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TEXTO: El mundo es ancho y ajeno

(1941)
AUTOR: Ciro Alegría
FRAGMENTO:

24. ¿Adónde? ¿Adónde?


—Comuneros: según lo resuelto po la asamblea, ha llegao la hora de
defendernos. Sabemos que en Umay se están concentrando los caporales
y guardias civiles. Vendrán hoy en la noche o mañana a más tardar. Yo
sólo tengo que pedirles un esfuerzo grande en este momento. La ley nos
ha sido contraria y con un fallo se nos quiere aventar a la esclavitud, a la
misma muerte. Álvaro Amenábar, el gamonal vecino, quiso llevarnos a
su mina primeramente. Pero consiguió que los Mercados le vendieran su
hacienda y de ahí sacó gente pa podrirla en el socavón. Aura, ambiciona
unos miles de soles más y va a sembrar coca en los valles del río Ocros.
Pa eso nos necesita. Pa hacernos trabajar de la mañana a la noche aunque
nos maten las tercianas. Él no quiere tierra. Quiere esclavos. ¿Qué ha
hecho con las tierras que nos quitó? Ahí están baldías, llenas de yuyos y
arbustos, sin saber lo que es la mano cariñosa del sembrador. Las casas
se caen y la de nuestro querido viejo Rosendo es un chiquero. Tampoco
quiere las tierras de Yanañahui. Sigue persiguiendo a los comuneros pa
reventarlos. Cuando la ley da tierras, se olvida de lo que va a ser la
suerte de los hombres que están en esas tierras. La ley no los protege
como hombres. Los que mandan se justificarán diciendo: «Váyanse a
otra parte, el mundo es ancho». Cierto, es ancho. Pero yo, comuneros,
conozco el mundo ancho donde nosotros, los pobres, solemos vivir. Y yo
les digo con toda verdá que pa nosotros, los pobres, el mundo es ancho
pero ajeno. Ustedes lo saben, comuneros. Lo han visto con sus ojos por
donde han andao. Algunos sueñan y creen que lo que han visto es mejor.
Y se van lejos a buscarse la vida. ¿Quién ha vuelto? El maestro Pedro
Mayta, que pudo regresar pronto. Los demás no han vuelto y yo les digo
que podemos llorarlos como muertos o como esclavos. Es penosa esta
verdá, pero debo gritarla pa que todos endurezcan como el acero la
voluntá que hay en su pecho. En ese mundo ancho, cambiamos de lugar,
vamos de un lao pa otro buscando la vida. Pero el mundo es ajeno y nada
nos da, nada, ni siquiera un güen salario, y el hombre muere con la frente
pegada a una tierra amarga de lágrimas. Defendamos nuestra tierra,
nuestro sitio en el mundo, que así defenderemos nuestra libertá y nuestra
vida. La suerte de los pobres es una y pediremos a todos que nos
acompañen. Así ganaremos. Muchos, muchos, desde hace años, siglos,
se rebelaron y perdieron. Que nadie se acobarde pensando en la derrota
porque es peor ser esclavo sin pelear. Quién sabe los gobernantes
comiencen a comprender que a la nación no le conviene la injusticia. Pa
permitir la muerte de la comunidá indígena se justifican diciendo que
hay que despertar en el indio el espíritu de propiedá y así empiezan
quitándole la única que tiene. Defendamos nuestra vida, comuneros.
¡Defendamos nuestra tierra!

PREGUNTAS:
1. ¿Quiénes son los caporales? ¿qué son las tercianas? ¿y un
chiquero?
2. ¿Cómo se representa en el texto a la actividad minera? ¿y la
ley?
3. ¿Qué ambiciona el gamonal Álvaro Amenábar?
4. ¿Cómo se expresan los campesinos y que puede estar
simbolizando?
5. ¿Qué significado tiene para los comuneros la frase: “el mundo
es ancho”? ¿y “ajeno”?
6. ¿Qué representa en la cosmovisión andina la tierra y por qué?
7. ¿Cuál es la proclama del líder comunero?

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