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El acoso vecinal o "blocking"

Article · September 2017

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Martín Jesús Urrea Salazar


Centro de Estudios Universitarios CEDEU (Universidad Rey Juan Carlos)
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A FONDO

El acoso vecinal o blocking

Cuando hablamos de acoso vecinal o blocking no nos estamos refiriendo a una realidad incipiente, al menos
socialmente. Pero sí que podemos hablar de una realidad jurídica relativamente nueva.

1. Concepto
2. Marco legislativo
3. Comunidad de vecinos
4. Las pruebas 

Concepto Marco legislativo


Martín Jesús Urrea
Salazar En efecto, socialmente el acoso vecinal En todo caso, los remedios civiles pre-
Doctor en Derecho por entendido como el “acoso” u hostigamiento vistos en nuestro derecho hasta hace rela-
la Universidad Rey Juan realizado por unos vecinos contra otros, o tivamente poco tiempo se han mostrado
Carlos. Abogado contra el presidente o administrador de una insuficientes para abordar determinados
comunidad de propietarios, es algo sobra- comportamientos continuados en el tiem-
damente conocido. Las relaciones sociales po. Y es desde el 1 de julio de 2015, cuan-
pueden llegar a ser complejas, y el ámbito do nuestra legislación penal tipificó el de-
de la convivencia vecinal es sin duda uno lito de acoso o stalking, ya conocido en el
de los más afectados. Tanto por el tiempo mundo anglosajón. No en vano la primera
de convivencia, como por la cercanía de las ley antistalking se adoptó en California en
relaciones humanas que se entablan. De so- 1990, iniciativa esta, que se fue extendien-
bra son conocidos los conflictos vecinales, a do al resto de Estados y que acabó convir-
veces por causas más que justificadas, y en tiéndose en delito federal. Y en la actuali-
otras ocasiones por la existencia de un ele- dad, existe legislación de este tipo también
mento personal subyacente, que hace des- en Estados desarrollados de tradición
aparecer la necesaria tolerancia que ha de jurídica continental como Alemania, Aus-
presidir las relaciones humanas. tria, Países Bajos o Italia por citar algunos
ejemplos.

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En clave interna, la Ley Orgánica 1/2015, sesiva actividad intrusa que puede llegar
de 30 de marzo de modificación del código a condicionar costumbres o hábitos, como
penal, introdujo en el art. 172 ter este nue- única forma de sacudirse la sensación de
vo delito contra la libertad. Se trataba así atosigamiento”. Por el contrario, en otros
de “atajar” jurídicamente, conductas que Estados prima el bien jurídico seguridad,
hasta ese momento no podía considerarse “exigiendo en la conducta una aptitud para
coacciones o amenazas pero que debido a causar temor”. Esto no significa no obstan-
su reiteración en el tiempo, eran suscepti- te, que nuestro derecho deje al margen el
bles de menoscabar gravemente la libertad bien jurídico seguridad, que también resul-
y sentimiento de seguridad de la víctima, a ta digno de protección.
“Las relaciones
la que se somete a persecuciones, vigilancia
u otros actos continuos de hostigamiento. En efecto, dispone expresamente el
sociales pueden
El bien jurídico protegido en nuestro dere- apartado primero del vigente art. 172 ter llegar a ser
cho es la libertad de obrar, entendida como del código penal: complejas, y
la capacidad de la persona para decidir li- el ámbito de
bremente. Como afirma nuestro Tribunal "1. Será castigado con la pena de pri-
la convivencia
Supremo (Sentencia nº 324/2017, de 8 de sión de tres meses a dos años o mul-
mayo de 2017), en nuestro ordenamiento ta de seis a veinticuatro meses el que vecinal es sin duda
jurídico “se enfatiza la afectación de la li- acose a una persona llevando a cabo uno de los más
bertad que queda maltratada por esa ob- de forma insistente y reiterada, y afectados”

Inmueble | 7
A FONDO

sin estar legítimamente autorizado, acosador al presidente de la comunidad o


alguna de las conductas siguientes al administrador, lo que además le sitúa en
y, de este modo, altere gravemente una posición de “vulnerabilidad” frente a la
el desarrollo de su vida cotidiana: opinión de otros vecinos.

1.ª La vigile, la persiga o busque su Respecto a los administradores, no es


cercanía física. difícil pensar en aquellos vecinos que se di-
rigen frecuentemente a su despacho con el
2.ª Establezca o intente establecer fin de fiscalizar la gestión de la comunidad,
contacto con ella a través de más allá de lo razonable, o el propietario
cualquier medio de comunica- ofendido ante un requerimiento del admi-
ción, o por medio de terceras nistrador en nombre de la comunidad.
personas.
No hay pues una tipología cerrada, sino
3.ª Mediante el uso indebido de sus que el delito de stalking previsto en el art.
datos personales, adquiera pro- 172 ter de nuestro código penal, pasa a con-
ductos o mercancías, o contrate vertirse en blocking cuando tiene lugar en
servicios, o haga que terceras el ámbito de las relaciones sociales o profe-
personas se pongan en contacto sionales de una comunidad de vecinos.
con ella.
Las pruebas
4.ª Atente contra su libertad o con-
tra su patrimonio, o contra la Por otro lado, la dificultad de prueba de
libertad o patrimonio de otra esta modalidad de acoso resulta palmaria.
persona próxima a ella. En primer lugar, es habitual que la víctima
ni tan siquiera sea consciente de que ha
Si se trata de una persona es- sido objeto blocking. En muchas ocasiones
pecialmente vulnerable por ra- acuden a psicólogos u otros profesiona-
zón de su edad, enfermedad o si- les por los problemas asociados al acoso.
tuación, se impondrá la pena de Según los especialistas, los síntomas más
prisión de seis meses a dos años”. frecuentes son desajustes del sueño, an-
siedad, depresión, fobias, estado de ánimo
Comunidades de vecinos alterado…etc. También adolecemos de una
falta de cultura de denuncia respecto a este
Centrándonos en las Comunidades de tipo de comportamientos, lo que, unido al
Vecinos, el sujeto pasivo del acoso vecinal necesario deslinde del concepto de activi-
puede ser un vecino, el presidente de la Co- dades molestas, hacen que no se invoque
munidad o el administrador, siendo este tan frecuentemente en la práctica jurídica
último el que habitualmente lo sufre. No es como tiene lugar socialmente.
difícil pensar en actos de acoso de un veci-
no que se siente molesto por las activida- La llamada prueba tecnológica puede
des de otro, y en lugar de acudir a las vías resultar muy útil en estos casos, y al tratar-
de derecho, decide actuar de manera aco- se de un tipo penal, es válida con la presen-
sadora. Por ejemplo, pintando en la puer- tación para su comprobación de los correos
ta del supuesto causante de las molestias, electrónicos y WhatsApp ante el letrado de
causando daños en el vehículo estacionado la administración de justicia. Lo que reque-
en el garaje o en el buzón. O en el vecino rirá de la pericial informática si es que re-
moroso que hostiga habitualmente al pre- sulta impugnada.
sidente para convencerle de la inexistencia
de una deuda. Igualmente, el que pretende Es importante resaltar que nuestro alto
que se apruebe una obra que pretende rea- tribunal en la Sentencia de 8 de mayo de
lizar en su vivienda. Y es frecuente que el 2017, la primera en la que se pronuncia so-
acoso comience con una pequeña queja del bre este tipo penal, destaca la necesidad de

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una continuidad en el tiempo de las actua- En efecto, el mobbing inmobiliario o “El bien jurídico
ciones del acosador, que obligue a la vícti- blockbusting es el hostigamiento que per- protegido en
ma a modificar su forma de vida. En decir, sigue una auto privación en el disfrute de nuestro derecho
exige ”implícitamente una cierta prolonga- la vivienda. Y normalmente se vincula con
es la libertad de
ción en el tiempo; o, al menos, que quede los contratos de arrendamiento. Se trata de
patente, que sea apreciable, esa voluntad actos tales como el corte de suministros de
obrar, entendida
de perseverar en esas acciones intrusivas, luz, agua o gas, no efectuar ninguna repa- como la capacidad
que no se perciban como algo puramente ración en la vivienda alquilada con el fin de de la persona
episódico o coyuntural, pues en ese caso no que su deterioro haga desistir a los arren- para decidir
serían idóneas para alterar las costumbres datarios, causar daños en la vivienda etc.
cotidianas de la víctima”.
libremente”
La reacción de nuestro derecho frente
En el citado pronunciamiento, el Tribu- a este tipo de conductas se encuentra en
nal Supremo rechazó la aplicación del deli- los artículos 172.1 y 173.1 del vigente códi-
to de stalking, al considerar que se trató de go penal. El primero de ellos tipifica como
algo episódico. Por consiguiente y aplicado modalidad agravada la coacción ejercida
al ámbito de la convivencia vecinal, la re- que “tuviera por objeto impedir el legí-
iteración en el tiempo y la idoneidad para timo disfrute de la vivienda” y en el 173.1
alterar las costumbres de la víctima. Lo se tipifica como delito contra la integridad
que no ha de implicar necesariamente que moral, la realización de forma reiterada de
el acosador persiga que la víctima abando- actos hostiles o humillantes que, sin llegar
ne su domicilio. Y esto implica diferenciar a constituir trato degradante, tengan por
entre el conocido como acoso o mobbing objeto impedir el legítimo disfrute de la vi-
inmobiliario y el acoso vecinal tipificado en vienda. 
el art. 172 ter citado ut supra.

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