Introducción

En este ensayo se abordará una reflexión personal sobre lo revisado en el texto

“Ética, literatura infantil y formación literaria” de Juan Mata. Así mismo se dará a
conocer por qué se cree, los textos literarios no transmiten valores, ya que los
valores los vamos construyendo nosotros como personas, como sociedad.

Es por eso, por lo que con este texto se pretende hacer conciencia de que la
lectura no nos enseña, si nosotros no nos apropiamos de ella, sino vemos más
allá de lo que estamos leyendo, debemos aprender a buscar en cada rincón de
cada página, de cada letra, para así poder reconocer el valor de leer.

Ética, literatura infantil y formación literaria

Actualmente, vivimos en una sociedad cambiante. Por lo que el objetivo principal

de las escuelas es el de educar para el futuro, con el propósito de que los alumnos
sepan desenvolverse por sí solos, cuando salgan del sistema educativo. Esto
impulsa a que los docentes se centren en favorecer la adquisición de
competencias como, por ejemplo, saber pensar, saber inventar, saber aprender,
saber informarse, saber comunicar, saber expresarse.

De ahí la importancia de educar en valores, cuya intención es la de instruir a los

niños con el propósito de que comprendan la sociedad en la que viven, desarrollen
su opinión ética al respecto y defiendan sus pensamientos. Pero ¿Cómo escuela
podemos transmitir valores? En primer lugar, es importante hablar sobre qué es
transmitir y qué es construir, ya que son términos muy diferentes que suelen
confundir. Transmitir es pasar una “cosa” de un lado a otro, de una persona a otra,
mientras que construir es hacer algo posible, construir una casa, construir un
ensayo, construir valores.

Un libro que habla de valores puede tener una reflexión muy grande dentro de él,
sin embargo, el que se lea, no significa que automáticamente se está
transmitiendo un valor, si bien, puede existir un razonamiento al momento de leer
el texto o una comparación con una situación personal, pero eso no implica que
ahora ya tenemos un valor nuevo.

Un valor se construye, por medio de la sociedad, por medio de la educación que

hemos tenido. Nosotros como futuras docentes tenemos valores que hemos
construido a través de los años, a través de las experiencias, ¿Y cómo lograr que
los alumnos construyan sus propios valores? Durante el preescolar ellos se
enfrentan a diversas situaciones que ponen a prueba el desarrollo de sus valores,
ahí es cuando las docentes deben de intervenir, para orientar a los alumnos sobre
que pueden hacer para solucionar la problemática, generando valores positivos,
pero aquí surge otro cuestionamiento ¿Qué valores son positivos y cuáles son
negativos? Hablemos de la lealtad, si un hombre roba y su amigo le “cubre” la
acción, estamos hablando que el amigo es leal, pero está cometiendo un delito,
con lo cuál el valor se convierte en negativo, por lo cual podemos observar que el
valor de los valores cambia según el contexto desde el que se vea.

Ahora, regresando al tema de los libros, cuando este nos habla de algún valor,
debemos saber explotar ese libro para que nos vaya ayudando a la construcción
de estos. Como docentes debemos explorar cada página del libro, averiguar a
donde nos puede llevar, ver más allá de lo que esta en esas letras, para así poder
llevar a los niños a su realidad, que ellos pongan a prueba su autonomía, y así
vayan construyendo sus propios valores.

Conclusiones

Una de las estrategias para desarrollar la educación en valores en el aula, es la de

los cuentos. A través de éstos, los alumnos son capaces de comprender de una
manera mucho más vertiginosa, el significado de cada uno de los valores. Por
medio de los cuentos, los docentes tenemos la oportunidad de formar a nuestros
alumnos, con la intención de que actúen de manera educada y respetuosa con los
demás, para hacer de la convivencia, una manera positiva de comprenderse unos
a otros. Pero esto no significa que los libros nos van a transmitir los valores, solo
nos ayudarán a la construcción de ellos, sin embargo, también se necesita del
apoyo de docentes y padres de familia, ya que un libro no hace todo por si solo.