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Cecilia Silva-Díaz explica que los libros enseñan a sus lectores cómo leerlos; es
importante motivar al grupo a buscar otros referentes y con éstos se recomienda que en
plenaria o por equipos dialoguen sobre sus propias conclusiones respecto a la pregunta
planteada.
El rol del mediador es enseñarles a los niños los códigos para que puedan comprender,
también hacer que cada uno cree sus propias historias para poner practicar y tener un mejor
aprendizaje. Estar consientes de lo que se le quiere transmitir al niños y tener en cuenta qué
se le está aportando en su formación como lectores de literatura.
Cecilia Silva Díaz (2015) dice que “como promotores de la lectura debemos llevar a los
niños a pensar cómo está hecho un libro álbum, con qué paletas de colores o recursos
literarios”.
Otro aspecto importante es hacer que los niños se interesen por la literatura,
implementando estrategias para que piensen, reflexionen, imaginen, pero sobre todo que
sean críticos y analíticos. Todas esta habilidades se desarrollan por medio de la lectura.
Relacionar los textos con la vida de los niños o viceversa es una de las mejores estrategias
que se puede implementar, ya que despierta el interés, deja una mejor comprensión y un
aprendizaje significativo.
Es importante que el niño no solo este leyendo o escuchando texto, sino que también,
sea autor de diversos textos que él mismo produzca de acuerdo a sus gustos y preferencias.
Involucrar a los padres en el proceso de lectura es un factor que ayuda a que los niños
desarrollen más rápido sus habilidades y se introduzcan cada vez más en los procesos de
literatura.