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Historia[editar]

La cognoscibilidad, el cognoscente, lo cognoscible y la intercognoscibilidad, se convierten en los


objetos de estudio de las ciencias cognitivas, con el apoyo de tecnologías como tomografías
encefálicas.

Si bien hay textos de Platón y Aristóteles, y posteriormente de David Hume, Immanuel Kant y
Benedicto Spinoza, entre otros, que se ocuparon de la mente y la situaron en el ámbito
filosófico, estos pensadores utilizaban herramientas y conceptos muy distintos a los que
emplean los científicos cognitivos.
La preocupación por desarrollar investigaciones científicas y tecnológicas en torno a los
fenómenos del comportamiento, de la mente y de la [inteligencia] está presente en muy diversos
programas de investigación y enfoques desde finales del siglo XIX y durante la primera mitad del
siglo XX. En los años 40, destacan Kurt Gödel, Alan Turing, Alonzo Church y John von
Neumann como precursores de la ciencia cognitiva al sentar las bases de la teoría de la
computación y los ordenadores.5
Por eso, a mediados del siglo XX, surgen con relativa independencia enfoques con objetos de
estudio convergentes, pero con metodologías divergentes. Esto se ve en los estudios de
psicología cognitiva de Lev Vygotski, Aleksandr Lúriya, Jean Piaget y Jerome Bruner; de
psicología de la Gestalt o de la forma, por parte de Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt
Koffka y Kurt Lewin; de cibernética de Warren McCulloch y Norbert Wiener; de psicobiología
cognitiva de Karl Lashley y Donald Hebb. En este contexto a finales de la década de 1950 e
inicios de la de 1960 surgen esfuerzos transdisciplinarios por lograr una convergencia teórica y
metodológica. Un primer intento lo realizan un psicólogo, Allen Newell, y un economista, Herbert
Simon, integrando investigaciones de psicología cognitiva con las incipientes técnicas de
programación lógica, construyendo los primeros programas que juegan al ajedrez y
demostradores de teoremas automáticos, que se convierten entonces en los primeros pasos de
la disciplina que eventualmente John McCarthy, creador del lenguaje LISP, denominará
inteligencia artificial (el primer modelo de inteligencia artificial fue de tipo funcionalista y se
sustentó en la Tesis de Church-Turing). Newell y Simon ensamblarán el primer programa
transdisciplinario de investigación en las ciencias cognitivas: «La hipótesis del sistema de
símbolos físicos»,6 que permite la modelación funcionalista de la mente y su emulación en
plataformas de computación electrónica. Allen Newell y Herbert Simon presentaron en un
simposio en el MIT, en 1956, con el título «La máquina de la teoría lógica», 7 la primera
demostración completa de un teorema realizado por una computadora. En el mismo simposio,
Noam Chomsky esbozó «Tres modelos de lenguaje», donde presentaba su modelo
transformacional de la gramática, y el psicólogo George Armitage Miller explicó su trabajo
seminal sobre representaciones mentales, fragmentos de información que son codificados y
descodificados en la mente.
Estos esfuerzos por lograr una convergencia teórica y metodológica, emprendidos por John
McCarthy, Marvin Minsky, Allen Newell, y Herbert Simon, permitieron que surgiera la inteligencia
artificial, que no solo es transdisciplinaria, sino que deshace las fronteras rígidas entre la ciencia,
la tecnología y la filosofía.
De esta manera, emerge de manera incipiente la primera comunidad de tecno-científicos
cognitivos; la cual permite a cada uno, desde sus respectivos ámbitos, dar cuenta de que la
psicología experimental humana, la lingüística teórica y la simulación artificial de procesos
cognitivos pueden integrarse transdisciplinariamente en una «totalidad de mayor rango
explicativo» que cada una de las disciplinas por separado. Esta nueva comunidad tecno-
científica, en los años posteriores, gradualmente integrará sus aplicaciones metodológicas, una
jerga en común (términos teóricos y no teóricos), y así se consolidará un núcleo teórico de lo
que eventualmente recibirá la denominación de «ciencias cognitivas».
Es posible ubicar los orígenes institucionales a mediados de la década de 1970, con la
fundación de la Cognitive Science Society y la revista Cognitive Science, en la cual se han
publicado algunos de los textos que se consideran clásicos de estas ciencias. Desde entonces
se han diversificado los ámbitos de investigación cognitiva, los centros, institutos, grados y
postgrados de estudios cognitivos alrededor de todo el mundo. Esto ha dado lugar a una alta
densidad de resultados de investigaciones transdisciplinarias y una multiplicidad de
publicaciones periódicas, libros y enciclopedias. Actualmente, existen programas de ciencia
cognitiva en más de sesenta universidades de todo el mundo. 8

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