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DERECHO DE PETICIÓN y

TUTELA

REALIZADO POR

CAROLINA MARIBEL ZAMUDIO PORTILLA

ENTREGADO A

ROBERTO DOMÍNGUEZ

INSTITUTO TECNOLÓGICO DEL PUTUMAYO


TECNOLOGÍA EN GESTIÓN CONTABLE III
COLON -PUTUMOYO
2020
DERECHO DE PETICIÓN

Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a las autoridades, en los términos
señalados en la Ley, por motivos de interés general o particular, y a obtener pronta resolución
completa y de fondo sobre las mismas. Toda actuación que inicie cualquier persona ante las
autoridades implica el ejercicio del derecho de petición consagrado en el artículo 23 de la
Constitución Política, sin que sea necesario invocarlo. Mediante este, entre otras actuaciones, se
podrá solicitar: El reconocimiento de un derecho, la intervención de una entidad o funcionario, la
resolución de una situación jurídica, la prestación de un servicio, requerir información, consultar,
examinar y requerir copias de documentos, formular consultas, quejas, denuncias y reclamos e
interponer recursos. El ejercicio del derecho de petición es gratuito y puede realizarse sin
necesidad de representación a través de abogado, o de persona mayor cuando se trate de menores
en relación a las entidades dedicadas a su protección o formación.

Mediante un derecho de petición se pueden realizar diversas peticiones, tales como:

 Quejas o reclamos
 Manifestaciones
 Peticiones de información
 Permitan el acceso a documentos público que tienen en su poder
 Den a conocer cómo han actuado en un caso en concreto
 Expidan copia de documentos que reposan en una oficina pública
 Consultas

Para poder presentar un derecho de petición se debe cumplir con los siguientes requisitos:

 Personas que tengan 14 años o más tiempo con reportes negativos en Centrales de Riesgo y que
no hayan pagado la obligación financiera que originó el reporte.
 Personas que hayan permanecido en mora por menos de 2 años.
 Personas que hayan permanecidos en mora por obligaciones financieras por más de 2 años  o no
es posible computar el término de mora.
 Personas que hayan sido reportadas por entidades liquidadas.
TUTELA

La acción de tutela consagrada en la Constitución colombiana de 1991 es, sin duda, uno de los
mecanismo de protección más utilizado por los colombianos. Esta acción judicial se ha
convertido en la preferida de aquellos que buscan la protección efectiva de sus derechos
fundamentales, debido a su agilidad y efectividad.
La tutela fue instaurada como una acción, no como un recurso, que se ejerce por la violación de
un derecho fundamental ante cualquier juez de la República. Es un mecanismo sencillo, sin
mayores consideraciones técnicas, al punto que se puede invocar oralmente y, como es de su
esencia, sin abogado.
¿Cuáles son las características más importantes?
 Sólo sirve para proteger derechos fundamentales.
 Te protege de manera inmediata.
 Es informal y fácil de presentar.
 Tiene prelación sobre los demás procesos que esté conociendo el Juez, a excepción del
Habeas Corpus.
 Es breve de forma y en su procedimiento.

¿Quién puede solicitar una acción de tutela?


 Toda persona a la que se le esté vulnerando un derecho fundamental
 El representante o apoderado de la persona a quien se le haya vulnerado
 El Defensor del Pueblo
 La Procuraduría
 Los personeros municipales.

¿Cuáles son los requisitos para presentarla?


 Deben agotarse todos los demás mecanismos ordinarios de justicia.
 Sólo procede cuando no existe ningún otro medio para proteger el derecho, y si existe no es
suficiente ni idóneo para protegerlo inmediatamente.
Toda acción u omisión de una autoridad que se convierta en una amenaza o violación de un
derecho fundamental. También puede instaurarse contra particulares siempre el afectado esté en
estado de indefensión, de subordinación y que dicho particular tenga una posición dominante
sobre el lesionado

El uso de la acción de tutela es considerable en Colombia y es innegable su utilidad para evitar la


vulneración de los derechos fundamentales e inherentes del individuo; pero, al mismo tiempo es
el reflejo de las fallas estructurales del sistema judicial vigente por un par de motivos: El primero
es la falta de credibilidad en otros mecanismos por causas como el quebranto al debido proceso,
la falta de celeridad, entre otras. Y el segundo, el más importante para el objeto de estudio y
comprensión, la necesidad de analizar la viabilidad de continuar con el actual procedimiento, de
llevar a cabo cambios en el mismo o de arriesgar a promover la creación de despachos
especializados en la acción de tutela para así evitar que el sistema judicial presente los factores
que continúan agudizando la congestión
.

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