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de los bonobos
El comportamiento de un pariente cercano del hombre
pone en tela de juicio las teorías sobre la supremacía masculina
en la evolución de nuestra especie
Frans B. M. de Waal
n esta encrucijada de la histo- y paritaria, substituye la agresión viven menos de 10.000 individuos.
ria, cuando las mujeres se afa- por el sexo. En fa mayoría de las (Consideradas la baja tasa repro-
nan por conseguir la igualdad emás especies, el comportamiento ductora de la especie, la rápida des-
con los hombres, aparece la ciencia sexual constituye una categoría autó- trucción de su hábitat tropical y la
con un regalo tardío para el movi- noma; en el bonobo, por contra, es inestabilidad política de Africa cen-
miento feminista. Los cuadros evo- parte esencial de las relaciones socia- tral, hay razones para estar muy preo-
lutivos sesgados hacia el sexo mas- les, y no sólo entre machos y hembras. cupados por su futuro.)
1 culino ("hombre cazador", horno faber, Los bonobos practican el sexo en casi Si este escenario evolutivo de con-
etcétera) se están poniendo en tela todas las combinaciones posibles tinuidad ecológica corresponde a la
de juicio ante el descubrimiento de entre parejas (aunque los contactos verdad, el bonobo puede haber expe-
que las hembras desempeñan un ore-éste tipo entre miembros cerca- rimentado menos transformaciones
papel fundamental, dominante qui- nos de la familia pueden no darse). que los seres humanos o los chim-
zás, en la vida social de uno de nues- Interacciones sexuales que se desarro- pancés. Podría parecerse muchísimo -
tros parientes próximos. En los últi- llan en los bonobos con mayor frecuen- áráñtepasado común de las tres ---
mos años se han venido acopiando cia que en los demás primates. Pese 3e hecho, en los años treinta,
numerosos datos sobre un antropo- a ese ejercicio reiterado, la tasa 'de Harold J. Coolidge (el anatomista
morfo bastante desconocido con un reproducción del bonobo que vive en americano que dio al bonobo su cate-
repertorio de comportamientos hete- libertad es aproximadamente la mis- goría taxonómica actual) sugirió que
rodoxo: el bonobo. ma que la del chimpancé. Una hem- el animal podría ser muy similar al
Fue uno de los últimos grandes ma- bra pare una cría a intervalos de cinco progenitor ancestral, ya que su ana-
míferos que la ciencia descubrió, lo a seis años. Los bonobos comparten, tomía es menos especializad a g
i que aconteció hace 66 años en un mu- pues, al menos una característica Tér-ciimpancé. r- Las proporciones cor:
I seo colonial belga, lejos de su lujurian- muy importante con nosotros, a saber, porales del bonobo se han comparado
1 te hábitat africano. Ernst_Schwarz, la separación parcial entre el sexo y con las de los australopitecinos, una
anatomista alemán, estaba investi- la repr-o-ducción. forma de seres prehumanos. Cuando
gandb un cráneo que, por su volumen los antropomorfos se ponen de pie o
Pequeño, se había adscrito a un chim- Un pariente cercano andan erguidos, parece como si aca-
onviene llamar la atención sobre baran de emerger del cuadro que un
pancé juvenil, cuando se dio cuenta
de que pertenecía a un adulto. Sch- C este hecho, porque el bonobo com-
warz declaró haber hallado una nueva parte con la especie humana más del mitivos.
artista pintara de los homínidos pri-
subespecie de chimpancé. Pero pronto 9"8-5- 1 6i- ciento de nuestro perfil gené- No hace mucho tiempo todavía
I se concedió al animal la categoría de tico, lo que lo sitúa tan cerca del hom- suponíase que el p~sabana
una especie completamente distinta bre como el zorro lo está del perro. Se constituía el mejor modelo vivo del
dentro del mismo género del chim- cree que la divergencia entre el linaje antepasado humano. Este primate se
pancé, Pan. evolutivo del hombre y el linaje del halla adaptado a las condiciones eco-
El bonobo recibió así la denomi- y el bonobo aconteció hace lógicas con las que los seres pre-
nación oficial de Pan paniscus, el Pan sólo ocho millones de años. La pos- humanos debieron enfrentarse des-
`sólo
diminuto. Aunque, de haberse sabido eFior separación entre el lin'ale-d-el pués de bajar de los árboles. A finales
entonces lo que sabemos hoy, no me Chimpancé y el del bonobo llegó mucho de los años setenta, sin embargo, los
cabe la menor duda de que sus des- mas tarde, quizas ace~a por fa- chimpancés, con una relación de
cubridores le hubieran impuesto otro necesidad del chimpancé de adap- Parentesco mucho más estrecha con
nombre. La vieja denominación ta- tarse a hábitats mas o menos abier- los humanos, se convirtieron en el
xonómica para el chimpancé, P. saty- tos y secos. Modelo preferido. Rasgos que se obser-
rus (que remite a la creencia popu- Los bonobos nunca abandonaron, van en los chimpancés (entre ellos la
lar según la cual los simios son sátiros probablemente, la protección de los caza cooperativa, el compartir la co-
lujuriosos), le hubiera ido pintipa- árboles. Su área de distribución actual r7iida el emple-Yde utensilios, la polí-
rada al bonobo. se encuentra en las selvas húmedas tica del pC7a-e-r y una guerra priMi-
La especie, centrada en la hembra al sur del río Zaire, donde quizá sobre- tiva) faltan o no se encuentran tan
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1. HEMBRA DE BONOBO acariciando a su cría. Los juveniles de bo- cinco años de edad. Son muy bien tolerados por los adultos, que no
nobo dependen de su madre para la leche y el transporte hasta los suelen atacarlos ni amenazarlos.
desarrollados en los papiones. En el Antropomorfos elegantes suplementan los frutos con más mé-
laboratorio, estos antropomorfos han
llegado a aprender el lenguaje de sig-
nos y a reconocerse en un espejo, una
N o quisiera ofender a ningún chim-
pancé, pero los bonobos tienen
más estilo. El bonobo, con sus largas
dula de plantas herbáceas; los chimj
pancés añaden carne. Aunque los
bonobos también cTen invertebra-
señal de conciencia de sí mismo que piernas y su pequeña cabeza sobre dos y ocasionalmente capturan pe-
falta por demostrar la posean los' hombros estrechos, presenta una queños vertebrados, mamíferos in-
monos. construcción~ágil-que_ell chim- cluidos, su dieta parece andar escasa
Aunque la adopción del chimpancé pancé. Los labios del bonobo son ro- en proteína animal. A diferencia de
como hito para trazar la trayectoria jizos en una cara negra, las orejas los chimpancés, no cazan monos, que
evolutiva de los homínidos supuso un pequeñas y los orificios nasales casi se sepa.
gran avance, no obligó a revisar cierto tan anchos como los de los gorilas. Los chimpancés emplean una
aspecto del modelo precedente: la Posee también un_ a cara más plana y amplia gama de estrategias para pro-
superioridad del macho seguía coná--- abierta, con una frente más elevada curarse alimento (desde cascar nue-
el estado natuiaTde las tiuyendo -lidel chiinp -ancé y, rematándolo qie ces con piedras hasta pescar hormi-
cosas. Lo mismo en los papiones que todo, un atractivo peinado de pelo gas y termes con palos); habilidad
eiiTós chimpancés, los niña-as-dríml- negro, largo y fino, limpiamente par- ésta poco desarrollada por los bono-
C. nan sobre las hembras; reinan de tido en el medio. bos en su medio natural. (Los cauti-
forma soberana y, con frecuencia, Igual que la hembra chimpancé, la vos, en cambio, son diestros en el
brutal. Es absolutamente insólito que bonobo cría y transporta su retoño manejo de útiles.) No menos inteli-
k7.1(
un macho adulto de chimpancé esté durante un período que puede alcan- gentes que los chimpancés, los bono-
dominado por una hembra. zar los cinco años. Al llegar a los siete bos tienen un temperamento mucho Je
Y aquí aparece el bonobo. A pesar años de edad, las crías alcanzan la más sensible. Durante el bombardeo .0
de su nombre común (chimpancé adolescencia. En la naturaleza, las de la ciudad alemana de Hellabrun,
enano), los bonobos no pueden dis- hembras parenpor primera vez a los en la segunda guerra mundial, todos
tinguirse de los chimpancés en razón .-- 14 años, y alcanzan la madurez
1-3-6- los bonobos de un zoo cercano murie-
M" de la talla. Los machos adultos de la completa hacia los 15 años. Se des- ron de miedo ante el estrépito; los
subespecie más pequeña de chim- cónoce la longevidad d-é-Iii-s bonobos, chimpancés ni se inmutaron.
pancé pesan unos 43 kilogramos y pero, a juzgar por la del chimpancé, Los bonobos son imaginativos a la eX
las hembras 33 kilogramos, aproxi- puede ser de más de 40 años en la hora de divertirse. He observado indi-
madamente lo mismo que los bono- naturaleza y alrededor de los 60 en vidas cautivos jugando a la galli-
bos. Aunque las hembras de bonobo cautividad. nita ciega. Cierta hembra cubría sus
_ son bastante más chicas que los ■ Los frutos son ingredientes básicos ojos con una hoja de plátano, el brazo
- machos, mandan ellas por lo que de 111-diéra de bonobos y chimpancés o un par de dedos. Así impedida,
- parece. que viven en libertad. Los primeros deambulaba tropezando alrededor de
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ORANGUTAN •
CHIMPANCE
elth
En los grupos de chimpancés, los
lazos más fuertes se establecen entre En la sociedad humana encontra- Los orangutanes llevan una vida
los machos, que así cazan y prote- mos la mayor diversidad de todos los solitaria, sin que sean evidentes de-
gen el territorio que comparten. Las primates. Los machos se asocian masiados lazos. Los macho_s_no_s_e_
hembras viven en áreas de distribu- entre sí para empresas cooperativas, toleran entre sí. En el apogeo de su
ción que se superponen dentro dé mientras que las hembras también Vida, el macho establece un territo-
este territorio, pero no se hallan estre- se unen con las de su propio sexo. rio grande, en cuyo interior viven
chamente unidas a otras hembras o Son evidentes tanto la monogamia varias hembras. Cada hembra posee
a un macho en particular. como la poligamia y la polian na. su propio territorio separado.
Con todo, la pauta sexual más típica den dedicarse a la pseudocópula, aun- sexual es bastante esporádica y rela-
del bonobo, no documentada en nin- que, por lo cornun, -c-oi parti- jada. Parece constituir una parte com-
gún otro primate, quizás estribe en cularidad. Derechos y espalda contra pletamente natural de su vida gru-
el fregamiento genitogenital (o fre- espalda, un macho friega brevemente pal. Al igual que los humanos, los
gamiento GG) entre hembras adul- su escroto contra las nalgas de otro. bonobos se dedican al sexo ocasio-
tas. Una hembra situada frente a otra También practican lo que se ha lla- nalmente, no de manera continua.
se agarra con brazos y piernas a una mado esgrima de penes, en la que dos Además, con una cópula media que
pareja que, erguida sobre manos y machos cuelgan de una rama, uno dura 13 segundos, el contacto sexual
pies, la levanta del suelo. A conti- frente a otro, mientras se frotan mu-1, eiiastante rápido para los usos de
nuación las dos hembras friccionan tuamente sus penes erectos. nuestra especie.
lateralmente sus hinchazones geni- La diversidad de contactos eróti- En los parques zoológicos y en la
tales, emitiendo sonrisas y chillidos cos en los bonobos incluye sexo oral naturaleza se ha comprobado que el
que probablemente reflejan expe- esporádico, masaje de los genitales sexo está vinculado a la alimentación;
riencias orgásmkná. (ExpeHirientos iñdividuó y besos intensos con más: permite el compartir la comida.
de laboratorio en macacos rabones láTérigua. Pero no quisiera que esto Náñcy Thompson-Handler, adscrita
han demostrado quélas mujeresn diera la impresión de que el bonobo por aquel entonces a la Universidad
son las únicas hembras de primate es una especie patológicamente hiper- estatal de Nueva York en Stony Brook,
capaces de orgasmo fisiológico.) sexual. Tras cientos de horas de obser- vio a bonobos de la selva zaireña de
También los machos de bonobo pue- vación debo añadir que su actividad Lomako enzarzaren sexo
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BONOBO
CHIMPANCE
4. DOMINANCIA POR EL VINCULO, evidenciada por estas hem- dominada por el macho, éste es el que come primero (d), mientras
bras de bonobo que se dedican a la fricción genitogenital (GG) an- las hembras esperan a una distancia segura. Después de haber-
tes de comer caña de azúcar (a), al tiempo que un macho mayor se ido el macho (e), con todos los plátanos que puede, la hembra
se exhibe en vano. Tras el juego venéreo, las hembras comparten dominante ha de conformarse con el resto (ñ. (En algunas zonas
la comida sin competencia (b). Sólo cuando se van puede el ma- de investigación de Zaire se suministra a los animales caña de azú-
cho acceder a la caña de azúcar (c). En la sociedad chimpancé, car y plátanos.)
frecuencia hostil en el que quizá no trada de la advenediza en la comu- de comunidades vecinas, su mutua
conozcan a nadie. Pero las socieda- nidaff-aehembras, que está mucho dependencia no debe sorprendernos:
des de chimpancés difieren de las de mas trabada en el bonobo que en el el fracaso en crear un frente unido
bonobos en la manera en que las hem- ~icé. podría terminar en la pérdida de vidas
bras jóvenes se integran en su nueva Los machos de bonobo permane- y territorio. El peligro de ser macho
comunidad. cen unidos a su madre por toda la se refleja en la proporción sexual
Al a otra comunidad, las jóve- Vida, la siguen a través del bosque y adulta de las poblaciones de chim-
nes bonobo de Wamba escogenllma dependen de ella para su protección pancés, con muchos menos machos
L,
o dos hembras residentes mayores en los encuentros agresivos con otros que hembras.
para dispel-iá-áiTes una atención espe- machos. Como resultado, los machos En la naturaleza se han observado
ciar, empleando con frecuencia el fre- de categoría más alta en una comu- conflictos graves entre grupos de
gamiento GG y el acicalamiento con nidad de bonobos suelen ser hijos de bonobos, pero parecen ser bastante
- él-fin de iniciar una relación. Si las hembras importantes. raros. Se conocen, por contra, incor-
residentes responden positivamente, ¡Qué contraste con los chimpancés! poraciones pacíficas, que incluyen
se establecen lazos estrechos, y la Los machos de éstos entablan sus sexo y acicalamiento mutuos, entre
joven es aceptada gradualmente en propias batallas, fiando a veces de la comunidades verosímilmente dife-
el grupo. Después de engendrar su ayuda de otros. Además, los machos rentes. Si el combate entre grupos es
primer hijo, la posición de la joven adultos de chimpancé viajan juntos insolito, puede entonces enteird-éTse
hembra se torna más estable y cen- en grupos del mismo sexo, acicalán- la reducida frecuencia de las asocia-
{ tral. Ese proceso se itera con inmi- dose unos a otros con frecuencia. cion-es únicamente masculinas. En
grantes más jóvenes, que a su vez Forman una jerarquía social distinta vez de fundarse en los lazos entre
buscan una buena relación con la con niveles elevados de compe~a machos, la del bonobo da la impre-
hembra ahora ya establecida. Por y de asociación. Dada la necesidad de sión de ser una sociedad basada en
consiguiente, el sexo suaviza la en- permanecer juntos frente a los machos los vínculos entre hembras, donde
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5. COMPORTAMIENTO de los bonobos. La madre juega con la cría portar alimento (derecha); y un macho y una hembra en pleno acto
(izquierda); dos jóvenes practican el sexo sin penetración (centro, sexual (centro, abajo), después del cual la hembra se va con una de
arriba); un bonobo anda erecto, empleando sus manos para trans- las dos naranjas del macho.
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allá, en una conducta que aproxima plica una inversión paterna, que es
todavía más los bonobos a los huma- improbable que se desarrolle a menos
nos. C. Owen Lovejoy, de la Univer- que los machos estén razonablemente
sidad estatal de Kent, Helen Fisher, seguros de que cuidan de sus propios BIBLIOTECA
de la Universidad de Rutgers, y otros
antropólogos atribuyen la parcial
hijos y no de los de otro macho. La
sociedad del bonobo carece de esta SCIENTIFIC
separación que se da, en nuestra espe-
cie, entre sexo y reproducción a su
garantía, pero los seres humanos pro-
tegen la integridad de sus unidades
AMERICAN
fuerza para consolidar relaciones familiares mediante todo tipo de res- i
mutuamente provechosas entre hom- tricciones morales y de tabúes. Así,
bres y mujeres. La capacidad de la aunque nuestra especie se caracte-
\r‘ '
hembra humana de aparearse du- riza por un interés extraordinario en
rante todo su ciclo y su fuerte impulso el sexo, no existen sociedades en las 1„ ON TRUCCION DEL UNIVERSO
sexual le permiten trocar sexo por que la gente se dedique a él bajo cual-
fidelidad y cuidado paterno del macho, quier pretexto. Un sentimiento de
lo que dio origen a la familia nuclear. püdor y un deseo de intimidad do-
Se cree que esta disposición fue nllatica son conceptos humanos típi-
favorecida por la selección natural, cos relacionados con la evolución y el
pues permite a las mujeres criar más reforzamiento cultural de la familia.
hijos que si tuvieran que apañárse- Pero no existe grado alguno de
las solas. Aunque es evidente que los moralización que pueda hacer que el
bonobos no establecen los lazos he- sexo desaparezca de todos y cada uno
terosexuales exclusivos que carac- de los rincones de la vida humana
terizan a nuestra especie, su com- que no esté relacionado con la vida
portamiento encaja con elementos nuclear. Las peculiaridades de com-
importantes de este modelo. Las hem- portamiento del bonobo pueden ayu-
bras se muestran casi siempre recep- darnos a comprender el papel del sexo
tivas y recurren al juego sexual para Un volumen de 22 x 23,5 cm
y pueden tener implicaciones impor-
obtener los favores del macho si aqué- tantes para los modelos de sociedad y 313 páginas, profusamente
llas, por su juventud sobre todo, se humana. ilustrado en negro y en color.
hallan en un nivel social demasiado Ima.14 - uno
m mento que
bajo para dominarlo. nunca hubiéramos oído halar-deT(51
c i in:alances o de los papiones y u• le- SUMARIO
Sexo a cambio de comida ramos conocido primero a los bonobos.
tros antepasados empezaron &ir -ni Una HAVIOR AND ECOLOGY. Takayoshi Kano.
Stanford University Press, 1992.
vida sextlársimilar a la de los boi —itT:
CHIMPANZEE CULTURES. R. Wrangham,
- 61, la evolución délálltiniliirliábtra W. C. McGrew,F. B M. de Waal y P. Helt-
requerido un cambio espectacular. ne. Harvard University Press, 1994. Prensa Científica, S. A.
La vida
, familia Imafir
im-