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LOS MODELOS DE RELACIONES LABORALES,

LA AUTONOMIA COLECTIVA Y LAS CONSTITUCIONES


DE 1979 Y 1993
POR JORGE LUIS TOYAMA MIYAGUSUKU

E
1autor pretende con el presente artículo, realizar un análisis del modelo de Relaciones
Laborales adoptado por el Perú en las dos últimas Constituciones concentrándose en
la problemática de la Autonomía Colectiva. Para ello primero hará un estudio de los
diferentes modelos de Relaciones Laborales existentes relacionándolos con el tipo de
Estado que los antecede.

Las relaciones entre la autonomía -individual o Ahora bien, como señalan los FRIEDMANC2l, todo
colectiva- de los agentes laborales y la hetero- está supeditado al momento histórico para apre-
nomía estatal dependen del modelo de relaciones ciar las funciones del Estado en un determinado
laborales existente en un determinado ordena- ordenamiento, dado que éstas varían en cada
miento jurídico. En función al tipo de modelo lugar y tiempo:
adoptado, nos encontraremos ante un sistema
promotor o restrictivo de la autonomía colectiva "El Estado es el organismo al que se le atribuye
y, evidentemente, flexible o sumamente rígido el monopolio del empleo legítimo de la fuerza o la
acerca de su ejercicio. amenaza de emplearla como un medio legítimo
En las siguientes líneas pretendemos efectuar de la fuerza, como un medio por el que podemos
imponer limitaciones legítimas a otros. El papel
un análisis de los modelos de relaciones labora- del Estado en este sentido más fundamental ha
les y su incidencia sobre la autonomía colectiva cambiado drásticamente a lo largo del tiempo en
-a través de una de sus principales manifesta- la mayoría de las sociedades, y ha diferido mucho
ciones: el convenio colectivo de trabajo- y, lue- de una sociedad a otra en todo momento".
go, analizar lo expuesto en las constituciones de
1979 y 1993. Por último, debemos advertir que las clasificacio-
nes que presentamos son independientes del sis-
1. MODELOS DE RELACIONES LABORALES tema político existente en cada ordenamiento.
Las relaciones que pueden verificarse entre un Sin duda alguna, el sistema político influye en
convenio colectivo de trabajo -en adelante CCT- las relaciones colectivas de trabajo, pero no pue-
y una ley serán diferentes de acuerdo al modelo de atribuirse a un determinado sistema las ca-
de relaciones laborales en el cual nos encontre- racterísticas de los modelos que expondremos a
mos: un Estado liberal o social o un Estado neoli- continuación. En esta línea, BOZA PRQC3l señala
beral o neocorporativista. Todo el sistema de ne- lo siguiente:
gociación colectiva -en adelante NEC- se es-
tructura en función del papel que tiene el Estado "Cualquiera sea el régimen político que se da:
en las relaciones colectivas de trabajo, a partir de régimen capitalista de estructura democrática,
régimen socialista, lo cierto es que todos ellos
las características del modelo adoptado.
responden a cuestiones similares: carrera labo-
Sin duda, los modelos que describimos tienen ral, nivel salarial, seguridad e higiene en el
diferentes "submodelos" de aplicación a la reali- trabajo, etc., pero cada modelo en particular
Jorge Luis Toyama
dad, en función a cada sociedad: cada una pre- establece una jerarquía interna de valores a
Miyagusuku
senta distintos rasgos, circunstancias diferencia- tutelar bien diversas".
• Abogado das, problemas peculiares, procesos y aplicacio-
• Asistente de nes múltiples, etc.(l). Nosotros, como hemos di- 1.1. El Estado Liberal y el Estado social
Docencia del cho, sólo trataremos los modelos liberales y so- Siguiendo al profesor NEVES MUJICAC4l, los
Curso de Derecho ciales, por un lado, y neoliberales y neocorpora- modernos Estados pueden dividirse en liberales
Laboral en la Pontificia tivistas, por otro. Finalmente, en un tercer mo-
Universidad Católica mento, estudiaremos al Estado peruano en fun- 2 Cfr. FRIEDMAN, Milton & FRIEDMAN, Rose. "Libertad
ción a las clasificaciones descritas. de elegir". Madrid, 1980, pp. 48-9.
del Perú y en la 3 Cfr. BOZA PRO, Guillermo. "Negociación y convención co-
Universidad de Lima lectiva en la Constitución de 1979". En: AA.VV. Trabajo y
Constitución (Director: NEVES MUJICA, Javier) Lima,
Cfr. CONDE MARTIN DE HIJAS, Vicente. "Pluralidad y 1989, p. 219.
sucesión de convenios y control de su cumplimiento". En: 4 Cfr. NEVES MUJICA, Javier. "El contenido negocia!: la
AA.VV. IV Jornadas de estudios sobre la negociación co- compleja relación entre la ley y el convenio colectivo".
lectiva. Madrid, 1992, p. 87. IDL. Lima, 1993, p. 16 y ss.

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y sociales. A partir de cada uno de estos modelos, "En resumen, la organización de la actividad
se formulan diferentes políticas de intervención económica mediante el intercambio voluntario
estatal en la vida económica y social. presupone que nos hemos encargado, a través
del Estado, del mantenimiento de la ley y el
orden para impedir el uso de la fuerza de un
1.1.1. El Estado Liberal individuo sobre otro, para hacer cumplir los
Cronológicamente, el primer Estado que aparece contratos contraídos voluntariamente, definir el
es el liberal. La característica primordial del Es- significado de los derechos de propiedad, inter-
tado liberal es la regulación mínima, esto es, nos pretar y hacer cumplir esos derechos y mantener
encontramos ante un Estado que brinda sólo los la estructura monetaria".
mínimos servicios, esenciales para su existencia.
Aquí, la bandera de la política estatal es la igual- Hoy, los autores que defienden este modelo, con-
dad ante la ley, encontrándonos ante un Estado tinúan expresando sus características y constru-
que no busca desaparecer o atenuar las diferen- yendo teorías a partir de los postulados iniciales
cias sociales sino, sólo, garantizar el libre acceso del liberalismo. A título ilustrativo, BOLOÑA
al mercado --que todos tengan las mismas opor- BEHR<10) indica que el papel del Estado "no es
tunidades- y el trato igual a las personas. crear un orden social, sino servirlo con ciertos
El Estado liberal tiene, en este sentido, una mar- instrumentos para su mantenimiento".
cada orientación individualista, pu- Trasladando la actuación del Estado
diendo existir sinonimia entre ambos liberal al Derecho Laboral, ésta es,
también, mínima. El papel del Esta-
conceptos<5) a tal punto que, como
menciona SCHMITT<B>, no hay "lími-
El papel do, "subsidiario o supletorio"<ll>, casi
se convierte en nulo en las relacio-
tes en la esfera del individuo pero sí
en las facultades del Estado". Así,
del Estado nes laborales. Si el Derecho Laboral
nació para proteger a la parte débil
tenemos un Estado que, como postu-
ra política, busca gobernar "lo menos
liberal en de la relación laboral-lo cual supo-
ne una intervención-, los fines del
posible"<?> y, si lo hace, será en casos
"concretos y particulares".<B>
las relaciones liberalismo son completamente an-
En esta línea, el Estado garantiza tagónicos.
únicamente la libertad individual -
laborales Dentro del Estado liberal, los con-
típico rasgo de los "derechos de pri- flictos de trabajo, sólo en la medida
mera generación"-, la seguridad, la
CaSI se que causen un serio "conflicto social"
propiedad privada, la defensa nacio- que atente contra la seguridad de un
nal y los servicios y obras públicas convierte gran número de personas o del pro-
esenciales. pio Estado, son objetos de interven-
Adam SMITH<9>, catalogado como el en nulo. ción. Evidentemente, en estos casos
"Padre de la economía moderna", se- la intervención estatal se produce
ñalaba que el Estado liberal tenía para evitar que se afecte la seguri-
funciones que asumir dentro de la estructura dad jurídica y no para equilibrar las relaciones
social, las mismas que eran necesarias para la laborales o, menos aún, fomentarla.
existencia de éste: Lo expuesto, en palabras de NEVES MUJICA<12l,
representa que:
5 Cfr. DUVERGER, Maurice. "Las dos caras de occidente".
Citado por BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. "Estado so- "Tal Estado -€lliberal- no posee instrumentos
cial, Constitución y derechos fundamentales". En: AA. VV. para actuar sobre la realidad social, con miras a
Constitución, Trabajo y Seguridad Social. ADET-ATC. su modificación, sino simplemente para garanti-
Lima, 1993, p. 25. zar el funcionamiento del orden natural, por lo
6 Cfr. SCHMITT, Carl. "Los Derechos Fundamentales". En.: que su presencia en el campo de las relaciones
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos; LANDA ARROYO, Cé· laborales es de tipo únicamente represivo de los
sar & RUBIO CORREA, Marcial. Derecho Constitucional desbordes sindicales" (el agregado es nuestro).
General. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Ca-
tólica del Perú. Lima, 1992, p. 392.
7 Cfr. BOBBIO, Norberto. "El futuro de la democracia". Mé¡¡i- 10 Cfr. BOLOÑA BEHR, Carlos. "Cambio de Rumbo". Lima,
co, 1986, p. 18. 1993, p. 39.
8 Cfr. GALGANO, Francesco. "Instituciones de la Econpmía 11 Cfr. OCHOA CARDICH, César. "Constitución y Economía
Capitalista". Bs. As., 1989, p. 35. de Mercado". En: Revista de Derecho Nos. 43-44. Pontifi-
9 Cfr. SMITH, Adam. Citado por FRIEDMAN, Milton. Ca- cia Universidad Católica del Perú. Lima, 1991, p. 45.
pitalismo y Libertad. Madrid, 1966, p. 45. 12 Cfr. NEVES MUJICA, Javier. Op. Cit. p. 18.

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En consecuencia, dentro de este Estado, la inter- por el adecuado funcionamiento de la economía de
vención estatal en la NEC se reduce, práctica- mercado sino, además, de las relaciones sociales.
mente, al mínimo. Todo es dejado a la libertad de El término "Estado social" fue acuñado por HE-
las partes laborales y sólo ellas pueden delinear LLER(14l, y corresponde a todo un conjunto de
el contenido negocia!, las causales de nulidad del características propias de los Estados del siglo
CCT, las formas de solucionar los conflictos co- XX. El Estado social aparece con el surgimiento
lectivos, etc. Por tanto, conceptos como el deber de las constituciones sociales. Así, en la Consti-
de negociar, la extensión de los convenios colecti- tución de México (1917) y Alemania (1919), se
vos, la eficacia normativa del CCT, los actos de pueden apreciar las primeras consideraciones
homologación administrativa, etc., no tienen ca- acerca del Estado social que, luego, serían se-
bida en este contexto. guidas por otras constituciones [Italia (1947),
Sin embargo, no queremos terminar sin dejar de Ley Fundamental de Bonn (1949), Francia
señalar que las principales características del (1958), etc.].
liberalismo forman lo que se ha denominado el GARRORENAt15) sostiene que el Estado social
"Estado de Derecho" y que se constituyen en una tiene tres funciones básicas: asistencial, inter-
lista de "cualidades mínimas" que son comparti- vención y tutela de la economía, y equilibrio de
das por otros modelos -entre ellos, el Estado las relaciones sociales.
social. Como puntualiza DIAZ(13l, los rasgos de En principio, el Estado social no puede dejar de
este Estado son: contar con una política asistencial que atienda
las necesidades sociales. Aquí, el Estado debe
"a) Imperio de la ley: la ley como expresión de la asumir un serio compromiso frente a los requeri-
voluntad general. mientos de la población. Sobre el particular, CAS-
b) División de poderes: legislativo, ejecutivo y CAJQ(16) destaca lo siguiente:
judicial.
e) Legalidad de la administración: actuación
"La acción estatal conformadora de la vida eco-
según la ley y suficiente control judicial.
nómica y social exige un profundo y organizado
d) Derechos y libertades fundamentales: ga-
sistema de intervenciones públicas. Los dere-
rantía jurisdiccional y efectiva realización
chos sociales no postulan como algunos dere-
material".
chos clásicos de libertad y una delimitación de
la acción del Estado para no intervenir en la
Estas características fueron impuestas por pri- esfera privada y autónoma del particular, sino
mera vez por el Estado liberal y, de allí, todos los más bien por el contrario, requieren metas y
modelos lo asumen como propias en diversos gra- programas de actuación por parte de los poderes
dos. En puridad, representan un cierto "piso" públicos".
para cualquier Estado que aparece después del
liberalismo. De otro lado, el Estado social debe intervenir en
En conclusión, en el Estado liberal existe una la economía tratando de subsanar las anomalías
orfandad en la regulación de derechos laborales, que benefician a un sector minoritario de la po-
y ello se produce exclusivamente por los princi- blación y perjudican a la mayoría de ésta. La
pios que rigen a este Estado. Así, el manejo de las acción estatal no se reduce, como ocurría en el
relaciones colectivas de trabajo depende de la liberalismo, a garantizar un mercado libre; debe,
sola actuación de los antagonistas sociales. ahora, "compensar" los desequilibrios que ocasio-
na el libre mercado. Como sostiene BLANCAS
1.1.2. El Estado Social BUSTAMANTE(17l:
De otro lado, en el Estado social, a diferencia del
liberal, se buscan compensar las desigualdades "El Estado debe velar por el funcionamiento de
sociales; la intervención que tiende a la consecu- esta economía del mercado, porque se observen
ción de este fin, es la bandera de este Estado.
Pero, no es una intervención que pretenda des- 14 Cfr. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. Op. Cit. p. 23.
equilibrar; todo lo contrario, el fin de ella es 15 Cfr. GARRORENA, Angeles. "El Estado español como Es-
tado democrático y social de derecho". Ed. Tecnos. Ma-
"equilibrar" las diferentes relaciones desiguales. drid, 1991, p. 82.
El Estado social busca, entonces, no sólo velar 16 Cfr. CASCAJO, José. "Pasado y presente del constitucio-
nalismo social". En: BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos;
LANDA ARROYO, César & RUBIO CORREA, Marcial.
13 Cfr. DÍAZ, Elías. "Estado de Derecho y Sociedad Demo- Op. Cit. p. 450.
crática". Madrid, 1984, p. 31. 17 Cfr. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. Op. Cit. pp. 30 y ss.

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las reglas de juego, no sólo en el ámbito del tervención sólo procede cuando hay causas justi-
mercado, sino también en el ámbito social. Esto ficadas, tales como las relacionadas con la fun-
es precisamente lo que distingue a la economía ción promotora del Estado, la regulación en la
social de mercado del liberalismo de Manches ter
economía teniendo como importante variable la
o dellaissez-faire clásico".
ayuda a los sectores menos favorecidos, la bús-
queda de un equilibrio en las relaciones indivi-
Finalmente, el Estado social introduce los llama-
duales o colectivas de trabajo, etc.
dos "derechos de segunda generación". El Estado
En conclusión, desde el punto de vista del Dere-
social debe "equilibrar" las relaciones sociales:
cho Colectivo del Trabajo, el Estado social busca
de la garantía -característica del liberalismo-
equilibrar las diferencias sociales e, incluso, li-
pasamos a la intervención. Hay, pues, una clara
mitar e intervenir en los casos donde proceda,
política del Estado que tiende a asegurar a los
compensando las desigualdades existentes. El
ciudadanos el goce de los derechos sociales y
Estado asume, siguiendo a LOWENSTEIN<2IJ
económicos contenidos en la Constitución. Como
"la función de planificar, regular, dirigir, contro~
apunta GARCIA TOMA<IBJ, el Estado social "se
lar y supervisar la vida socio-económica".
inspira no en la idea de igualdad de las personas
sino en la necesidad de nivelar las desigualdades
entre ellos existentes".
1.2. El Estado Neoliberal y el Estado
El Estado social, enfocado desde el punto de vista
Neocorporativista
Esta clasificación<22), a diferencia de la anterior,
laboral, alentará enormemente el "cultivo" de los
derechos laborales que, como se apreció en el es me~os genérica y se refiere, especialmente,
como diCe NEVES MUJICA<23l, a la "ordenación
capítulo anterior, integran "los dere-
de las relaciones laborales". Como
chos de segunda generación". El Es-
vimos, la clasificación anterior, so-
tado tiene como función esencial la
tutela de los derechos laborales, la Frente a la bre los principales modelos de un
Estado (social o liberal), tenía una
protección al trabajador, el efectivo
enorme influencia en la vida de una
goce de los derechos colectivos, etc. indiferencia nación; en cambio, la presente clasi-
Así, frente a la indiferencia del libe-
ficación se aplica, básicamente a las
ralismo, nos encontramos ante un
Estado que debe intervenir en las
del liberalismo, relaciones colectivas de trabajo.'Aquí,
nos encontramos ante la relación di-
relaciones laborales para subsanar
los desequilibrios, buscando que los el Estado social recta entre el Estado y los agentes
laborales.
agentes colectivos laborales -que
Los modelos, en términos globalesí24l,
tengan menor capacidad de negocia- debe intervenir pueden ser: a) neoliberales o de plura-
ción- puedan exigir sus derechos y
lismo conflictivo y b) neocorporativistas
beneficios. En este sentido, BAYLOS<I9J
describe lo siguiente:
para subsanar los o de pluralismo orgánico.
Por pluralismo entendemos las rela-
"-en el Estado social- el Derecho del desequi 1ibrios... ciones que existen entre la ley y el
Trabajo se concibe como un derecho CCT: en un caso, tenderán hacia la
especial de los trabajadores subordi- heteronomía estatal o la autonomía
nados, producto del Estado y de la autotutela de
los propios trabajadores para corregir y reme-
21 Cfr. LOWENSTEIN, Karl. "Teoría de la Constitución". Ed.
diar la desigualdad socioeconómica y jurídica Ariel. Barcelona, 1976. p. 399. Además, puede consultarse
realmente existente" (el agregado es nuestro). BERNALES BALLESTEROS, Enrique & RUBIO CO-
RREA, Marcial. Constitución y Sociedad Política. Lima,
1985, p. 230.
Debemos advertir que la existencia de un Estado 22 Algunos autores, con mínimos matices, prefieren estable-
cer esta división en: estática o autoritaria y democrática
social de derecho no es "sinónimo" de un inter- o negociada. Por todos, puede verse BOZA PRO Guiller-
vencionismo abierto e indiscriminadoí20l. La in- mo. Op. Cit. p. 219. '
23 Cfr. NEVES MUJICA, Javier. Op. Cit. p. 19.
24 La clasificación puede comprender otros modelos en rela·
18 Cfr. GARCÍA TOMA, Víctor. "Teoría del Derecho". CON- ción a las características peculiares que pueden presen·
CYTEC. Lima, 1988, p. 142. tarse en cada ordenamiento. Al respecto, puede verse ER-
19 Cfr. BAYLOS, Antonio. "Derecho del Trabajo: modelo para MIDA URIARTE, Osear. "Libertad Sindical: normas in-
armar". Trotta. Madrid, 1991, p. 32. ternacionales, regulación estatal y autonomía". En: Revis-
20 Cfr. BOZA PRO, Guillermo. Op. Cit. p. 220. ta Debate Laboral No. 06. San José, 1990, p. 100 y ss.

llill Los Modelos de Relaciones Laborales. la Autonomía Colectiva y las Constituciones de 1979 y 1993
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colectiva; y, en otro, al equilibrio entre estos dos Así, la consideración de un Estado como neo-
poderes. Al respecto, ZIPELIUSC25l, indica: liberal o neocorporativista tiene muchas impli-
cancias en materia laboral. En función a las ca-
"Pluralismo significa una tensión que conduce a racterísticas de un Estado, nos encontraremos
un compromiso de intereses y de concepciones ante una autonomía colectiva que presente un
diversas, consiguiendo una integración del siste- alto desarrollo a nivel de los sujetos colectivos o
ma social mediante un proceso de equilibrio
se encuentre limitada y no es "gozada" en su real
entre los miembros de la comunidad".
magnitud por éstos; ante una libre determina-
ción del contenido negocia! o un manejo por parte
Así, en la apreciación de los Estados como neo-
del Estado del mismo y; ante una lista limitada
liberales o neocorporativistas, se determina la
de normas de carácter absoluto o máximos de
relación entre la autonomía colectiva y el Estado,
derecho necesario o, un listado abierto de su-
entre el CCT y la ley. Es aquí, donde se puede
puestos que no pueden ser transgredidos por el
apreciar el grado de intervención estatal y la
CCT.
consideración del CCT como un instrumento nor-
Un ejemplo ilustrativo, en relación a la influen-
mativo importante en la vida de un país, el mis-
cia de estos modelos de relaciones colectivas en
mo que es fruto de múltiples factores que inte-
la NEC, es el brindado por D'ANTONAf27l:
ractúan entre sí: participación de los agentes
laborales en la dirección de un país, fuerza sindi-
"El hecho mismo de que junto al contenido nor-
cal, política económica, presión política, etc. mativo aparezcan contenidos obligacionales es
La regulación normativa del CCT no es, pues, síntoma de la transición de negociación colectiva
una casualidad, responde a ciertas causas que se estática, en la cual el convenio como fuente es lo
esconden detrás de una ley marco o un código que central -modelo típicamente corporativo- a
regula las relaciones colectivas de trabajo. Pode- una negociación dinámica(. .. ). Este es el modelo
mos sintetizar lo ex- típico de los sistemas pluralistas y abstencionis-
puesto con la si- tas. En un contexto de no injerencia del Estado
y de autonomía de los sindicatos, el desarrollo de
guiente cita de VAL-
su apreciación DES DAL-REC26l:
la parte obligacional es máximo, porque a través
de las cláusulas obligacionales se realiza el auto-
gobierno de las relaciones sindicales".
como neoliberal o "Ley y convenio co-
lectivo aparecen 1.2.1. El Estado Neoliberal
como instrumentos
neocorporativista mutuamente inte-
El Estado neo-liberal se caracteriza por consa-
grar la autonomía colectiva, reconociendo una
rrelacionados por
potestad normativa a los agentes laborales por
determina su la acción de una es-
pesa red de facto- medio de la cual éstos emiten normas jurídicas.
res(. .. ): marco eco- En este modelo, por lo general, el CCT y la ley
relación con nómico referente, tienen similares poderes pues éstos derivan origi-
presión ejercida nariamente del Estado y ninguno puede someter-
la autonomía por la clase obrera
organizada, poder
se al otro; esto es lo que se denomina "pluralismo
conflictivo": coexistencia del CCT y de la ley.
político, presión
En consecuencia, el CCT sólo está sujeto a los
colectiva. ejercida por los su-
jetos sindicales, es- límites que le impone la Constitución, existiendo
tructura del siste- una relación competencia! y no jerárquica entre
ma de negociación colectiva y, en fin, eficacia de ley y CCT; una relación, en términos de
la propia norma colectiva". PREDIERIC28l, "sincrónica" donde se presenta una
coexistencia de normas jurídicas.

25 Cfr. ZIPELIUS. "Allgemeine Staatslehre". Citado por SA- 27 Cfr. D'ANTONA, Massimo. "Las cláusulas oblígacionales".
GARDOY, Juan. "Relaciones de trabajo y estructuras po- En: AA.VV. (OJEDA, Antonio y ERMIDA URIARTE, Os-
líticas" (Separata). Ponencia presentada en el Sexto Con- ear: Editores.). "La negociación colectiva en América La-
greso Mundial de la Asociación Internacional de Relacio- tina". Madrid, 1993, p. 60.
nes de Trabajo. Kyoto, 1983, p. 6. 28 Cfr. PREDIERI, Alberto. "El sistema de fuentes del dere-
26 Cfr. VALDES DAL-RE, Fernando. "Relaciones entre cho". En: NEVES MUJICA, Javier & BOZA PRO, Guiller-
norma estatal y norma colectiva". En: AA.VV. El tra- mo. Derecho Laboral. Materiales de enseñanza. Fondo
bajo en la Constitución. II Coloquio de Jaca. Zaragoza, Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
1982, p. 58. Lima, 1991, p. 81.

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En el Estado neoliberal, el Estado no tiene ma- grupos componentes de la sociedad global, parti-
yor incidencia ni participación en las diversas cularmente los profesionales y· los económicos,
relaciones laborales, caracterizándose, en su reconocen la existencia de derechos y deberes
máxima expresión, por un abstencionismo total recíprocos"J32J
en la regulación de las relaciones colectivas de Generalmente, en este modelo, el CCT está su-
trabajo.<29J bordinado a una ley y el Estado interviene en las
El neoliberalismo pretende que el Estado tenga relaciones laborales directamente, al considerar-
la menor regulación posible en materia de rela- las como un factor determinante en su política
ciones colectivas de trabajo -incluso, queriéndo- económica, denominándose por ello, "pluralismo
la reducir al mínimo-. Hoy, uno de los países orgánico".
que presenta características puras de este mode- El neocorporativismo, en la mayoría de los países
lo es Inglaterra. Por ser de importancia, resumi- de Latinoamérica es, de acuerdo a lo expresado
mos la explicación de BAYLOS<30l sobre la expe- por BUENO MAGAN0<33l, un "modelo rígido de
riencia sindical en este país: derecho colectivo, de carácter público, con acen-
tuadas limitaciones a la libertad sindical". En
"La noción de laissez-faire colectivo entronca este caso, los agentes colectivos no tienen una
con la concepción británica del pluralismo como libertad en la regulación de sus relaciones de
teoría de la diferenciación social, que deja a las trabajo, la misma que es delimitada por normas
organizaciones de trabajadores y de empleado-
estatales.
res autonomía plena en un contexto de regula-
ción negociada y de reconocimiento del conflicto
Este modelo latinoamericano es el más criticado
laboral ( ... ), se crea un sector de regulación por la doctrina. N o se puede, como señala LYON-
especializado y semiautónomo en el que se dele- CAEN<34l, "confiscarse la iniciativa del cambio
ga la acción económica sobre el mercado de social por ninguna fuerza política o social". La
trabajo y cuya forma de expresión es el sistema represión de la libertad sindical por el Estado, la
de negociación colectiva". falta de una garantía en el ejercicio de esta liber-
tad sindical a nivel constitucional y la interven-
En nuestro derecho latinoamericano, se presen- ción heterónoma del Estado en los conflictos co-
tan -no siendo la regla, como veremos en el lectivos de trabajo son las principales caracterís-
siguiente acápite- modelos atenuados de este ticas del Derecho Colectivo de Trabajo en Latino-
neoliberalismo, no comparándose con el "laissez- américa.
faire colectivo" inglés. La concepción de este mo- Sin duda, lo expuesto se condice con la propia
delo, como uno atenuado, es compartida por la configuración del Estado como "sociedad plura-
mayor parte de la doctrina(3ll que proclama una lista"(35l, la misma que es elemento suficiente
autonomía colectiva sujeta a ciertos límites que, para evitar una abierta y totalitaria intervención
por razones de "interés general", son estableci- estatal en la NEC.
dos por normas de carácter imperativo. De esta forma, en América Latina existe una
acentuada intervención en las relaciones colecti-
1.2.2. El Estado Neocorporativista vas de trabajo: el procedimiento negocial, la vali-
El Estado neocorporativista tiene como caracte- dez y la eficacia normativa del CCTestán supedi-
rística fundamental, a diferencia del neolibera- tadas a actos de aprobación u homologación, la
lismo, la intervención estatal en la autonomía libertad contractual está sujeta a ciertos pará-
colectiva, la misma que varía de acuerdo a cada metros pre-establecidos, etc. Sobre este tema,
ordenamiento -que puede ser desde una alta JEAMMAUD<36l describe lo siguiente:
promoción a la NEC hasta una regulación repre-
siva y heterónoma de la misma. Aquí, se busca,
como arquetipo, "una armonía entre las clases 32 Cfr. BUENO MAGANO, Octavio. "Liberalismo, Corporati-
vismo, Pluralismo y Neo-corporativismo". Citado por NE-
sociales que sólo puede lograrse si los varios VES MUJICA, Javier. Op. Cit. p. 20.
33 Cfr. BUENO MAGANO, Octavio. Manual de Derecho del
Trabajo. Vol. III. Sao Paulo, 1984, p. 12.
29 Cfr. ERMIDA URIARTE, Osear. Op. Cit. p. 100. 34 Cfr. LYON-CAEN, Gérard. "Critique de la négotiation
30 Cfr. BAYLOS, Antonio. Op. Cit. pp. 40-41. collective". En: Droit Soc. Nos. 9-10. París, 1979, p. 355.
31 Al efecto, puede verse ERMIDA URIARTE, Osear. Cita- 35 Cfr. GARCIA-PERROTE, Ignacio. "Ley y Autonomía Co-
do por RASO, Juan. "El principio de irrenunciabilidad lectiva. Un estudio sobre las relaciones entre la norma
y la negociación colectiva". En: AA.VV. Veintitrés estu- estatal y el convenio colectivo de trabajo". Ministerio de
dios sobre convenios colectivos. F.C.U. Montevideo, 1988, Trabajo y Seguridad Social. Madrid, 1987, p. 131.
p. 293. 36 Cfr. JEAMMAUD, Antaine. "Legislación y Realidad de la

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"En casi todos los ordenamientos observados nar que la forma de Estado que se adoptaba era
(. ..), no adoptan aquella posición de pura admi- la social.
sión del "pluralismo jurídico" en el marco de las El Preámbulo contenía una serie de principios
relaciones laborales, es decir, de liberal acogida típicos de un Estado social de derecho: se busca-
e incondicional reconocimiento de normas jurídi-
cas pactadas en el ejercicio de la llamada "auto- ba que todas las personas disfruten de la rique-
nomía colectiva". Muy por el contrario, regla- za· se indicaba que el Estado debía promover una
mentan, detalladamente en algunos casos, los so~iedad "justa, libre y culta, sin explotados ni
"convenios" (. .. ), imponiéndoles requisitos de explotadores"; se consagraba una "economía al
validez o calificación, limitando o determinando servicio del hombre y no del hombre al servicio de
sus posibles objetos (. .. ). Llegan a menudo a la economía"; etc.
reservar al Estado un papel puntual no poco De otro lado, la Constitución regulaba una serie
decisivo ... ". de derechos económicos, sociales y culturales que
son propios del Estado social y que estaban reco-
En cambio, en Europa, hay un evidente fomento
nocidos en la categoría de fundamentales. Se
a la NEC. El Estado interviene sólo para propi-
señalaban derechos -no todos exigibles directa-
ciar los acuerdos colectivos directos entre las par-
mente, por ser de preceptividad aplazada o. me-
tes laborales a tal punto que, como señala
diata- que debían ser tutelados, promovidos,
TREU<37), las posibilidades de negociación colec-
implementados, etc. por el Estado.
tiva a nivel supranacional (con la suscripción de
Incluso, los derechos contenidos expresamente
"pactos sociales") se han incrementado a raíz de
en la Constitución no eran los únicos. El artículo
la firma de la Carta Social Europea y el futuro
4 se encargaba de asegurar que cualquier dere-
estatuto de esta Carta en materia laboral.
cho que sea una manifestación de la dignidad d~l
hombre y "del Estado social" tuviera reconoci-
1.3. El Modelo Peruano
miento constitucional, a tenor del listado abierto
Antes de ingresar a la explicación del modelo
de esta disposición.
peruano, conviene precisar que nos concentrare-
Más contundente era el artículo 79. Este artículo
mos en las caracterís- establecía que el Perú era "una República demo-
ticas más relevantes de crática y social". De manera expresa, a diferencia
las Constituciones de
De manera 1979 y 1993, detenién-
de las constituciones de 1920 y 1933, se prescri-
bía la orientación del Estado, una que negaba al
donos en los aspectos Estado liberal. En la misma línea, el artículo 4
expresa, se laborales; los otros as- precisaba que se reconocía cualquier derecho que
pectos serán abordados derivaba de un "Estado social y democrático de
prescribía la de manera general. derecho".
Así teníamos a una Carta Magna que imponía al
orientación del 1.3.1. La Constitución Est~do la búsqueda de un bienestar de la pobla- '
de 1979 ción a través de una serie de políticas<38):
En relación a la prime-
Estado, lo cual ra clasificación, la "El crecimiento del Estado no sólo como guar-
Constitución de 1979 dián del orden público sino como organizador de
negaba el señalaba que el Perú
era un Estado social de
servicios públicos y de instituciones sociales,
como planificador y realizador de Empresas Pú-
derecho. En efecto, el blicas y como Promotor de una Economía Social
Estado libera l. Preámbulo de esta de Mercado (sic)".
Carta Magna, los capí-
tulos sobre el trabajo, Desde el punto de vista del Derecho Colectivo de
la educación, la seguridad social etc. y, sobre Trabajo esta concepción del Estado implica, se-
todo, los artículos 4 y 79, eran claros en determi- gún BOZA PRQC39), lo siguiente:

"El Perú queda configurado como un Estado


Negociación. Apuntes para el análisis de sus relaciones".
En: Op. Cit. AA.VV. (OJEDA, Antonio & ERMIDA URIAR- social de derecho, dentro del cual la función del
TE, Osear: Editores). "La negociación colectiva ... ". p. 17.
37 Cfr. TREU, Tiziano. "Negociación Colectiva, Consulta,
Concertación y Negociación Política". En: AA.VV. Concer- 38 Cfr. PAZ SOLDAN, José. "Derecho Constitucional Perua-
tación Social, Neocorporativismo y Democracia. Madrid, no y la Constitución de 1979". Lima, 1984, p. 461.
1991, p. 98 y SS. 39 Cfr. BOZA PRO, Guillermo. Op. Cit. p. 219.

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ABORAl
COLECTIVO

trabajo se valoriza, adquiriendo éste un rol pri- que tienen una Constitución que consagra un
vilegiado. El Estado deberá realizar toda acción Estado social.
necesaria para remover los obstáculos que impi- En primer término, el artículo 43 ---ubicado en el
dan o dificulten su labor y faciliten así la verda-
Capítulo 1 del Título sobre El Estado y la Na-
dera participación de todos los ciudadanos en la
vida política, económica, cultural y social..." (el ción- señala que el Perú es una República "de-
agregado es nuestro). mocrática, social, independiente y soberana". En
la misma línea, el artículo 58 -ubicado en el
En relación a la segunda clasificación, el Perú Capítulo 1 del Título sobre el Régimen Económi-
tenía un modelo constitucional de NEC libre y, co- precisa que la iniciativa privada "se ejerce
por ello, podemos afirmar que predominaba, en en una economía social de mercado".
palabras de NEVES MUJICAi40), un "pluralismo De otro lado, se reconocen una serie de derechos
orgánico atenuado". En efecto, aún cuando el de "segunda generación" (derechos al trabajo,
texto del artículo 54 de la Constitución no seña- seguridad social, educación, etc.), se asigna un
laba expresamente ante qué modelo nos encon- papel fundamental al Estado en la vigencia, pro-
trábamos -tampoco en el resto del articulado lo moción y respeto de estos derechos y el artículo 3
había-, se reconocía el derecho a la NEC de los establece una lista abierta de los derechos que
trabajadores y se posibilitaba la intervención es- tienen nivel constitucional, al estilo de la Consti-
tatal, a falta de acuerdo de partes, en la solución tución de 1979.
de los conflictos colectivos. Sin duda, se han reducido, en relación a la Cons-
Sin embargo, el modelo peruano, como otros de titución de 1979, las referencias al carácter so-
los países latinoamericanos, no presenta todas cial del Estado. Ello no es una casualidad, res-
las características propias del neocorporativismo. ponde al interés de los constituyentes de 1993
Por ello, se acostumbra encasillarlo en esta cate- por retirar las frases "líricas", quitar derechos de
goría pero reconociendo la existencia de ciertos preceptividad mediata y simplificar el texto cons-
rasgos de la normativa que no permiten incrus- titucionali42)_ Esta situación conduciría, de acuer-
tarla totalmente dentro del neocorporativismo, a do a lo señalado por algunos constitucionalistas,
tal punto que hay siempre la preocupación por a la configuración de un Estado liberal.
preservar la NEC de las incursiones "intervento- En efecto, RUBIO CORREN4:JJ precisa que la
ras" del Estado, debiendo éste, como acota VlLLA- Constitución de 1993 presenta características
VlCENCIO R10Si4IJ, potenciarla y promoverla. propias de un Estado policía -categoría similar
Por último, realizando las dos combinaciones, al Estado liberal:
tenemos que la Constitución de 1979 se caracte-
rizaba por contener un Estado social de derecho "El Proyecto -hoy la Constitución de 1993-
tiene una concepción de Estado policía del S.XIX
-modelo plasmado expresamente en la Consti-
y ha tratado de ser coherente con él. La mayoría
tución- y estar organizado en base a un plura- ha buscado eliminar prácticamente todo rastro
lismo orgánico -ello sólo se podía deducir a par- expreso de las obligaciones sociales del Estado,
tir de los rasgos existentes en el ordenamiento tan presentes en la Constitución de 1979 ( ... ).En
jurídico. la economía se ha establecido un régimen
En suma, las dos vías, aplicadas armónicamente, ortodoxamente liberal que cambia sustantiva-
conducen a una intervención estatal sobre las mente el existente en la Constitución de 1979.
relaciones laborales. No era una intervención Algunas expresiones genéricas, como la de la
que pretendía, en el marco teórico, limitar o anu-
lar la autonomía colectiva pues buscaba equili- 42 Cfr. PASCO COSMOPOLIS, Mario. "El trabajo en la Cons-
brar las diferencias sociales y, en concreto, las titución" En: Revista Debate Constitucional No. 03. CAJ.
relaciones laborales. Lima, 1993 y VINATEA RECOBA, Luis. "El tratamiento
de los derechos individuales laborales ... ". El texto apro-
bado por Comisión de Constitución del CCD". En: Revista
1.3.2. La Constitución de 1993 Asesoría Laboral. Lima, mayo de 1993, p. 7 y ss.
La Constitución de 1993, en relación a la prime- 43 Cfr. RUBIO CORREA, Marcial. "El modelo del proyecto
ra clasificación, sigue adscribiéndose a los países constitucional del Congreso Constituyente Democrático".
En: Revista del Foro del Colegio de Abogados de Lima.
Año LXXXI. No. l. Lima, 1993, pp. 11-16. Además, pue-
40 Cfr. NEVES MUJICA, Javier. Op. Cit. pp. 20-1. de verse DOLORIER TORRES, Javier. "Innovaciones al
41 Cfr. VILLAVICENCIO RIOS, Alfredo. "Flexibilidad, au- esquema de intervención estatal en la autonomía colec-
tonomía colectiva y contrato de trabajo en el Perú". tiva establecidas en la Constitución Peruana de 1993".
En: Revista Debate Laboral No. 160. Montevideo, 1990. En: Revista Ius Et Veritas. Año V. No. 09. Lima, 1994,
p. 674. p. 99 y SS.

~~ Los Modelos de Relaciones Laborales. la Autonom ia Colectiva y las Constituciones de 1979 y 1993
DERECHO & SociEdAd
existencia de una 'economía social de mercado' tivistal45l. La Constitución de 1993, ha reducido
no alteran la validez de la afirmación antedicha" el papel del Estado en muchos aspectos, las rela-
(el agregado es nuestro). ciones colectivas de trabajo son una muestra de
ello. La posible intervención del Estado en los
En nuestra opinión, la Constitución de 1993 man- conflictos de trabajo, a falta de acuerdo de par-
tiene el carácter social del Estado. Ciertamente, tes, ya no aparece en el texto constitucional; en
se han eliminado las declaraciones principistas y cambio, se señala que el Estado no sólo reconoce
no hay una profusión de normas que señalen la la NEC sino que la "fomenta" -al puro estilo de
orientación del Estado peruano; empero, ello no las normas de OIT, y en base a este mandato se
implica que se pueda señalar que la Constitución ha elaborado la "jurisprudencia" del Comité de
establezca un Estado liberal. Libertad Sindical sobre las pautas que debe se-
Podemos criticar a la Constitución de "austera", guir el Estado cuando interviene en la NEC.
de desaparecer las normas que consagraban de- Teniendo en cuenta lo expuesto, consideramos
rechos de preceptividad aplazada y de no repetir que ha sido saludable la eliminación de la inter-
las fórmulas principistas o ciertas obligaciones vención estatal supletoria de la Carta Magna
del Estado. Sin embargo, no compartimos lo ex- anterior, y que la nueva fórmula constitucional
presado por RUBIO CORREA. No puede negarse no importa, como afirma parte de la doctrinai46J,
que el texto de la Constitución de 1993 consagra que el Estado no se encuentre obligado a prote-
un modelo "social", ciertamente menos "social" ger la NEC; creemos que el término "fomentar"
que su precedente, pero no existe una completa implica una actuación estatal que permita el
separación de este modelo, sí, creemos, una "ate- adecuado ejercicio de la autonomía colectiva.
nuación"l44>: No cabe duda que el Estado tiene "menos funcio-
nes" que las señaladas en la Constitución prece-
"En suma, el "principio laboralista", y las pro-
dente. Sin embargo, creemos que esto no conduce
pias normas de "Estado social" y "economía so-
cial de mercado", dentro de las cuáles aquél a establecer que nos encontramos frente a un
juega un verdadero rol informador, resulta cla- Estado neoliberal; hay una "mediatización" de
ramente debilitado por la Constitución del CCD las funciones del Estado pero no una eliminación
-hoy, la Constitución de 1993-" (el agregado es de las mismas, lo que podría conllevar a hablar
nuestro). de un Estado neocorporativista atenuado.

De otro lado, el Estado peruano continúa presen-


45 Sin embargo, para la Comisión Andina de Juristas, la
tando características del modelo neocorpora- Constitución de 1993 prevé, en rigor, un Estado neo-libe-
ral. Esta posición puede encontrarse en la publicación de
este organismo internacional "Del golpe de Estado a la
44 Cfr. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. "El trabajo y los nueva Constitución". Serie Lecturas Constitucionales N o.
derechos laborales en la Constitución actual y futura". 9. Lima, 1993, p. 236.
En: Revista Asesoría Laboral. Lima, Enero de 1994, p. 16. 46 Cfr. DOLORIER TORRES, Javier. !bid. p. 109.

1111 Los Modelos de Relac1ones Laborales. la Autonomía Colectiva y las Constituciones de 1979 y 1993
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