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Vida social

de los bonobos
El comportamiento de un pariente cercano del hombre
pone en tela de juicio las teorías sobre la supremacía masculina
en la evolución de nuestra especie

Frans B. M. de Waal

n esta encrucijada de la histo- y paritaria, substituye la agresión viven menos de 10.000 individuos.
ria, cuando las mujeres se afa- por el sexo. En fa mayoría de las (Consideradas la baja tasa repro-
nan por conseguir la igualdad emás especies, el comportamiento ductora de la especie, la rápida des-
con los hombres, aparece la ciencia sexual constituye una categoría autó- trucción de su hábitat tropical y la
con un regalo tardío para el movi- noma; en el bonobo, por contra, es inestabilidad política de Africa cen-
miento feminista. Los cuadros evo- parte esencial de las relaciones socia- tral, hay razones para estar muy preo-
lutivos sesgados hacia el sexo mas- les, y no sólo entre machos y hembras. cupados por su futuro.)

1 culino ("hombre cazador", horno faber, Los bonobos practican el sexo en casi Si este escenario evolutivo de con-
etcétera) se están poniendo en tela todas las combinaciones posibles tinuidad ecológica corresponde a la
de juicio ante el descubrimiento de entre parejas (aunque los contactos verdad, el bonobo puede haber expe-
que las hembras desempeñan un ore-éste tipo entre miembros cerca- rimentado menos transformaciones
papel fundamental, dominante qui- nos de la familia pueden no darse). que los seres humanos o los chim-
zás, en la vida social de uno de nues- Interacciones sexuales que se desarro- pancés. Podría parecerse muchísimo -
tros parientes próximos. En los últi- llan en los bonobos con mayor frecuen- áráñtepasado común de las tres ---
mos años se han venido acopiando cia que en los demás primates. Pese 3e hecho, en los años treinta,
numerosos datos sobre un antropo- a ese ejercicio reiterado, la tasa 'de Harold J. Coolidge (el anatomista
morfo bastante desconocido con un reproducción del bonobo que vive en americano que dio al bonobo su cate-
repertorio de comportamientos hete- libertad es aproximadamente la mis- goría taxonómica actual) sugirió que
rodoxo: el bonobo. ma que la del chimpancé. Una hem- el animal podría ser muy similar al
Fue uno de los últimos grandes ma- bra pare una cría a intervalos de cinco progenitor ancestral, ya que su ana-
míferos que la ciencia descubrió, lo a seis años. Los bonobos comparten, tomía es menos especializad a g
i que aconteció hace 66 años en un mu- pues, al menos una característica Tér-ciimpancé. r- Las proporciones cor:
I seo colonial belga, lejos de su lujurian- muy importante con nosotros, a saber, porales del bonobo se han comparado
1 te hábitat africano. Ernst_Schwarz, la separación parcial entre el sexo y con las de los australopitecinos, una
anatomista alemán, estaba investi- la repr-o-ducción. forma de seres prehumanos. Cuando
gandb un cráneo que, por su volumen los antropomorfos se ponen de pie o
Pequeño, se había adscrito a un chim- Un pariente cercano andan erguidos, parece como si aca-
onviene llamar la atención sobre baran de emerger del cuadro que un
pancé juvenil, cuando se dio cuenta
de que pertenecía a un adulto. Sch- C este hecho, porque el bonobo com-
warz declaró haber hallado una nueva parte con la especie humana más del mitivos.
artista pintara de los homínidos pri-

subespecie de chimpancé. Pero pronto 9"8-5- 1 6i- ciento de nuestro perfil gené- No hace mucho tiempo todavía
I se concedió al animal la categoría de tico, lo que lo sitúa tan cerca del hom- suponíase que el p~sabana
una especie completamente distinta bre como el zorro lo está del perro. Se constituía el mejor modelo vivo del
dentro del mismo género del chim- cree que la divergencia entre el linaje antepasado humano. Este primate se
pancé, Pan. evolutivo del hombre y el linaje del halla adaptado a las condiciones eco-
El bonobo recibió así la denomi- y el bonobo aconteció hace lógicas con las que los seres pre-
nación oficial de Pan paniscus, el Pan sólo ocho millones de años. La pos- humanos debieron enfrentarse des-
`sólo
diminuto. Aunque, de haberse sabido eFior separación entre el lin'ale-d-el pués de bajar de los árboles. A finales
entonces lo que sabemos hoy, no me Chimpancé y el del bonobo llegó mucho de los años setenta, sin embargo, los
cabe la menor duda de que sus des- mas tarde, quizas ace~a por fa- chimpancés, con una relación de
cubridores le hubieran impuesto otro necesidad del chimpancé de adap- Parentesco mucho más estrecha con
nombre. La vieja denominación ta- tarse a hábitats mas o menos abier- los humanos, se convirtieron en el
xonómica para el chimpancé, P. saty- tos y secos. Modelo preferido. Rasgos que se obser-
rus (que remite a la creencia popu- Los bonobos nunca abandonaron, van en los chimpancés (entre ellos la
lar según la cual los simios son sátiros probablemente, la protección de los caza cooperativa, el compartir la co-
lujuriosos), le hubiera ido pintipa- árboles. Su área de distribución actual r7iida el emple-Yde utensilios, la polí-
rada al bonobo. se encuentra en las selvas húmedas tica del pC7a-e-r y una guerra priMi-
La especie, centrada en la hembra al sur del río Zaire, donde quizá sobre- tiva) faltan o no se encuentran tan
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74 TEMAS 32
1. HEMBRA DE BONOBO acariciando a su cría. Los juveniles de bo- cinco años de edad. Son muy bien tolerados por los adultos, que no
nobo dependen de su madre para la leche y el transporte hasta los suelen atacarlos ni amenazarlos.

desarrollados en los papiones. En el Antropomorfos elegantes suplementan los frutos con más mé-
laboratorio, estos antropomorfos han
llegado a aprender el lenguaje de sig-
nos y a reconocerse en un espejo, una
N o quisiera ofender a ningún chim-
pancé, pero los bonobos tienen
más estilo. El bonobo, con sus largas
dula de plantas herbáceas; los chimj
pancés añaden carne. Aunque los
bonobos también cTen invertebra-
señal de conciencia de sí mismo que piernas y su pequeña cabeza sobre dos y ocasionalmente capturan pe-
falta por demostrar la posean los' hombros estrechos, presenta una queños vertebrados, mamíferos in-
monos. construcción~ágil-que_ell chim- cluidos, su dieta parece andar escasa
Aunque la adopción del chimpancé pancé. Los labios del bonobo son ro- en proteína animal. A diferencia de
como hito para trazar la trayectoria jizos en una cara negra, las orejas los chimpancés, no cazan monos, que
evolutiva de los homínidos supuso un pequeñas y los orificios nasales casi se sepa.
gran avance, no obligó a revisar cierto tan anchos como los de los gorilas. Los chimpancés emplean una
aspecto del modelo precedente: la Posee también un_ a cara más plana y amplia gama de estrategias para pro-
superioridad del macho seguía coná--- abierta, con una frente más elevada curarse alimento (desde cascar nue-
el estado natuiaTde las tiuyendo -lidel chiinp -ancé y, rematándolo qie ces con piedras hasta pescar hormi-
cosas. Lo mismo en los papiones que todo, un atractivo peinado de pelo gas y termes con palos); habilidad
eiiTós chimpancés, los niña-as-dríml- negro, largo y fino, limpiamente par- ésta poco desarrollada por los bono-
C. nan sobre las hembras; reinan de tido en el medio. bos en su medio natural. (Los cauti-
forma soberana y, con frecuencia, Igual que la hembra chimpancé, la vos, en cambio, son diestros en el
brutal. Es absolutamente insólito que bonobo cría y transporta su retoño manejo de útiles.) No menos inteli-
k7.1(
un macho adulto de chimpancé esté durante un período que puede alcan- gentes que los chimpancés, los bono-
dominado por una hembra. zar los cinco años. Al llegar a los siete bos tienen un temperamento mucho Je
Y aquí aparece el bonobo. A pesar años de edad, las crías alcanzan la más sensible. Durante el bombardeo .0
de su nombre común (chimpancé adolescencia. En la naturaleza, las de la ciudad alemana de Hellabrun,
enano), los bonobos no pueden dis- hembras parenpor primera vez a los en la segunda guerra mundial, todos
tinguirse de los chimpancés en razón .-- 14 años, y alcanzan la madurez
1-3-6- los bonobos de un zoo cercano murie-
M" de la talla. Los machos adultos de la completa hacia los 15 años. Se des- ron de miedo ante el estrépito; los
subespecie más pequeña de chim- cónoce la longevidad d-é-Iii-s bonobos, chimpancés ni se inmutaron.
pancé pesan unos 43 kilogramos y pero, a juzgar por la del chimpancé, Los bonobos son imaginativos a la eX
las hembras 33 kilogramos, aproxi- puede ser de más de 40 años en la hora de divertirse. He observado indi-
madamente lo mismo que los bono- naturaleza y alrededor de los 60 en vidas cautivos jugando a la galli-
bos. Aunque las hembras de bonobo cautividad. nita ciega. Cierta hembra cubría sus
_ son bastante más chicas que los ■ Los frutos son ingredientes básicos ojos con una hoja de plátano, el brazo
- machos, mandan ellas por lo que de 111-diéra de bonobos y chimpancés o un par de dedos. Así impedida,
- parece. que viven en libertad. Los primeros deambulaba tropezando alrededor de

LA CONDUCTA DE LOS PRIMATES 75


o GORILA CHIMPANCE BONOBO HUMANO PAPION MACACO Para mi estudio, que empezó en
1983, elegí el zoológico de San Diego
que, por aquella época, albergaba
'
ORANGUTAN la mayor colonia cautiva de bonobos:
10 miembros divididos en tres gru-
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pos. Pasé días enteros frente al cer-
cado armado con una cámara de vídeo,
10 que ponía en marcha a la hora de la
GIBON comida. En cuanto un cuidador se
acercaba al recinto con la comí a, os
machos entraban en erección. Antes
16 incluso de repartirles laitai
p ~
. s
bonsivtaucgéners
al placer venéreo: los machos se insi-
nuaban a las hembras, y éstas a
22 Machos y hembras por igual.
MILLONES El sexo resultó ser la clave para la
DE AÑOS vida social del bonobo La primera:
TRANSCURRIDOS noticia sobre el peculiar comporta-
HUMANOS MONOS miento sexual de los bonobos proce-
Y ANTROPOMORFOS DEL VIEJO MUNDO día de observaciones realizadas en
zoológicos europeos. Envolviendo sus
hallan os en un pudibundo latín, los
primatólogos Eduard Tratz y Heinz
Heck informaron ie_i as
2. ARBOL EVOLUTIVO de los primates, basado en el análisis del ADN. Los seres humanos di-
chimpanésdeHlbru a-
vergieron de los bonobos y los chimpancés hace sólo ocho millones de años. Las tres espe-
ban more canum (a semejanza de los
_ ( t cies comparten más del 98 por ciento de su constitución genética.
perros) y los bonobos more hominum
(ireitilo de los humanos) En aque-
l!~ la cópula cara a cara se con-
un trepadero, topando con los demás (o, a veces, un pie) a quien posea ali- sideraba una práctica exclusivamente
o a punto de caerse. Parecía se uir mento, y fruncen los labios y emiten humana, una innov ción cultural que
una regla que ella misma se h ia !sonidos gimoteantes si el gesto no tie- ihabía que enseñar a los pueblos igno-
impuesto: "No puedo asta que ine éxito. Pero emiten unos sonidos rantes (de ahí el término "posición del
pierda eI equilibrio". Otros monos y peculiares, una suerte de ladridos,
antropomorfos se entregan también bastante altos y agudos, que difieren
1. misionero"). Estos primeros estudios,
1-s----iion
ci alemán, pasaron ignora-
a este juego, pero nunca los he visto del jadeo ululante de los chimpan- dos por la comunidad científica inter-
representarlo con tal dedicación y cés, de tono grave y prolongado (el co- nacional. Hubo que esperar a que la
concentración. nocido "huuu-huuu"). sexualidad cuasihumana del bonobo
Los jóvenes son empedernidamente se redescubriera en los años setenta
juguetones. Les gusta hacer muecas, illne el amor, no la Tierra para que se aceptara como rasgo dis-
a veces enprolongpantomimas
— solitarias y en otras ocasiones mien-
tras se hacen cosquillas unos a otros.
M
i interés por los bonobos no bro-
tó de ninguna fascinación inme-
diata por sus encantos. Investigaba
tintivo de la especie.
Los bonobollee_xcitan sexualmen-
te con muchísima facilidad, y expre-
A la hora de expresar sus emociones yo sobre el comportamiento agresivo san esta excitación mediante posi-
(ya se trate de alegría, pena, excita- de los primates. Me intrigaba en par- ciones de cópula y contactos genitales
ción o miedo) se controlan más que ticular el desenlace de los conflictos. variados. Los chimpancés casi nunca
los extravertidos chimpancés. Los El fenómeno, por ejemplo, que se da adoptan la posición cara a cara; en
machos de éstos suelen desarrollar en los chimpancés: después de que dos cambio, los bonobos lo hacen en una
espectaculares exhibiciones de aco- han luchado, pueden juntarse para de cada tres cópulas cuando viven en
metida, donde demuestran su fuerza: darse un abrazo y besarse en la boca. libertad. La orientación frontal de la
arrojan piedras, desgarran ramas y Dando por supuesto que estas reu- vulva y el clítoris del bonobo respal-
arrancan arbolillos, en ruidosa agi- niones servían para restablecer la da la idea de que los genitales fe-
tación mientras la mayoría del gru- paz y la armonía, las denominé recon- meninos se hallan adaptados a esa
po se mantiene juiciosamente apar- ciliaciones. posición.
tada de su camino. En cambio, los Cualquier especie que combine Comparten con los humanos una
machos de bonobo suelen limitar las lazos estrechos con una propensión mayjr receptividad sexual de la hem-
exhibiciones a una corta carrera al conflicto necesita estos mecanis- b-ri.- La fase tumescente de los geni- ;
durante la que arrastran tras sí unas mos conciliadores. Mientras pensaba tales femeninos, que provoca una hin-
cuantas ramas. con cuánta mayor rapidez los matri- chazón rosa que señala la disposición
Ambas especies de primates mani- monios se romperían si las personas al apareamiento, cubre en los bono-
fiéstan con expresiones faciales y no compensaran el daño mutuo infli- bos una parte mucho más extensa dell
gestos de las manos, sus emociones gido, decidí investigar tales meca- estro que en los chimpancés. En vez
é intenciones. Muchas de esas carac- nismos en diversos primates, entre de mostrarse sexualmente atractiva
erizaciones lás volveremos a encon- ellos los bonobos. Aunque también y activa durante unos días de su ciclo,
rar en a co ti icacion no ver e esperaba encontrar conciliación en la hembra de bonobo se manifiesta
rh—ifnaños7A
os i -11, para pedir, los bo- estos antropomorfos, no sospechaba preparada casi sin solución de conti-
/lobos extienden una mano abierta ni de lejos lo que se me avecinaba. nuidad (véase la ilustración 3).

76 TEMAS 32
--79-^------

Organización social en diversos primates


BONOBO GIBON GORILA

Los gibones establecen relaciones


monágamas y paritarias; una pareja
mantiene un territorio, del que excluye
Las comunidades de bonobos son a otras parejas.
pacíficas y, por lo general, paritarias.
Los lazos sociales más fuertes (azul) La organización social de los gori-
HUMANO las proporciona un claro ejemplo de
se establecen entre hembras (verde),
aunque éstas también se asocian a poligamia. Por lo general, un macho
machos. La condición social de un ma- mantiene un territorio para su unidad
cho (púrpuTá)- dépende de la posición familiar, a la que pertenecen varias
de—su madii, a la que permanece hembras. Los lazos más fuertes son
estrechamente-n~u ra n te toda su los que hay entre el macho y sus
vtc7a. hembras.

ORANGUTAN •

CHIMPANCE

elth
En los grupos de chimpancés, los
lazos más fuertes se establecen entre En la sociedad humana encontra- Los orangutanes llevan una vida
los machos, que así cazan y prote- mos la mayor diversidad de todos los solitaria, sin que sean evidentes de-
gen el territorio que comparten. Las primates. Los machos se asocian masiados lazos. Los macho_s_no_s_e_
hembras viven en áreas de distribu- entre sí para empresas cooperativas, toleran entre sí. En el apogeo de su
ción que se superponen dentro dé mientras que las hembras también Vida, el macho establece un territo-
este territorio, pero no se hallan estre- se unen con las de su propio sexo. rio grande, en cuyo interior viven
chamente unidas a otras hembras o Son evidentes tanto la monogamia varias hembras. Cada hembra posee
a un macho en particular. como la poligamia y la polian na. su propio territorio separado.

Con todo, la pauta sexual más típica den dedicarse a la pseudocópula, aun- sexual es bastante esporádica y rela-
del bonobo, no documentada en nin- que, por lo cornun, -c-oi parti- jada. Parece constituir una parte com-
gún otro primate, quizás estribe en cularidad. Derechos y espalda contra pletamente natural de su vida gru-
el fregamiento genitogenital (o fre- espalda, un macho friega brevemente pal. Al igual que los humanos, los
gamiento GG) entre hembras adul- su escroto contra las nalgas de otro. bonobos se dedican al sexo ocasio-
tas. Una hembra situada frente a otra También practican lo que se ha lla- nalmente, no de manera continua.
se agarra con brazos y piernas a una mado esgrima de penes, en la que dos Además, con una cópula media que
pareja que, erguida sobre manos y machos cuelgan de una rama, uno dura 13 segundos, el contacto sexual
pies, la levanta del suelo. A conti- frente a otro, mientras se frotan mu-1, eiiastante rápido para los usos de
nuación las dos hembras friccionan tuamente sus penes erectos. nuestra especie.
lateralmente sus hinchazones geni- La diversidad de contactos eróti- En los parques zoológicos y en la
tales, emitiendo sonrisas y chillidos cos en los bonobos incluye sexo oral naturaleza se ha comprobado que el
que probablemente reflejan expe- esporádico, masaje de los genitales sexo está vinculado a la alimentación;
riencias orgásmkná. (ExpeHirientos iñdividuó y besos intensos con más: permite el compartir la comida.
de laboratorio en macacos rabones láTérigua. Pero no quisiera que esto Náñcy Thompson-Handler, adscrita
han demostrado quélas mujeresn diera la impresión de que el bonobo por aquel entonces a la Universidad
son las únicas hembras de primate es una especie patológicamente hiper- estatal de Nueva York en Stony Brook,
capaces de orgasmo fisiológico.) sexual. Tras cientos de horas de obser- vio a bonobos de la selva zaireña de
También los machos de bonobo pue- vación debo añadir que su actividad Lomako enzarzaren sexo

LA CONDUCTA DE LOS PRIMATES 77


después de haber dado con árboles En cierta ocasión, observé a Kako,
cargados de higos maduros, o cuando
uno de ellos había capturado a un ani-
mal, como un pequeño duikero de bos-
un macho joven, que, aposentado en
una rama, obstruía inadvertidamente
el paso de Leslie, una hembra joven
A demás de mantener la armonía,
el sexo está implicado en la crea-
---------
ción a sing. ..ar_ ---éáfi-----1
-uciiiI-SoCiál
que. La conmoción de los contactos mayor que él. Leslie le dio primero un del bonobo. Se advierte con nitidez
! sexuales duraba de cinco a 10 minu- empujoncito; Kako, que no se sentía cuando lo investigamos en su medio
I tos, pasados los cuales los simios se muy seguro en los árboles, se aferró natural. Los trabajos de campo sobre
dedicaban a consumir la comida. con más fuerza y sonrió nervioso. La los bonob-os- empezaron os
Una explicación de la actividad hembra le mordisqueó entonces una dos años setenta, con una década de
sexual a la hora de la comida podría de las manos, con la presumible inten- re
---r:-
i a- obre los estudios sistemáti-
ser que la excitación por el alimento ción de que aflojara su asimiento. cos de los chimpancés en libertad. En
se traduce en excitación sexual. Kako emitió un pío agudo y se quedó términos de continuidad y de mano
Interpretación que quizá sea, en en su sitio. A continuación, Leslie de obra (femenina) invertida, los tra-
parte, cierta. Pero hay otra motiva- frotó su vulva contra el hombro del bajos sobre chimpancés de Jane Goo-
ción, probablemente la causa real: la macho. I _;te gesto calmó a Kako, que clálly Toshisada Nillida, ambos en

i_competencia. Existen dos razones


para creer que la actividad sexual es
la respuesta deTlionobcrarin de— evi-
se movió a lo largo de la rama. Parecía
que Leslie había estado muy cerca de
usar la fuerza, pero había tranquili-
Tanzaríia, no tienen rival. Pero la in-
vestigación sobre los bonobos por
Takayoshi Kano y otros investiga-
tar el conflicto. zado a Kako, y se había tranquilizado dores de la Univeridad deXibto 1Wa
En primer lugar, cualquier cosa, no 'ella, con el contacto sexual. ya dos décadas funcionando en la zai-
sólo la comida, que despierta el inte- Durante las reconciliaciones, los reña Wamba, y está empezandó -ái'efi-
iiide más de un bonobo a la vez tiende bonobos recurren al mismo reperto- dir kís mismos frutos.
a acabar en contacto sexual Si dos rio sexual que emplean a la hora de Bonobos _y chimpancés viven en
bonobos se acercan a una caja de car- la comida. Sobre la base de un aná- sociedades de fisión-fusión. Los antro-
tón que se ha lanzado al interior de lisis de muchos de estos incidentes, pomorfos se desplazan solos o en par-
su cercado, copularán brevemente aporté las primeras pruebas sólidas tidas de unos pocos individuos cada
antes de jugar con la caja. Tales situa- del comportamiento sexual enten- vez, cuya composición cambia cons-
ciones provocan peleas en la mayoría dido como mecanismo para superar tantemente. Varios bonobos que via-
de las demás especies. Pero los bono- la agresión. No es que esta función jan juntos por la mañana pueden
I --) bos son bastante tolerantes, quizá no se presente en otros animales (o en encontrarse con otro grupo en la selva,
porque utilizan el s'eX-5-15-17a-Clesviar los humanos, dicho sea de paso), pero después de lo cual un individuo del
la atención y relajar la tensión. bien pudiera ser que el arte de la re- primer grupo se va con otros del se-
En segundo lugar, el sexo del bo- conciliación sexual hubiera alcanza- gundo grupo, al tiempo que los que
nobo suele tener lugar en contextos do su pico evolutivo en el bonobo. Pa- se quedan rezagados buscan comida
agresivos que no guardan relación ra estos animales, el comportamiento juntos. Todas las asociaciones, ex-
alguna con la comida. Un macho ce- sexual se funde con el comportamien- cepto láque se establece entre la
loso puede ahuyentar a otro de una to social. Dadas sus funciones de con- ma re ylós hijos que dependén de ella,

t hembra, después de lo cual los dos vol-


verán a juntarse para enzarzarse en
un fregamiento escrotal. Si una hem-
bra golpea a un joven, la madre de
ciliación y apaciguamiento, no es sor-
prendente que el sexo se presente en
tantas combinaciones distintas de
parejas, incluyendo entre jóvenes y
s-ro-rid-Ccaracter transitorio.
--Sélnejarite flexibilidad intrigó en
un principio a los estudiosos. ¿For-
maban estos antropomorfos algún
éste puede abalanzarse sobre la agre- adultos. ráéZrrdente que la necesidad grupo social con pertenencia estable
sora, acción inmediatamente seguida de coexistencia pacífica no se halla al mismo? Después de años de re-
por un fregamiento genital entre los restringida a las parejas heterose- gistrar los desplazamientos de los
dos adultos. xuales adultas. chimpancés en las montañas Mahale,
1Nishida concluía que integran gran-
des comunidades: todos los miembros
o
1- \de una comunidad se mezclan libre-
z
ente en grupos siempre cambiantes,
ero los miembros de comunidades
o
z0 1istintas no se unen nunca. Goodall
añadió más tarde la territorialidad
1 11 111 1 111 11 11 E1 11 11 111 J a este cuadro. Es decir, no sólo no se
o mezclan las comunidades, sino que
los machos de comunidades de chim-
o
z pancés distintas se enzarzan en peleas
Mortales.
-- ro-í-- nismo en bonobosqueen chim-
1:1- U
1 1 1 1 1 1 1 1 E 1 1 1 1 1 1 1 1 • 1 1 1 1 1 1
pances, los machos permanecen en su
16 32 48
grupo natál, mientras
_ _que las hen -
64 80 96
E DIAS ■ MENSTRUACION bras tienden a emigrar durante la
adorescencia.Ello significa que los
3. RECEPTIVIDAD DE LA HEMBRA al sexo; manifestada por la hinchazón de los genitales, machos más viejos del grupo han cono-
ocupa una proporción del ciclo del estro de los bonobos (arriba) mucho mayor que en el ca- i cido a todos los machos más jóvenes
so de los chimpancés (abajo). La receptividad:lela hembr_a no se interrumpe durante la lac- desde su nacimiento, y todos los
tación.lEn los chimpancés, desaparece) Esta circunstancia permite que el sexo desempe- machos jóvenes han crecido juntos.
ñé una parte importante en las relaciones sociales de los bonobos. El gráfico se debe a Jeremy Las hembras, en cambio, se trans-
Ilrift del Centro de Primates de Yerkes. I fieren a un grupo no familiar y con

78 TEMAS 32
BONOBO

CHIMPANCE

4. DOMINANCIA POR EL VINCULO, evidenciada por estas hem- dominada por el macho, éste es el que come primero (d), mientras
bras de bonobo que se dedican a la fricción genitogenital (GG) an- las hembras esperan a una distancia segura. Después de haber-
tes de comer caña de azúcar (a), al tiempo que un macho mayor se ido el macho (e), con todos los plátanos que puede, la hembra
se exhibe en vano. Tras el juego venéreo, las hembras comparten dominante ha de conformarse con el resto (ñ. (En algunas zonas
la comida sin competencia (b). Sólo cuando se van puede el ma- de investigación de Zaire se suministra a los animales caña de azú-
cho acceder a la caña de azúcar (c). En la sociedad chimpancé, car y plátanos.)

frecuencia hostil en el que quizá no trada de la advenediza en la comu- de comunidades vecinas, su mutua
conozcan a nadie. Pero las socieda- nidaff-aehembras, que está mucho dependencia no debe sorprendernos:
des de chimpancés difieren de las de mas trabada en el bonobo que en el el fracaso en crear un frente unido
bonobos en la manera en que las hem- ~icé. podría terminar en la pérdida de vidas
bras jóvenes se integran en su nueva Los machos de bonobo permane- y territorio. El peligro de ser macho
comunidad. cen unidos a su madre por toda la se refleja en la proporción sexual
Al a otra comunidad, las jóve- Vida, la siguen a través del bosque y adulta de las poblaciones de chim-
nes bonobo de Wamba escogenllma dependen de ella para su protección pancés, con muchos menos machos
L,
o dos hembras residentes mayores en los encuentros agresivos con otros que hembras.
para dispel-iá-áiTes una atención espe- machos. Como resultado, los machos En la naturaleza se han observado
ciar, empleando con frecuencia el fre- de categoría más alta en una comu- conflictos graves entre grupos de
gamiento GG y el acicalamiento con nidad de bonobos suelen ser hijos de bonobos, pero parecen ser bastante
- él-fin de iniciar una relación. Si las hembras importantes. raros. Se conocen, por contra, incor-
residentes responden positivamente, ¡Qué contraste con los chimpancés! poraciones pacíficas, que incluyen
se establecen lazos estrechos, y la Los machos de éstos entablan sus sexo y acicalamiento mutuos, entre
joven es aceptada gradualmente en propias batallas, fiando a veces de la comunidades verosímilmente dife-
el grupo. Después de engendrar su ayuda de otros. Además, los machos rentes. Si el combate entre grupos es
primer hijo, la posición de la joven adultos de chimpancé viajan juntos insolito, puede entonces enteird-éTse
hembra se torna más estable y cen- en grupos del mismo sexo, acicalán- la reducida frecuencia de las asocia-
{ tral. Ese proceso se itera con inmi- dose unos a otros con frecuencia. cion-es únicamente masculinas. En
grantes más jóvenes, que a su vez Forman una jerarquía social distinta vez de fundarse en los lazos entre
buscan una buena relación con la con niveles elevados de compe~a machos, la del bonobo da la impre-
hembra ahora ya establecida. Por y de asociación. Dada la necesidad de sión de ser una sociedad basada en
consiguiente, el sexo suaviza la en- permanecer juntos frente a los machos los vínculos entre hembras, donde
_

LA CONDUCTA DE LOS PRIMATES 79


hasta los machos adultos dependen eoelloosclue. Pero no es seguro que , hembras no se intimidaban e igno-
d-e—Sütlád— re y no de otros miiChos.lsro- todo se reduzca a eso. ikaban su ajetreo.
és eifiário nue Kan-o-considere a las La sociedad del bonobo no sólo está Observadores del parque de fieras
hembras el "núcleo" de la sociedad del ceitVáda en las hembras, sino que belga de Planckendael, que en la
bonobo. parece ser dominada por las hem- actualidad posee la colonia de bono-
Los lazos entre las hembras de bono- bras. Los especialistas, aunque hacía bos en condiciones más cercanas a la
bos violan una regla bastante gene- tiempo que sospechaban tal realidad, vida libre, informaron de hallazgos
ral, señalada por Richard W. Wrang-
ham, antropólogo de la Universidad
de Harvard. De acuerdo con la misma,
el sexo que permanece en el grupo
Ino se atrevían a formular una afir-
mación tan controvertida. Hasta que
en 1992, en el xiv Congreso de la So-
, .
ciedad Prim . e e 1.. . e • e . ,
similares. Si un macho de bonobo
intentaba molestar a una hembra,
todas las hembras se agrupaban para
ahuyentarlo. Puesto que las hembras
natal desarrolla los lazos mutuos más celebrado en Estrasburgo, los inves- dominar mejor a los machos
fuertes. Los lazos entre los chimpan- tigadores de bonobos cautivos y en cuando están juntas que yendo por
cés macho cumplen la norma, porque libertad presentaron datos que deja- su cuenta, su asociación estrecha y su
permanecen en la comunidad don- ban escaso margen para la duda. fregamiento genital frecuente pue-
de nacieron. Lo mismo vale para los Amy R. Parish, de la Universidad den representar una alianza. Las hem-
vínculos de parentesco femenino en los de California en Davis, informó de la lbras podrían así establecer lazos para
monos del Viejo Mundo, como maca- competencia por el alimento en gru- 'ganar en la competencia frente a los
I,
cos y papiones, en los que los machos pos idénticos (un macho y dos hem- ii miembros del sexo que, individual-
son el sexo migrador. bras, adultos) de chimpancés y bono- I'mente, es más fuerte.
Exclusivo de los bonobos es cierto bos en el zoo de Stuttgart. Se les Pero no sólo lo consiguen en cauti-
carácter distintivo: el sexo migrador, proporcionaba miel en un "termitero", vidad. Takeshi Furuichi expuso en el
Iailiembras, establece fuertes lazos de donde podían extraerla introdu- mismo congreso un resumen de cuál
con extraños del mismo sexo en mo- ciendo palitos a través de un orificio. sea la relación entre los sexos en
mentos avanzados de la vida. Al con- Tan pronto como disponía de la miel, [9Wamba; allí, con el señuelo de cañas
formarse una hermandad artificial, el macho de chimpancé efectuaba una de azúcar se logra que los bonobos
puede decirse que los bonobos están arremetida por todo el cercado y la algan de la selva. "Por lo general, los
ligados secundariamente. (De los la- reclamaba entera para él. Sólo cuando machos eran los primeros en apare-
zos de parentesco se dice que son pri- su apetito se había saciado permitía cer en el lugar de alimentación, pero
marios.) Aunque ahora sabemos cómo que las hembras pescaran la miel. cedían las posiciones de preferencia
(
sucede esto (a través del contacto En el grupo de bonobos, eran las en cuanto llegaban las hembras. Los
sexual y del acicalamiento) todavía hembras las primeras en acercarse machos parecían adelantarse al lugar,
no sabemos por qué los bonobos y los al termitero. Después de haberse en- no porque fueran dominantes, sino
chimpancés difieren en este aspecto. tregado a un fregamiento GG comían porque tenían que comer antes de que
La respuesta puede residir en los dis- la miel juntas, haciéndolo por turnos se acercaran las hembras", informó
tintos ambientes ecológicos de bo- sin competencia evidente entre ellas. Furuichi en Estrasburgo.
-nabos- 3,--c-himpances, tales comr- ) la El macho podía efectuar las exhibi- En ocasiones, la vinculación del
ábundancia y la calidaddél alimeifo I Tiones de acometida que quisiera; las sexo con el alimento va un paso más

5. COMPORTAMIENTO de los bonobos. La madre juega con la cría portar alimento (derecha); y un macho y una hembra en pleno acto
(izquierda); dos jóvenes practican el sexo sin penetración (centro, sexual (centro, abajo), después del cual la hembra se va con una de
arriba); un bonobo anda erecto, empleando sus manos para trans- las dos naranjas del macho.

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allá, en una conducta que aproxima plica una inversión paterna, que es
todavía más los bonobos a los huma- improbable que se desarrolle a menos
nos. C. Owen Lovejoy, de la Univer- que los machos estén razonablemente
sidad estatal de Kent, Helen Fisher, seguros de que cuidan de sus propios BIBLIOTECA
de la Universidad de Rutgers, y otros
antropólogos atribuyen la parcial
hijos y no de los de otro macho. La
sociedad del bonobo carece de esta SCIENTIFIC
separación que se da, en nuestra espe-
cie, entre sexo y reproducción a su
garantía, pero los seres humanos pro-
tegen la integridad de sus unidades
AMERICAN
fuerza para consolidar relaciones familiares mediante todo tipo de res- i
mutuamente provechosas entre hom- tricciones morales y de tabúes. Así,
bres y mujeres. La capacidad de la aunque nuestra especie se caracte-
\r‘ '
hembra humana de aparearse du- riza por un interés extraordinario en
rante todo su ciclo y su fuerte impulso el sexo, no existen sociedades en las 1„ ON TRUCCION DEL UNIVERSO
sexual le permiten trocar sexo por que la gente se dedique a él bajo cual-
fidelidad y cuidado paterno del macho, quier pretexto. Un sentimiento de
lo que dio origen a la familia nuclear. püdor y un deseo de intimidad do-
Se cree que esta disposición fue nllatica son conceptos humanos típi-
favorecida por la selección natural, cos relacionados con la evolución y el
pues permite a las mujeres criar más reforzamiento cultural de la familia.
hijos que si tuvieran que apañárse- Pero no existe grado alguno de
las solas. Aunque es evidente que los moralización que pueda hacer que el
bonobos no establecen los lazos he- sexo desaparezca de todos y cada uno
terosexuales exclusivos que carac- de los rincones de la vida humana
terizan a nuestra especie, su com- que no esté relacionado con la vida
portamiento encaja con elementos nuclear. Las peculiaridades de com-
importantes de este modelo. Las hem- portamiento del bonobo pueden ayu-
bras se muestran casi siempre recep- darnos a comprender el papel del sexo
tivas y recurren al juego sexual para Un volumen de 22 x 23,5 cm
y pueden tener implicaciones impor-
obtener los favores del macho si aqué- tantes para los modelos de sociedad y 313 páginas, profusamente
llas, por su juventud sobre todo, se humana. ilustrado en negro y en color.
hallan en un nivel social demasiado Ima.14 - uno
m mento que
bajo para dominarlo. nunca hubiéramos oído halar-deT(51
c i in:alances o de los papiones y u• le- SUMARIO
Sexo a cambio de comida ramos conocido primero a los bonobos.

E n el zoo de San Diego observé que


si Loretta se encontraba en un
estado sexualmente receptivo, no du-
Con toda seguridad, ahora creería-
-

mos que los primeros homínidos vivían


en sociedades basadas en las hem-
Cosmología
y verdad científica
1 daba en acercarse a Vernon, en el ca- bras, en las que el sexo desempeñaba
Aristarco, Copérnico
so
so de que éste tuviera comida. Ex- funciones sociales importantes y en
! hibiéndose ante el macho, se apareaba las que la guerra era un fenómeno y Kepler
con él y emitía agudos gritos solici- raro o desconocido. Al final, quizá la
I tando comida al tiempo que se apo- reconstrucción más adecuada de nues- Arquímedes, Galileo
deraba de todo su manojo de ramas tro pasado no se fundará ni en los y Newton
y hojas. Cuando Loretta no presenta- chimpancés ni en los bonobos, sino en
ba hinchazón genital, esperaba hasta una comparación a tres bandas: chim- La teoría de Newton
que Vernon estuviera dispuesto a pancés, bonobos y seres humanos. y el universo astronómico
compartir. El primatólogo Sueisha
Kuroda informa de intercambios simi-
ex), h‘f
7 3elatividad especial:
lares en Wamba: "Una hembra joven teoría de Einstein del
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
se acercó a un macho, que estaba co-
miendo caña de azúcar. Copularon movimiento no acelerado
THE PYGMY CHIMPANZEE: EVOLUTIONARY
enseguida, después de lo cual ella BIOLOGY AND BEHAVIOR. Dirigido por
tomó una de las dos cañas que tenía • Teoría einsteniana
Randall L. Susman. Plenum Press, 1984.
el macho y se alejó". THE COMMUNICATIVE REPERTOIRE OF CAP- sobre la gravitación
A pesar de estos trueques entre los TIVE BONOBOS (PAN PAN/SCUS) COMPA-
sexos, no hay pruebas de que los bono- RED TO THAT OF CHIMPAN7FFS F B M. La teoría de Einstein
bos formen familias nucleares al estilo de Waal en Behaviour, vol. 106, n.° 3-4,
y el universo
págs. 183-251; septiembre 1988.
de las humanas. El peso de la crianza
PEACEMAKING AMONG PRIMATES. F. B. M.
parece recaer por entero sobre las
(a de Waal. Harvard University Press, 1989. Evolución cósmica
espaldas de la hembra. La verdad es UNDERSTANDING CHIMPANZEES. Dirigido
ue las familias nucleares no pare- por Paul Heltne y Linda A. Marquardt. Aritmética vectorial
cen avenirse con el uso plural del sexo Harvard University Press, 1989.
que practican los bonobos. Si nues- THE LAST APE: PYGMY CHIMPANZEE BE-

tros antepasados empezaron &ir -ni Una HAVIOR AND ECOLOGY. Takayoshi Kano.
Stanford University Press, 1992.
vida sextlársimilar a la de los boi —itT:
CHIMPANZEE CULTURES. R. Wrangham,
- 61, la evolución délálltiniliirliábtra W. C. McGrew,F. B M. de Waal y P. Helt-
requerido un cambio espectacular. ne. Harvard University Press, 1994. Prensa Científica, S. A.
La vida
, familia Imafir
im-

LA CONDUCTA DE LOS PRIMATES 81

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