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MATRICULA: _22958______C.I__26581431___________
1.-PREVENCION DE LA CORROSION
Sondeo sobre los materiales que probablemente pueden ser utilizados. en esta etapa
se comparan las propiedades requeridas con una amplia base de datos de propiedades
mecánicas, para escoger un grupo reducido de materiales que probablemente servirán.
Las propiedades de los polímeros están determinadas por su estructura interna. Son aislantes
del calor y de la electricidad debido a que sus enlaces son por pares de electrones, no
disponiendo de un electrón libre. Sus densidades son bajas, por ser su estructura más libre.
Los plásticos tienen una estructura molecular, y no atómica como los metales.
METODO GRAFICO.
Este procedimiento se posa en graficas conocidas como MAPAS DE MATERIALES, en las
que se atañen por pares ciertas propiedades de los materiales. El método fue planteado
exclusivamente para ser manejado durante la etapa conceptual de la selección de materiales.
En estos mapas se puede hacer una aproximación del material más adecuado (perteneciente
a una determinada familia de materiales), con base en la relación de las propiedades más
importantes que debe poseer el componente. Como es de esperar, rara vez el comportamiento
de un componente depende sólo de una propiedad. De igual manera, los mapas de materiales,
también denominados diagramas de Ashby, muestran que las propiedades de las diferentes
clases de materiales pueden variar en amplios intervalos (dependiendo del estado de estos),
formando grupos que se ubican en áreas cerradas, zonas o campos en tales diagramas. Eso
significa, que una misma familia de materiales puede tener una apreciable variación en sus
propiedades, generando un campo o zona en los mapas. En estos mapas se relacionan entre
otras, propiedades, la resistencia mecánica, módulo de elasticidad, densidad, tenacidad,
conductividad térmica, costes, etc.
𝟏
𝑬𝟐
𝑴=
𝑷
De esta forma se minimiza la masa del sistema, asegurando a su vez una rigidez mayor que
la que especifica el diseño
En plantas industriales la corrosión puede afectar seriamente los costos de los productos así
mismo puede causar fallas en los equipos, contaminar el producto, liberar tóxicos, colapsar
construcciones, provocar contaminación ambiental por fuga de productos químicos en
equipos corroídos, agotar recursos naturales, entre otros, impactando de forma negativa y
directa a toda una sociedad.
Además de las mencionadas con anterioridad existen otras consecuencias que nos afectan de
forma indirecta; por supuesto este no es un problema nuevo, pero debido a la industrialización
masiva y al desarrollo de más máquinas y estructuras que contienen hierro o acero, la
corrosión es hoy más visible.
PROTECCION CATODICA Y ANODICA.
Protección catódica.
Cuando la superficie de un metal se pone en contacto con el agua comienzan fenómenos de
corrosión en la superficie de contacto, este efecto es mayor cuando el agua lleva sales
disueltas como es el caso del agua de mar.
La protección catódica consiste en el conjunto de tecnologías empleadas para controlar la
corrosión galvánica en una superficie metálica mediante la conversión de dicha superficie en
el cátodo de una celda electroquímica. El metal noble que queremos proteger, como por
ejemplo un casco de acero de un barco, la hélice o el timón, constituirá el cátodo de la celda
electroquímica.
La protección catódica, también conocida como protección galvánica, es un sistema
empleado para proteger de la corrosión los cascos y hélices de buques de cualquier tamaño y
estructuras metálicas en permanente contacto con el agua como son las plantas petrolíferas.
Lo más habitual para implementar soluciones de protección catódica en el mar consiste en
utilizar el fenómeno de la corrosión galvánica para proteger el metal que no queremos que se
corroa. El método consiste en conectar el metal que queremos proteger (cátodo) con otro que
tenga más facilidad de corrosión que el primero y de este modo que actúe como el ánodo de
la celda electroquímica. Como consecuencia, el metal con más facilidad para la corrosión
protege al metal noble. Con este método el ánodo se conoce habitualmente como ánodo de
sacrificio.
Se debe recordar que el cátodo es aquel electrodo donde se desarrolla la reacción de reducción
y prácticamente no ocurre corrosión alguna. Antes de aplicar la protección catódica, las
estructuras corrosibles presentan áreas catódicas y anódicas (estas son aquellas donde la
estructura se corroe). Por lo tanto, si todas las áreas anódicas se pudieran convertir en
catódicas, la estructura completa funcionaría como un cátodo y la corrosión sería eliminada.
Cuando dos metales diferentes A y B se conectan y sumergen en un electrólito, se desarrolla
un flujo de corriente a través del electrólito y ambos metales; de tal manera que los aniones
entran al seno de la solución en el ánodo y al mismo tiempo los electrones se mueven de este
electrodo hacia el cátodo a través del conductor metálico. La velocidad o rapidez de la
corrosión depende de: la cantidad de corriente que fluye, la fuerza electromotriz total y las
resistencias óhmicas y no óhmicas del circuito.
La segunda etapa es para demostrar cómo la aplicación de una corriente directa sobre
cualquier estructura metálica corrosible, puede convertirla en un cátodo. Para empezar, en el
capítulo I, ha quedado de manifiesta la naturaleza de la corrosión electroquímica y galvánica.
Cuando dos metales diferentes A y B se conectan y sumergen en un electrólito, figura 8, se
desarrolla un flujo de corriente a través del electrólito y ambos metales; de tal manera que
los aniones entran al seno de la solución en el ánodo y al mismo tiempo los electrones se
mueven de este electrodo hacia el cátodo a través del conductor metálico. La velocidad o
rapidez de la corrosión depende de: la cantidad de corriente que fluye, la fuerza electromotriz
total y las resistencias óhmicas y no óhmicas del circuito. Si ahora, se forma un nuevo circuito
agregando una fuente externa de fuerza electromotriz con su polo positivo conectado al metal
C y el polo negativo a A y B esto hará que B se vuelva más negativo debido a los electrones
que fluyen hacia el mismo. Estos electrones atraerán a los iones positivos y reducirán la
tendencia que tienen estos iones para entrar en solución o sea que, de esta manera se reduce
la velocidad de la corrosión. Dicho en otras palabras, el flujo de corriente de C a B a través
del electrólito reduce el flujo neto de corriente que sale de B y por lo tanto, se retarda la
velocidad de corrosión. Así mismo, se tiene un incremento de corriente de la solución hacia
el metal A.
EJEMPLOS DE PROTECCION CATODICA.
Los recubrimientos metálicos, inorgánicos y orgánicos, se aplican a los metales para prevenir
o reducir la corrosión.
Las pinturas son un método universal para proteger contra la corrosión, además de sus efectos
decorativos.
El principio está basado en crear una barrera de protección que impida el contacto
directo del metal con el electrolito. Para ello se requieren la aplicación de capas de
imprimación, con la misión de procurar una adherencia óptima con la superficie del metal, y
sucesivas capas de pinturas compatibles que disminuyan la probabilidad de acceso del
electrolito a la superficie metálica.
Una capa de pintura tiene una textura continua pero con microporos, figura 12.22. La
aplicación de sucesivas capas favorece el aislamiento de la capa metálica.
En el ensayo comparado con niebla salina de una chapa pintada, sin y con rayado, establece
la diferencia en tiempos de resistencia a la corrosión casi nula para la chapa rayada.
La protección con pinturas se optimiza químicamente por el efecto barrera e inhibidor
de las constituyentes y mecánicamente por el mayor grueso de película e inexistencia de
agrietamiento de capa.
Entre los ejemplos de protecciones nobles tenemos el niquelado, cromado, estañado que
se usa también como efecto decorativo.
En uso de protección anódica son los recubrimientos de zinc, zinc - níquel, zinc -
aluminio, cadmio; bien en proceso de electrodeposición o en caliente.
Como en el caso de las pinturas la resistencia a la corrosión del metal protegido se
optimiza con el espesor de la capa depositada, la fase cristalina constituyente y la menor
densidad de poros o grietas del depósito.
Recubrimientos interiores.
Recubrimientos exteriores.
Esta división es más bien objetiva y práctica, considera a los recubrimientos gruesos con
espesores de 15 milésimas de pulgada (380 micras) en adelante los recubrimientos delgados
con espesores de 5 a 15 milésimas de pulgada (127 - 380 micras).
En el primer grupo están incluidos los recubrimientos internos, ya sea que su aplicación se
haga en forma líquida o laminada. En el segundo grupo están considerados algunos
recubrimientos internos que no requieren de espesores gruesos para dar la protección
buscada; también están considerados entre ellos el gran grupo de recubrimientos externos,
inclusive para exposiciones atmosféricas.
Recubrimientos laminados.
Recubrimientos líquidos.
Recubrimientos sólidos.
Y por último el grupo que incluye a todos aquellos recubrimientos sólidos que se aplican
por plastificación o por fluidización. La plastificación consiste en la aplicación de un plástico
sólido fundiéndolo en el momento de ser aplicado y proyectándolo hacia la superficie
metálica a recubrir.
Generalmente se usan alambres o varillas extruidas de plástico, o polvos muy finos que
alimentan la pistola fundente y proyectora. La superficie debe limpiarse previamente con
chorro de arena a metal blanco. Con este sistema pueden aplicarse materiales como:
polietileno, poli estireno, acetato de polivinilo, poliamidas, cauchos naturales, epóxidos,
melanina, fenólicos, poli tetrafluoretileno.
Los plásticos más usados para esta aplicación son: poliamidas, polietileno, poli estireno,
poliéster clorado, poli tetrafluoretileno, epoxis, acetato de polivinilo y cloruro de polivinilo.
Recubrimientos orgánicos delgados.
Dentro del grupo de recubrimientos anticorrosivos a que nos hemos estado refiriendo, los
recubrimientos delgados se utilizan ventajosamente en diversas áreas particulares de las
plantas industriales. En virtud de su versatilidad y eficacia han tenido una mayor difusión y
han encontrado una gran aceptación en su uso.
Los humos y vapores ácidos, la humedad y las sales presentes en el aire aumentan
grandemente la rapidez de la corrosión.
En tales ambientes, se exige mucho de una película relativamente delgada, sin embargo, un
recubrimiento apropiado aplicado debidamente, puede servir de barrera eficaz y evitará la
corrosión durante un período largo.
Se puede disponer en la actualidad de pinturas que sí resisten casi todas las substancias
químicas y condiciones o ambientes corrosivos. Estas pinturas protectoras, son valiosos
materiales para la ingeniería y se distinguen de las pinturas para fines solo decorativos, de
aquí que se les llame recubrimientos protectores para diferenciarlos.