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GUION SOBRE LA OBRA JOJA Y LA SUERTE ROJA

Personajes.
 Narrador: Mayra Guevara
 JOJA: Andrew Ortega
 Esposa de JOJA: Karla Carrasco
 Padrino Mágico: Robinson Llanganate
 Vaca: Édison Mena
 Gigante: Fernando Cunduri
 Papa: Andrew Ortega
 Papisa: Karla Carrasco
 Rey: Andrew Ortega
 Reina: Karla Carrasco
 Diablo: Fernando Cunduri
 Coro: Jasson Villalba, Antoni Rojas, Elvis Pérez
 Sirvientes: Jasson Villalba, Antoni Rojas, Elvis Perez

Narrador: Se llamaba José Javier, en casa le decían: JOJA; pero en el colegio le decían:

JOJOJAJA. Y se burlaban de él todo el tiempo.

José Javier era tímido pues quizá porque tenía los ojos demasiado grandes y quería soñar la

realidad demasiado fuerte, cuando uno sueña demasiado fuerte se pone tímido con la realidad y

los demás se burlan pues y uno se vuelve torpe.

Pero José Javier no sabía y la verdad no tenía un matrimonio muy feliz.

A JOJA le gustaba contar las estrellas en la noche y era bien practico porque tenía un hueco en el

techo de su choza como era muy pobre y él podía contar las estrellas y adoraba hacer eso; pero

ella decía que era estúpido que se iba a resfriar mirando en la noche así, que había demasiadas

estrellas que no se podía contar que era estúpido que más valía trabajar.

A JOJA le encantaba caminar en los charcos de agua, hacer chiflic chifloc chiflic chifloc chiflic

chifloc; a ella le parecía estúpido decía que se iba a resfriar, que iba agarrar una enfermedad con

los pies mojados, que más valía trabajar.

Bueno en fin no se la llevaban muy bien. Pero peor fue cuando vino la sequía, ese año cuando la

tierra ya no quiere dar los ¡hombres sufren sí! Así que ella le dijo:

Esposa: Tienes que vender la vaca, la única vaca que tenemos porque ya no hay con que comer.

Narrador: JOJA no quería vender su vaca, era la vaca de él, la vaca es un animal tierno, lindo,

suave, inteligente, sabio; es lindo ese animal tiene la nariz tan tierna, tan suave parece cera

caliente. JOJA amaba su vaca, no quería venderla, pero ella ya lo había dicho ella mandaba en su

casa, ella tenía razón ya no había nada que comer así que se fue por el camino con su vaca atrás

triste; yéndose hacia la ciudad para tratar de vender cuando de pronto porque siempre llega el de

pronto en los cuentos, de pronto llega por el camino un Toyota tercer celeste, con lunas

polarizadas y el Toyota se detiene delante de JOJA, la luna polarizada baja y sale el; es imposible
describir esa belleza, tenía el cabello dorado que chorreaban por sus hombros, tenía un traje celeste como
el carro, sus ojos tenían el infinito océano.

JOJA nunca había visto tal belleza así que se puso más tímido todavía, no podía hablar

y él se acercó y dijo:

Padrino Mágico: Hola José Javier soy tu padrino mágico, vas a vender la vaca, ¿si quieres te la

puedo comprar!, te pagare bien.

JOJA: ¡SI!

Padrino Mágico: Muy bien José Javier te voy a dar por la vaca ¡Tu suerte roja!

Narrador: Y el saco de su traje 3 frejoles

Padrino Mágico: Mira estos frejoles son mágicos, te darán tu suerte Roja.

JOJA: ¡wuaohhhh! Frejoles mágicos. Muchísimas gracias señor. Tome la vaca.

Narrador: El tomo la vaca la coloco en el carro y se fue.

Y JOJA feliz de la vida agarro sus 3 frejoles mágicos y regreso a casa.

JOJA: ¡Huy mi suerte roja, mi suerte roja! Huy que vacan.

¡¡Mujer Mujer!! mira he vendido la vaca, me han pagado muy bien, me han dado 3 frejoles

mágicos.

Esposa: ¿¿Qué?? ¡Imbécil, estúpido! Como has podido vender nuestra vaca por 3 benditos

frejoles.

¿Cómo he podido casarme con este estúpido, idiota?

Narrador: Y agarro los 3 frejoles y guahhhh los lanzo por la ventana.

JOJA: Pero él era tan amable, imposible que no sea mi padrino mágico, es mi suerte Roja y los

frejoles son rojos ¡Yo sí creo!

Narrador: Así que JOJA salió afuera y busco los frejoles como loco, los encontró y los enterró

ahí tiernamente, siempre hay que ser tierno para hacer las cosas.

JOJA se fue a dormir con el pecho lleno de alegría y de esperanza. Al día siguiente cuando

abrieron la ventana ya no había el paisaje cotidiano que conocían, había una pared de hojas de

frejol verde.

¡Claro porque los frejoles eran mágicos de verdad! y habían crecido durante la noche, habían

crecido y crecido que habían empujado las nubes y se perdían en el cielo

JOJA: ¡wuaohhhh!

Narrador: A JOJA le dio inmediatamente ganas de subir arriba para poder contar las estrellas de

más cerca. Ella le dijo:

Esposa: No, eso es estúpido, te vas a caer, más vale trabajar.

Narrador: Pero por primera vez JOJA no le hizo caso a su mujer y subió a su frejol para buscar

su suerte Roja.
JOJA: Suba, suba bien arriba; hoja por hoja hasta la cima. Nadie raja, nadie se burla de aquel que

tiene la suerte roja, de aquel que tiene la suerte roja.

¡wuaohhhh!

Narrador: Llego a una nube, a una nube linda de algodón, JOJA puso los pies en la nube,

JOJA: Floch, floch ¡Hay que rico!

Narrador: Delante de él había una gran reja de fierro, detrás de la reja había un gran castillo,

encima del castillo había una gran torre, arriba de la torre había una gran ventana y por la ventana

se asomaba la gran cabeza de un gran gigante.

JOJA: ¡wuaohhhh! (Y saluda al gigante)

Gigante: ¿Quién es?

JOJA: JOJA, José Javier

Gigante: Y ¿qué quiere José Javier?

JOJA: Quisiera, quisiera un poco de comida en la casa, porque halla abajo hace mucha hambre.

Gigante: Bueno que baje y lo tendrá y quien lo raje ya está.

JOJA: Gracias (Sonrientemente)

Narrador: JOJA bajo del frejol para ver si era verdad lo que había dicho el gigante y mientras

bajaba había un eco en el campo que cantaba:

(Coro): Jaja ya lo tendrá, Jaja ya lo tendrá, Jaja ya lo tendrá

Narrador: Y cuando JOJA llego abajo escucho a su mujer

Esposa: ¡Ven va a enfriar!

JOJA: ¡Ha!

Narrador: En la choza había una gran mesa con un montón de platos de comida, Riquísimos:

Pollo al horno, seviches, camarones apanados, pavo relleno, cuy asado, chancho hornado, maitos,

chontacuros, ensaladas, sangría y puros vinos franceses.

Así que JOJA y su esposa empezaron a comer felices como nunca habían comido tantas cosas tan

ricas y JOJA era realmente muy feliz; pero ella no.

¿La felicidad siempre queda poco más allá no? ¡Nunca acá, allá ¡

Esposa: Por qué no subes a decirle a ese gigante ya que es tu pata que nos cambie la casa pues,

como vamos a comer una buena comida en esta casa horrible, no pues así con ese techo nooo,

quiero una casa grande en la molina con una piscina y empleados.

JOJA: ¡ahh!!! Me parece que es una buena idea mujer, yo voy a subir.

Narrador: Y JOJA feliz de encontrar un pretexto para subir a su frejol por supuesto subió feliz

de la vida.
JOJA: Suba, suba bien arriba; hoja por hoja hasta la cima. Nadie raja, nadie se burla de aquel que

tiene la suerte roja, de aquel que tiene la suerte roja.

Narrador: Llego a la nube.

JOJA: Floch, floch ¡Hay que rico!

Gigante: ¿Quién es?

JOJA: JOJA Jose Javier

Gigante: Y ¿qué quiere José Javier?

JOJA: Quisiera, mi mujer dice bueno nosotros los dos décimos, que sería bueno tener un casa

grande con una pisina y unos empleados

Gigante: Bueno que baje y lo tendrá y quien lo raje ya está.

JOJA: gracias

Narrador: Y JOJA bajo de su frejol feliz de la vida, mientras tanto el eco en el campo cantaba:

(Coro): Jaja ya lo tendrá, Jaja ya lo tendrá, Jaja ya lo tendrá, Jaja ya lo tendrá, Jaja ya lo tendrá

Narrador: cuando llega abajo

JOJA: waoo

Narrador: ya no había choza no, había una casa enorme, un caserón, con una piscina semi-

olímpica, wao empleados por todo lado que lo llamaban a él señor.

Sirvientes: señor ohjohjohjohj

Narrador: A JOJA nunca nadie lo había llamado señor, y su mujer está feliz por supuesto, estaba

pasando la ilustradora, la reina, la reina del hogar, pero a ella la felicidad le duró 10 minutos y

más, felicidad, siempre quiere un poco más allá, acá no, allá.

Esposa: Por qué no subes a pedir a tu gigante el pata que hummmmm!!! Sería bueno que, si tu

fueras rey, yo sería la reina pues.

JOJA: Pero mujer estamos bien, tengo la comida, tengo...

Esposa: Cállate y sube

Narrador: JOJA subió a su frejol, pero no le parecía una buena idea, estaba medio preocupado

JOJA: Suba suba bien arriba hoja por hoja hasta la cima, nadie raja nadie se burla de aquel que

tiene la suerte roja

Narrador: Se dio cuenta que en cielo de pronto había un poquito de manchas rojas que aparecían,

era bien inquietante, pero en fin encontró de nuevo la nueve de algodón.

JOJA: Floch floch hay que rico

Gigante: ¿Quién es?


JOJA: ¡JOJA, José Javier!!

Gigante: ¿Y qué queréis José Javier?

JOJA: Mi mujer dice, osea yo digo, bueno nosotros decimos, que seria bueno si yo fuera rey ella

sería la reina

Gigante: Bueno que baje y lo tendrá, y que lo raje ya esta

JOJA: Gracias

Narrador: y JOJA bajó de su frijol, bajo de su frijol y mientras tanto en el campo el eco había

cambiado, ya decía,

(coro) : jojo ya lo izó, jojo ya lo izó, jojo ya lo izó,. jojo ya lo izó, jojo ya lo izó, jojo ya lo izó

JOJA: Waoooo

Narrador: Cuando llega a bajo jojojojo, ya no había casa, era un castillo inmenso, todos los

empleados alrededor corriendo, y lo llamaban majestad jojojojoooo majestad, ohh!!! Y su mujer

ya estaba en el trono feliz de la vida con un lindo vestido su corona en la cabeza

Reina: Ven siéntate, gobierna

Narrador: JOJA se puso su corona en la cabeza y se sentó, pues empezó a gobernar, jojojojooo,

él estaba feliz, pero a ella la felicidad le duró una semana nomás, nunca acá, allá

Reina: Esta bien, pero eso es el poder político, falta el poder espiritual, ¿por qué no subes a ver a

tu gigante que es tu pata? Y le preguntas si tu podrías ser el papa y yo sería la papisa

Rey: Pero mujer, tu no lo ...

Reina: Cállate y sube

Narrador: José Javier subió a su frejol, pero subió como un rey sube a su frejol

Rey: Suba suba bien arriba hoja por hoja hasta la cima, Suba suba bien arriba hoja por hoja hasta

la cima, nadie raja nadie se burla de aquel que tiene la suerte roja, nadie raja nadie se burla de

aquel que tiene la suerte roja

Narrador: El cielo se volvía cada vez más rojo, pero la nube de algodón estaba ahí.

Rey: Floch floch, agradable

Gigante: ¿Quién es?

Rey: El rey José Javier

Gigante: ¿y que quiere el rey José Javier?

Rey: Mi mujer dice, ósea yo digo, ósea los dos décimos, que sería bueno si yo fuera el papa, ella

sería la papisa

Gigante: Bueno que baje y lo tendrá y que lo raje ya está

Rey: Gracias

Narrador: JOJA bajó de su frijol, y mientras tato en el campo el eco decía, jojo ya lo izó jojo ya
lo izó, jojo ya lo izó, y el cielo se ponía rojo y el eco cantaba jojo ya lo izó, jojo ya lo izó, jojo ya

lo izó

Papa: Waoooo, jojojojooo

Narrador: Cuando llegó abajo ya no había castillo, estaban terminando la basílica San Pedro,

¡Qué tal Migel Angel en el techo pintando¡

Papa: ¡Ese Miqui como tas¡, que bueno lo del dedo, haber acércalo un poco más, acércalo, acá

está ya, ya ahí queda, ahí queda, está muy bien así, va a funcionar, tiene talento, ese muchacho

tiene talento, tiene talento, que bueno, que va

Narrador: Montón de empleados por todos los lados por supuesto jejejejee, y su esposa por

supuesto ya estaba en su trono se papisa, con su vestido amarillo y blanco y tres sortijas, todo el

oro de las américas, como siempre, y JOJA, perdón el papa José Javier primero, subió al trono y

empezó a gobernar la cristiandad, y veían los príncipes y los reyes todos agachados delante de el,

solamente veía nucas y traseros nada más.

Tenían todo el poder, todo

Papa: Pero ella quería más nunca acá, allá

Papisa: Todavía queda el, ¿Por qué no subes a ver a tu pata el gigante? y le preguntas ser dios y

yo sería su mujer.

Papa: Pero mujer, pero porfaaa...

Papisa: Cállate y sube

Narrador: José Javier subió a su frijol, para buscar su suerte roja, pero subió como sube un papa,

en su papa móvil, ascensional, con los angelitos llevándolo, lo lleva abajo, arriba perdón, osea

bien abajo para él, puso los dos pies en la nube

Papa: mmhhh, está bien agradable

Gigante: ¿Quién es?

Papa: El papa José Javier primero

Gigante: ¡¿y que quiere el papa José Javier primero?!

Papa: Quiero ser dios y que m mujer sea la diosa

Narrador: Y en ese mismo instante la cabeza del gigante empezó a reírse y reírse a carcajadas

y dos cachos salieron de la cabeza, buaaaaa...!!!! Se clavaron en el cielo y la sangre empezó a

caer y el frijol empezó a tambalear y a caer también y ohhhhhhhh... y shop. José Javier llego a

bajo, miró a su alrededor y ahí estaba su choza con el hueco en el techo como siempre, su mujer

a su lado renegando como siempre, no había vaca, pero de pronto, porque siempre llega el de

pronto en los cuentos, llego un Toyota tercer celeste, se cuadró delante de la choza de José Javier,
el bajo más bello que nunca, que asía doler los ojos de mirarla, sus ojos estaban llenos de

lágrimas, él dijo...

Padrino Mágico: José Javier esta es la suerte roja. Quien lo quiere todo al final lo pierde todo, para

vivir rico hay que saber decir ME BASTA!

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