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POSTURAS ACTUALES ANTE EL HECHO RELIGIOSO

BACHILLERATO
Lee el siguiente texto y responde las cuestiones:
“ - ¿De verdad estabas preocupada por mí? – preguntó mientras ella le vendaba.
- Sí – respondió Silvia Valentina ruborizándose-. Me acosté asustada. La madre
de Potamio me lo notó y me dijo que rezara para que volvieras, que Dios me
escucharía. Es una católica muy devota.
- Y tú, ¿eres católica?
- No sé – contestó la joven después de unos momentos de duda.
- ¿Cómo? ¿No sabes qué religión profesas? -se sorprendió Wulfric.
- ¿Acaso hay que profesar alguna? – respondió. Mi padre era un pagano no muy
devoto de sus dioses, y mi madre, cristiana. Conozco a mucha gente que adora
a un sinnúmero de dioses. Todavía nadie me ha explicado por qué hay tantos ni
para qué sirven.
- Tienes razón – confesó Wulfric-. Yo también estoy confuso. Mis padres, como
los tuyos, profesaban distintas religiones, aunque siempre se respetaron, y
además he tenido ocasión de conocer otros cultos. ¿Por qué tantos?,
preguntas. Quizás porque cada hombre modela el dios que le conviene y luego
trata de imponerlo a los demás. No fue Dios el que hizo al hombre a su imagen
y semejanza, sino al revés: el hombre creó a los dioses según sus necesidades.
- Somos almas gemelas, Wulfric – susurró ella.”
Francisco Galván Olalla, De buitres y lobos

1. ¿Te parece actual este modo de pensar? ¿Qué postura religiosa parecen
compartir los dos protagonistas de diálogo?

2. ¿Te parece correcta la aseveración: “No fue Dios el que hizo al hombre a su
imagen y semejanza, sino al revés; el hombre creó a los dioses según sus
necesidades”? ¿Responde eso realmente a lo que has conocido de la fe
cristiana o el Dios cristiano es, como dice el papa Francisco, “el Dios de las
sorpresas”?

3. ¿Podrías ser el alma gemela de alguien que pensase de este modo?

4. ¿Es importante para ti compartir la misma visión de la fe con la persona con la


que vas a formar un proyecto de vida, aunque sea incipiente como en el caso
del noviazgo?

5. Esta novela está situada en el año 470 d.C. ¿Piensas que las personas de esta
época tendrían esta opinión sobre el hecho religioso o resulta más bien una
traslación de nuestro tiempo al pasado?
1. EL RECHAZO DE DIOS
El pensador francés Fabrice Hadjadj, de origen judío y lector de Nietzsche,
decía que “la palabra de Dios me daba urticaria”, “quería leer la Biblia para
reírme de ella”. Sin embargo, la lectura de Isaías y de Job comenzó a
transformarle. Su conversión se consolidó con la lectura de los evangelios y
se bautizó en 1998. Hoy es profesor de filosofía y literatura en Tolón y está
casado con la actriz Siffreine Michel, con la que ha tenido 7 hijos. En 2014
fue nombrado miembro del Consejo Pontificio para los laicos.

Cada año crece el número de ateos y agnósticos, sobre todo en la sociedad


occidental, pero también se producen nuevas conversiones en muchas
partes del mundo. ¿El ateísmo es el resultado natural del desarrollo de la
cultura y de la ciencia, como algunos dicen? ¿Es la religión del fututo no
tener religión?

Reflexiona sobre el texto y expón tu opinión.

El hombre es un ser religioso en cuyo corazón reside un gran deseo de Dios.


Sin embargo, hay personas que lo niegan, ateos o que consideran que no se
puede demostrar la existencia racionalmente, agnósticos. Estos últimos
relegan el conocimiento de Dios solo a la fe, virtud que reducen a un
conjunto de creencias subjetivas e individuales.

Este rechazo de Dios se debe a varios motivos, entre los que destacan los
siguientes: la realidad del dolor y el mal en el mundo, el convencimiento de
que la fe es un obstáculo para el avance de la ciencia, la consideración de
que el ser humano es pura materia y debe procurarse el mayor placer
posible, o el mal ejemplo de algunos que manifiestan ser personas
religiosas.

En último término, el hombre niega a Dios porque supone que le resta


autonomía y libertad. Sin embargo, no se puede ocultar el hecho de que
acaba sustituyendo al Ser Supremo por el propio yo o por otros ídolos.

El Agnosticismo

El agnosticismo niega la posibilidad de conocer la existencia de Dios. Ya en


la Antigua Grecia, los escépticos rechazaban la probabilidad de llegar al
conocimiento de la verdad. Defendían que, si no es posible saber nada con
certeza, todavía se puede conocer menos la causa última de las cosas.

El agnosticismo moderno hunde sus raíces en la filosofía racionalista


moderna, concretamente en la filosofía de la Ilustración de Immanuel Kant
(1724-1804). Este pensador sostiene que es imposible conocer cómo son las
cosas en sí mismas y, por lo tanto, la metafísica. En consecuencia, los temas
que trata esta disciplina – dios, el alma y el mundo- no son accesibles a la
razón.

Sin embargo, Kant cree que es necesario afirmar la existencia de Dios, pues
de otro modo no se podría justificar el obrar moral del ser humano. Por eso
afirma: “Tuve que abolir la razón para dejar un lugar a la fe”. Sin Dios, la
razón práctica se queda sin fundamento y, sin ella, no es posible la
convivencia, el bien del hombre. No se puede conocer al Señor, pero sí se
debe postular.

No obstante, esta postura conduce a una situación problemática, ya que el


racionalismo convierte la fe en puro voluntarismo: Dios debe existir,
aunque, como no podemos saber de verdad si realmente existe, creer en él
no es racional. De este modo, la religión se reduce a sentimiento, a una
convicción irracional e injustificable.

El Ateísmo

El ateísmo afirma que Dios no existe. En algunas ocasiones, el ateo es


antirreligioso o antiteísta, es decir, adopta una actitud de lucha contra la
religión y a veces llega a perseguir a los creyentes. Podemos distinguir dos
tipos de ateísmo:
- Ateísmo teórico. Es el que sostienen los que afirman de modo directo que Dios
no existe. El primer teórico del ateísmo fue Ludwig Feuerbach (1804-1872), que
defendió que Dios es una idea humana, fruto de los deseos que no hemos
realizado. Sus ideas influyeron en pensadores como Karl Marx (1818-1883),
Friedrich Nietzsche (1844-1900) y Sigmund Freud (1856-1939), pero ninguno de
estos ha podido ofrecer una demostración racional cabal de la no existencia de
Dios.
- Ateísmo práctico. Es el que adoptan los que viven al margen de Dios y eluden
preguntarse por él. Esta postura tiene éxito en ambientes consumistas, pues el
deseo de tener o el hedonismo adormecen la capacidad de buscar la verdad.
Esta actitud suele conducir a la desesperanza, al vacío y a la infelicidad. Y es que
el ser humano, aunque no lo reconozca, está hecho para Dios y para trascender
la brevedad del tiempo presente.

¿Por qué el ateísmo ha calado tan profundamente en nuestra cultura? Porque,


a veces, el hombre se considera autosuficiente, como si él mismo pudiera dar
respuesta a todos los interrogantes. Otra posible razón es que espera su
salvación por una liberación económica y social, para la cual la religión se ve
como un obstáculo “porque, al orientar la esperanza del hombre hacia una vida
futura ilusoria, lo apartaría de la construcción de la ciudad terrena”.
(Gaudium et spes 20,2)
IDEAS CLAVE:
- El agnosticismo niega la posibilidad del conocimiento racional de Dios, no su
existencia.
- El ateísmo teórico niega la existencia de Dios tratando de argumentarlo.
El ateísmo práctico es la opción de vivir como si Dios no existiera.

ACTIVIDADES

1. Escribe cinco ejemplos de elementos que sustituyen a Dios en la vida de los


jóvenes y que adoptan un carácter divino, pues se centra en su vida y se
venera de algún modo.

2. Analiza cuatro expresiones de nuestro lenguaje en las que se utilicen las


características propias de Dios fuera del ámbito religioso, como por ejemplo
en: “esta salsa es divina”. Piensa también en el mal uso de la palabra
adorar.

a. ¿Es correcto este uso?


b. ¿Puede la persona quedar plenamente satisfecha si pone su ansia en
esos objetos?

3. “Tuve que suprimir el saber para dejar sitio a la fe”, dice Kant en el prólogo
a la segunda edición de la Crítica de la razón pura, en 1787. Esta es la obra
cumbre del agnosticismo.

a. ¿Te parece una actitud cristiana?


b. ¿Cuál sería el resumen, en una sola frase, de la verdadera actitud de los
pensadores cristianos?
2. LA SOCIEDAD SIN DIOS
Sin Dios, todo está permitido

A lo largo del S.XX se han sucedido intentos de construir una sociedad sin
Dios que recuerdan lo que dijo el escritor Dostoyesvski: “Si Dios no existe,
todo está permitido”. Si el Señor es el fundamento de la diferenciación
entre el bien y el mal que todos tenemos en nuestra conciencia -y que
llamamos “ley natural”-, al negarle a él, se niega también esta distinción.

Así pues, Dios es el fundamento de la diferencia entre el bien y el mal que


todos tenemos en nuestra conciencia. Al negar a Dios, se niega también esa
diferencia y todo está permitido.

Sin Dios, la convivencia es un problema

A veces, la fe se presenta como un obstáculo para la convivencia, como si


creer en Dios y en lo que nos ha revelado impidiera entender o respetar a
los seres humanos o como si la defensa de la verdad tuviera que unirse
necesariamente al fanatismo, de manera que afirmásemos: ”Ya que lo mío
es verdad, las personas que no están conmigo viven en el error y no
merecen respeto”. Nada más lejos de la visión católica del mundo.

La Iglesia defiende la libertad religiosa y de conciencia. La consecuencia es


clara: el cristianismo se propone, no se impone. El creyente busca el trato
con Jesús, el Amigo, y ninguna amistad puede ser obligatoria. Si no se
hiciera así, actuaríamos contra la voluntad de Dios y contra la fe.

Pero ¿erradicar lo religioso puede ser un obstáculo para la convivencia? Se


puede encontrar respuesta a esta pregunta en un texto de la judía y
agnóstica Natalia Ginzburg, perteneciente a su ensayo ¿Se deberían quitar
los crucifijos de las aulas? “El crucifijo no genera ninguna discriminación…
¿Acaso Cristo no era judío y un perseguido, y no murió en el martirio como
les sucedió a millones de judíos en los campos de concentración? El crucifijo
es el signo del dolor humano… Representa a todos. Porque antes de Cristo
nadie había dicho que en el centro de nuestra existencia debemos colocar
la solidaridad entre los hombres. ¿No será el catolicismo el fundamento de
la solidaridad que tanto gusta en Occidente? La Iglesia atiende al pobre, al
enfermo, al necesitado… Los que no creen deben tener en cuenta que un
mundo sin Dios es algo atroz”.

La convivencia es un problema si no hay principios inmutables. Sócrates


decía que existe una justicia objetiva, que puede ser conocida y enseñada.
Solo en este caso podemos hablar de una justicia verdadera.
El cristianismo es una religión que defiende la libertad de cada persona,
imprescindible para la convivencia en paz.
ACTIVIDADES

1. Busca la historia de Eduardo Verástegui, actor de fama en Sudamérica y


Estados Unidos y explica su conversión. ¿Qué relación se establece
entre fe y verdadera felicidad?

2. Busca en internet dos ejemplos de actividades mediadoras de la Iglesia


en conflictos entre naciones o dentro de ella.

3. Desmond Ross es un cristiano que se ha hecho famoso por la película


Hasta el último hombre (2016). Lee su historia y responde a estas
preguntas:
a. ¿Cómo influyeron sus convicciones para hacer de él un héroe?
b. ¿Cambió la opinión de sus compañeros sobre su fe cristiana?
c. Pon tres ejemplos en los que la coherencia de vida cristiana puede
mejorar la sociedad.

4. Explica por qué se dice que el cristianismo es una religión que “se
propone, no se impone”.

3. EL SENTIDO DE LA VIDA
Marx, Nietzsche y Freud tienen pocas cosas en común. Una de ellas es
considerar el ateísmo como punto de partida de un humanismo certero.
Para que el ser humano pueda ser el eje de su propia existencia, debemos
partir de la negación de Dios.
¿Esto es cierto? ¿Es Dios un enemigo para la grandeza del ser humano, su
adversario, el rival de nuestros planes de libertad y autonomía, de modo
que -para ser grande- el ser humano precisa de la abolición de Dios?

Comenta las ideas principales del párrafo anterior y explica tu opinión.

Sin Dios, no hay futuro

Cabe preguntarse si el ateísmo conduce hacia la liberación o hacia la


desesperación. Negar a Dios podría suponer una mayor autonomía del
sujeto: ya no se reciben mandatos de fuera y se puede afirmar que se ha
comenzado a vivir una vida adulta. Pero casi ningún ateo consecuente lo ve
de forma tan optimista.
El filósofo Michel Foucault (1926-1984) sostenía que la muerte de Dios lleva
necesariamente a la muerte del hombre; sin Dios ya no hay nada que haga
al hombre sagrado. ¿De dónde venía nuestra dignidad? De ser imagen de
Dios. Si no hay Dios nosotros tampoco somos su imagen.

Si somos consecuentes, será necesario defender que los humanos no


tenemos nada que nos distinga del resto de los animales. Así, el pensador
Peter Singer denuncia el especismo. Según él, este prejuicio hace que nos
sintamos superiores a los demás animales; sin embargo, somos animales, y
animales a los que hay que responsabilizar de lo mal que va el mundo.

Pero si el hombre no es sagrado, los derechos humanos son una quimera:


propuestas sin base r3eal que nos hemos entregado nosotros mismos.
Basta que alguien con poder decida suprimirlos para que no haya
argumentos que lo impidan. Y esa es la tarea que propone Nietzsche para el
“superhombre”.

Es posible que alguna vez hayamos oído afirmaciones como esta: “la
experiencia del dolor en el mundo me impide creer en Dios”. Parece más
conveniente pensar lo contrario, pues, si Dios no existiera, seguiría
habiendo dolor, pero entonces no tendríamos a nadie de quien esperar una
respuesta sobre su sentido. El dolor del ateo queda sin respuesta
irremediablemente. Si Dios no existe, la vida carece de esperanza: el dolor
es un puro sinsentido.

Cuando el ser humano encuentra el sentido de su vida, cambia el color de lo


que le sucede. Por eso es ya una frase hecha decir que hay dos días
importantes en la vida : el día en que uno nace y el día en que descubre
para qué. Si esto se produce, la vida se hace útil y valiosa.

Con Dios, hay esperanza

Con frecuencia, el ateísmo se presenta a sí mismo como la opción


humanista, como si la religión fuera enemiga del hombre. Al librarse de
Dios, se afirma, el ser humano se prepara para dejar atrás la infancia de la
razón (la edad de los mitos) y empieza a vivir como un adulto. Se parte de la
idea de que cualquier obediencia es una atadura. Sin embargo, un estudio
detenido de la forma de ser del hombre muestra que esto no es tan
sencillo. De hecho, es fácil advertir que una libertad sin límites conduce a la
propia destrucción. Jesús nos recordó esta realidad cuando afirmó: “La
verdad os hará libres” (Jn 8,32). Y en otro momento dijo: “Yo soy el camino,
la verdad y la vida” (Jn14,6).

Si queremos descubrir qué es la verdadera libertad, necesitamos conocer a


Cristo, que es quien nos enseña el significado de ser una persona. En la
medida en que es perfecto Dios y perfecto hombre, Cristo es el modelo
pleno de lo que es el ser humano.

El ateísmo, a pesar de su presunta independencia (o a causa de ella), se


queda sin argumentos ante los problemas del dolor, el sufrimiento en el
mundo y el origen, el fin y el sentido de la vida. El “drama del humanismo
ateo” es una realidad incontestable. Por su parte, el humanismo cristiano
predica:
- La capacidad cognoscitiva de la razón, que puede ascender hasta la causa
última, Dios.
- La profundidad de la libertad del cristiano, que tiene poder para decir sí o no a
un Dios que le ha dado esa libertad y que no le impide nada, sino que le ama.
- El camino de la felicidad. Para ello contamos con unas instrucciones de uso (los
Mandamientos), un programa realista de la felicidad (las Bienaventuranzas) y
un programa de amor a Dios y al prójimo (las obras de misericordia) que
permiten al sujeto crecer como persona, en la medida en que se da a los
demás, y alcanzar la felicidad.

ACTIVIDADES

1. Explica la diferencia entre el humanismo cristiano y el pensamiento de


Michel Foucault.

2. Analiza el siguiente texto: “No hay nada en el mundo capaz de ayudarnos a


sobrellevar los más grandes sufrimientos que el estar convencidos de que la
vida tiene un sentido y, por lo tanto, que tenemos una razón para existir”
(Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido)
4. LA EXISTENCIA DE DIOS
A Dios se llega por medio de la revelación. Este es el mejor conocimiento, pues nos
conduce a su intimidad de una manera que nuestra inteligencia es incapaz de lograr.
Pero no es el único camino. Si el conocimiento de Dios siempre fuera cuestión de fe, no
habría posibilidad de dialogar con quienes no creen. La respuesta a la única pregunta
importante de la vida no puede resultar inaccesible para la mayoría de las personas.

El conocimiento espontáneo

No ofrece un argumento racional, sino una llamativa “normalidad estadística”: la


religiosidad universal de las culturas, el respeto y el enterramiento de los muertos, el
premio y el castigo con sus equivalencias en el cielo y el infierno.

El argumento deontológico

Todo ser humano que puede usar correctamente su razón es capaz de distinguir la Ley
natural. Del mismo modo que hay una ley física de la gravedad, existe una ley moral
natural en el comportamiento humano. Así, por ejemplo, sabemos que hemos de
cumplir lo que prometemos no porque nos venga mal que nos engañen, sino porque
percibimos que esa fidelidad es una regla básica de las relaciones sociales.

Si alguien no admite la obligación moral de cumplir las promesas, bastará con romper
una que se le hubiera hecho para demostrar, con su reacción, el error de su postura:
de modo natural se da por hecho que los pactos hay que cumplirlos. Pero los seres
humanos no establecemos esta ley: la infidelidad no es mala porque lo digamos o lo
pactemos así, sino que lo aceptamos porque sabemos que esa forma de actuar es
mala.

Cuando el hombre se hace legislador último o fundamento de la ley moral, siempre


acaba negando esa misma ley. Si es él quien da derecho a la vida (en lugar de verse en
la obligación de respetarla), señalará quiénes reúnen las condiciones de recibir tal
derecho y quiénes no las reúnen.

Sin embargo, si existe una ley que está por encima del ser humano y que todos hemos
de respetar, habrá también un legislador que, por tanto, será inteligente y justo -de
otro modo, no podría dictar leyes-, al que llamamos Dios.

Pruebas filosóficas

Las pruebas más destacadas para demostrar la existencia de Dios se basan


principalmente en el principio de causalidad: todo lo que no es por sí mismo es por
otro. Por lo tanto, todo lo que podría no haber sido tiene una causa de que sea.
Estas pruebas no nos llevan al Dios de la revelación, pero sí a la necesidad de que
exista un ser como Dios. Sin el Señor, causa primera y fin último, nada podría existir.
Pero las cosas de hecho, existen. En consecuencia, Dios también.

PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS

El movimiento Hay movimiento y todo ser que se mueve es movido por


otro ser. Quien mueve está en acto (con la pelota se mete
un gol porque alguien le ha dado una patada). A su vez, si
lo que se mueve se mueve, necesita que otro lo mueva (el
jugador tiene padres, consume alimentos que su
organismo transformará en energía…) Pero no puede
darse una cadena infinita de motores, porque nunca se
llegaría al primero que mueve (ni, por lo tanto, al segundo,
al tercero… al balón). El primer motor no puede ser
movido por nadie, porque entonces no sería primero. A
ese primer motor inmóvil lo llamamos Dios.
La causa eficiente Cada cosa ha sido causada por otra, pero nada puede
causarse a sí misma, ya que tendría que ser anterior a sí
misma. Si se elimina la causa, desaparece el efecto (sin
patada no hay gol), de modo que, si no existiera la primera
causa, tampoco existirían la segunda ni la última. Pero
experimentamos que sí existen, de manera que ha de
existir una causa eficiente primera no causada. A esa
primera causa no causada la denominamos Dios.
La posibilidad Las causas pueden existir o no, pueden ser hechas o
destruidas. Lo que puede no existir en un tiempo no
existió, de modo que, si todo fuera posible, hubo un
tiempo en el que nada existía. Pero, si nada existía, ahora
tampoco existiría nada, ya que todo empieza a existir por
algo que ya existe (nada se causa a sí mismo). Sin
embargo, existen cosas. De modo que tiene que existir un
ser que sea necesario por sí mismo y que cause el ser de lo
demás. Ese ser necesario por sí mismo recibe el nombre
de Dios.
El orden de las cosas En el mundo todo parece obedecer a un orden, aunque se
trate de cosas sin conocimiento: astros, mareas, átomos…
No obran por azar, sino intencionadamente. Así como la
flecha da en el blanco gracias al arquero, las cosas tienen
que ser dirigidas por una inteligencia. A este alguien
inteligente que dirige todas las cosas le llamamos Dios.
ACTIVIDADES

1. Contesta las siguientes preguntas:

- ¿Es indemostrable la existencia de Dios?

- ¿Existe algún argumento que muestre la necesidad que tiene el mundo de la


existencia de Dios?

2. Imagina que tienes que dar razón de la existencia de Dios a un amigo ateo o
agnóstico. ¿Qué argumentos emplearías?

3. Investiga la biografía del filósofo Antony Flew y analiza el proceso por el que se
declaró teísta. ¿Qué relación tiene este proceso de cambio con la convicción de
Flew de seguir a la verdad a dónde esta le llevase?

4. Realiza un breve estudio del pensamiento de Augusto Comte y explica los


argumentos que propone contra la existencia de Dios y el valor de las
religiones.
¿Qué tipo de argumento se podría ofrecer frente al pensamiento de Comte?
ACTIVIDADES FINALES

TEXTO 1

1. Lee el testimonio de Nabeel Qureshi, reflexiona y responde las preguntas.

Nabeel Qureshi, descendiente de una familia musulmana, tomó contacto con


jóvenes que vivían con alegría y coherencia su fe cristiana.

Para explicar su historia, escribió Defendiendo a Alá, llegué a Jesús. Nabeel


apoyó su argumentación en las siguientes ideas: a) El Corán había sido
realizado de un solo golpe y nunca se había alterado, b) Mahoma, el profeta
había tenido una vida intachable; c) Jesucristo no había muerto realmente en la
cruz; d) la fe cristiana no era resultado de un núcleo inicial imperecedero, sino
de constantes adiciones.

El resultado de su investigación, que realizó con lealtad al islam, le llevó a una


conclusión desoladora: las cuatro tesis sobre las que se sustentaba su seguridad
como islámico no eran correctas y, en cambio, el cristianismo sí poseía un
fundamento verdadero. En los evangelios, era indudable que -para los testigos-
Jesús había muerto en la cruz y había resucitado.

A partir del verano de 2005, Nabeel toma la decisión de convertirse al


cristianismo. Cuando se lo comunica a su padre, este le dice: “Nabeel, hoy he
sentido como si alguien me arrancara el corazón”. Se casó en 2008 y casi nadie
de su familia asistió a la boda.

La obra de Nabeel concluye del modo siguiente: “Cuando vuelvo la vista atrás,
me doy cuenta de que los últimos ocho años han sido la época más maravillosa
de mi vida. Me he formado, moldeado y transformado para ser un discípulo de
Jesús. El Espíritu Santo ha sido mi consolador, su palabra, mi sustento y no
cambiaría esta época por nada”.

a. Resume las ideas en las que Nabeel comenta su proceso de conversión.


b. ¿Cuáles son los elementos que había recibido de la fe islámica que quedaron
invalidados?
c. ¿Con qué argumentos serías capaz de defender el cristianismo?
TEXTO 2

2. Reflexiona a partir del siguiente texto.

“Aquel día en el campo de concentración nazi se crucificó a una gran cantidad


de judíos… Al caer la tarde todos los crucificados habían perecido ya, todos
menos un niñito de corta edad, cuyo escaso cuerpecito casi sin peso no
presionaba lo suficiente como para terminar de morir. Aquel angelito no
terminaba de morir y prolongaba durante horas su dantesca agonía cuando, al
pie de esa su cruz, en medio del holocausto inenarrable miraron horrorizados
aquella cárdena carita infantil de ojos desorbitados y mandíbulas desencajadas,
aquella víctima inocente de un mundo cruel y envilecido hasta el límite.
Rompiendo el insoportable silencio general, uno de ellos comentó al fin:
“Decidme ¿cómo se puede creer en Dios viendo sufrir a este angelillo
inocente?”. Y en medio de aquella trágica escenografía una voz creyente
respondió: “Precisamente es desde ese niño desde donde yo creo, pues este
niño es ahora la representación de Cristo en la cruz, que está con él desde su
propia experiencia de crucificado, de justo inocente”. Y es que la manera que
Dios Padre tiene de librarnos del mal es acompañarnos en el mal desde la cruz
del Hijo, a la cual le llevaron (y le seguimos llevando) con mil complicidades los
seres humanos”. (Carlos Díaz, Entre Atenas y Jerusalén)

a. Desarrolla el argumento de la persona que se rebela ante el mal.

b. Explica la posición de la persona creyente.

c. ¿Qué quiere decirnos el autor del texto con la frase final?

d. ¿Compensa lo que supone la libertad humana con la posibilidad de que hay


nuevos campos de exterminio?
TEXTO 3
3. Lee el siguiente texto y responde las preguntas.

“Dios era un estorbo incompatible con determinadas actitudes, era más sencillo
eliminarlo. Yo no fui ateo; ateo no es casi nadie, es una excusa demasiado
sencilla. Lo que pasa es que muchas personas, para vivir tranquilamente sin
impedimentos morales ni dar cuenta a nadie de nada, apartan a Dios de sus
vidas porque él es un obstáculo para algo tan sencillo como emborracharse,
tener relaciones sexuales prematrimoniales o consentir un aborto. Son personas
que no tienen ningún argumento consistente para defender su postura”.
(Javier, estudiante de Ciencias Empresariales, en El Rotativo)

a. ¿Estás de acuerdo con Javier en la idea de que el ateísmo suele ser una
excusa?

b. ¿Cuál es la diferencia entre el ateísmo como negación de Dios y el ateísmo


práctico?

c. ¿Conoces a alguien que se declare ateo? ¿Cuáles son sus argumentos y


cómo los contraargumentarías? ¿Qué actitudes adoptarías para que
existiese un verdadero diálogo?

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