actuar acorde a su razón, limitada por la sociedad y no acorde a su fuerza sin límite

alguno, y la facultad de adquirir se empieza a fundar en un título positivo puesto que el

Estado es dueño de todos los bienes por medio del contrato social, pero el derecho de la
primera persona que ocupe un bien es más real que el del más fuerte, y se requiere que
este se ocupe de lo necesario, y que tome usufructo de el por medio del cultivo, mientras
que las propiedades particulares le pertenecen a todos los ciudadanos , protegiéndolos de
los extranjeros, ejerciendo la soberanía, además se establece la libertad moral, que en
últimas es lo único que hace al hombre dueño de sí mismo.

Por la lucha y el afán de que el Estado tenga una fuerza especial se establece
formalmente una soberanía que es un poder absoluto sobre todos, dirigido por la voluntad
general, sin embargo deben ser totalmente diferentes este tipo de poderes puesto que no
hay dos soberanías, no hay nada más fuerte que esta y es indivisible, por ende se
establecen claramente los derechos de los ciudadanos y los de la soberanía y tener claro
que todos los servicios que el primero pueda prestar al soberano se los debe siempre y
cuando este se los pida. Con dicho sistema se busca para tomar las decisiones de
manera conveniente.

En el estado civil todos los derechos están terminados por ley, fundado en el objeto
general siendo estas determinadas por la autoridad del hombre, saltando desde ese
momento a la conformación de repúblicas, estableciendo una figura de legislador, este
debe plantear un modelo a seguir para instituir al pueblo, capaz de modificar o
perfeccionar la naturaleza humana, es decir limitar sus acciones, pero proporcionarle el
apoyo y la necesidad de auxilio de los demás, siendo el parlamentario un hombre
asombroso y superior que cuidadosamente dicta leyes no sin antes estudiar que el pueblo
pueda soportarlas sin transgredir su cultura o arraigos, lo que demuestra que la
administración es más difícil entre más grande sea su extensión y número de habitantes,
suyas variables son proporcionales, además en los grandes conglomerados de personas
se están ocultos los exquisitos talentos, y los vicios son excesivos, lo peor del caso es que
puede llegar a ocurrir que los súbditos gobiernen descabelladamente por ser mayoría.

La legislación según el contrato debe estar basada en la Libertad y la Igualdad y en

cuanto a la riqueza que ninguna persona sea tan poderosa para comprar a otra o que
ninguna sea tan pobre para que se ofrezca en venta, el verdadero Estado constituido es
aquel que no necesita estar siempre bajo el yugo de las leyes sino el que es capaz de
crear conocimiento, cuidado, conciencia y consistencia. Para la buena gobernación deben
existir dos tipos de leyes; unas políticas que se dan entre el Soberano y el pueblo, y otras
que se dan entre gentes que son las leyes civiles las cuales son sancionadas por el
poder ejecutivo, estos poderes deben estar relacionados entre sí, para poder contrarrestar
sus funciones y que no se convierta en un gobierno tajante y déspota, o peor aún, se
caiga el gobierno por una anarquía, el gobierno puede estar compuestos por escasos o
numerosos magistrados, pero entre menos haya, más poder gubernamental habrá sobre
el pueblo, en el magistrado caben tres voluntades disimiles, que son; la propia del
individuo que es nula, la común de los magistrados que es subordinado y la voluntad del
pueblo que es soberana.

El poder o el gobierno debe recaer sobre el pueblo, sobre la ciudadanía, solo ahí hay
democracia, aunque se está bastante lejos de conseguir una verdadera democracia, ya
que todos no se reunirán para tomar siempre decisiones, y entre más grande sea el
Estado más difícil será gozar de esta forma de administración, pues serian comunes las
guerras civiles, a causa del desacuerdo mismo de las gentes. Cuando recae sobre unos
cuantos o pocos es una aristocracia cuya forma administrativa se da generalmente en los
pueblos pequeños, eligiéndose a los mejores o más sabios, para moderar los excesos de
los adinerados y la diminuta codicia de los necesitados. Y por último cuando reposa
sobre uno solo es una monarquía, donde el poder está depositado totalmente en una sola
cabeza visible, propenso a la corrupción, pues casi nunca buscan el bienestar general
sino la miseria común, la subordinación, para así mantenerse en el poder, no solo en su
persona sino a su dinastía en universal por ello este poder es hereditario.

En algunos Estados el gobierno se mantiene siempre y cuando los involucrados o

súbditos trabajen más de lo que consumen o necesitan, aunque esto depende de la forma
de gobierno por ejemplo la monarquía es propia de naciones fuertes y grandes, la
aristocracia para tierras medianas y la democracia para nacionalidades pequeñas.

Los gobiernos generalmente no gustan de la soberanía popular, por ello busca acabarla
prudente y despaciosamente, alterando eso sí, las constituciones, fragmentando en
muchos casos el contrato social. Pero los gobiernos no son absolutos ni perpetuos y
existen dos maneras de arruinarse, ya sea disminuyendo su número de integrantes o
cuando se liquida el Estado, entonces se mudaría de gobierno a Anarquía, así mismo La
democracia degenera en oclocracia, la aristocracia en oligarquía y la monarquía en
tiranía, siendo un tirano el que se opone a las leyes y a gobernar según ellas, pero existe
una manera de evitar estas degeneraciones y es a través del órgano legislativos, sí, es
creando leyes como se mantiene el poder y la forma de gobierno administrativa, siempre y
cuando el pueblo aun crea en el gobierno existente y se acoja a él de lo contrario se abole
el poder ejecutivo, ocupando esta función las asambleas populares conformado por
muchos hombres reunidos, movidos por un mismo ideal u objetos siendo inalterables,
puesto que no tienen intereses contradictorios o confusos, cuanta más consentimiento
haya en las asambleas es más dominante la voluntad universal aunque no se descarta
que los individuos miembros hayan caído en esclavitud de pensamiento. Por la suma de
estas voluntades generales, se logra hacer cumplir las funciones o deberes de los
ciudadanos mediante la ley de ejecución.