com plem entado por otros medios probatorios, es un
principio de prueba escrita, siempre que reúna los siguientes requisitos:
1. Que el escrito emane de la persona a quien se opone, o a quien
representa o haya representado.

340
M Á X IM O CASTILLO QUISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

2. Que el hecho alegado sea verosímil.


Adicionalmente al punto núm ero 2, según la jurista Marianella
Ledesma, citando a Devis Echandía, «considera que además el escrito
debe gozar de autenticidad o esta se pruebe». C ontinúa reseñando que:
«En relación al prim er requisito Echandía señala debe tenerse en cuenta
que el docum ento pueda provenir de un apoderado o representante
legal (de los padres m ientras tienen la patria potestad) o contractual
(como el gerente de una sociedad en litigio con esta) de la parte a
quien se opone el escrito; o del causante en proceso contra el heredero.
También señala que la confesión judicial incom pleta hace las veces de
principio de prueba escrita, y de ahí que pueda com plem entarse con
testim onios, cuando aquellos por si solos no bastan. Cuando una parte
está form ada por varias personas, es suficiente la confesión incompleta
o que emane de una de ellas, en razón de que la verosim ilitud que
aquella da al hecho es indivisible. Es interesante el caso que cita Devis
Echandía cuando una persona escribe el dictado de otra, si se prueba
con testigos esa circunstancia, debe ser adm itido como principio
de prueba escrita contra esta y no contra la prim era. En los casos
expuestos hay que tener en cuenta que la declaración expresa o la
actuación procesal del apoderado solo puede tener valor de confesión,
y de principio de prueba escrita, cuando está facultado para confesar
o cuando lo hace en la dem anda o en sus articulaciones. En relación al
segundo requisito, esto es, que el escrito haga verosímil o probable el
hecho alegado, según Devis Echandía, no puede exigirse que el escrito
contenga el contrato, no que convenza por sí solo, porque entonces
existiría prueba docum ental y no un simple principio o comienzo de
prueba escrita. Basta que se refiera al contrato o la m encione, o que
sea una consecuencia de este o un antecedente, o que de otra m anera
lo haga suponer lógicamente porque entre ellos exista un nexo de
causalidad. Los testim onios com pletarán la certeza. El principio de
prueba escrita puede consistir en un solo escrito o en la reunión de
diversos escritos distintos, cuando uno solo de estos no sea suficiente
por sí mismo». (LEDESMA, 2011, p. 539-540).

341
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

18.6 Los informes


«... En sentido propio, denom ínase prueba de inform es al medio de
aportar al proceso datos concretos acerca de actos o hechos resultantes
de la docum entación, archivos o registros contables de terceros o de
las partes, siempre que tales datos no provengan necesariam ente del
conocim iento personal de aquellos» (PALACIO, 1977, Tomo IV: 655).
«En sentido impropio, la prueba de informes constituye (...) un
modo de incorporar al proceso prueba docum ental que se encuentra
en poder de entidades públicas...» (PALACIO, 1977, Tomo IV: 656).
A juicio de Álvarez Juliá, Neuss y Wagner:
«... El requerim iento de inform es tiene por objeto adquirir
prueba consistente en datos -q u e obren en la docum entación,
archivo y registros de contabilidad de una repartición pública
o privada que no es parte en el proceso- y que por su carácter
deben ser sum inistrados por escrito con prescindencia del
conocim iento personal que de aquellos pudiere tener el
funcionario o representante que contesta el oficio.
Tiene los límites de todo medio de prueba, esto es, su relación
con los hechos controvertidos y no estar expresamente
prohibido por la ley, en especial, por razones de orden público,
de seguridad del Estado o de secreto tutelado por la ley...»
(ALVAREZ JULIÁ; NEUSS; y WAGNER, 1990: 244).
Alsina, acerca de la prueba de informes, considera que «... se trata
en realidad de una prueba autónom a, porque no se asemeja ni a la
instrum ental, ni a la testimonial, ni a la pericial; aunque es con la prim era
con la que tiene mayor analogía en razón de su forma de producción,
pero no le son aplicables ninguna de las reglas que gobiernan esa
prueba. En efecto, se trata solo de un m odo de allegar elementos de
juicio al tribunal, y sus constancias hacen plena fe m ientras no sean
redargüidas de falsedad» (ALSINA, 1961, Tomo III: 463-464).
El artículo 239 del Código Procesal Civil regula lo relativo a los
informes de esta manera:
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ N CH EZ BRAVO

Se puede pedir a los funcionarios públicos que inform en


sobre docum entos o hechos.
Los informes (públicos) se presum en auténticos.
En los casos previstos por la ley se puede pedir a particulares
informes sobre docum entos o hechos.
Los informes (privados) tendrán la calidad de declaración
jurada.

18.7Expedientes administrativos y judiciales


Los docum entos adm inistrativos «son los autorizados por
funcionario de la A dm inistración, de cualquier adm inistración pública,
siempre en el marco de su competencia y con las solem nidades legales
(...). Aquí hay que distinguir entre original y certificación; el original
forma parte de un expediente adm inistrativo y queda incorporado a
un archivo, librándose de él certificaciones, que son las que se entregan
a los interesados o partes en el expediente» (M ONTERO AROCA,
1998: 147).
«Cuando se trate de expedientes judiciales requeridos ad effectum
videndi et probandi, y exista im posibilidad de remisión, por ejemplo,
por el estado en que se encuentra el proceso, corresponderá (...) expedir
fotocopias certificadas a cargo del requirente, y sin perjuicio de que
el juez solicite el expediente para el m om ento de dictar sentencia...»
(ALVAREZ JULIÁ; NEUSS; y WAGNER, 1990: 246).

Alsina indica sobre el particular que:

«... Cuando se ofrece como prueba las constancias de un


expediente judicial, es necesario hacer un distingo. Si se trata
de un expediente term inado, puede requerirse su remisión ad
effectum videndi siempre que tenga relación con la constancia
debatida en autos (...).

Pero si el expediente se halla en trámite, no puede solicitarse


su remisión, sino que solo cabe pedir testim onio de las piezas
pertinentes...» (ALSINA, 1961, Tomo III: 409).

343
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

Lo concerniente al ofrecimiento de expedientes adm inistrativos


y judiciales como prueba es materia de tratam iento legal en el artículo
240 del Código Procesal Civil, según el cual:
A. Es im procedente el ofrecimiento de expedientes adm inistra­
tivos o judiciales en trámite. En este caso, la parte interesada
puede presentar copias certificadas de este.
B. Si se ofrece como medio probatorio un expediente fenecido,
debe acreditarse su existencia con docum ento.

18.8D ocum entos en otro idiom a


Los docum entos en idioma distinto del castellano serán
acom pañados de su traducción oficial o de perito com prendido en
el artículo 268 del Código Procesal Civil, sin cuyo requisito no serán
adm itidos (art. 241, prim er párrafo, del C.P.C.). El aludido artículo 268
del Código Procesal Civil versa sobre el nom bram iento de peritos y
preceptúa que: A. el Consejo Ejecutivo de cada Distrito Judicial formula
anualm ente la lista de los especialistas que podrán ser nom brados peritos
en un proceso, tom ando como base la propuesta alcanzada por cada
colegio profesional; B. cuando la pericia no requiera de profesionales
universitarios, el juez nom brará a la persona que considere idónea; y
C. la misma regla se aplica en las sedes de los Juzgados donde no hayan
peritos que reúnan los requisitos antes señalados.
Si la traducción es impugnada, el im pugnante debe indicar
expresamente en qué consiste el presunto defecto de traducción. En tal
caso el juez debe designar otro traductor, cuyos honorarios los pagará
el impugnante. Si la observación resultara maliciosa, se im pondrá una
m ulta (art. 241, último párrafo, del C.P.C.).

18.9Ineficacia probatoria por falsedad de docum ento


De acuerdo a lo norm ado en el artículo 242 del Código Procesal
Civil:
Si se declara fundada la tacha de un docum ento por haberse
probado su falsedad, no tendrá eficacia probatoria.

344
M Á X IM O CASTILLO QUISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

Si en proceso penal se establece la falsedad de un docum ento,


este carece de eficacia probatoria en cualquier proceso civil.
El artículo 244 del Código Procesal Civil trata acerca de la falsedad
o inexistencia de la m atriz de un docum ento público y señala que la
copia de un docum ento público declarado o com probadam ente falso o
inexistente, no tiene eficacia probatoria, aplicándose la misma regla a
las copias certificadas de expedientes falsos o inexistentes.

18.10 Ineficacia probatoria por nulidad de docum ento


Cuando en un docum ento resulte manifiesta la ausencia de una
form alidad esencial que la ley prescribe bajo sanción de nulidad, aquel
carece de eficacia probatoria. Esta declaración de ineficacia podrá ser
de oficio o como consecuencia de una tacha fundada. Así lo establece
el artículo 243 del Código Procesal Civil.

18.11 D ocum ento de fecha cierta


Como es sabido, todo docum ento público da fe, entre otras cosas,
de la fecha en que ha sido otorgado, teniendo, pues, fecha cierta.
Tratándose de un docum ento privado (según el art. 245 del
C.P.C.), este adquiere fecha cierta y produce eficacia jurídica como tal
en el proceso desde:
1. La m uerte del otorgante.
2. La presentación del docum ento ante funcionario público.
3. La presentación del docum ento ante notario público, para
que certifique la fecha o legalice las firmas.
4. La difusión a través de un medio público de fecha determ inada
o determinable.
5. O tros casos análogos.
Excepcionalmente, el juez puede considerar como fecha cierta la
que haya sido determ inada por medios técnicos (es decir, pericialm ente)
que le produzcan convicción (art. 245, último párrafo, del C.P.C.).

345
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

18.12 Reconocim iento de docum entos


«El reconocim iento es el acto expreso o implícito en virtud del
cual el autor jurídico del docum ento o sus causahabientes le otorgan
autenticidad, sea espontáneam ente o por citación judicial a solicitud
de parte interesada» (DEVIS ECHANDÍA, 1970, Tomo II: 563).
«Tal reconocim iento puede hacerse explícita o implícitamente, por
cuanto la parte contra la cual se presenta la escritura puede admitir,
m ediante una declaración expresa, la autenticidad de la escritura, o
puede admitirla, en cuanto no la impugne, o reconozca el contenido de
dicha escritura» (ROCCO, 1976, Volumen III: 115).
Según Casarino Viterbo, los docum entos privados se tienen por
reconocidos en los siguientes casos:
«a) Cuando así lo ha declarado enjuicio la persona a cuyo nombre
aparece otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace
valer (...).
Se trata (...) de un reconocim iento expreso. Puede producirse
este reconocim iento en cualquier estado del juicio y en
cualquier trámite, diligencia o actuación. La persona a cuyo
nombre aparece otorgado el instrum ento, podrá ser la parte
m ism a o un tercero, y la parte en contra de la cual se hace
valer podrá haberlo escrito y firmado, o no;
b) Cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento
público o en otro juicio diverso (...).
Es otra forma de reconocim iento expreso, pero extrajudicial.
El reconocim iento puede haberse efectuado por la persona a
cuyo nom bre aparece otorgado el instrum ento privado o la
parte contra quien se hace valer, y puede haberse efectuado,
ya en un instrum ento público, ya en un juicio diverso;
c) Cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria, no se
alega su falsedad o falta de integridad (...), debiendo el tribunal,
para este efecto, apercibir a aquella parte con el reconocimiento
tácito del instrumento si nada expone (...).

346
M Á X IM O CASTILLO QUISPE / EDW AR SA N CH EZ BRAVO

Aquí estamos en presencia de un reconocim iento tácito (...).


La jurisprudencia entiende que, en este caso, el instrum ento
privado debe em anar exclusivamente de la parte en contra
de la cual se hace valer, que no im porta si se encuentra
firmado o no, bastando que lo haya escrito. Se excluyen, por
consiguiente, del reconocim iento tácito (...) los instrum entos
privados em anados de terceras personas ajenas al juicio.
(...)
d) Cuando se declare la autenticidad del instrumento por
resolución judicial...» (CASARINO VITERBO, 1984, Tomo
IV: 112-113).
Nuestro ordenam iento procesal, en relación al reconocim iento
de docum entos (por su otorgante, por el representante de éste, por su
autor o responsable, o por tercera persona), establece lo siguiente:
El docum ento privado reconocido tiene para las partes y en
relación a tercero, si este es el otorgante, el valor que el juez le
asigne. No es necesario el reconocimiento, si no hay tacha. Si
com pareciendo la parte se niega a reconocer, el docum ento
será apreciado por el juez al m om ento de resolver, atendiendo
a la conducta del obligado (art. 246 del C.P.C.).
Si el obligado desconoce el docum ento o su contenido, se
puede proceder a establecer su autenticidad a través del cotejo.
Acreditada la autenticidad del docum ento, el juez apreciará la
conducta del falsario al m om ento de resolver, sin perjuicio
de aplicarle una m ulta no m enor de cinco ni mayor de veinte
Unidades de Referencia Procesal (art. 247 del C.P.C.).
Si el docum ento está firmado por un tercero a ruego del
otorgante, se practicará el reconocim iento por ambos;
debiendo el otorgante manifestar si la persona que firmó es la
misma a quien rogó con tal objeto, y si nota alteraciones, las
señalará (art. 248 del C.P.C.).
El citado a reconocer un docum ento escrito debe expresar
si la firma que se le m uestra es suya y si el docum ento es el

347
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

mismo que suscribió u otorgó, o si tiene alteraciones, indicará


en qué consisten estas. Si el docum ento carece de firma, se
interrogará al otorgante sobre la autenticidad de su contenido
y, si hay alteraciones indicará en qué consisten estas. Por
m uerte o incapacidad del otorgante, serán llamados a realizar
el reconocim iento su heredero o su representante legal,
quienes declararán sobre la autenticidad de la firma (art. 249
del C.P.C.).
Los docum entos otorgados, extendidos o suscritos por
quienes al tiem po de hacerlo tenían representante legal, serán
reconocidos por estos o por sus actuales representantes. La
misma regla se aplica para el reconocim iento de docum entos
otorgados por personas jurídicas (art. 250 del C.P.C.).
Las publicaciones en diarios, revistas, libros y demás impresos,
cualquiera sea el medio técnico utilizado, serán reconocidos
por sus autores o responsables (art. 251 del C.P.C.).
Los docum entos no escritos a que se refiere el artículo 234 del
Código Procesal Civil (vale decir, los impresos, fotocopias,
facsímil o fax, planos, cuadros, dibujos, fotografías,
radiografías, cintas cinematográficas, m icroform as tanto en
la m odalidad de microfilm como en la m odalidad de soportes
informáticos, y otras reproducciones de audio o video, la
telemática en general y demás objetos que recojan, contengan
o representen algún hecho, o una actividad hum ana o su
resultado), serán reconocidos por sus autores o responsables.
La parte que ofrece el medio probatorio tiene la obligación
de poner a disposición del órgano jurisdiccional los medios
necesarios para su actuación. El juez dejará constancia de los
hechos que observe y de los que indiquen los intervinientes
(art. 252 del C.P.C.).
Por m uerte del otorgante o autor serán citados a reconocer el
heredero o en su defecto la persona que, a pedido de parte,
pueda pronunciarse sobre la autenticidad del docum ento (art.
253 del C.P.C.).
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

La ausencia o incum plim iento al reconocim iento por


terceros, será sancionada en la form a prevista para los testigos
(art. 254 del C.P.C.), vale decir, el tercero será sancionado con
m ulta no mayor de cinco Unidades de Referencia Procesal,
sin perjuicio de ser conducido al Juzgado con el auxilio de
la fuerza pública, en la fecha que fije el juez para que tenga
lugar el reconocim iento del docum ento, solo si lo considera
necesario (art. 232 del C.P.C.).

18.13 Cotejo de docum entos


El cotejo se verifica «... Facilitando al tribunal un docum ento
reputado como indubitado (o sea, procedente del supuesto autor del
dudoso), para que investigue si los rasgos de la letra son los mismos
en ambos. El docum ento de confrontación tiene que ser facilitado por
el probador, que, en caso necesario, puede valerse del procedim iento
de exhibición (.). El cotejo se practica por el tribunal y resuelve
libremente, bien independientem ente, bien requiriendo el auxilio de
peritos calígrafos...» (KISCH, 1940: 235).
Alsina indica sobre el objeto de nuestro estudio que:
«... La palabra cotejo tiene respecto de la prueba instrum ental
dos significados: unas veces se la emplea para referirse a la
confrontación de los docum entos públicos con sus originales
y otras implica una prueba caligráfica cuando se im pugna la
autenticidad de un docum ento privado o la de un instrum ento
público cuya falsedad se alega o cuando carece de m atriz y
no puede ser reconocida por el funcionario que la expidió.
En su segunda acepción, (...) la prueba por cotejo consiste
en la dem ostración de la autenticidad de una firma m ediante
su com paración con otra reconocida como auténtica. La ley
parte del supuesto de que cada persona firma de una m anera
particular y que ella perm ite individualizar a su autor. En
efecto, la ciencia ha dem ostrado que ciertos rasgos de la letra
son constantes, rasgos que la caligrafía, que es la ram a que
se ocupa de esta m ateria, llama típicos o básicos, porque aun
intencionalm ente no es posible eliminarlos...» (ALSINA,
1961, Tomo III: 437-438).
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

De conform idad con lo dispuesto en la parte inicial del artículo


247 del Código Procesal Civil, si el obligado a reconocer un docum ento
desconoce el mismo o su contenido, se puede proceder a establecer su
autenticidad a través del cotejo.
De acuerdo a lo norm ado en el artículo 255 del Código Procesal
Civil, se puede ofrecer el cotejo de la copia de un docum ento público
con su original.
En aplicación del artículo 256 del Código Procesal Civil, si se tacha
o no se reconoce una copia o un docum ento privado original, puede
procederse al cotejo de la copia con el original o la del docum ento
privado, en la forma prevista para la actuación de la prueba pericial
en lo que corresponda, por lo que deberá tenerse presente las norm as
contenidas en el Capítulo VI («Pericia») del Título VIII («Medios
Probatorios») de la Sección Tercera («Actividad Procesal») del Código
Procesal Civil.
Cuando se trate de docum entos escritos, el cotejo de la firma o
letra se efectúa con los siguientes docum entos atribuidos al otorgante
(contemplados en el art. 257 del C.P.C.):
1. D ocum entos de identidad.
2. Escrituras públicas.
3. D ocum entos privados reconocidos judicialmente.
4. Actuaciones judiciales.
5. Partidas de los Registros del Estado Civil.
6. Testamentos protocolizados (vale decir, incorporados al
registro notarial de escrituras públicas).
7. Títulos valores no observados.
8. Otros docum entos idóneos.
El cotejo se hará prefiriendo el docum ento en atención al orden
antes indicado (art. 257, penúltim o párrafo, del C.P.C.).
El juez puede disponer además que, en su presencia, la persona a
quien se atribuye un docum ento tachado escriba y firme lo que le dicte

350
M Á X IM O CASTILLO Q UISPE / EDW AR SÁNCH EZ BRAVO

(art. 257, parte final, del C.P.C.).


Advertimos que el cotejo de docum entos se rige, además, por
las norm as de la prueba pericial, en cuanto sean pertinentes (art. 258
del C.P.C.), por lo que, reiteramos, se debe tener en consideración
lo norm ado en el Capítulo VI («Pericia») del Título VIII («Medios
Probatorios») de la Sección Tercera («Actividad Procesal») del Código
Procesal Civil.

18.14 Exhibición de docum entos


«... La exhibición consiste en m ostrar el docum ento al tribunal y
agregar copia autorizada de él a los autos; pero cuando aquella deba
hacerse por un tercero, podrá este exigir que en su propia casa u oficina
se saque testim onio de los instrum entos por un m inistro de fe (...).
Como se ve, en todo caso, el docum ento cuya exhibición se pretende
no es agregado m aterialm ente al proceso sino (...) una copia autorizada
del mismo» (CASARINO VITERBO, 1984, Tomo IV: 96).
«... Con la exhibición se tiende a adquirir m aterialm ente para el
proceso ‘un docum ento u otra cosa (mueble) de la que el juez considere
necesaria la adquisición para el proceso’ (...); en (...) (este) caso son
las partes o el tercero quienes deben desplazar la cosa o el docum ento
(...) por orden del juez para que sea adquirida para el proceso y de él
puedan tom ar vista las partes, por toda la duración de la instrucción...»
(MICHELI, 1970, Volumen II: 123).
«La exhibición se decreta a petición de parte, y el tribunal para
ordenarla debe constatar la concurrencia de dos requisitos: I o que los
docum entos tengan relación directa con la cuestión debatida, y 2oque los
docum entos no revistan el carácter de secretos o confidenciales. Ambos
requisitos son cuestiones de hecho, que apreciará prudencialm ente el
tribunal...» (CASARINO VITERBO, 1984, Tomo IV: 96).
En opinión de Micheli:
«... La exhibición se admite en el caso en que el juez (...)
considere necesaria la adquisición para el proceso del
docum ento o de la cosa mueble (...).

351
M A N U A L DE DERECHO PROCESAL CIVIL

(...) El juez instructor puede adm itir la exhibición de pruebas,


a instancia de parte, siempre que considere dicha prueba
necesaria para el conocim iento de los hechos de la causa, sin
necesidad de deber indagar si existe un derecho material, a
obtener la exhibición del docum ento y de la cosa, a favor de
la parte que pide tal exhibición. Con la orden de exhibición
se produce una limitación dentro del principio dispositivo a
cargo de la parte a la que la exhibición se le ordena y que, bien
puede ocurrir, haya considerado oportuno no exhibir la cosa o
el docum ento, y además se verifica, en el plano sustancial, una
limitación al derecho de propiedad que la parte o el tercero
tienen sobre el docum ento o bien sobre la cosa...» (MICHELI,
1970, Volumen II: 124).
Nuestro ordenam iento jurídico procesal, acerca de la exhibición
de docum entos, prescribe lo siguiente:
Los terceros solo están obligados a exhibir los docum entos
que pertenezcan o manifiestamente incum ban o se refieran a
alguna de las partes (art. 259 del C.P.C.).
Puede ordenarse la exhibición de los docum entos de una
persona jurídica o de un comerciante, dando el solicitante la
idea más exacta que sea posible de su interés y del contenido.
La actuación se lim itará a los docum entos que tengan relación
necesaria con el proceso (art. 260, prim er párrafo, del C.P.C.).
La exhibición se tiene por cum plida si se acom pañan copias
completas debidam ente certificadas de los docum entos
ordenados (art. 260, segundo párrafo, del C.P.C.).
Si la exhibición está referida a docum entos públicos se cumple
con ella dando razón de la dependencia en que está el original
(art. 260, penúltim o párrafo, del C.P.C.).
A pedido de parte y en atención al volumen del material
(docum ental) ofrecido, el juez puede ordenar que la exhibición
se actúe fuera del local del Juzgado (art. 260, parte final, del
C.P.C.).

352
M Á X IM O CASTILLO Q U ISPE / EDW AR SÁ NCH EZ BRAVO

El incum plim iento de la parte obligada a la exhibición, será


apreciado por el juez al m om ento de resolver, sin perjuicio
de aplicar una m ulta no m enor de tres ni mayor de cinco
Unidades de Referencia Procesal. Si el que incum ple es un
tercero, se le aplicará una multa no m enor de tres ni mayor
de cinco Unidades de Referencia Procesal, la que podrá ser
doblada si vuelve a incum plir en la nueva fecha fijada por el
Juez. En ambos casos, la multa se aplicará sin perjuicio de
la responsabilidad penal a que hubiere lugar (art. 261 del
C.P.C.).

También podría gustarte