Está en la página 1de 4

PRÁCTICA DE SUBRAYADO

NOMBRES Y APELLIDOS: Luis Angel Fierro Arhuiri

GRUPO: Derecho1-3

SUBRAYE LAS IDEAS QUE CONSIDERA RELEVANTES EN CADA TEXTO QUE SE LE PRESENTE Y
JUSTIFIQUE MEDIANTE UN COMENTARIO EL POR QUÉ:

TEXTO 1

Dos rojas lenguas de


fuego

que a un mismo tronco


enlazadas

se aproximan y al besarse

forman una sola llama;

   dos notas que del laúd


a un tiempo la mano arranca
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;

   dos olas que vienen juntas


a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;

   dos jirones de vapor


que del lago se levantan
y al juntarse allí en el cielo
forman una nube blanca:

   dos ideas que al par brotan,


dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden...:
eso son nuestras dos almas.

(Gustavo Adolfo Bequer)


TEXTO 2:

A la par del aumento de la popularidad del celular también creció la preocupación por las
posibles consecuencias negativas que trae aparejadas su uso (Merlo, Stone, & Bibbey, 2003).
Teniendo en cuenta que para muchos usuarios el celular es lo primero que miran al despertar y
lo 216 último al acostarse (Lee, Chang, Lin, & Chen, 2013), es posible sospechar que las
ventajas del celular puedan estar acompañadas de aspectos nocivos para la persona. Existen
varios trabajos reportando una variada gama de síntomas asociados al celular, a continuación,
se detallarán solo algunos ejemplos.

Un estudio realizado en Noruega y Suecia (Oftendal, Wilén, Sandstörm, & Mild, 2000) revela
que entre un 13 y 30 por ciento de las personas relevadas, habían experimentado síntomas en
conexión al uso del celular. Los síntomas más habituales incluían sensación de calor en las
orejas, ardor en la piel de la cara y cefaleas. Agarwal, Deepinder, Sharma, Ranga y Li (2008)
hallaron conexión entre el uso del celular y una disminución en la cantidad y calidad de los
espermatozoides en pacientes hombres que consultaban por temas de infertilidad. Por otro
lado, se halló relación entre el uso intenso del celular y alteraciones en el sueño, estrés y
depresión (Thomée, Härenstam, & Hagberg, 2011).

Un estudio británico, llevado a cabo por el instituto YouGov (2011), buscó estimar la ansiedad
que sufren los usuarios de los teléfonos móviles, llegando a la conclusión de que 53% de los
usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido tienden a sentir ansiedad cuando pierden su
teléfono móvil, se les agota la batería o el crédito, o no tienen cobertura de la red. Respecto de
las razones para que la ansiedad se manifestase, el 55% afirmó que era por el hecho de estar
―aislado‖ de las posibles llamadas o mensajes de familiares y amigos, mientras que un escaso
10% afirmó que la causa era su trabajo, ya que le exigía estar conectado permanentemente.
Además, alrededor del 60% de los hombres y el 20% de las mujeres sufre de fobia, y un 9%
adicional se siente estresado cuando sus móviles están apagados. De ahí surge el término
―nomofobia‖ para referirse al miedo irracional a salir de la casa sin el teléfono móvil. El
término es una abreviación de ―no-mobile-phone phobia‖.

scielo.org.bo/pdf/rap/v17n2/v17n2_a01.pdf
TEXTO 3: circunstancias, prefiere salvar su vida y la de su
CAPÍTULO SEGUNDO ÓRDENES, COSTUMBRES
Y CAPRICHOS tripulación a salvar la carga, por preciosa que

Te recuerdo brevemente donde estamos. sea. ¡Ojalá no se hubiera levantado la maldita

Queda claro que hay cosas que nos convienen tormenta! Pero la tormenta no puede elegirla,

para vivir y otras no, pero no siempre está claro es cosa que se le impone, cosa que le pasa,

qué cosas son las que nos convienen. Aunque quiera o no; lo que en cambio puede elegir es el

no podamos elegir lo que nos pasa, podemos comportamiento a seguir en el peligro que le

en cambio elegir lo que hacer frente a lo que amenaza. Si tira el cargamento por la borda lo

nos pasa. Modestia aparte, nuestro caso se hace porque quiere... y a la vez sin querer.

parece más al de Héctor que al de las Quiere vivir, salvarse y salvar a los hombres que

beneméritas termitas... Cuando vamos a hacer dependen de él, salvar su barco; pero no

algo, lo hacemos porque preferimos hacer eso quisiera quedarse sin la carga ni el provecho

a hacer otra cosa, o porque preferimos hacerlo que representa, por lo que no se desprenderá

a no hacerlo. ¿Resulta entonces que hacemos de ella sino muy a regañadientes. Preferiría sin

siempre lo que queremos? Hombre, no tanto. A duda no verse en el trance de tener que

veces las circunstancias nos imponen elegir escoger en re la pérdida de sus bienes y la

entre dos opciones que no hemos elegido: pérdida de su vida. Sin embargo, no queda más

vamos, que hay ocasiones en que elegimos remedio y debe decidirse: elegirá lo que quiera

aunque preferiría no tener que elegir. Uno de más, lo que crea 24 caso de peligro. Ni tampoco

los primeros filósofos que se ocupó de estas para arrojarla, claro está, por mucho que en la

cuestiones, Aristóteles, imaginó el siguiente mayoría de los casos fuese habitual

ejemplo. Un barco lleva una importante carga desprenderse de ella. Cuando las cosas están

de un puerto a otro. A medio trayecto, le de veras serias hay que inventar y no

sorprende una tremenda tempestad. Parece sencillamente limitarse a seguir la moda o el

que la única forma de salvar el barco y la hábito... Tampoco parece que sea ocasión

tripulación es arrojar por la borda el propicia para entregarse a los caprichos. Si te

cargamento, que además de importante es dijeran que el capitán de ese barco tiró la carga

pesado. El capitán del navío se plantea el no Porque lo considerase prudente, sino por

problema siguiente: «¿Debo tirar la mercancía capricho (o que la conservó en la bodega por el

o arriesgarme a capear el temporal con ella en mismo motivo), ¿qué pensarías? Respondo Por

la bodega, esperando que el tiempo mejore o ti: que estaba un poco loco. Arriesgar la fortuna

que la nave resista?» Desde luego, si arroja el o la vida sin otro móvil que el capricho tiene

cargamento lo hará porque prefiere hacer eso a mucho de chaladura, y si la extravagancia

afrontar el riesgo, pero sería injusto decir sin compromete la fortuna o la vida del prójimo

más que quiere tirarlo. Lo que de veras quiere merece ser calificada aún más duramente.

es llegar a puerto con su barco, su tripulación y ¿Cómo podría haber llegado a mandar un barco

su mercancía: eso es lo que más le conviene. semejante antojadizo irresponsable? En

Sin embargo, dadas las borrascosas momentos tempestuosos a la persona sana se


le pasan casi todos los caprichitos y no le queda
sino el deseo intenso de acertar con la línea de
conducta más conveniente, o sea: más racional.
¿Se trata entonces de un simple problema
funcional, de encontrar el mejor medio para
llegar sanos y salvos a puerto? Vamos a
suponer que el capitán llega a la conclusión de
que para salvarse basta con arrojar cierto peso
al mar, sea peso en mercancías o sea peso en
tripulación. Podría entonces intentar convencer
a los marineros de que tirasen por la borda a
los cuatro o cinco más inútiles de entre ellos y
así de este modo tendrían una buena
oportunidad de conservar las ganancias del
flete. Desde un punto de vista funcional, a lo
mejor era ésta la mejor solución para salvar el
pellejo y también para asegurar las ganancias...
Sin embargo, algo me resulta repugnante en tal
decisión y su pongo que a ti también. ¿Será
porque me han dado la orden de que tales
cosas no deben hacerse, o porque no tengo
costumbre de hacerlas o simplemente porque
no me apetece -tan caprichoso soy
comportarme de esa manera? Perdona que te
deje en un suspense digno de Hitchcok, pero no
voy a decirte para acabar qué es lo que a la
postre decidió nuestro zarandeado capitán.
¡Ojalá acertase y tuviera ya buen viento hasta
volver a casa! La verdad es que cuando pienso
en él me doy cuenta de que todos vamos en el
mismo barco... (Ética para Amador de Fernando
Savater)

También podría gustarte