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Fuentes de energía limpias o renovables

Se denomina “energías renovables” a aquellas fuentes energéticas basadas en


la utilización del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal -entre
otras-. Se caracterizan por no utilizar combustibles fósiles –como sucede con
las energías convencionales-, sino recursos capaces de renovarse
ilimitadamente. Su impacto ambiental es de menor magnitud. Dado que
además de no emplear recursos finitos, no generan contaminantes. Sus
beneficios van desde la diversificación de la matriz energética del país hasta el
fomento a la industria nacional; y desde el desarrollo de las economías
regionales hasta el impulso al turismo.

 Energía eólica
La energía eólica hace referencia a aquellas tecnologías y aplicaciones en que
se aprovecha la energía cinética del viento, convirtiéndola a energía mecánica
o eléctrica.

Existen dos tipos principales de máquinas que aprovechan la energía contenida


en el viento: los molinos, que se utilizan fundamentalmente para bombeo
mecánico de agua (algo muy común en el campo), y los aerogeneradores,
equipos especialmente diseñados para producir electricidad.

 Energía solar
Esta energía la que, mediante conversión a calor o electricidad, se aprovecha
de la radiación proveniente del sol.

Nuestro planeta recibe del sol una gran cantidad de energía por año de la cual
solo un 40% es aprovechable, cifra que representa varios cientos de veces la
energía que se consume actualmente en forma mundial; es una fuente de
energía descentralizada, limpia e inagotable que se puede transformar en
electricidad de dos maneras:

 Energía solar térmica

utiliza una parte del espectro electromagnético de la energía del sol para
producir calor. La transformación se realiza mediante el empleo de colectores
térmicos. Su principal componente es el captador, por el cual circula un fluido
que absorbe la energía radiada del sol.
 Energía solar fotovoltaica: 

utiliza la otra parte del espectro electromagnético de la energía del sol para
producir electricidad. Basada en el efecto fotoeléctrico, la transformación se
realiza por medio de celdas fotovoltaicas, que son semiconductores sensibles a
la luz solar que provoca una circulación de corriente eléctrica entre sus 2 caras.
Un conjunto de celdas conectadas entre sí, componen módulos o paneles
solares fotovoltaicos

 Biomasa

Se denomina “biomasa” a toda porción orgánica proveniente de las plantas, los


animales y de diversas actividades humanas. El término “biomasa” abarca una
variada serie de fuentes energéticas: desde la simple combustión de la leña
para calefacción hasta las plantas térmicas para producir electricidad, usando
como combustible residuos forestales, agrícolas, ganaderos o incluso “cultivos
energéticos”, pasando por el biogás de los vertederos o lodos de depuradoras,
hasta los biocombustibles.

Cualquier tipo de biomasa proviene de la reacción de la fotosíntesis vegetal,


que sintetiza sustancias orgánicas a partir del CO2 del aire y de otras
sustancias simples, aprovechando la energía del sol.

 Biogás

Aunque también sea biomasa, nos referimos a este fluido como el producto
gaseoso que se obtiene de la descomposición de la materia orgánica por el
proceso biológico de digestión anaeróbica en un medio con carencia de
oxígeno y por medio de bacterias específicas.

Este gas refiere en general a la mezcla constituida por metano y dióxido de


carbono, con pequeñas proporciones de hidrógeno, nitrógeno y sulfuro de
hidrógeno. El porcentaje de metano lo caracteriza como combustible con poder
calorífico apto para la combustión en motogeneradores que producen energía
eléctrica.

 Biocombustibles
Se entiende por “biocombustibles” al bioetanol, biodiesel y hasta el biogás
producidos a partir de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o
desechos orgánicos.

Además de emplearse como combustibles para producir energía eléctrica, se


los incorpora como corte de combustibles convencionales.
Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos
La fuente hidroeléctrica consiste en la conversión de la energía cinética y
potencial gravitatoria del agua, en energía mecánica que finalmente es
transformada en eléctrica.

De acuerdo con el "Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes


Renovables de Energía para Producción Eléctrica", la categoría de "Pequeño
Aprovechamiento" corresponde en la Argentina a centrales hidroeléctricas de
hasta 50 megavatios de potencia instalada.

Técnicamente esta fuente contempla tanto a los aprovechamientos llamados


“de acumulación” (agua embalsada por un dique) como a los denominados "de
paso" (o de agua fluyente), aunque los pequeños aprovechamientos se
encuadran, en su mayoría, en esta última modalidad.

La generación de energía a partir de una corriente de agua es la fuente de


energía renovable más usada en el mundo para generar electricidad.

 Geotermia
Por definición, entendemos por energía geotérmica a aquella que,
aprovechando el calor que se puede extraer de la corteza terrestre, se
transforma en energía eléctrica o en calor para uso humano o procesos
industriales o agrícolas.

La generación de energía eléctrica a partir de la geotermia se basa en el


aprovechamiento del vapor generado naturalmente, en turbinas de vapor que
alimentan un generador eléctrico.

Energías sucias o contaminantes

1. Energía nuclear
La energía nuclear tiene un potencial destructivo alto por los residuos
radioactivos que genera. Estos tardan millones de años en perder su carga, lo
que implica un peligro potencial para las zonas próximas.
Por otra parte, la construcción de las centrales y su funcionamiento requiere de
un uso de materiales escasos. No en vano, las centrales nucleares funcionan
con uranio y plutonio, que son de difícil acceso. Además, el funcionamiento es
inestable y, en caso de accidentes como los de Chernóbil o Fukushima, las
consecuencias en el entorno son letales.
Aunque la contaminación que genera en el momento no es de las más
elevadas, es una energía que tiene una capacidad destructiva muy elevada.
2. Gas natural
El gas natural es una fuente de energía fósil y, como tal, genera residuos y
emisiones contaminantes. Por otra parte, esta fuente energética es finita.
Además, hay que recordar que el gas, para su adecuado transporte y
almacenamiento, hay que licuarlo. Esto implica la construcción de
infraestructuras costosas que, indudablemente, tienen un impacto ecológico
significativo. El resultado es que puede generar problemas importantes de
salubridad en caso de fugas.
Sin embargo, es conveniente señalar que su impacto es mucho menor que el
de otros combustibles fósiles como el petróleo. En los últimos años, ha ganado
protagonismo en sistemas como la calefacción.
3. Energía hidroeléctrica

La energía hidroeléctrica tiene un potencial contaminante derivado de las


infraestructuras necesarias para su funcionamiento. No en vano, la
construcción de embalses implica anegar valles y, en ocasiones, poblaciones
enteras. Además, la construcción de los depósitos libera grandes cantidades de
metano.
Pero, más allá del impacto social innegable, hay que decir que también hay un
impacto ecológico. En primer lugar, porque se elimina fauna y flora que se
sumerge, a la vez que se alteran los ecosistemas. El segundo motivo es que la
calidad de las aguas se reduce porque se contaminan. Estamos, pues, ante
una fuente de energía sucia con un impacto elevado, sobre todo en el entorno.
Es importante señalar, no obstante, que esta energía tiene un nivel de
emisiones bajo y, además, es renovable. Esta es la razón por la que sigue
utilizándose con profusión.
4. Carbón

El carbón fue la principal fuente de energía asociada a la industrialización y una


de las más importantes de origen fósil.
Lo que sucede es que el potencial de contaminación de esta energía es muy
alto, ya que libera grandes cantidades de CO₂. La preocupación es tal que se
calcula que, de no avanzar el proceso de descarbonización adecuadamente, en
2030 el carbón será responsable del 60 % de las emisiones de este gas. La
mayoría de los Estados ponen como horizonte el año 2030 para dejar de
quemar carbón para producir electricidad.
Las intoxicaciones masivas de carbón han generado grandes problemas en las
aglomeraciones urbanas. Un ejemplo es el de la Gran Niebla de Londres,
generada por la combustión de carbón para las industrias, los transportes y los
hogares, entre los días 5 y 9 de diciembre de 1952.
Las urgencias para realizar una transición energética ordenada llevan a que se
dé importancia a los puestos de ingeniería industrial.

5. Petróleo
El petróleo ha sido el protagonista de la industria del siglo XX y, al igual que el
carbón, es una energía fósil.
Los problemas del petróleo son similares a los del carbón. En primer lugar,
porque el riesgo de vertidos marinos de petroleros es letal para el ecosistema,
aunque esté a cientos de quilómetros, como sucedió en 2002 con el barco
Prestige. Otro motivo importante radica en la cantidad de dióxido de carbono
(CO₂) y dióxido de nitrógeno (NO2) que libera. Aunque son multitud las
industrias que utilizan derivados del petróleo, hay que hacer referencia especial
al automóvil.
Algunos Estados como Francia han establecido un límite en 2040 para la venta
de vehículos con motores de combustión que utilizan petróleo. Por lo tanto,
estamos también ante una energía en transición.

El cambio climático

hace referencia a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones
climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, pero desde el siglo XIX, las
actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido
principalmente a la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo
y el gas, lo que produce gases que atrapan el calor.

Causas humanas del cambio climático

 Las ciudades y la contaminación.

Las ciudades son uno de los factores que más contribuyen al cambio climático.
De acuerdo con ONU-Habitat, las ciudades consumen el 78% de la energía
mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto
invernadero. Sin embargo, abarcan menos del 2% de la superficie de la Tierra.

La enorme cantidad de personas que dependen de los combustibles fósiles,


hace que la población urbana sea altamente vulnerable a los efectos del
cambio climático. Una menor cantidad de espacios verdes empeora el
problema. De acuerdo con un informe del IPCC, la limitación del calentamiento
global a 1,5 grados centígrados requeriría «una transición rápida y de gran
alcance relativa al uso de la energía, la tierra, los espacios urbanos e
infraestructuras (incluidos los medios de transporte y edificios) y los sistemas
industriales».

A ello se le suma el reto mencionado en otro informe de la ONU, que prevé que
en 2050 habrá 2,5 mil millones de personas más residiendo en áreas urbanas,
de las cuales casi el 90% vivirán en ciudades de Asia y África. La buena noticia
es que muchas ciudades de todo el mundo ya han empezado a tomar medidas
para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y están adoptando
políticas para fomentar el uso de fuentes de energías alternativas. Sin
embargo, será necesario incrementar los esfuerzos llevados a cabo por las
personas encargadas de la adopción de políticas y los administradores por
abordar el cambio climático para poder seguir el vertiginoso ritmo de
crecimiento de la población y del cambio climático.

El cambio climático afecta en mayor medida a las comunidades pobres y con


bajos ingresos, en parte porque muchas de ellas viven al margen de la
sociedad, en estructuras poco estables y en áreas más susceptibles a las
inundaciones, desprendimiento de tierras o terremotos, pero también porque
cuentan con capacidades y recursos poco adecuados y un acceso reducido a
sistemas de respuesta de emergencia. Esta situación se ve agravada en los
países en desarrollo.

 Generación de energía

La generación de electricidad y calor mediante la quema de combustibles


fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural provoca una gran parte de
las emisiones mundiales. La mayor parte de la electricidad se sigue
produciendo con combustibles fósiles; tan solo una cuarta parte proviene de la
energía eólica, la solar y otras fuentes renovables.

 Productos manufacturados

La industria y el sector manufacturero generan emisiones, sobre todo a partir


de la quema de combustibles fósiles que permite producir la energía necesaria
para la producción de cemento, hierro, acero, electrónica, plásticos, ropa y
otros bienes. La minería y otros procesos industriales también liberan gases.

 Tala de bosques

La tala de bosques para crear granjas o pastos, o por otros motivos, provoca
emisiones, ya que los árboles, al ser cortados, liberan el carbono que han
estado almacenando. Como los bosques absorben dióxido de carbono, su
destrucción también limita la capacidad de la naturaleza para mantener las
emisiones fuera de la atmósfera.

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