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PROTOMÁRTIRES DE LA INDEPENDENCIA DE BOLIVIA

El levantamiento de La Paz, del 16 de julio de 1809, fue le intento más serio de entonces,
para transformar la estructura colonial. El objetivo fue acabar con el dominio español.

Los protagonistas trabajaron desde 1805 para difundir sus ideas de libertad.

Tras estallar la revolución del 16 de julio, llegaron las fuerzas realistas a la ciudad y
obligaron a los patriotas al repliegue de sus fuerzas hasta los Yungas, donde fueron
derrotados en Irupana y en Chicaloma. Allí aparecieron Victorio García Lanza y Antonio De
Castro.

El 29 de enero de 1810 se cumplió la sentencia de muerte para nueve patriotas que la


Historia conoce con el nombre de Protomártires de la Independencia: Pedro Domingo
Murillo, Juan Antonio Figueroa, Basilio Catacora, Apolinar Jaén, Buenaventura Bueno, Juan
Bautista Sagárnaga, Melchor Jiménez, Mariano Graneros y Gregorio García Lanza fueron
llevados al patíbulo en la Plaza Mayor, frente a la capilla del Loreto el 29 de enero de
1810.

La revolución no pudo consolidarse y sus principales protagonistas condenados a morir en


la horca, pero iniciaron la guerra de la independencia, que en el caso del Alto Perú
concluyó el 6 de agosto de 1825, en La Plata, ciudad que posteriormente pasó a llamarse
Sucre.

La revolución del 16 de julio de 1809 fue el corolario de las distintas acciones


desarrolladas por criollos, mestizos, indígenas y afrodescendientes en procura de lograr la
emancipación del dominio español, que durante tres siglos se ejerció sobre estas colonias.

“Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno de nuestra patria; hemos
visto con indiferencia por más de tres siglos, sometida nuestra primitiva libertad al
despotismo y tiranía del usurpador injusto, que degradándonos de la especie humana, nos
ha reputado por salvajes y mirado como esclavos; hemos guardado un silencio bastante
parecido a la estupidez que nos atribuye por el inculto español, sufriendo con tranquilidad
que el mérito de los americanos haya sido siempre presagio cierto de humillación y
ruina…” Por eso, la Proclama de la Junta Tuitiva llama a la rebelión y condena el
colonialismo de los españoles.

Las medidas adoptadas por los nuevos gobernantes fueron profundamente


revolucionarias. Se aprobó un Estatuto Constitucional, que es considerado como la
primera Carta Magna en los dominios hispanos; se prohibió y sancionó, hasta con la pena
capital, la discriminación; se forjó una alianza de clases para el gobierno de la patria, se
eliminaron los impuestos que favorecía a las Cajas Reales de España a través del Virreinato
y que perjudicaban principalmente a los indígenas, se creó un Ejército patriótico, que
combatió bajo la enseña rojiverde, la primera enseña patria en el subcontinente.
Antes de morir, Murillo pronunció lo que había de ser una verdadera profecía:
“Compatriotas, yo muero, pero la tea que dejo encendida ya nadie la podrá apagar"

Este año conmemoramos los 213 años de la Revolución del 16 de Julio de 1809 y a los
Protomártires de la Independencia Americana.

Pedro Domingo Murillo

Nació el 17 de septiembre de 1757 en la ciudad de La Paz. Fue abogado, papelista,


hacendado, y posteriormente, soldado de la corona española. Fue la figura central de l
alzamiento que estalló en La Paz el 16 de julio de 1809 en la que él encabezó. Conformó la
Junta Tuitiva y enfrentó a las tropas de José Miguel de Goyoneche.

Murió Vencido y apresado, es juzgado en consejo de guerra y ahorcado en La Paz el 29 de


enero de 1810, junto con otros patriotas.

El 16 de julio es recordado por La Paz como efeméride cívica con un desfile de teas en
conmemoración a la revolución que encabezó y por la que murió.

Juan Antonio Figueroa

Había nacido en España, más concretamente en Galicia, en el siglo XVIII. Su padre lo llevó
cuando aún era niño a Potosí (Bolivia). Ya en la edad adulta, militó varios años en la
Marina, después regreso a Potosí y ejerce allá su profesión de sastre.

Tras el levantamiento del 16 de julio de 1809, al mando del patriota paceño Pedro
Domingo Murillo, fue nombrado teniente de artillería.

Juan Antonio Figueroa fue ejecutado después de Pedro domingo Murillo. Goyeneche lo
había condenado a la horca, el patriota se encontraba suspendido, pero al momento de la
ejecución se rompió la soga arrastrando en su caída al verdugo, entonces fue sometido a
la pena del garrote. Golpe tras golpe cayó sobre el hombre, pero éste se levantó,
vacilante, ante el asombro de los espectadores. Aun así, no murió entonces un soldado se
acercó para cortarle la cabeza. Juan Antonio Figueroa tristemente sufrió triple martirio.

Cuando Figueroa finalmente dejó de existir, su cadáver fue sepultado en la iglesia del
Sagrario.

Basilio Catacora

Juan Basilio Catacora (Ácora, Puno 1768 – La Paz, 1810) asesinado mediante garrote vil y
luego expuesto en la horca, fue descendiente de mallkus aymaras de Chuchito y educado
por el sacerdote José Erazo de Burundi. Participó en la revolución americana y
composición de la Junta Tuitiva de 1809, en La Paz.

Apolinar Jaén
Nació en Oruro en el año 1776. Con su esposa María Carmen Rodríguez se radicó en 1806
en el pueblo de Coroico, dedicándose al comercio de coca.

Jaén intentó promover la causa revolucionaria en los pueblos de Yungas, para lo cual salió
de Coroico el 24 de octubre de 1809 hacia Chulumani al mando de una división de
cincuenta milicianos armados y dos mil indios conducidos por el protector de naturales
Francisco Pozo, a los que se sumaron numerosos esclavos de las haciendas de la zona. En
Chicaloma fueron vencidos por lo que el 26 de octubre se retiró a Chulumani y de allí a
Coroico.

Fue condenado a muerte y ejecutado el 29 de enero de 1810. Sus restos fueron


sepultados en el atrio del templo de San Francisco. Su cabeza fue enviada a Coroico para
ser colocada en la plaza.

Buenaventura Bueno

Buenaventura Bueno nació en la ciudad de Arequipa, Perú, el 16 de julio de 1768. Estudió


en el Colegio Seminario de la ciudad de Misti, sobresaliendo en el estudio del latín,
dedicándose posteriormente a su enseñanza. Se trasladó a La Paz en 1784 y se integró
rápidamente a su sociedad.

Se casó con Petrona Francisca Blancader Canizares, y tuvo con ella seis hijos.

Juan Bautista Sagárnaga

Juan Bautista Sagárnaga Durán nació en La Paz el 14 de junio de 1766 hijo de Manuel
Sagárnaga, tesorero real, y María Carrasco Durán. Fue enviado casi niño a Chuquisaca,
ciudad en la que se graduó de doctor en leyes en la Universidad Mayor Real y Pontificia
San Francisco Xavier de Chuquisaca el 14 de enero de 1790.

Sagárnaga participó del movimiento liderado por Pedro Domingo Murillo como
propagandista, escribiendo pasquines que, anónimos, aparecían luego en los muros de la
ciudad.

El 29 de enero de 1810 fue ahorcado en el centro de la Plaza de Armas, el último de los


que subió al cadalso. Descolgado su cadáver seis horas después, fue conducido al templo
de San Juan de Dios y sepultado en su atrio juntamente con los restos mutilados de
Murillo.

Melchor Jiménez

Melchor Jiménez nació en Caracato de la provincia de Sicasica (actual Provincia de José


Ramón Loayza del departamento de La Paz) en 1767, hijo natural de Tomás Rodríguez y
Tomasa Aircora y Valdés, de escasos recursos económicos.
La única instrucción que recibió fue la impartida por el teniente de su parroquia, Feliciano
Arnau. Trabajó en tareas agrícolas hasta que marchó a La Paz a trabajar con su tío Marcos
como garitero, puesto que desempeñó durante 23 años. Era conocido popularmente
como "Pinchitanka" (gorrión). Contrajo matrimonio el 8 de febrero de 1794 con María
Mercedes Cabrera.

Fue condenado a muerte y ahorcado el 29 de enero de 1809. Fue sepultado en el atrio del
Templo de Santo Domingo.

Mariano Graneros

Mariano Graneros y Junco nació en La Paz el 5 de enero de 1771, hijo de Manuel Graneros
y de Josefa Junco.

Era de baja estatura y gordo, valiente y muy popular. Lo llamaban el "Challatejeta" o


"chaya-tegeta" (arena retobada). Entre 1802 y 1807 se desempeñó como alguacil y
carcelero.

Fue uno de los concurrentes a la junta que el 12 de julio en la casa de Juan Antonio
Figueroa resolvió dar el golpe el 16 de julio. Allí fue encargado junto a Melchor Jiménez
(alias "el pichitanga") para sondear a los soldados del batallón de guardia.

El día 29 de enero de 1810 fue ahorcado junto con Murillo y los restantes líderes
ajusticiados. A las seis de la tarde descolgaron sus restos, que fueron sepultados en el
atrio del Templo del Carmen.

Gregorio García Lanza

Gregorio García Lanza nació en Coroico, provincia de Yungas, Departamento de La Paz, el


12 de marzo de 1775. Sus padres eran Martín García Lanza y Nicolasa Mantilla, quienes
disfrutaban de una desahogada situación económica y una influyente posición en la
comunidad.

Cursó sus estudios iniciales en el Convento de San Francisco, en La Paz. Finalizados estos,
lo enviaron junto a su hermano Victorio a estudiar en la Universidad de San Bernardo del
Cuzco, donde se graduó en 1796.

Regresó a La Paz en 1798, convirtiéndose en uno de los juristas más destacados y en


asesor del Cabildo. En esa ciudad contrajo matrimonio con María Manuela Campos
Seminario.

Fue ejecutado el 29 de enero de 1810. Su cadáver, que estuvo por siete horas en el
cadalso, fue conducido a San Francisco y enterrado por la benevolencia del Padre Juan de
Dios Delgado.

Conclusión Final
Los protomártires de la independencia de Bolivia iniciaron la revolución que tenía como
objetivo principal de acabar con el dominio español. De esta revolución participaron
criollos, mestizos, indígenas y afrodescendientes. Es decir, se unieron varias clases sociales
para conseguir la liberta del yugo español.

Aunque los primeros revolucionarios murieron ejecutados, sus ideas de libertad se


expandieron a todo el territorio del Alto Perú hasta que logró la independencia de en
1825.

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