SALMOS 56- CONFIANZA EN LA TIERRA

El libro de salmos revela emociones humanas que muestran la sabiduría de Dios, de

cómo obra en cada escritor. En el capítulo 56 se muestra la expresión de confianza hacia
Dios que vence todo temor que hay en la tierra. Esta oración de David fue realizada en
el momento de la circunstancia en la que fue capturado y llevado delante de Aquis rey
de Gat.

Si bien vemos que David estando fuera de su ciudad natal, decidió estar en comunión
con Dios, a pesar del difícil momento que él estaba viviendo. En el versículo 2 vemos el
clamor que realiza sobre los hombres: “Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque
muchos son los que pelean contra mí con soberbia” (Salmos 56:2). Vemos cómo habla
con Dios, diciendo en el verso 3: “En el día que temo Yo en ti confió”, mostrando
seguridad en lo que hacía y a quien servía.

Claramente, este capítulo muestra la confianza que David pone en Dios y se ve cómo
obra el todopoderoso en su vida y lo que fue de él. Teniendo en cuenta que, aunque el
ser humano o el Diablo trate de apagar nuestra fe hacia nuestro creador, debemos tener
nuestra mirada fija en él y tratar de mejorar en lo que podamos. Muchas veces pensamos
que todo va mal cuando más nos acercamos a Dios y nos preguntamos ¿Por qué me pasa
esto a mí? ¿Por qué Dios permite estas cosas en mi vida? ¿Por qué nadie me escucha?
¿Por qué nadie me ama?

Estas y muchas más son las preguntas que se hace cada ser humano cuando está solo, ó
cuando pasó por una circunstancia difícil. El acto que demuestra David es el mismo acto
que nosotros, como seres humanos, debemos tomar en cuenta, que en nuestros
momentos más difíciles debemos acercarnos al creador del mundo, aquel que dio su
vida por ti.

Debemos tener en cuenta que cada paso que damos, así como David caminaba con Dios
a pesar del doloroso momento por el que pasaba, él demostró su confianza en Dios y no
en los hombres de la tierra. David clamó al Padre creador y agradeciendo lo que Dios
hizo por él.

Hoy, Dios te invita a que pongas tu confianza en él. La cercanía que tenemos con él
crecerá en gran manera. Al mismo tiempo, eleva voces de júbilo y agradecimiento por el
momento tan especial que Dios permitió en tu vida. Muestra seguridad y confianza en el
creador.