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JURISPRUDENCIA, PENAL
La declaratoria con lugar de la excepción prevista en el artículo 28, numeral 4,
letra “i” del COPP, puede dar lugar a un sobreseimiento definitivo, en caso de que
no exista un pronóstico de condena contra el imputado
diciembre 4, 2019
RETARDO PROCESAL
Sala: Constituciónal
Decisión:
La Sala declaró:
Extracto:
En dicha decisión, la Sala de Casación Penal declaró con lugar una solicitud de
avocamiento presentada por el Ministerio Público, en la precitada causa penal,
decretando asimismo la nulidad absoluta de la audiencia preliminar y de los actos
procesales subsiguientes. Igualmente, repuso la causa al estado de que se llevase
a cabo una nueva audiencia preliminar.
De igual modo, acordó mantener los efectos de la decisión mediante la cual se
decretó la privación judicial preventiva de libertad contra el imputado y las medidas
de aseguramiento de todos los bienes muebles e inmuebles y bloqueos de
cuentas bancarias a nombre de aquél.”
(…)
Así las cosas, es menester para esta Sala considerar, en primer lugar, si el
sobreseimiento dictado por el antes mencionado juzgado de control adquirió la
autoridad de cosa juzgada y, por lo tanto, si la Sala de Casación Penal de este
mismo Tribunal podía o no revisar, a través de una solicitud de avocamiento, dicha
decisión y posteriormente declarar su nulidad. Para ello, corresponde hacer los
razonamientos siguientes.
De la misma forma, la Sala que esté conociendo del avocamiento, exigiría que la
materia sea de su competencia y que las irregularidades que se alegan, hayan
sido oportunamente reclamadas sin éxito en la instancia mediante los recursos
pertinentes practicados por las partes, aunado a los anteriores requisitos el
solicitante debe presentar la acción acompañada con los documentos
indispensables para verificar su admisibilidad o no. (Artículos 18 numerales 11, 12
y 19).”
“Por otra parte, aprovecha esta Sala para realizar unas breves consideraciones
acerca de los vocablos “abocamiento” y “avocamiento” y sus diferencias
terminológicas. Al efecto se señala:
Constituye un error frecuente, que los practicantes del derecho utilicen
indistintamente las expresiones “abocamiento” y “avocamiento”, siendo que ambas
terminologías tienen acepciones diferentes.
(…)
Es importante esta delimitación conceptual, no sólo para que los practicantes del
derecho se cuiden de emplear correctamente las palabras sino también, para que
el lector sepa con exactitud a qué se está refiriendo quien se manifiesta a través
de la escritura.
“En este aspecto, la Sala observa que existe la mala utilización reiterada por los
operadores de justicia y demás miembros del sistema judicial, de los términos
avocamiento y abocamiento y teniendo en cuenta que la Sala tiene dentro de sus
múltiples funciones también la de orientar y formar a todos los intervinientes dentro
de ese sistema para que se preste una mejor justicia, procede a dejar en claro la
diferencia y manera de empleo entre las palabra “avocar” y “abocar”, a los fines de
evitar se sigan cometiendo dichas confusiones que empobrecen al foro jurídico.
(…)
(…)
Ahora bien, debe esta Sala precisar que, contrariamente a lo señalado por la Sala
de Casación Penal, el sobreseimiento dictado por el Juzgado Primero de Primera
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Bolívar,
Extensión Ciudad Bolívar (publicado el 14 de agosto de 2012), no podía ser objeto
de anulación por parte de la Sala de Casación Penal, puesto que dicho auto quedó
definitivamente firme, al haberse declarado inexistente el recurso de apelación que
contra el mismo ejerció el Ministerio Público.
Como bien lo señaló la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Bolívar, Extensión Ciudad Bolívar, en su decisión del 18 de agosto de
2012, el Ministerio Público no debió sustentar su apelación en el artículo 374 del
Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que, de la lectura de este último
instrumento legal, se advierte que dicha norma está ubicada dentro del libro
relativo a los procedimientos especiales, y concretamente, en el título referido al
procedimiento abreviado (Libro Tercero, Título III). Por esta razón, el trámite
definido en aquélla resulta aplicable, única y exclusivamente, en el procedimiento
abreviado para delitos flagrantes. Concretamente, su implementación se debe
producir frente a decisiones que acuerden la libertad del imputado, en la audiencia
de calificación de flagrancia o de presentación del aprehendido o de la
aprehendida.”
(…)
Debe precisar esta Sala Constitucional, que si bien la norma inserta en el texto del
artículo 430 del Código Orgánico Procesal Penal no describe de forma expresa
cuáles son los requisitos específicos de forma a los cuales deba ceñirse el recurso
de apelación, no es menos cierto que, de la interpretación teleológica de aquélla,
el Ministerio Público siempre deberá, obligatoriamente, fundamentar su apelación
por escrito, con posterioridad a la audiencia en la cual haya apelado de manera
oral, siendo que tal fundamentación también deberá corresponderse según el
procedimiento aplicable para la impugnación de la decisión adversada. En el caso
concreto de la apelación de sentencia definitiva, el recurso de apelación sólo
podrá fundarse en los motivos descritos en el artículo 444 del Código Orgánico
Procesal Penal. Asimismo, el Ministerio Público deberá expresar en el escrito de
apelación, concreta y separadamente, cada motivo con sus fundamentos y la
solución que se pretende, tal como lo ordena el artículo 445 eiusdem.
(…)
Siendo así, mal podía la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
en su sentencia nro. 29 del 11 de febrero de 2014, autorizar una nueva
persecución penal contra el mencionado ciudadano (identidad de sujeto), por los
mismos hechos (identidad de hecho) y con el mismo fundamento jurídico
(identidad de causa de persecución) de la acusación primigenia. Al haberlo hecho,
dicha Sala violó, flagrantemente, el principio non bis in ídem, consagrado en el
artículo 49.7 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
“En el caso sub lite, la Sala de Casación Penal empleó la figura del avocamiento
para anular un sobreseimiento definitivamente firme, por supuestos vicios de
inconstitucionalidad, sin advertir que aquél no se corresponde con la revisión
constitucional de sentencias, ni en su finalidad ni mucho menos a nivel
competencial. De allí se sigue, que la Sala de Casación Penal se arrogó una
competencia que, por expreso mandato constitucional y legal, sólo puede ser
ejercida por esta Sala Constitucional.”
(…)
Decidido lo anterior, esta Sala Constitucional no puede pasar por alto la situación
especial en la que se encuentra el ciudadano Keller José Vivenes Muñoz, por
cuanto en su contra ha permanecido de manera inconstitucional los efectos de la
decisión dictada el treinta y uno (31) de mayo de 2012, por el Juzgado Primero en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Bolívar, relativos a la
medida de privación judicial preventiva de libertad y las medidas de aseguramiento
de todos los bienes muebles e inmuebles y bloqueos de cuentas bancarias a
nombre del referido ciudadano, es decir, ha estado subjudice e injustamente
privado de libertad, no obstante que fuera declarado el sobreseimiento
definitivamente firme desde el 13 de agosto de 2012.
En este caso en particular, los elementos que usa el Ministerio Público para
establecer tan grave acusación, sin una descripción lógica de la conducta
desplegada por el presunto autor, se fundamenta en la relación que
supuestamente tiene el imputado con la hermana del propietario del fundo donde
se consiguieron los envoltorios de presunta cocaína, por cuanto según el
representante del Ministerio Público eran socios y mantenían una relación
sentimental y, además por una fotografía que le fuera enviada con la imagen del
lugar donde presuntamente se encontraba la sustancia prohibida, no obstante no
se establece con claridad en qué forma se realizaba ese financiamiento y en qué
consistía la actividad del referido ciudadano como director de alguna organización
criminal dedicada al narcotráfico.
En este sentido, una calificación de delitos tan graves requiere que el Ministerio
Público despliegue una investigación que permita determinar fehacientemente, a
través de suficientes elementos de convicción las conductas antijurídicas
constitutivas de delito, vinculado al comercio de las drogas ilícitas, desde su
producción hasta la obtención de las ganancias por su colocación en el mercado,
así como su reinversión para otorgarles a esas ganancias o capitales, la
apariencia de ser licitas, a efectos de abarcar todas las conductas que constituyen
la actividad de dirigir o de financiar tales ilícitos. No basta con que se haga una
referencia genérica a documentos y relaciones, sino que se determine los
elementos necesarios del tipo.”
(…)
(…)
“Es por ello que esta Sala, en aras de robustecer los criterios asentados en sus
sentencias números 1.303 del 20 de junio de 2005; y 1.676 del 3 de agosto de
2007, establece con carácter vinculante que la declaratoria con lugar de la
excepción prevista en el artículo 28, numeral 4, letra “i” del Código Orgánico
Procesal Penal, puede dar lugar a un sobreseimiento definitivo, en los casos en
que el Juez de Control, una vez efectuado el control material de la acusación en la
audiencia preliminar, considere que no existe un pronóstico de condena contra el
imputado.”
La Sala Constitucional declaró con lugar la revisión ejercida contra una sentencia
emanada de la Sala de Casación Penal de fecha 11 de febrero de 2014, la cual
había declarado con lugar un avocamiento intentado por el Ministerio Público
contra la decisión proferida por un Juez de Control que concluyó durante la
audiencia preliminar que la acusación intentada contra un ciudadano resultó
infundada, no lográndose vislumbrar un pronóstico de condena y acordando el
sobreseimiento.
En tal sentido, se presenta una disparidad de criterios puesto que la Sala Penal
(más allá de utilizar la figura del avocamiento para en el fondo revisar una
sentencia cuya apelación se consideró inexistente por la Corte de Apelaciones y
que por lo tanto era definitivamente firme), consideraba que el sobreseimiento
acordado era “provisional”, mientras que la Sala Constitucional consideró que el
sobreseimiento debió ser considerado “definitivo”.
Resulta muy discutible que, sin que haya un juicio en toda su extensión, ante la
falta o ausencia de pruebas por parte de la Fiscalía se cambie un sobreseimiento
provisional en uno definitivo, pues se da un poder al juez de control que la ley no
le otorga y por el contrario se abre una oportunidad para la impunidad donde se
declare como definitivo algo que no implica el agotamiento del proceso sino una
valoración subjetiva del juez.
Jurisprudencia
Sentencia nº 823 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala Constitucional de 21 de
Abril de 2003
Sentencia Citas 3 Citado por Mapa de Precedentes RelacionadosVincent
Fecha de Resolución 21 de Abril de 2003
Emisor Sala Constitucional
Ponente Jesús E. Cabrera Romero
Procedimiento Acción de Amparo
SALA CONSTITUCIONAL
Efectuada la lectura del expediente, pasa la Sala a decidir, previas las siguientes
consideraciones:
Acción De Amparo
- Que dicha acusación se hizo en contra de diecinueve (19) personas, entre ellas
sus representados, como “...acto conclusivo de la investigación que se iniciara,
bajo la vigencia del Código de Enjuiciamiento Criminal, por ante el suprimido
Juzgado Vigésimo Cuarto de Primera Instancia en lo Penal con Competencia
Bancaria a Nivel Nacional y de Salvaguarda del Patrimonio Público del Área
Metropolitana de Caracas, en virtud de la denuncia interpuesta por el ciudadano
J.C.L. en diciembre de 1997 y de la posterior acusación que interpusiera el
mencionado ciudadano por la presunta comisión de los delitos de ESTAFA e
INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES DEL FIDUCIARIO, previstos y
sancionados en los artículos 464 del Código Penal y 31 de la Ley de Fideicomisos,
respectivamente”.
4.- Que, en los meses siguientes, surgieron diversas incidencias en el proceso, las
cuales fueron resueltas y “...luego de haber examinado detenidamente la
acusación presentada por el Ministerio Público, en nuestro carácter de defensores
de los ciudadanos que hoy representamos, pudimos constatar la existencia en
dicha acusación de múltiples violaciones al debido proceso y al derecho de
defensa de nuestros representados, lo cual determinó la consignación ante el
Tribunal 21° de Control (a quien correspondió conocer de esa causa, la cual quedó
distinguida bajo el N° 593-01) de un escrito mediante el cual denunciamos esas
violaciones y solicitamos, en nombre de nuestros defendidos, la nulidad absoluta
de la acusación...”.
5.- Que, mediante auto, el Juzgado Vigésimo Primero de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas decidió diferir el conocimiento y
decisión sobre la solicitud de nulidad de la acusación fiscal propuesta por todos los
imputados, para la oportunidad en que tuviese lugar la audiencia preliminar fijada
para el 7 de agosto de 2001.
6.- Que, contra ese auto, la representación judicial de los imputados ejerció
recurso de apelación, cuyo conocimiento correspondió a la Sala N° 3 de la Corte
de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, la
cual por auto del 6 de septiembre de 2002 ratificó la decisión del Juzgado
Vigésimo Primero de Control.
7.- Que, contra esa decisión de la Corte de Apelaciones, la doctora L.G. deD.,
como defensora de algunos de los diecinueve imputados, interpuso acción de
amparo constitucional ante la Sala Constitucional; acción a la cual se adhirieron
los representantes judiciales del resto de los imputados.
10.- Que en dicho fallo el Juzgado Vigésimo Primero de Control ordenó tramitar -
ante el Fiscal Superior del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas- el inicio de una investigación contra el Fiscal Sexto del Ministerio
Público, por la denuncia de actividades ilícitas realizadas por éste en la causa
sobreseída, las cuales fueron denunciadas por uno de los abogados defensores.
11.- Que, contra esa decisión del Juzgado Vigésimo Primero de Control, ejercieron
recurso de apelación los representantes del Ministerio Público y el acusador
particular, recurso que resolvió la Sala N° 2 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, mediante sentencia del 20 de
septiembre de 2002, confirmando la decisión recurrida y, en consecuencia,
decretó el sobreseimiento de la causa respecto de todos los imputados, conforme
al artículo 33.4 del Código Orgánico Procesal Penal, sin perjuicio de lo previsto en
el artículo 20.2 eiusdem.
12.- Que, una vez recibidas las actuaciones en el Juzgado Vigésimo Primero de
Control, por auto del 3 de octubre de 2002 ordenó la remisión del expediente de la
causa sobreseída al Archivo Judicial General.
8) Cuando la Fiscalía del Ministerio Público no hiciese cargos por no existir méritos
contra el imputado (artículo 219 del CEC). Lo que equivalía a un desistimiento de
la acción.
Esa visión del sobreseimiento la recoge por igual el Código de Procedimiento Civil,
cuando el artículo 901, prevé el sobreseimiento del procedimiento no contencioso,
lo que en realidad es la pérdida de la acción para la jurisdicción voluntaria en los
casos en él contemplados.
Planteados así los hechos, subsanados los vicios formales que pudiesen existir en
el proceso penal y que condujeron al sobreseimiento, el Ministerio Público debe
proceder a dictar los actos conclusivos, pudiendo ser cualquiera de los prevenidos
en el Código Orgánico Procesal Penal, tales como el archivo del expediente, o el
sobreseimiento por razones atinentes a la acción o al caso del artículo 318.2 del
Código Orgánico Procesal Penal, o realizar la acusación de los imputados (todos o
varios de los accionantes), siempre que se cumpla con los extremos del artículo
131 del Código Orgánico Procesal Penal, y se les permita a los imputados el
ejercicio de los derechos previstos en el artículo 125 eiusdem.