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1. Definición:
De acuerdo con la Real Academia Española, la frustración es la acción
de privar a alguien de lo que se esperaba. A su vez, hace referencia
a dejar sin efecto o impedir el éxito de un intento contra el deseo de otra
persona que quiere llevarlo a cabo.
La palabra frustración tiene su origen en el latín frustratio, que hace
referencia a la acción y el efecto de dejar sin efecto algo o de malograr
un intento de realizar algo.
Se considera a la frustración como un sentimiento triste y desagradable
para la persona que la sufre debido a que sus objetivos o expectativas
no se llevan a cabo de la manera esperada.
Podríamos decir entonces que es una sensación que ocurre cuando
existe un deseo o un impulso de realizar alguna actividad para poder
sentirse satisfecho y que al no cumplirse, la persona alcanza un estado
de insatisfacción y vacío. Cuanto mayor sea la obstrucción y la voluntad,
y cuanto más sensible sea el individuo a este conflicto, habrá mayor
probabilidad de frustración. La causa de la frustración puede ser interna
o externa.
El término frustrado se emplea normalmente para referirse a aquella
persona que se siente fracasada como consecuencia de la perdida de
una esperanza o de algún deseo. O sea, es común que se use el
término como sinónimo de fracasado o para hablar de alguien que no
tiene éxito.
1. JOB
La historia de Job es bien conocida. Él lo perdió todo: hijos, salud física, salud
emocional, posesiones materiales y estatus social. Si bien al principio tomó su
situación con increíble entereza ––Jehová dio, Jehová quitó; sea Su nombre
bendito (Job 1:21) ––, al pasar el tiempo su estado anímico cambió
drásticamente sumiéndose en una depresión peligrosa al punto de creer que
Dios mismo lo había sentenciado: “Ciertamente Dios me ha destruido; ha
exterminado a toda mi familia. Me tiene acorralado, y da testimonio contra mí;
mi deplorable estado se levanta y me condena. En su enojo Dios me desgarra
y me persigue; rechina los dientes contra mí; mi adversario me clava la mirada”
(Job 16:7-9). “Mis días han pasado, se deshicieron mis planes, los deseos de
mi corazón” (Job 17:11). “Él ha amurallado mi camino y no puedo pasar, y ha
puesto tinieblas en mis sendas” (Job 19:8).
2. ELÍAS
El caso de Elías es interesante. La Biblia nos dice que huyó al desierto para
escapar de la amenaza de muerte de Jezabel, reina de Israel y enemiga del
profeta. Estando en el desierto Elías experimentó un deseo de muerte que da
fe de lo que estaba ocurriendo en su mundo interior: “Y anduvo caminando todo
un día en el desierto. Después se sentó debajo de un arbusto, y estaba tan
triste que se quería morir. Le decía a Dios: « ¡Dios, ya no aguanto más!
Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados» (1ª Reyes 19:4).
Además de este conflicto interior Elías experimentó un cansancio físico y
mental extremo a tal punto que solo quería dormir (1ª Reyes 19:5 y 6).
6º Tómalo con Humor. La Biblia dice: “No hay mejor medicina que tener
pensamientos alegres” (Proverbios 17:22). Esto quiere decir que la frustración
puede ser combatida con pensamientos alegres, pensamientos divertidos pero
sanos, pensamientos positivos. En ocasiones lo mejor que puedes hacer es
reírte de ti mismo o de la situación que estás viviendo, aunque claro, esto es
difícil para los enojones pero haz el esfuerzo.
Pero no seas como aquellos que hacen una serie de malas prácticas cuando
sienten frustración:
Algunos recurren a sus viejos malos hábitos, Otros visitan a sus antiguos y
tóxicos amigos, Ciertas personas dejan de ir a la iglesia porque no sienten
deseo de hacerlo, Hay quienes dejan de aportar financieramente a la Obra para
castigar al pastor, Algunos se desconectan de todos (no responden llamadas,
no devuelven mensajes, ignoran al grupo en Facebook o whatsapp) Los hay
quienes se cierran como “ostras” no permitiendo que nadie los pueda ayudar,
Otros se vuelven maldicientes y mal-hablados, También hay los que se enojan
con ellos mismos y con los demás culpando de sus desgracias a otras
personas, Hay fulanos que rompen cosas o maltratan físicamente a sus
cónyuges o incluso mascotas, Algunos dejan de orar, leer la Biblia, tener
comunión con Dios…, se olvidan que son cristianos y comienzan a
comportarse como mundanos.
Preguntas como:
♦ ¿Por qué me pasa esto?
♦ ¿Cómo voy a salir de esto?
♦ ¿Cómo voy a pagar X cosa?
etc.
Este tipo de preguntas no van a ayudarnos a salir de ese tipo de situación, más
bien, muchas veces van a acentuar la frustración.
Algunas preguntas que te ayudarán a recibir mejores respuestas para sentirte
motivado e inspirado nuevamente son:
– ¿cómo puedo ayudar a más personas? (quitas el foco de tu situación, para
enfocarte en ayudar a otros, esto siempre es positivo)
– ¿de qué otras maneras puedo enfrentar esta situación? (buscas activamente
nuevas oportunidades, nuevos puntos de vista, estimulas tu creatividad)
– ¿a quién puedo recurrir, que pueda ayudarme a solucionar/atravesar de
mejor manera esta situación? (te das cuenta de que necesitas ayuda y buscas
quien pueda proporcionártela)
Todos sabemos, que en los negocios y en la vida, muchas veces las cosas se
salen de control. Existen infinitas variables que no podemos prever (y mucho
menos, controlar). Es justamente eso lo que nos permite crecer, evolucionar y
avanzar. La cuestión es enfocarse en la solución y no en el problema.
“Lo que resistes, persiste“, dijo alguien alguna vez. Así que en vez de caer en
la autocompasión del “¿por qué a mí?”, quita tu atención a eso, y enfócate en
las múltiples maneras de solucionar esa situación (casi siempre, existen
muchas maneras de solucionar lo que está pasando, simplemente, no estás
viéndolas aún).
Tu mentalidad, es lo que más importa. Cuando estás trabajando desde un
estado de carencia, frustración, agobio o cualquier otra emoción negativa,
estás perdiendo la oportunidad de fluir. Esto significa que te va a llevar mucho
más tiempo y energía lograr el mismo resultado que si te pusieras a trabajar
desde una actitud de servicio, serenidad y felicidad.