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FEMINISMO

La palabra feminismo necesita ser rescatada. Necesita ser reclamado de manera que sea
inclusivo para el hombre -Annie Lennox-

El presente trabajo tiene como objeto de estudio, teniendo un acercamiento a la configuración de la


feminidad y los diversos paradigmas (ejemplos) que existen en la formación de las mujeres. Todo
problema o acontecimiento social embiste (ataque) una gran responsabilidad para los ciudadanos,
más aún para los profesionistas y estudiantes; pero para los jóvenes, los problemas sociales son
innatos al cargo de conciencia, porque es ahí donde se trasciende de un salón de clases a la
incertidumbre cruel y real de nuestra sociedad, nuestra política y nuestros valores.

Por ello hablar de un movimiento social como lo es el feminismo en Latinoamérica es referirse a


una organización no formal que busca un cambio social. “parecería más útil llegar a una
descripción de los movimientos a partir de reflexionar sobre qué es lo que los movimientos tratan
de suplir, qué carencias, qué frustraciones, qué negaciones hacen surgir un movimiento social.”
(Amorós, 1997). Así, un movimiento es una respuesta a carencias valorativas,(Es una falta de
atención a algo... En este caso el Feminismo como movimiento social es una respuesta a la falta de
reconocimiento, de respeto y de dignidad que merece la mujer... En la sociedad la mujer carece
valorativamente de sus derechos.) ideológicas, que practica una identidad colectiva.

Hoy en todo país el Feminismo ha levantado la voz; y es que el feminismo de acuerdo con la RAE
(Real Academia Española) es el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre; pero
más allá de su significado quiero hondar en su historia y hacer mención de Victoria Wood Hull,
luchadora por el derecho al voto de la mujer, y la primera en anunciar su candidatura como
presidenta de los Estados Unidos en 1870, es también hablar de Elizabeth Blackwell que después
de ser rechazadas en 10 universidades por ser mujer logró ser la primera en ejercer la profesión de
médico en todo el mundo o Katherine Switzer la primera mujer en correr un maratón. Se podría
decir que el feminismo es una teoría y práctica política articulada por mujeres que tras analizar
la realidad en la que viven toman conciencia de las discriminaciones que sufren por la única razón
de ser mujeres y deciden organizarse para acabar con ellas, para cambiar la sociedad.

Este movimiento ha tomado valor por dos razones, primero por exigir la no discriminación ante una
sociedad machista, luchando por los derechos de la mujer. Y segundo por la masacre escalofriante
de las asesinadas en México y Latinoamérica, y es que sí estamos cansadas de vivir con miedo,
con angustia de pensar “Ojalá yo no sea la próxima víctima que aparezca en los periódicos”.

¿La solución? los antivalores se vencen con educación, con respeto y con justicia efectiva.
Finalmente recordando a uno de los más grandes luchadores civiles por los derechos de los
afroamericanos Martín Luther King, yo también tengo un sueño, el sueño de vivir en un país donde
ser mujer no sea un delito.
El Feminismo de acuerdo con Edith Stein, religiosa Carmelita, de origen alemán. (1891-1942). La
impostación (impostar o alzar la voz) de la mujer se dirige a la persona vital y a la totalidad.
Proteger, custodiar y tutelar, nutrir y hacer crecer: he ahí su deseo natural, puramente maternal
(…). Lo personal-vital, aquello a lo que atiende su solicitud, es un todo concreto, y como tal todo
concreto quiere ser tutelado y desarrollado, no una parte a costa de una o de otras. La vocación de
la mujer y su especificidad ¨al fin que se destina o va destinado¨, parecieran estar íntimamente
vinculados a lo otro, es decir, a la alteridad.

La especificidad femenina tiende a la apertura al absoluto y ese movimiento, al mismo tiempo, es el


que consolida la verdadera y única vocación de la mujer. En palabras de Edith Stein, existe en la
mujer “un deseo de dar amor y de recibir amor, y en ello un anhelo de elevarse desde la estrechez
de su fáctica existencia actual hasta un ser y actuar superiores”.

De ese modo, las afirmaciones que se hacen hacia la mujer y su rol en la Iglesia tendrán un peso
distinto, puesto que estarán ancladas en las verdades que sostienen la fe y que han sido definidas
por la Tradición a lo largo de la historia.

La mujer ve completada su naturaleza, ahora en-referencia-al-Otro. Esto último será muy


importante, ya que no solo nos abre a la dimensión relacional de la mujer con Dios, sino que, más
aún, nos muestra cómo la mujer, en esa relación, se ve reconfigurada y da un paso
cualitativamente (a la calidad o cualidad) sustancial en el camino de la propia divinización, a
imagen de Cristo y en la Iglesia.

La vida de la mujer puede ser definida en el acto de “entregarse amando sí, llegar a ser propiedad
del otro y poseer totalmente a ese otro, todo eso constituye el deseo profundo del corazón
femenino” (Stein E. en Díaz, 2006). De ese modo, identidad y unidad quedan totalmente
resguardadas en la realidad de un vínculo que, como ya hemos dicho, nos evoca fuertemente a la
Trinidad.
Esta lúcida defensa de la autodeterminación como fin de la lucha colectiva del feminismo deja
ciertamente abierto el destino de cada mujer, o, mejor dicho, la libera del destino: anatomía no es
destino, discurso no es destino, y, por mucho que pese la recién adquirida libertad "una nueva
identidad femenina" tampoco debe ser destino. Ahora bien, que cada mujer haya de escribir su
propio guion no implica ni individualismo ni relativismo. La conciencia feminista conduce
necesariamente a la solidaridad entre las mujeres, a la constitución de un nosotras como única
posibilidad de resignificar y transformar, lo que Amelia Valcárcel ha denominado la hetero
designación de lo femenino.

Fuentes Consultadas:

 Amorós, Celia: Tiempo de feminismo. Sobre feminismo, proyecto ilustrado y posmodernidad, Cátedra
(Feminismos), Madrid 1997.
 Stanton, Elizabeth C. (ed.): La Biblia de la Mujer, Madrid, Cátedra, Feminismos, 2001 Stuart Mill,
John y Taylor Mill, Harriet:
 Díaz L., M. Paz. La mujer nace y se hace: Una interpretación de la propuesta de Edith Stein Teología
y Vida, vol. XLVII, núm. 2-3, 2006 Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago, Chile

La realidad es construida: medios, redes sociales, posverdad y psicoterapia (albertosoler.es) pasar


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