-Buenas tardes hermanas, ¿cómo estamos el día de hoy?

-Esta tarde, he creído oportuno traerles una pequeña

reflexión acerca de la mansedumbre.

-La he titulado:

LA HERMOSURA DE LA MANSEDUMBRE. 

-Quiero empezar haciendo una pregunta:

- ¿En alguna ocasión te has sentido como que ya no
puedes continuar viviendo en las circunstancias que te
encuentras?
-Creo que la mansedumbre es lo que nos permite
descansar en los brazos de un Dios que siempre está allí.

-Un Dios que es bueno y sabe lo que está haciendo.

-Si te pones a pensar, muchas ves tú y yo hemos querido
sentirnos más gozosas.

- ¿Es posible que algunas veces estemos resistiendo la

voluntad de Dios?.

-Antes de continuar, permítanme compartirles el

testimonio de una hermana.
-Escuchémosla.
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-Hermanas doy gracias a Dios por darme el privilegio de

escuchar testimonios de amigas.
-Testimonios que me han animado y me han ayudado a
embarcarme en el duro, pero maravilloso camino del gozo.
- ¿Sabes? La mansedumbre para mí, es decir, «sí, Señor»,

-Es someterse a la Palabra de Dios, pero también es

someterse a la providencia de Dios.

-A las decisiones de Dios, a las circunstancias que Él

trae a nuestras vidas.

-Y también en diferentes etapas de nuestras vidas. 

-Es como si al escuchar la palabra mansedumbre,
dijéramos:
«sí, Señor. Recibo esto de Tu mano sin importar la
etapa, sin importar la circunstancia».

-Cuando no resisto su voluntad en mí.

-Cuando no me enfado por las circunstancias malas por

las que estoy viviendo.

-Y si en algún momento, viene alguna sombra de enfado a

mi vida, tengo la actitud y decisión de parar y pedirle
perdón.

-En todo momento estoy dispuesta a abrazar la cruz.

-Hermanas, todo lo que nos ocurre, entra en los planes de

Dios.
-Las circunstancias son solamente instrumentos en las
manos de Dios.

-Y Dios tiene un propósito con todo esto.

-Dios tiene un propósito en vuestras vidas.

-Dios tiene un propósito en tu vida.

-Dios está formando y moldeando tu vida.

-Él está cumpliendo Sus propósitos eternos en ti.

-Dice Pablo en Filipenses 1.6 Estoy convencido de esto: el

que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.

-Pablo está convencido de esto no por sentimentalismo

sino porque ve la manera en que viven los filipenses.
-Él esta viendo que en estos hermanos existe el fruto del
Espíritu
-Tienen hambre y sed de Dios.
-Reconocen que todo está bajo el control de Dios y hay
mansedumbre en ellos para aceptar los planes de Dios en
sus vidas.
-Que Dios cumplirá sus propósitos en ellos.

-Y hermanas, muchos de esos propósitos no los podremos

ver jamás de este lado del cielo, de este lado de la
eternidad.
-Así que mansedumbre es confiar en que Dios sabe lo
que está haciendo.

-Mansedumbre es doblar rodillas, inclinar cabezas,

inclinar corazones, inclinar voluntades.

- Es decir,

«sí, Señor. Esto lo recibo y si esto te agrada a Ti,

me agrada a mí».

-La escritura nos dice en Sof 2:3 …buscad

mansedumbre;

-Esto significa que debemos perseguirla.

-Que desarrollemos un corazón manso

-Recuerda mi hermana, que aquí es donde comienza el

reto y debemos hacerlo con gozo.

-Revistámonos de mansedumbre y dulzura, tal como lo

dice Colosences 3.12

-Ahora, eso no significa que todas las circunstancias sean

alegres o felices.

-Significa que hay una capacidad sobrenatural, gracias

al tesoro que tenemos en la vida de Cristo en nosotras,
para recibir y para responder a esas circunstancias con
gozo.
-El gozo es una decisión.

-Pero también es parte del fruto del Espíritu, algo que no

podemos fabricar.

-Es algo que Dios produce en nosotras. 

-Termino con el Salmo 37.11 que nos dice: “Los humilde

heredarán la tierra y se deleitarán en abundante paz”

-Las personas que no son mansas, no tienen abundancia de

paz.

-No tienen corazones y mentes tranquilas.

-Pero la persona que es mansa, se deleita en abundancia de

paz.

-La paz de la mente.

-La paz del corazón.

-La paz en las relaciones.

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 ORACIÓN
-Padre, oro que como mujeres reflejemos la humildad, la
mansedumbre, la gentileza y el Espíritu de quietud del
Señor Jesús.
-Que no seamos de espíritu turbulento.
-Que no seamos agitadas, arrogantes, resentidas por las
circunstancias o por la gente.
-Sino que seamos mujeres rendidas a Ti, diciendo: «Sí,
Señor»
-Recibiendo las circunstancias o a las personas que Tú
mandes a nuestras vidas como de parte tuya para nuestro
bien.
-Oh Padre, cámbianos de adentro hacia afuera.
-Haznos como Jesús.
-Que nuestras vidas provoquen sed y hambre de conocerte
y de seguirte en quienes nos rodean.
-Oro en el nombre de Jesús, Amén.🙏🕊🌿