Editada por Muelle de Uribitarte Editores, bajo el patrocinio de Bilbao 700-III Milenium, Javier González de Durana publica la biografía del escritor y político socialista José Ramón Blanco Mogrobejo y la situación de los ar- tistas (Pompas Fúnebres). JAVIER Gonzalez de Durana ha Como su amigo Nemesio Mo- escrito una esclarecedora biografía grobejo, Tomás Meabe contrae la titulada Tomás Meabe. Una puña- enfermedad de la tuberculosis, que lada luminosa en la sombra, que le va minando. Vuelve a Francia. publica Muelle de Uribitarte Edi- Estalla la guerra europea en la que tores bajo el patrocinio de Funda- participan los socialistas, lo que le ción Bilbao 700-III Milenium, en colma de tristeza e inquietud. la colección “Bilbainos Recupera- Siente que se acerca la muerte, dos”. como él la llama, “la gran aborta- Tomás Meabe nació el 15 de oc- dora” y quiere mo- tubre de 1879. Era hijo de Santia- rir en España. Va a go de Meabe y Labiduria, marino Irún, Bilbao, Fuen- de Lekeitio, defensor del Sitio de caliente (cerca de Bilbao contra los carlistas, autor Miranda de Ebro), de un diario sobre el asedio y con- la Sierra de Guada- cejal nacionalista del ayuntamien- rrama. Como a su to de la Villa. Su madre era Pru- amigo el escultor dencia Bilbao Partearroyo, bilbai- Nemesio Mogrobe- na e hija de propietarios harineros. jo, le cuesta encon- La familia era muy religiosa, de trar una casa para rosario diario y devoción a la vir- vivir en sus últimos gen del Carmen. días. Todos le re- Tomás estudió en el Instituto de chazan porque está segunda enseñanza de la plaza de tuberculoso. Va a los Auxiliares donde conoce a vivir al barrio de la Luis Araquistain, que dice de él: Guindalera, a la calle Ponzano en “era de esa clase de hombres de es- Chamberí. píritu errabundo e inconvencional, Prieto publicó en México sus incompatibles con todo encasilla- Apuntes de un moribundo, obra de miento”, “la figura albina, román- Meabe, en la que se recogen sus re- tica, inadaptada e inadaptable, su flexiones sobre la muerte. Precisa- hermoso rostro de línea clásica y mente la existencia de la muerte sus ojos azules, ingenuos y a la par fue una de las causas de su crisis profundos”. religiosa, al no poder entender que Ese aire bohemio, romántico, de Dios la permitiera. artista, que aparece en el retrato El 4 de noviembre de 1915 mue- que le hizo su amigo Alberto re Tomás Meabe de tuberculosis. Arrúe, reclinado, envuelto en un Las juventudes socialistas le trasla- abrigo a modo de capa, es el mis- dan desde el cementerio civil de mo de su también amigo el escul- Retrato Madrid a Bilbao Él había escrito en tor Nemesio Mogrobejo, con el de Tomás su Fábula Diálogo Selvático: “Yo que Tomás Meabe comparte una Meabe. opino que en los camposantos los vida y un destino semejantes. Gustavo epitafios debieran ser puestos con Trabaja en el Banco de Bilbao, de Maeztu, jabón sobre pequeños espejos ha- un empleo al que le destina su fa- 1909-10. cia el cielo, en la dirección del lu- milia. Estudia peritaje mercantil. Museo gar que uno amó más. Sí: un cris- Pero él quiere ir a vivir al campo, de Bellas tal, y mientras dure nuestra pena ir dedicarse a la agricultura, “más Artes a ponerla todos los días cara al cie- cerca de Dios y alejado de la co- lo en el cristal; y luego, según vaya rrupción de las ciudades”. Su pa- Rechazaba a un Dios autor del mal Garnier que le paga mal. Vive, co- más fértil de escritor, escribe las a menos nuestra pena, ir a poner en dre le niega la ayuda para ese pro- y de la muerte. mo dice Araquistain, en una trági- Fábulas del Errabundo. Conoce y el cristal pensamientos cada vez yecto y su hermano Santiago le González de Durana nos intro- ca bohemia. se casa con Julia Iruretagoyena, hi- más dulces, serenos y profundos, convence para que empiece la ca- duce a través de esta obra en sus En abril de 1903 muere su pa- ja del alcalde socialista de Eibar, hasta dejar que todo el cielo, sólo rrera de marino. años de infancia y juventud, en sus dre. Tomás Meabe está en París. con la que tendrá un hijo, León. él, mientras la tierra va girando, Le convenció en el pórtico de primeras rebeldías, en la relación Telegrafía al marqués de Figueroa, Quizá, más que en sus escritos ponga su inscripción inmensa en el una iglesia de Bermeo frente al breve de Meabe con la Masonería, ministro de justicia. “Voy a cerrar políticos, el pensamiento y el espí- cristal de nuestros pensamientos, mar Cantábrico. “Más por la fuer- uno de los aspectos más descono- los ojos de mi padre, que acaba de ritu de Tomás Meabe se pueden borrados para siempre”. za de mi cariño que de mis argu- cidos de su biografía, y la curiosa morir. Después de que haya cum- encontrar en las Fábulas del Erra- En la tumba de Meabe, en el ce- mentos –dice Santiago Meabe– condena de que fue objeto por el plido ese deber puede ordenar mi bundo. En ellas se manifiesta su menterio civil de Bilbao, hay un aceptó Tomás ser marino”. franquista Tribunal para la Re- detención”. sentimiento de respeto y amor a la espejo que, como decía él, pone to- Hace prácticas en un bergantín prensión de la Masonería y el Co- Meabe embarca luego en el pes- naturaleza, que entronca su poesía do el cielo en el cristal de nuestros goleta donde pasa hambre. Todos munismo cuarenta años más tarde, quero Katalin rumbo a Hendaia. con otros ejemplos de panteísmo, pensamientos. La última parte de la sus esfuerzos de trabajador tenían cuando hacía ya mucho tiempo biografía la dedica González de como única recompensa una bazo- que Tomás Meabe había muerto. Durana a la muerte de su hijo León fia inmunda. Zugazagoitia dice Recoge el libro la época de cola- en el Madrid de la guerra civil y al que de uno de estos viajes Meabe boración y posterior dirección del Más que en sus escritos políticos, el exilio mexicano de su mujer Julia. trae a la Villa, vaga, imprecisa, fal- semanario político Lucha de Cla- Interesante y documentada biogra- ta de contornos, una emoción re- ses y su colaboración en el perió- pensamiento y el espíritu de Meabe se fía del escritor socialista, del que belde. Emoción que se convertirá dico Adelante de Eibar, el período el poeta Gregorio San Juan, en su luego en sus ideas socialistas. de su vida de apartamiento político encuentran en las ‘Fábulas del Errabundo’ poema Parábola de Tomás Meabe Casi siendo un adolescente llega y arranque de sus males físicos, en el Sembrador, habla de la incom- Meabe a la encrucijada, al mo- que se ve obligado a vivir fuera de prensión que sufrió el político en mento decisivo de su vida. Es mi- España en condiciones penosas, su época y escribió: litante del nacionalismo vasco. Pe- pero que le une a un grupo de ar- Más tarde se traslada a Londres como el poema Vers Dorès de Ge- ro Sabino Arana le ha encargado tistas, Gustavo de Maeztu, Arrúe, donde trabaja para la edición cas- rard de Nerval, A slumber did my Pero tu faz serena que se interese por el estudio del Ángel Larroque, el escultor Neme- tellana de una enciclopedia ingle- spirit seal, epitafio que dedicó el pasa en la pascua del Señor, socialismo y del movimiento obre- sio Mogrobejo, con los que conoce sa. El clima, el trabajo que no le lakista Wordsword a su hermana florida, ro en Bizkaia y, al estudiarlo, se un nuevo estilo de vida y la bohe- gusta, hace triste su vida en Ingla- Mary o el Cántico a las criaturas entre la multitud que te condena. hace socialista. Y al mismo tiem- mia de Montparnasse, su partici- terra. de Francisco de Asís. po, tiene una crisis de fe. pación en la elaboración del sema- A comienzo de la primavera de En las Fábulas se ve reflejado Y en medio del clamor, Había sido un creyente fervoro- nario El Coitao. 1908 Gustavo de Maeztu y Meabe su conflicto religioso y familiar prende la buena so. Después considerando las mu- Meabe, por sus opiniones socia- se trasladan a un caserío llamado (Un día malo, El rezagado, Los nueva de tu venida, chas injusticias que los hombres, listas y antirreligiosas, sufre encar- Lutchinea, en el pueblo vasco malos hijos), su crisis religiosa porque estalla ferviente, además de cometerlas y consentir- celamientos y destierros. En París francés de Saint Jean-LeVieux, y (Los dioses postizos, Tipos de éste repetida, las, atribuyen a Dios, dejó de creer. traduce a Platón para la editorial allí empieza para Tomás su época mundo, Aguinaldos), la muerte de tu abrasada palabra nazarena