1 Tesalonicenses 5:18 Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta

es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.

El apóstol Pablo en este pasaje nos está diciendo que debemos de ser
agradecidos en todo momento en toda circunstancia aún cuando el que
me esté atendiendo en el supermercado en la farmacia o en cualquier
otro lugar tenga cara de limón.
Pablo me enseña cada que debo de ser agradecido en toda circunstancia
pues esta es la voluntad de Dios para ustedes los que pertenecen a Cristo
Jesús.

No es natural ser agradecidos

El agradecimiento o el ser agradecido no es algo que fluya de manera

natural.
Poner un ejemplo:

Es importante que yo mirar a los ojos a la persona que está al otro lado
de la ventanilla en el supermercado, en el banco o en cualquier otro
lugar para agradecerle, pueda que esté cansada puede que esté agotado y
con mucho estrés por el trabajo, por eso es importante que yo me
detenga y le diga gracias caballero, gracias señora, gracias señorita. Esta
es una forma de apreciar y valorar a las personas y las cosas que hacen.

Déjeme explicarle lo que dice el salmo 103:1-5

Observe bien, yo me imagino al salmista en medio de una circunstancia
difícil en medio de una angustia y de pronto él despierta y dice, no, no
puedo quedarme así. Entonces le ordena a sus emociones diciéndoles:
Alma mía, alaba al Señor.

Ordénele a sus emociones, alaba alma mía al Señor y todo mi ser su

santo nombre.
Es recordando, es despertando es trayendo a la conciencia de lo que
vivo que se acabó la queja, se acabó la protesta, se acabó la espectativa
no cumplida, tengo que ordenarle a mi alma y a mis emociones que
alaben al Señor y que no olviden ninguno de sus beneficios.

Ahora para lograr esto yo debo detenerme, debo de apreciar, debo

contemplar que me estoy bañando con agua.
Se da cuenta lo maravilloso que es tener agua potable en la casa.
Se da cuéntalo maravilloso que es tener corriente eléctrica en su casa.
Se da cuenta lo maravilloso que es tener manos para poder hacer las
cosas qué haces.
Se da cuenta de lo extraordinario que es tener nuestros pies, para poder
caminar y nuestros ojos para poder mirar la bellezas de Dios todos los
días.p
Algunos de nosotros nos hemos acostumbrado tanto a las cosas que
tenemos, que nos emos vuelto malagradecidos y ya no valoramos, ni
tampoco damos gracias a Dios por todo lo que tenemos.
Hace un momento todos utilizamos nuestra voz para cantar y adorar y
exaltar a nuestro Dios ¿cuántos se dieron cuenta de ese momento?
Por favor mi hermano mi hermana, no olvidemos ninguno de los
beneficios que Dios nos ha dado., seamos agradecidos.
V 3 Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;
V 4 él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;
V 5 él colma de bienes tu vida.
Cuando yo soy consiente de esto y tengo gratitud vea lo que va a
ocurrir; usted se va a rejuvenecer como las águilas.
Usted va a remontar la vida y todo lo qué hay cobra sentido.
Así que si usted quiere detener el envejecimiento en su vida, de gracias
y alabe al Señor.

¿Es fácil alabar a Dios? La respuesta es no.

Eso no lo logra cualquier persona, no lo logra el amargado, no lo logra
el exigente, no lo logra el orgulloso, no lo logra cualquier persona.
Podríamos decir que en circunstancias favorables todos alabamos y
damos gracias a Dios, pero esto no es así, muchas veces aún en
circunstancias favorables nos olvidamos del favor y de la gracia que
Dios nos ha concedido.

Observemos por un momento al apóstol Pablo.

Pablo se encuentra encarcelado en una cárcel Romana, sin ningún
privilegio, en el lugar más profundo y oscuro de aquel lugar, en el
sótano, un lugar húmedo, un lugar donde no hay sol, un lugar donde está
privado de toda libertad y en medio de ese lugar él escribe lo siguiente.
Valla al libro de Filipenses 4:4-7 y repita conmigo la primera parte:
Alégrense siempre en el Señor.
En medio de los problemas, Alégrese siempre
En medio de la enfermedad, Alégrese siempre
En medio de la pandemia, Alégrese siempre
Y en medio de la abundancia, Alégrese siempre
Insisto: ¡Alégrense!

Cuándo yo hago esto ocurre un milagro en mí, se me quita la cara de

amargado y viene un corazón amable.
V 5 Que su amabilidad sea evidente para todos.
Hermano, hermana. Que su gentileza, que su sonrisa, que el brillo en sus
ojos, que su alegría, sea evidente a todos, por que el Señor está cerca.
Es sumamente importante que tengamos conciencia que el Señor
siempre está cerca.
V 6 No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y
ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

Cuando usted le da gracias a alguien ¿porque lo hace?

Nosotros le damos gracias a otra persona cuando a hecho algo por
nosotros, lo que el apóstol nos está enseñando acá es que debemos creer
qué el milagro de lo que estamos pidiendo ya fue hecho y por esa razón
le doy gracias a Dios.
V 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus
corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

MI GRATITUD ACTIVA EL MILAGRO.

El libro de Lucas en el capituló 17: Cuenta el relato bíblico que Jesús
iba hacia Jerusalén y al pasar por Galilea y Samaria diez leprosos le
salieron al encuentro.
Según la historia bíblica, para los judios, las personas que padecían esta
enfermedad eran inmundas, eran desechados por sus familias y por el
pueblo, marginados por toda la sociedad, (algo parecido a cuando
alguien tiene COVID) estas personas tenían que abandonar la ciudad
para vivir en lugares lejos de las demás personas.
Cada vez que alguien acercara a donde ellos estaban esos tenían que
gritar a gran voz soy leproso, para que las personas no tuvieran contacto
con ellos.

Éstos diez leprosos, guardando la distancia con Jesús clamaron y

gimieron Jesús, Maestro ten compasión de nosotros.
17:14 Al verlos, les dijo:—Vayan a presentarse a los sacerdotes.
Resultó que, mientras iban de camino, quedaron limpios.
17:15 Uno de ellos, al verse ya sano, regresó alabando a Dios a grandes
voces.
Cayó rostro en tierra a los pies de Jesús y le dio las gracias, no obstante
que era samaritano.
17:17 ¿Acaso no quedaron limpios los diez? —preguntó Jesús—.
¿Dónde están los otros nueve?
17:18 ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este
extranjero?
Lc 17:19: Le dijo entonces Jesús: Levántate, vete; tu fe te ha salvado."

Y aquí está lo maravilloso de este relato, Jesús no solamente estaba

interesado en sanar el cuerpo de estos hombres, él quería sanar también
salvar sus almas.
La sanidad de estos diez hombres era sólo la mitad del milagro no era el
milagro completo, esto lo vemos en la actitud del Samaritano que
regresó, a él no solo se le otorgó la sanidad de su cuerpo sino también
que también la salvación de su alma, Jesús dijo, ¿no fueron diez los que
fueron sanos? pero sólo a este último por su actitud de agradecimiento y
de honra a Jesús le dijo, tu fe te ha salvado. Recibió el milagro
completo, fue sano y fue salvo.
Amados, esto nos demuestra que ser agradecido no es fácil, de diez
solamente uno regreso a dar gracias al Señor.

Muchas veces caminamos indiferentes, fríos, lo criticamos todo, porque

se nos olvidó cuando estábamos enfermos, olvidamos que en algún
momento Dios hizo el milagro en nosotros.
El secreto del milagro es que yo pueda ver a Dios en medio en medio
del proceso.
El leproso entendió, que el milagro más grande no fue la sanidad de su
lepra si no la sanidad de su alma.

La gratitud es el sentimiento que se experimenta cuando una persona

aprecia el favor recibido, es una forma de corresponder a ese favor.

La gratitud se expresa con palabras, con obsequios, con detalles, cuando

ofrendamos a Dios una ofrenda o cuando levantamos nuestras manos o
le cantamos, estamos siendo agradecidos.

La gratitud se expresa de cualquier forma que nos permita hacer sentir

valorada a la otra persona.

Tener un corazón agradecido protege mis emociones de la amargura el

resentimiento y la envidia.
Si yo vivo amargado y enojado es porque perdí la noción de la gratitud,
no necesitamos mucho para ser agradecidos, sólo se requiere un corazón
humilde y sensible, que sabe decir gracias y dar una sonrisa.

Historia de alguien agradecido:

Pasé hace algunos días a una bomba a echarle gasolina al carro y de
repente un señor mayor se bajó de su carro comenzó a caminar por el
establecimiento y pensé este debe de ser el dueño fue a donde estaban
sus empleados y comenzó a saludarlos entró hasta dentro y los saludo
les preguntó que cómo estaban un hombre aproximadamente de unos 80
años bien vestido y se acercó donde yo estaba y con una sonrisa me dice
le están atendiendo bien ahí pusimos una silla para que usted se siente
me dijo está agradable el ambiente acá.
Esto me llegó a entender que este hombre es alguien maduro que valora
lo que tiene y lo reconoce cuando esto sucede los empleados dejan de
ser empleados y se convierten en compañeros y el dueño deja de ordenar
como alguien que manda y comienza hacer equipo con sus empleados.

Lo opuesto a la gratitud es reclamar, imponer, exigir y de mandar. Esto

produce falta de aprecio.
La gratitud nos permite concentrarnos en las cosas buenas y en el lado
positivo de la experiencia, esto nos convierte en personas más pasivas y
bondadosas.

El secreto de poder vivir juntos en familia está en aprender a disimular

los defectos de los demás y aprender a admirar las virtudes.

Si deseas que la convivencia en tu hogar sea agradable y amena, ignore

los defectos de los demás miembros de su familia y alabe sus virtudes.
En un hogar sin gratitud hay enojo, decepción y dolor, se vive en un
clima de hostilidad, sus miembros se humillan y se valoran poco,
dejamos de dar gracias, sólo nos reclamamos y nos lastimamos entre
nosotros. Pero al hacer prevalecer la gratitud, trabajamos en equipo más
fácilmente, nos ayudamos, reímos más, la comunicación es agradable y
hay más aprecio.

Acá me detengo para hacer dos preguntas importantes.

¿Es agradable vivir en su casa?
¿Es agradable vivir con usted?
Medite en esta pregunta muy personalmente, no es para el que se sentó a
su lado, es para usted, es para mi.

¿Soy alguien agradecido?

¿Brota dentro de mí un espíritu afable, amable, gentil, de servicio?

Déjeme darle el perfil de un corazón agradecido.

1. Un corazón agradecido no olvida ninguno de los beneficios que
Dios le ha dado.
2. Un corazón agradecido se detiene a contemplar el gesto grande y
el gesto pequeño.
3. Un corazón agradecido agradece en lugar de exigir o demandar.
4. Un corazón agradecido no se deja arrastrar por la amargura o por
el rencor sólo lo logra.
Si usted no tiene gratitud, déjeme decirle algo con mucho amor y
respeto en esta mañana, usted está amargado.
5. A usted le amargaron el corazón
6. Aprendió a vivir en un en una actitud de reclamo.

¿Qué me impide ser agradecido?

7. El orgullo, la vanidad, el egocentrismo, el yo pido, el yo quiero, el
yo exijo, el yo pago.
Ejemplo:
Pasé hace algunos días a una bomba a echarle gasolina a mi carro y de
repente un señor mayor se bajó de su carro muy hermoso y comenzó a
caminar por el establecimiento y pensé este debe de ser el dueño.
Fue a donde estaban sus empleados y comenzó a saludarlos, entró hasta
las oficinas y los saludo a todos.
Les preguntó que cómo estaban, un hombre aproximadamente de unos
80 años, bien vestido y se acercó donde yo estaba y con una sonrisa en
su rostro me dice, ¿le están atendiendo bien? ahí pusimos una silla para
que se siente me dijo, ¿está agradable el ambiente acá?
Esto me llegó a entender que este hombre es alguien maduro, que valora
lo que tiene y lo reconoce. Cuando esto sucede, los empleados dejan de
ser empleados y se convierten en compañeros y el dueño deja de ordenar
como alguien que manda y comienza hacer equipo con sus empleados.
8. La amargura. Que nos hace gritar y ofender. Si yo grito, si yo
ofendo estoy amargado.
9. La insatisfacción, que viene cuando me acostumbro a las cosas.
10. El compararme a los demás. Es como cuando usted Parkea
su carro a la par del de otra persona y usted comienza a
desvalorizarlo el que usted tiene por codiciar el de la otra persona,
con esa actitud usted menosprecio su carro y lo desvalorizo. Usted
está olvidado que fue usted quien pidió ese carro que usted tiene,
ese carro es un milagro, lo compro con sacrificio, lo compró con
 gran entrega. No dejes que nada ni nadie le robe el privilegio de
valorar lo que ya tiene, no se compare, no codicie, ame lo que
tiene.
11. El reclamar constantemente. No lo reclame todo, sea
agradecido.
12. Creer que los demás están en deuda conmigo. Baje la
expectativa de lo que piensa de sí mismo y piense con cordura.

¿Qué beneficios tiene el ser agradecido?

13. Estaremos satisfechos
Aprendemos a vivir con alegría en cualquier circunstancia de la vida.
Experimentamos menos depresión y manejamos mejor el estrés.
14. Tenemos una mejor actitud.
Vemos oportunidades en lugar de obstáculos.
Aprendemos de cada experiencia.
Tenemos más capacidad de análisis.
Todos los estudios dicen que Somos más felices.
15. Tenemos relaciones más saludables
En lugar de exigir y reclamar reconocemos el esfuerzo de los demás.
Solicitamos las cosas con amabilidad.
Somos más compasivos y bondadosos.

Cuándo nosotros practicamos todas estas cosas, algo diferente sucede en

nuestros hogares, en nuestra iglesia y en nuestra comunidad.
Bájese al nivel de sus hijos y dígales gracias por hacerlo mi amor,
gracias por ayudarme, gracias por tu esfuerzo.
Cuándo practicamos la gratitud somos más pacientes, compasivos,
alegres, la convivencia con nuestras familias, con nuestros amigos,
hermanos en Cristo y compañeros de trabajo se vuelve más agradable.
Las personas agradecidas hacen que la convivencia sea agradable y
contagian a los demás con su actitud.

¿Cómo ser agradecidos?

16. Baje el ritmo y observé y contemplé.
Esto me permite estar más consciente de que existo, respire, y medite en
las cosas por las cuales debe ser agradecido.
17. Disimule los defectos de otros y admire las virtudes.
18. Escriba diariamente por lo menos cinco cosas por las cuales
se siente agradecido.
19. Decida ser alguien agradecido hasta convertirlo en un estilo
de vida.

Video de Tony Meléndez.

¿Que es un milagro? le preguntan a Tony.
Este responde: Cuando yo veo a alguien levantar una mano yo veo un
milagro.

Hablar de Brendita.

¿A llorado usted alguna vez por que tiene manos?

¿A llorado alguna vez porque tiene sus pies?
¿A llorado de emoción y felicidad porque puede ver?
¿Sabe cuando llora el ser humano? cuando pierde las cosas.
Cuándo perdemos la salud, ahí lloramos porque extrañamos lo que un
día tuvimos y ya no.

Lo que trato de decirle en esta mañana es, hoy necesitamos comenzar a

dar gracias.
Perdone, eso sana la amargura, nunca hablé mal de su comulgue, nunca
hablé mal de sus hijos.
En todo tiempo de gracias y algo dentro de usted va a comenzar a
ordenarse.
La gratitud dimensiona lo que Dios nos ha dado, al punto de sentirnos
más plenos, más felices.
Y entonces podemos correr a los pies del Maestro, como el samaritano
leproso y caídos a sus pies, rendidos a sus pies, podemos reconocer que
estamos frente a nuestro Dios, nuestro Padre, nuestro salvador y nunca
olvidar ninguno de sus beneficios.

Canción para el final.

(((Tengo tanto que que agradecer Abraham Velázquez)))

(((La próxima semana es domingo de cena y de primicias agradecido

con Dios y del día Dios lo mejor que Dios sin duda alguna que ha dado
lo mejor también)))