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2 Normatividad en la Unión Europea, Asia y Sudáfrica

M. en I. Víctor Alcántara Concepción

En esta sección se presenta un resumen de las principales leyes, normas, iniciativas o


programas utilizados en diversas regiones y países para la gestión de los residuos electrónicos,
como una referencia en el desarrollo de opciones de política pública para México. La
regulación existente en China e India es incipiente pero se incluye por la relevancia de ambos
países como importadores de grandes volúmenes de residuos electrónicos.

Directiva Europea sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos


La Directiva Europea sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos RAEE (conocida
también como Directiva WEEE por sus siglas en inglés) empezó a negociarse a fines de los
años noventas del siglo pasado para minimizar los impactos ambientales de estos residuos y
promover la reutilización y el reciclaje para reducir el consumo de recursos.1
La versión actual de la Directiva se convirtió en ley de la Unión Europea en 2003 y los estados
miembros estuvieron obligados a implementarla en sus respectivas legislaciones a más tardar el
17 de agosto de 2004.1
La Directiva RAEE se basa en el modelo de responsabilidad del productor, por el que los
fabricantes e importadores se hacen responsables de sus productos incluso al final de su vida
útil.1
Uno de sus objetivos es estimular que el diseño y la producción de aparatos eléctricos y
electrónicos se realicen pensando en facilitar su reparación y su posible actualización, así como
su reutilización, valorización y reciclado al final de vida.2
La Directiva RAEE es una norma mínima, por lo que cada Estado miembro de la Unión
Europea puede establecer normas nacionales más estrictas.a
La Directiva RAEE cubre diez categorías de equipo eléctrico y electrónico3 y obliga a los
Estados de la Unión Europea a recolectar y tratar por separado estos residuos electrónicos.
Actualmente cada Estado debe lograr una tasa anual mínima de recolección de 4 kilos por
habitante.
Las categorías son electrodomésticos grandes (como refrigeradores, lavadoras y estufas);
electrodomésticos pequeños (como aspiradoras, planchas, relojes); equipos de informática y
telecomunicaciones (cómputo, fax, teléfonos y otros; aparatos de consumo (como radios,
televisores, videocámaras, aparatos de sonido); equipo de alumbrado; herramientas eléctricas y
electrónicas; juguetes y equipo deportivo; aparatos médicos; instrumentos de vigilancia y
control (detectores de humo, reguladores de temperatura, aparatos de medición y otros), y
máquinas expendedoras (de bebidas, productos sólidos, cajeros automáticos y otros).b

a Para un ejemplo específico de la incorporación de la Directiva RAEE a una legislación nacional, ver

Experiencias para el manejo de recursos electrónicos en Alemania, en el capítulo 2.4.


b Una categorización más detallada de los productos incluidos en la RAEE y sus normas de manejo se recomienda

consultar el texto completo de la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de enero
Esta norma europea se complementa con la Directiva sobre la Restricción en el Uso de Ciertas
Sustancias Peligrosas (ROHS por sus siglas en inglés, ver abajo) para regular los productos con
altos contenidos de residuos tóxicos y promover que los materiales que integran a esos
productos sean sustituidos por alternativas más seguras.
La Directiva RAEE obliga a los Estados miembros a establecer medidas para la recolección
selectiva de los aparatos y la reducción al mínimo o su eliminación como residuos urbanos no
seleccionados.4
Los Estados también deben garantizar que existan instalaciones de recolección accesibles para
que los usuarios finales y los distribuidores puedan entregar de manera sencilla y gratuita
residuos electrónicos provenientes de los hogares.1
Los productores deberán financiar, por lo menos, la recolección, tratamiento y eliminación
amigable con el ambiente de los residuos electrónicos provenientes de hogares y depositados
en las instalaciones de acopio.1
Asimismo, cada productor debe financiar las operaciones para la recolección, tratamiento y
eliminación de los residuos procedentes de sus propios productos.1
Cuando un consumidor compra un equipo electrónico nuevo, el distribuidor está obligado a
recibir de manera gratuita residuos electrónicos de un producto electrónico equivalente al
nuevo y que haya desempañado las mismas funciones.1
La idea de estos sistemas es que si los fabricantes tienen que organizar y financiar la
recolección y tratamiento de los residuos electrónicos de los productos que colocan en el
mercado, tratarán de minimizar los costos del final de vida de los mismos. Así, el principio de
responsabilidad del productor asume que los fabricantes optimizarán el diseño de sus
productos tomando en cuenta el final de vida.1
Existen otros requisitos que deben cumplir los productores, incluyendo:
x Al poner un producto en el mercado cada productor debe proporcionar una garantía
financiera para asegurar que existan recursos para el manejo de los residuos de ese
producto.
x Los productores deben marcar los aparatos eléctricos y electrónicos con el símbolo que
aparece en la figura 2-1.
x Los productores deben alcanzar ciertas metas mínimas de recuperación y reciclaje de
residuos electrónicos recolectados por separado, dependiendo de su categoría.

de 2003, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), disponible en http://eur-


lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:32002L0096:es:HTML.

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Figura 2-1. Símbolo para marcar los aparatos
eléctricos y electrónicos de acuerdo con la Directiva
RAEE.

En el caso de residuos electrónicos no procedentes de los hogares, la Directiva señala que los
productores o terceros que actúen por cuenta propia deben recolectar los residuos y
transportarlos a instalaciones de tratamiento autorizadas, a no ser que se trate de aparatos que
puedan ser reutilizados.
En cuanto al tratamiento de los RAEE, también debe ser selectivo y los productores o terceros
que actúen por cuenta de ellos son responsables de organizar sistemas que utilicen las mejores
técnicas disponibles.1 Es obligatorio, como mínimo, retirar y tratar todos los fluidos de acuerdo
a criterios establecidos por la misma Directiva.c
La Directiva RAEE pone énfasis en la disminución de emisiones de gases por fugas de
dispositivos refrigerantes o espumas y establece tratamientos específicos para gases que dañan
la capa de ozono.
Las operaciones de tratamiento pueden realizarse fuera del estado miembro o incluso al
exterior de la Unión Europea siempre y cuando la exportación cumpla las leyes y
procedimientos de traslado y seguimiento de residuos.d
A pesar de la entrada en vigor de la Directiva RAEE, se estima que tan sólo la tercera parte de
los residuos eléctricos y electrónicos generados en la Unión Europea son recolectados y
tratados de manera apropiada. Una parte del resto de los residuos aún termina en
confinamientos, rellenos sanitarios o en otros sitios de tratamiento no ajustados a las normas
ya sea dentro o fuera de la Unión Europea. Asimismo, se sigue detectando comercio ilegal de
residuos eléctricos y electrónicos hacia el exterior de la Unión Europea.5
Por ello en 2008 la Comisión Europea propuso revisar la Directiva RAEE para incrementar la
cantidad tratada de manera apropiada. También se reduciría la carga administrativa y se
buscaría una mayor coherencia nuevas políticas y leyes establecidas en la Unión Europea en
campos como el de los productos químicos.5

c Una categorización más detallada de los de los criterios de tratamiento incluidos en la RAEE se recomienda
consultar el texto completo de la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de enero
de 2003, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), disponible en http://eur-
lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:32002L0096:es:HTML.
d Consejo de las Comunidades Europeas. Reglamentos No 259/93, No 1420/ 1999, No 1547/1999, No 259/93.

Control of Transfrontier Movements of Wastes Destined for Recovery Operations. OCDE. Decisión C(92) 39.

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Asimismo, los Estados miembros de la Unión Europea con mayor consumo de equipo
eléctrico y electrónico estarían sujetos a tasas más altas de recolección.5
En marzo de 2011 el Consejo de la Unión Europea llegó a un acuerdo sobre el texto revisado
de la Directiva RAEE y se estima que las negociaciones con el Parlamento Europeo a fin de
convertirlo en ley empezarán en la segunda mitad de este año.6

Directiva ROHS
La Directiva RAEE está estrechamente vinculada con la Directiva sobre la Restricción en el
Uso de Ciertas Sustancias Peligrosas (ROHS por sus siglas en inglés) para normar la restricción
en el uso de estas sustancias en aparatos eléctricos y electrónicos y contribuir a la valorización y
eliminación correcta de residuos de esos aparatos.
La simiente de lo que después sería la Directiva ROHS se plantó en 1988 cuando el Consejo de la
Unión Europea llamó a un programa de acción para combatir la contaminación por cadmio. En
1996 una revisión de la estrategia de la Unión Europea para el manejo de residuos identificó la
necesidad de reducir ciertas sustancias peligrosas y establecer normas comunes al respecto.7
Después de un largo proceso de negociación la Directiva ROHS entró en vigor en 2006, con
los objetivos de evitar el derrame al ambiente de sustancias peligrosas presentes en residuos
electrónicos y evitar la contaminación por esas sustancias durante el reciclaje de materiales.8
Se aplica a casi todos los productos incluidos en las 10 categorías establecidas en la Directiva
RAEE y requiere que los aparatos eléctricos y electrónicos nuevos que se coloquen en el
mercado de la Unión Europea no rebasen un determinado porcentaje de plomo, mercurio,
cadmio, cromo hexavalente, bifenilos polibromados (PBB) o éteres bifenilos polibromados
(PBDE). Esta lista de materiales está bajo revisión constante para ser modificada de acuerdo a
la mejor evidencia científica existente.
La Directiva ROHS coloca la carga de la prueba sobre el productor. Éste se define como quien
fabrica y vende aparatos eléctricos y electrónicos con marcas propias; revenda con marcas
propias aparatos fabricados por terceros o se dedique profesionalmente a la importación o
exportación de dichos aparatos eléctricos y electrónicos a un Estado miembro.9
Los productores deben instalar los sistemas tecnológicos y de auditoría para comprobar que
satisfacen las normas de la Directiva, y esos sistemas deben cubrir toda la cadena de suministro
y los ciclos de producción.
En mayo de 2011 el Consejo Europeo modificó la Directiva ROSHA para ser aplicada a casi
todos los aparatos eléctricos y electrónicos, incluyendo equipos médicos e instrumentos de
vigilancia y control, así como cables y refacciones.10
Para contribuir a las metas de la Unión Europea en términos de energía renovable y eficiencia
energética, los paneles fotovoltaicos para producir energía solar y los focos ahorradores de
energía quedaron exentos de la nueva norma, la cual debe formar parte de todas las
legislaciones nacionales de la Unión Europea en un plazo de 18 meses.10

China
La República Popular de China cuenta con tres leyes nacionales para el manejo de residuos de
aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y para prevenir la contaminación por residuos
sólidos y por la importación de residuos. Se trata de la Ley para el manejo de residuos de

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