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ROMA

DOLOR SET AMET


Capítulo 1

ROMA
Arquitectura religiosa / civil:
soluciones constructivas / monumentales.
El retrato realista y el relieve histórico narrativo.
ROMA
Video
Roma (video) desempeña una labor esencial como unificadora
de la cultura mediterránea, al tiempo que marca un momento
culminante. Tomando como base el mundo griego, incorpora a
éste elementos extraídos de los más diversos puntos de un vasto
Imperio consiguiendo así, junto a un sincretismo muy caracterís-
tico, crear la base de la cultura occidental., basada en un alen-
gua común, una normativa jurídica y una arquitectura universal
al servicio del estado.
Se desarrolla a partir del siglo III a. C. evolucionando de mane-
❖ Introducción. ra homogénea, siguiendo las etapas políticas, hasta la caída del
❖ Arquitectura: Edificios civiles, obras públicas. Imperio Occidental en el siglo V d. C. La abundancia de restos
❖ Escultura y relieve. será de gran importancia en el desarrollo del arte occidental y
❖ Pintura y mosaico. explica características y movimientos futuros.
❖ La hispania romana. Cronología básica
Fundación Roma: 753 a.C.
Etapas políticas : Monarquía 753-509 a.C.
República : 509- 27 a. C.
Imperio : 27 a.C. – 476 d. C.

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Arquitectura.
Características básicas son la utilidad, permanencia y gran-
diosidad. Utilizan tanto los sistemas arquitrabados como el Edificios civiles.
arco y la bóveda. La sillería, mampostería y ladrillo se mez-
clan con frecuencia en una misma construcción. Usan una . Basílicas: Destinadas a actividades mercantiles y tribunal.
argamasa a base de cal, de gran consistencia. A los órdenes Una gran sala con exedra al fondo. Solían estar cubiertas con
griegos, incorporan el toscano, con columna de fuste liso, y techumbres planas sostenidas por columnas. Serán la base de
gustan de emplearlos simultáneamente colocando en altura los templos cristianos. Sin embargo, la de Majencio (Roma)
el dórico (o toscano), el jónico y el corintio (o compuesto ), está cubierta con bóvedas de arista y cañón.
con frecuencia sobre pedestales que hacen ganar altura, do- . Curias: destinadas a reuniones políticas. A veces, con pórti-
tando a sus construcciones de un mayor sentido ornamental. co (Talavera la Vieja. Cáceres).
Para cubiertas, junto a sistemas adintelados, emplean bóve- . Pretorios: igualmente con función política y de gobierno.
das de variados tipos, especialmente cúpulas. Generalmente de planta cuadrada y torres en los ángulos. Ca-
La ciudad ocupa lugar destacado en el mundo romano; los sa de Pilatos (Tarragona).
romanos gustan de vivir en ellas. De ahí que las construyan . Termas: indispensables en la vida romana. Eran baños dota-
siguiendo un plan cuidadosamente trazado, las doten de insta- dos de las instalaciones necesarias para calentar el agua y de-
laciones complejas y alcancen considerable desarrollo. Suelen pendencias complementarias para la estancia y servicios de
ser de forma rectangular, rodeadas de murallas a partir del las personas acomodadas. Las hay de reducidas dimensiones
siglo III y cruzadas por dos calles principales terminadas en (Alange. Badajoz) y de grandes proporciones (Caracalla. Ro-
puertas fuertemente defendidas siguiendo modelos etruscos. ma). Existían, además de los baños, salas de reunión, bibliote-
En el cruce de estas dos calles, se levanta el foro, con los edifi- ca, gimnasio, etc. Las de Diocleciano, en Roma (siglo IV) ocu-
cios más importantes . El templo sigue modelos etruscos y paban más de cien mil metros cuadrados. En su “tepida-
griegos. Se eleva sobre un basamento pero sólo tiene acceso rium” construyó Miguel Angel la iglesia de Santa María de
por delante. Se dan los mismos modelos del mundo griego y, los Angeles.
en algún caso, aparece un tipo original: el Panteón, de Agri-
. Casas: con pocas o ninguna (sólo la puerta) aberturas al exte-
pa, de planta circular, cubierta abovedada e iluminación ceni-
rior; constan de acceso o vestíbulo, patio o atrio, espacio por-
tal. A destacar también el de Vesta, igualmente circular, y el
ticado semicerrado por un tejado inclinado hacia dentro (
Ara Pacis por su decoración escultórica.
compluvium) ,con depósito en el centro para recoger el agua

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de lluvia ( impluvium), rodeado de las habitaciones o depen- corintio, superpuestas. En tiempos de Tito se le agregó una
dencias (el tablinium( habitación principal) cubiculum y , al cuarta planta de muro liso articulado por pilastras.
fondo, el “triclinum” o comedor). Las más ricas tenían . Circos: para competiciones de carros. Planta muy alargada
un segundo patio rodeado de columnas( peristilo) y dife- con la “spina” en el centro y el palco en uno de los extremos.
renciaban el “tablinum”, al fondo del primer patio, del Todo ello rodeado por el graderío (Circo M†ximo, Roma).
“triclinum”, al fondo del segundo. Las “villas” poseían más La actual plaza Navona (Roma) ocupa el solar de un circo.
dependencias. En Pompeya, Mérida e Itálica, abundan de to-
dos los tipos. Ejemplos de palacios tenemos en Spalato (Dio- . Monumentos funerarios: los hay de muy diversos tipos. So-
cleciano) y en Roma (Domus Aurea. Nerón). lían situarse fuera de las ciudades. El hoy llamado castillo de
“Santángelo” (Roma), el de Cecilia Metela (Roma), la torre
La Insula es la casa prurifamiliar urbana de varias alturas. de los Scipiones (Tarragona) o la “Torre ciega” (Cartagena)
Solían ser de propiedad estatal, bajo un alquiler. Esta clase de son buenos ejemplos. El de Cayo Sestio (Roma) tiene forma
vivienda se distribuía alrededor de un espacio abierto central. de pirámide.
. Teatros: siguen el modelo griego aunque no aprovechan el . Arcos de Triunfo: monumentos conmemorativos colocados
declive del terreno y se construyen desde los cimientos. Tie- en los foros y en las calzadas. Sus formas y riqueza varían
nen una escena monumental de carácter arquitectónico , re- mucho. Los hay de una o tres puertas y, excepcionalmente,
duciéndose la orquestra griega y, detrás, dependencias y jardi- de cuatro (Capera. Cáceres). Los de Medinaceli (Soria) o Ba-
nes. En algunos había un lugar para las autoridades ( pulpi- rá (Tarragona), son pobres. El de Constantino (Roma), Tito
tum) Mérida (Badajoz), Sagunto (Valencia), Roma (Teatro (Roma) o Septimio Severo (Roma) son mucho más ricos y te-
Marcelo), conservan buenos ejemplares. nían gran valor por su decoración escultórica.
. Anfiteatros: para los espectáculos de gladiadores y luchas de . Columnas conmemorativas: la de Trajano (Roma) o Marco
animales. Planta ovalada, con arena y, debajo, subterráneo Aurelio (Roma) son representativas. También son importan-
para dependencias. Rodeando la arena, la cavea para el públi- tes por sus relieves históricos. La de Adriano es lisa.
co. Tarragona, Mérida (Badajoz) e Itálica (Sevilla) conservan
los suyos. Sobrepasa a todos el “Coliseo” de Roma (nombre Obras públicas:
debido a la proximidad de la gran estatua de Nerón) con ca- . Las ciudades de nueva planta se trazaron sobre un plano
pacidad para cincuenta mil espectadores. Comenzada su geométrico, inspirado en el urbanismo helenístico y experi-
construcción bajo Vespasiano (siglo I después de Cristo), cons- mentado con éxito en los campamentos militares. Vitrubio,
ta de tres pisos de arcadas de orden dórico (toscano), jónico y aconseja elegir un lugar sano, protegido de nieblas y vientos.

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El paso siguiente era delimitar el cardo y el decumanus, for- ducto. Se levantó en el siglo I a. C. y sorprende por su auda-
mando el foro en su intersección. El conjunto de los de Roma cia y la tremenda fuerza que trasluce el ritmo de sus tres arca-
son los más importantes y reciben el nombre de Foros Impe- das superpuestas. El de Alcántara (Badajoz), conjunto de
riales; el de César, Augusto ( S.I) Vespasiano (S,I) , Nerva (S.I) puente, arco de triunfo y templo, impresiona por su robustez
y Trajano ( S.II,el más grande , rico y completo ). Estas vías y altura. El de Mérida (Badajoz), por su longitud.
se hacían coincidir con las cuatro puertas que se abrían en la . Acueductos: imprescindibles para abastecer de agua sus ciu-
muralla, orientadas a los cuatro puntos cardinales. Posterior- dades, no prestan demasiada atención a la orografía y avan-
mente se cortaban longitudinalmente y trasversalmente los zan, imparables, como testimonio del poder de Roma. El de
cuadrantes interiores por arterias secundarias, dando origen Segovia, de bloques unidos sin argamasa, sorprende por su
a manzanas regulares destinadas a viviendas. El diseño urba- esbeltez y longitud. El de las Ferreras (Puente del Diablo, Ta-
no se convertía así en un formidable damero, que se proyecta- rragona), el de los Milagros, en Mérida (Badajoz), por la utili-
ba en el subsuelo a través de un sistema de cloacas, que cana- zaci¢n conjunta de arcos y ladrillos. El enjarjado de sus arcos
lizaban las aguas residuales hacia los ríos o los campos. En las es un precedente del sistema constructivo de la mezquita de
afueras se situaban las necrópolis con una rica tipología de Córdoba.
tumbas, entre las que sobresale el columbario, con nichos pa-
ra depositar las cenizas. . Pantanos: conservamos el de Proserpina, cerca de Mérida
(Badajoz), todavía en servicio.
. Calzadas: Veinta vías partían radialmente desde Roma, de
la Aurea Columna Miliaria, punto kilométrico = situado en . Puertos: recordando su dominio del Mediterráneo y la im-
el Foro de roma, en dirección a las fronteras, y comunicaban portancia del comercio y comunicaciones marítimas, no sor-
las ciudades llevando a los puntos más alejados. En un Impe- prenderá el número creciente de puertos que construyeron.
rio tan extenso eran vitales, como los puentes, para asegurar Ostia (Italia) y Ampurias (Gerona) son buenos ejemplos. El
el rápido traslado de las legiones. Se preparaba el terreno de Ostia, con el puerto Trajano y el puerto Claudio, tenía un
con varias capas de grava de distinto grosor y, finalmente, se canal que llegaba a Roma por el Tíber.
enlosaban. Queda alguna en servicio (Roma). Jalonadas por . Faros: la reconstruida “Torre de Hércules” (La Coruña) es
las piedras “miliarias” , a trechos, aparecían albergues. un buen ejemplo de la solidez con la que Roma levantaba sus
. Puentes: Sólidas construcciones de audaces arcos de sello in- construcciones. Se levantó en época de Trajano (98-117
confundible. Entre los numerosos ejemplos destaca la magnífi- d.C.).
ca obra del “Pont du Gard” (Nimes), a la vez puente y acue-

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pias de obras griegas como en composiciones originales, las
características del arcaísmo griego (pliegues, actitud, sonrisa,
simetría de los cabellos).
Escultura y relieve.
En cuanto al retrato femenino existen muy pocos. Un tipo
En la escultura romana es clara la influencia helenística. Se muy usado es el de la mujer cubierta por un manto. Peinado
advierte una tendencia que evoluciona del idealismo helenísti- con raya en medio. De aspecto idealizado con los del Museo
co hacia el hieratismo y la rigidez. Esta tendencia de carácter de Nápoles y de las Termas.
realista resalta los rasgos individuales, sin omitir los defectos,
mediante una cuidada observación de los modelos. En la época de Augusto se impone la moda griega helenísti-
ca, con un realismo distinto al anterior. Se evitan los defectos
Como componentes esenciales tenemos: el retrato etrusco, la y surge cierta idealización que no impide recoger los rasgos
herencia del último helenismo y el propio sentido realista, ob- distintivos. Los retratos imperiales comienzan a generalizarse
jetivo y positivista del romano. en tres versiones diferentes: “Imagen togata”, “thoracata” o
En la Roma primitiva parece haber habido una ley, el ius ima- “apoteósica”. (Augusto, Calígula). Suelen tener un perinado
ginum, que prohibía las representaciones de toda persona bajo, con mechones irregulares caídos sobre la frente, siendo
que no hubiera sido servidora del Estado en un cargo impor- el femenino bajo también con raya en el medio y rizos y on-
tante. Este derecho se perdía en caso de traición. Dado que dulaciones en los lados ; Livia, Agripina, etc.
numerosos cargos del Estado tenían una duración de sólo un En la época Flavia (Vespasiano, Tito, etc), se vuelve a la since-
año, fueron muchos los ciudadanos con derecho a ser repre- ridad del retrato de la época republicana, pero se amplía has-
sentados. ta el pecho ( Trajano) y se pierde la frontalidad dando una ex-
Los primeros retratos fueron mascarillas de cera, imagines presión natural, dando un movimiento lateral a la cabeza
maiorum, y bustos de cera de color y cabello natural que (Tiberio, Domiciano). El pelo se dispone hacia delante, con
eran conservadas cuidadosamente por los descendientes. De- mechones sobre la frente y muy plano.Se acusa ya una ten-
teriorados por el paso del tiempo, comenzó la costumbre de dencia al colosalismo.
substituirlos por copias de mármol o bronce. Con Adriano renace la idealización griega pero se introducen
Durante la época republicana, el interés se centra en la cabe- dos novedades: aparición de la barba y la incisión de las pupi-
za, prescindiendo del cuerpo. El rostro, de gran realismo, re- las y el iris, lo que da gran expresividad. Suele prolongarse el
produce arrugas y expresiones severas. (Cicerón, Julio César). busto por debajo del pecho (Adriano, el héroe Antinoo).
Alguna escuela local (Nápoles) reproduce, tanto en sus co-

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Con los Antoninos la barba y cabellera se rizan y entrecru- En la época de Augusto se produce una de las obras maestras
zan llegando a un puro barroquismo. El uso del trépano per- de la escultura romana. Se trata del Ara Pacis, pequeño tem-
mite conseguir mayor efecto de claroscuro (Commodo, Cara- plo, 14 x 12 x 6 metros, en el que se representa la procesión
calla, Antonino Pío, ecuestre de Marco Aurelio, en bronce). de la familia imperial, magistrados y sacerdotes, hacia el Al-
Durante el siglo III (época severiana), comienza la decaden- tar de la Paz. El sentido pictórico se acentúa dotando de pro-
cia del retrato, siguiendo las características de la äpoca ante- fundidad la escena.
rior (Caracalla, Septimio Severo). La manía de lo grande se Los relieves del arco de Tito insisten en este tratamiento al
extiende y con septimio Severo se palpa la decadencia. Se ge- darnos un escalonamiento de planos pero mejor conseguidos
neraliza la barba bipartita y se acentúa la profundidad de la que en el Ara Pacis, que han llevado a decir que se percibe el
talla en los cabellos. aire interpuesto entre los personajes.
Con Constantino y sus sucesores, el retrato se aparta cada En la Columna Trajana (30 m.) la estética queda sacrificada
vez más de la realidad preludiando la estilización bizantina. al interés narrativo. Se trata de una auténtica historia conta-
La expresión del rostro es intensa, pero el modelado seco y da en una faja continua desarrollada en espiral en la que pro-
duro. Tiene un aire de melancolía y tristeza. Los más corrien- tagonistas y detalles aparecen esculpidos con gran precisión.
tes de los de cuerpo enteroson los togados y los de guerreros Semejante a ésta es la que relata las campañas del emperador
con coraza. ( el Coloso de Barletta( Teodosio o Valentiniano Marco Aurelio contra los germanos.
I) o el de Constantino.
La última etapa de la evolución del relieve histórico está re-
Gran importancia tiene el relieve histórico por adaptarse presentada en el arco de Constantino. El empobrecimiento a
bien a las representaciones de escenas complejas, anecdóticas que se llega se pone de manifiesto en el hecho de que sea ne-
y realistas tan del gusto del arte romano. Los temas se desa- cesario aprovechar relieves del arco de Trajano para enrique-
rrollan de forma continua y narrativa surgiendo también el cer este nuevo monumento. El arco de Constantino manifies-
paisaje. ta cierta abstracción, pasando por el ya visto estilo pictórico,
La idealización en los temas religiosos se conjuga con el realis- con varios planos, y el llamado estilo cristalino (de gran in-
mo de los históricos. Uno de los ejemplos más antiguos (46 a. fluencia en el arte cristiano), caracterizado por la yuxtaposi-
C. ) es el conmemorativo del triunfo naval de Domicio Eno- ción de figuras y la anulación del espacio.
barbo en el que se representa una suoventaurilia en la que ya
son perceptibles los detalles de carácter pictórico.
Pintura y mosaico.

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La pintura romana más antigua conservada es un fresco en . Estilo ornamental (3º estilo). Sobre un fondo de color unifor-
una tumba en el Esquilino que data de finales del siglo III a. me rojo intenso, amarillo, blanco o negro, aparecen elemen-
C., aunque el desarrollo no se produce hasta mediados del si- tos arquitectónicos fantásticos. Estos fondos no suelen llegar
glo II a. C. Desde este momento hasta finales del siglo I d. C. al techo y dejan una banda color de cielo donde se pintan pe-
conocerá su época de esplendor. queñas construcciones, aras o muebles imaginarios. Las guir-
Las mejores muestras son las conservadas en Herculano, Pom- naldas se reducen a finas cuerdas de flores. En el centro de
peya, Stalier y Roma. August Man, investigador alemán, estu- los muros siguen pintándose copias de obras antiguas aunque
dió concienzudamente los frescos de Pompeya y estableció tratadas de modo rutinario. En lugares secundarios aparecen
su clasificación en cuatro estilos que, con pocas modificacio- escenas fantásticas o caricaturas. En la casa Livia, en el Palati-
nes, se ha mantenido hasta hoy. no, se da un estilo tan audaz que habrá que esperar al s. XIX
para encontrar algo semejante. Los fondos obscuros ayudan
Cronológicamente aparecen: a esta técnica impresionista no haciendo necesarios los con-
. Estilo de incrustación (1º estilo ). A base de amarillos y ro- tornos de las figuras, que quedan en la sombra. Es clara,
jos que imitan zócalos de mármol. Aunque no fue inventado igualmente, la relación con ciertas pinturas egipcias. En la ca-
en Pompeya, sino que tiene una tradición helenística (siglo II sa del Bicentenario (Herculano), la casa Farnesina (Roma), la
a. C. ), lo encontramos en esta ciudad y en la de Herculano ya citada casa de Livia y la casa Vettii (Pompeya), encontra-
imitando sillares, cornisas y zócalos. Hay buenos ejemplos en mos abundantes ejemplares.
la casa del Fauno (Pompeya) y en la casa Samnita (Hercula- . Estilo ilusionista (4º Estilo). Se le llama también “intrinca-
no). do”. Mezcla de los dos anteriores añadiéndoles gran fantasía
. Estilo arquitectónico (2º estilo). Imita columnas, arcos, repi- de forma y color. Del segundo toma las arquitecturas “reales”
sas, barandales, etc. Las columnas avanzan y las cornisas pa- aunque dotándolas de mayor profundidad. Del tercero toma
recen doblarse en ángulo. Se intenta hacer que las habitacio- las arquitecturas fantásticas aunque con elementos con aspec-
nes parezcan mayores; para ello se simulan ventanas que de- tos reales. Está profundamente influido por las modas estilísti-
jan ver un paisaje . Otras veces, en el centro del muro, se re- cas impuestas por Nerón; de ahí su aparición en la Domus
producen cuadros de asunto clásico, muchas veces copia de Aurea (Roma). También lo encontramos en casas de Hercula-
otro griego. En todos los casos el sentido decorativo y la pers- no (hoy en el museo arqueológico de Nápoles) y en la casa de
pectiva están magníficamente conseguidos. Ejemplos magní- los Vettii o de Apolo (Pompeya).
ficos se hallan en la villa de Boscoreale y en la casa de los Mis-
terios (Pompeya).

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En Pompeya hay también alguna muestra de retrato (el pana-
dero Próculo y su esposa, Museo de Nápoles), pero el mayor
repertorio está en Egipto y más que romanos parecen ser gre-
coegipcios. Suelen estar pintados con cera sobre tabla. De es-
tilo naturalista, suelen presentar una expresión melancólica e
intensamente espiritual (retratos de El Fayum, oasis en Egip-
to Medio, hoy repartidos por varios museos de Europa y
E.E.U.U. de Norteamérica).
Mosaico.
Sus antencedentes están en Grecia y en la época imperial al-
canza gran difusión. Aunque se emplearon los llamados opus
sectile, de piezas grandes de mármol que se adaptaban a las
líneas de las figuras, y opus vermiculatum, terminó impo-
niéndose el opus teselleatum, a base de pequeños cubos de
medio cm de mármol, cerámica, vidriada o no, vidrio colo-
reado, etc. Se suelen agrupar los temas en:
. Mosaico de “alfombra”: temas geométricos y florales en
blanco y negro fundamentalmente. Itálica.
. Mosaico de “alfombra” con “emblemata”: combina los te-
mas anteriores con figuras e, incluso, escenas elementales.
Mosaico de la Loba. M. Arqueológico. (Córdoba).
. Mosaico helenístico: reproduce cuadros famosos del mundo
antiguo. Tres Gracias. Museo Arqueológico de Barcelona.
. Mosaico costumbrista: el más popular y extendido por pro-
vincias, con escenas cotidianas, circenses, paisajes, etc. Mosai-
co de las cuádrigas. M. Arqueológico de Barcelona. Esquele-
to de un copero. M. Arqueológico de Nápoles.

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LA HISPANIA ROMANA

Hispania romana

Después de la primera Guerra Púnica y tras la pérdida de


Sicilia, Córcega y Cerdeña, los cartagineses conquistaron la
península. Así que ésta se convirtió en el escenario principal
de la segunda Guerra Púnica. Tras la conquista de Sagunto
por Anibal en el 219, protegida por Roma, Cneo y Cornelio
Publio Escipión desembarcan en Ampurias y comienza la II
Guerra Púnica.
La conquista de la Península por Roma trajo consigo la ex-
pansión del latín, la realización de una serie de connstruccio-
nes, un tipo de culto a unas divinidades concretas,...

Arquitectura

Calzadas. Es Augusto el principal planificador de la red via-


ria en Hispania. La más importante es la vieja ruta comercial
que, desde las Galias llegaba a cartagena, internándose hacia
el Oeste por el valle del Guadalquivir. ( Vía Heraklea), que
llegaba al Ródano o Gades a final de la repñublica niendo
Cástulo, Corduba, Astigi (Écija) e Hispalis.
Otra de Astúrica a Burdeos, atraviesa Burgos y entra en Fran-
cia por los Pirineos. Esta vía se confunde con otra que llega
hasta Zaragoza.

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Por el Oeste la vía de la Plata, une Norte y Sur, un viejo ca- Segovia: Se sitúa entre la época de los Claudios y flavios
mino de los Tartesios que enlazaba Mérida con Astorga, por Ferreres: superpone dos arquerías.
Cáceres y Salamanca
Caminos trasversales unían este cinturón periférico con los
núcleos del interior: Mérida con Hispalis, y Mérida con Cesa- Arcos de triunfo
raugusta, por toledo y continuando hasta Tarragona. Ianus Augustus, (2 a.c.) señala la frontera de la Bética en la
En el NW surgió una complicada red viaria que unía Astúri- Vía Augusta.
ca, Bracara y Lucus. Bará
Cabanes( Castellçon)
Puentes Medinacelli ( Soria)


Mérida con pilas chatas y robustas y vanos muy numerosos Capera ( Cáceres)

Alcántara.- Pilas altas y pocos arcos

Puertos y faros Ciudades

Famosos por el tráfico y las exportaciones de aceite y trigo Las ciudades con estatuto privilegiado tienden a reproducir
son Tarraco, Chartago Nova, Malaca, Gades e Hispalis. roma, y el resto mantiene sus peculiaridades indígenas. En el
Sur y Levante existe una urbanística muy desarrollada. Se in-
Tambiénb los de Illici, Ampurias e Irún. corpora el foro, templos, termas , teatros, y circos, reflejo de
los elementos ideológicos. Ejemplos son Tarraco ( Templo de
Faros: Turris caepionis en la desembodura del Guadalquivir. Júpiter con foro porticado, circo teatro, etc.) Córdoba. Eméri-
ta augusta ( fundación de Augusto), capital de Lusitania, (
Torre de Hércules templo de Diana), Itálica, Segóbriga, Barcino, Emporiae Ca-
latayud, Zaragoza, con murallas del Bajo Imperio
Acueductos

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Astorga, centro político-administrativo del Norte con impor- aportar al arte romano algunas de sus características funda-
tantes minas y Lugo, la ciudad que mejor conserva las mura- mentales. Va a ser la escultura romana manifestación de una
llas, termas y un ninfeo en buen estado de conservación. clase dominante, la de los patricios. Ello se inicia ya en el si-
glo II a.C. cuando los generales conquistadores de Grecia
arrancan de sus pedestales de origen numerosas esculturas y
las trasladan a Roma para exponerlas, en su afán de nuevos
ricos, en los atrios de sus casas.

1. PRECEDENTES HISTÓRICOS Sin embargo, esta clase social dominadora va a comprender
al mismo tiempo el sentido público (esto es, de propaganda
1.1. DIFERENCIAS CON LA ESTATUARIA GRIEGA
política) que posee la imagen esculpida. Los retratos de los
El carácter público de la escultura romana encuentra sus pri- emperadores van a distribuirse y a copiarse desde ahora en
meras raices en la estatuaría griega de época clásica. La escul- todas las direcciones del Imperio. Las provincias pasan así a
tura monumental en la Atenas del siglo V a.C. fue esencial- participar de este arte oficial de la metrópoli. Los patricios lo-
mente una manifestación comunitaria y religiosa. Adornaban cales crean su propio mundo de imágenes buscando en ellas
las estatuas agóras, santuarios o calles formando parte intrín- la ratificación de su prestigio. Hispania como provincia roma-
seca de un conjunto arquitectónico y ciudadano del que resul- nizada que desde Augusto forma parte del Imperio, va a par-
taban inseparables. Tras el momento clásico los siglos helenís- ticipar de todas las características expuestas anteriormente.
ticos crearon por un lado las bases de una primera concep-
2. LA ESCULTURA ROMANA EN HISPANIA
ción individualista y privada del arte, el retrato logra en esta
primera época su primer florecimiento. Por otro lado, la cul- Como el resto del Imperio y la Metrópoli, también en Hispa-
tura alejandrina sentó los fundamentos de una visión histori- nia las esculturas se realizaron indistintamente en mármol o
cista con relación a un pasado que consideraron modélico: en en bronce. De las grandes esculturas en bronce apenas si con-
la plástica se remodelan ahora antiguos mitos con antiguos servamos más que unos pocos ejemplares: fue el bronce reuti-
dioses. lizado y fundido en la tardía romanidad y en la Edad Media;
y en otros casos no ha soportado el paso del tiempo.
1.1.1. La originalidad romana

2.1. ESCULTURA CIVIL PÚBLICA Y PRIVADA: EL RE-


Pero junto con esta tradición de elementos helénicos o de ele-
TRATO
mentos itálicos un status político y social muy definido va a

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2.1.1. Precedentes helenísticos cierta autonomía con relación a las directrices marcadas por
El retrato es una de las manifestaciones artísticas más ricas y la urbe.
peculiares de la cultura romana. El retrato se desarrolla en El retrato oficial, cuya función fue la de adornar los edificios
Roma como resultado de la conjunción histórica de diferen- y presentar la imagen de los gobernantes antes los súbditos
tes tendencias y herencias culturales. Recoge por un lado el del Imperio, tenia su marco en los más diferentes lugares pú-
retrato el legado de una tradición helenística de enorme ri- blicos. Estas esculturas eran proyectadas en función del desti-
queza. Fue el humanismo ciudadano griego el creador del au- no que posteriormente iban a ocupar, por desgracia, la mayo-
téntico retrato fisionómico, esto es, aquella imagen plástica ría de las esculturas que integran hoy las colecciones de nues-
que busca expresar la naturaleza individual del retratado ba- tros museos no se conocen el contexto ambiental original, y
sándose en sus rasgos específicos y concretos, morales a la vez en muchos casos se desconoce su procedencia.
que físicos. En época helenística las condiciones sociales facili-
tarán el desarrollo del retrato: a la vez que arraiga la idea de
un culto al monarca. Ante estos condicionantes se crea la efi- 2.1.4. Tipología
gie del monarca inspirado, el gobernante que entra en contac- Al margen del retrato privado, heredero en gran parte del
to con la divinidad. Esta imagen tiene su origen en el retrato sentido familiar o doméstico de las primitivas imágenes maio-
de Alejandro del escultor Lisipo, en el siglo IV a.C., siendo rum, el tipo oficial puede adornar toda clase de edificios pú-
muy frecuentemente copiada en época romana. blicos como los campamentos, foros, teatros, termas, etc.

Imágenes en bronce del Emperador o de personajes pertene-
cientes a la familia imperial, a veces thorocatas (con coraza) e
2.1.3. El retrato provincial: originalidad y dependencia incluso ecuestres, se erigían por ejemplo en el centro de los
El sentido universalista del Imperio utilizó la imagen plástica campamentos para la contemplación y estímulo de los solda-
como un medio más de propaganda política unificadora. dos. Hispania ha sido parca en este tipo de hallazgos. Hoy só-
Uno de los primeros actos del princeps al asumir el poder era lo conocemos los fragmentos de una estatua colosal de Empe-
el de enviar retratos a las provincias con su propia efigie: en rador procedente de un campamento de Rosinos de Vidria-
ellos debe inspirarse el escultor local así como el grabador de les, en Zamora, así comolos de Poza de la Sal, en Burgos.
monedas que ha de reproducir el retrato imperial sobre la ce- En otras ocasiones la escultura honorífica tiene por ejemplo,
ca de la ciudad provinciana. Se nos escapa el grado de depen- su marco monumental en el teatro. Tal es el caso de la esplén-
dencia o libertad de los artistas locales respecto a sus mode- didas estatuas thorocatas, en mármol, que adornaron los tea-
los, aunque es de suponer que el artista provinciano poseía

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tros de Mérida o Tarragona. Las ruinas del teatro de Segóbri- do en época republicana. Un ejemplo puede ser un posible
ga nos permiten reconstruir en gran medida una ambienta- Zenón, filósofo estoico, esculpido en la Bética, obra de co-
ción semejante: dos cabezas allí encontradas pertenecen segu- mienzos del siglo II.
ramente a Augusto y su esposa Livia. Otras estatuas del tea- 2.1.5. Bosquejo histórico del retrato romano en Hispania
tro de Segóbriga representan a magistrados locales: son escul-
tura togadas con el símbolo de autoridad junto a sus pies, los El número de retratos hallados en España es muy alto. Gar-
volumina o cajas para contener rollos escritos. en cuanto a las cía Bellido recoger cerca de 200 en su catálogo de esculturas
dos estatuas gemelas de Tarragona ya citadas suponemos que romanas, aunque hay que suponer que su número hoy dia es
se tratan de los bustos idealizados de dos emperadores. Son mucho mayor debido a los numerosos hallazgos de los últi-
estatuas thorocatas vistiendo por encima una túnica corta o mos tiempos. La mayoría de las esculturas catalogadas por
paludamentum que cae en pliegues sesgados sobre el pecho. García Bellido proceden de la Bética. Ello se corresponde
Los pies desnudos en una de ellas sugieren una heroización con del grado de romanización mayor que desde fecha muy
del Emperador representando su exaltación a la esfera divi- temprana alcanza esta provincia. Le sigue la Tarraconense y
na. en tercer lugar la Lusitania (las efigies aquí halladas se con-
centran casi todas en su capital, Mérida).
En muchas ocasiones las mismas ciudades manifiestan una
vinculación específica con la figura de un emperador determi- El siglo II es el más fecundo en retratos de emperadores apa-
nado. En Itálica, patria de Trajano y Adriano, se erigieron recidos en nuestro suelo. Es la época de los emperadores espa-
sendas esculturas idealizadas en honor a estos emperadores. ñoles: Trajano y Adriano nacieron en Itálica, y Marco Aure-
Ambas representan la efigie desnuda y heroizada del empera- lio tuvo ascendencia española. Por su parte los retratos de per-
dor. sonajes locales abundan indistintamente lo largo de los dos
primeros siglos.
Los magistrados locales, los ricos terratenientes y los nobles
provincianos encargan a artistas locales retratos suyos y de * Época republicana:
sus familiares con los que adornar lugares públicos o bien sus Junto con las imágenes maiorum elaboradas en cera, existen
villae privadas. Un acentuado realismo local, que imita con en plena época republicana toscos retratos funerarios de ca-
un sello personal las corrientes artísticas emanadas de la ur- racter simbólico. Son retratos que no tratan de representar
be, se refleja en muchos de estos bustos. los rasgos fisionómicos concretos del individuo sino de servir
Mas raros son en España los hallazgos de filósofos, poetas u tan sólo como símbolo funerario suyo. en la necrópolis hispa-
oradores griegos tan imitados y copiados en Roma, sobre to- na de Baelo (Bolonia, Cádiz) ha sido hallado gran número de

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estas esquemáticas imágenes símbolo, realizadas en piedra y Con Trajano irrumpe un nuevo espíritu en el arte romano.
fechables en el siglo I a.C. En sus retratos se refleja la expresión de la energía y de deci-
* Época de Augusto (31 a.C. - 14 d.C.) sión propia del hombre habituado al mando militar. El retra-
to se amplia a gran parte del torso y no sólo hasta los hom-
Con Augusto se funde en el retrato ese naturalismo objetivo y bros como hasta ahora era lo habitual. A este emperador per-
verista de época republicana con una nueva idealización ple- tenece la estatua idealizada de Itálica. Con Adriano se acen-
na de sobriedad que confiere a las esculturas de estos años un túa aún más el elemento de introspección psicológica y de
peculiar sabor y un caracter clásico. nuevo la vuelta idealizada hacia el helenismo. A partir de aho-
De Augusto adolescente poseemos un bello retrato proceden- ra se hace habitual la señalización en los ojos del iris y e la pu-
te de Itálica, muestra su rostro de aire ligeramente patético pila. Este procedimiento se continuará en época antoniniana.
muy característico de ese helenismo propio de Augusto. Pero El mejor retrato que poseemos de Adriano procede de Itáli-
el retrato del emperador más sugestivo procede de Mérida, ca. A partir de ahora y a imitación de estas efigies barbadas
donde se representa a Augusto como Pontifex Maximus, cu- de Adriano va a ponerse de moda la barba en los retratos de
bierta su cabeza con el velo sacerdotal. A Livia, su esposa, emperadores y de personajes privados. A los últimos años de
puede atribuirse el retrato de una muchacha de rasgos juveni- vida de Antonino Pío (138 - 161) pertenece un retrato proce-
les idealizados procedentes de Tarragona. dente de Puente Genil. Bien representado está en España el
* Época de los Julio-Claudios (14-68 d.C.) emperador Marco Aurelio: citar la cabeza del museo de Sevi-
lla y la del museo de Tarragona.
En esta época el retrato continua la trayectoria idealizada ini-
ciada por Augusto. Cabe señalar el retrato de un Tiberio jo- * Los siglos III y IV

ven hallado en Menorca, o la de Druso el joven, hijo único En estos siglos decae notablemente el número de retratos de
de Tiberio, fácilmente identificable por las monedas. emperadores en España.
* Época de los Flavios (68 - 98 d.C.) Existen muestras aisladas de la dinastía de los Severos (192 -
235) como el retrato de su iniciador, Septimio Severo, en la
Con los Flavios se libera por primera vez el arte romano del
casa de Pilatos en Sevilla o su busto de Mérida. 

clasicismo, coexistiendo el retrato naturalista, de expresiones
Aislado cronológicamente, pero de una importancia arqueoló-
francas y asequibles, con el retrato alejado y heroico. De Ves-
gica y artística importante es el impresionante missorium o
pasiano poseemos un retrato togado hallado en Écija (Sevilla.
disco plano de plata procedente de Almendralejo, cerca de
* El retrato en el siglo II Mérida, en el que se representa al Emperador Teodosio junto

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con su hijo Arcadio y Valentiniano II. La fecha que conme- destacan, por su frecuencia, Hermes y Dionisos y entre las fe-
mora este missorium está bien determinada (19 enero del meninas Minerva, Venus y Diana.
338) año en que Teodosio celebró su decenal o diez años de Del teatro de Itálica procede el espléndido desnudo de Venus
gobierno como Emperador. Las influencias ideológicas que anadyomene, esto es, naciendo de la espuma del mar, elemen-
llegan de la parte oriental del Imperio quedan patentes en la to simbolizado plásticamente por un delfín. De las numerosas
figuración artística de esta pieza: el retrato imperial ha adqui- esculturas de Diana también la más espléndida procede del
rido una extraordinaria fijeza formal, lo que abocará poste- teatro de Itálica.

riormente a su desaparición definitiva como tal; se expresa Entre los héroes tuvo Hércules una enorme aceptación en to-
así por medio de este hieratismo, la esencia divina del reinan- do el Imperio. en España se han hallado un sin número de
te y su intangible sacralidad. bronces de pequeño tamaño de este héroe. Entre las divinida-
2.2. ESCULTURA DE CARACTER RELIGIOSO des menores destacan por su parte las representaciones de los
Las figuras imperiales en la que los princeps aparecen divini- séquitos de Menades y de Silenos. Muy populares fueron las
zados o heroizados se han incluido en el apartado anterior, representaciones de Eros dormido. este grupo nos describe a
como el busto de Augusto de Pontifex Maximus de Mérida o Eros que, vencido por el cansancio de su viaje alado, ha caí-
el de Marco Aurelio como Sacerdos de Sevilla; o las escultu- do, igual que un niño, dormido sobre una roca (en el ejem-
ras divinizadas de emperadores como las thoracatas del Tea- plar del Museo Arqueológico Nacional y que procede de El-
tro de Mérida donde al parecer tenían su puesto junto a la che), una piel de león protege su cuerpo aún tierno de la dure-
puerta central de la escena, no lejos del grupo de divinidades za de la piedra sobre la que reposa.
etonias y de la vegetación formado por Plutón, Ceres sedente 2.2.2. Representaciones relacionadas con religiones orienta-
y Proserpina. les
2.2.1. Divinidades del panteón romano y representaciones de Junto con los documentos epigráficos, es la escultura la fuen-
tradición helénica
 te fundamental para aproximarnos hoy al fenómeno cultural
Teniendo presentes los anteriores ejemplos de divinizaciones, y religioso que, durante la época romana, representó toda la
vamos a referirnos ahora a aquellas representaciones de divi- amalgama de cultos de tipo oriental desarrollados en la Penín-
nidades que tuvieron cabida en el panteón romano oficial.
 sula Ibérica. Estas manifestaciones llegaron a Hispania a tra-
En Hispania es Itálica la ciudad que ha ofrecido una mayor vés de los movimientos de tropas, trasladadas continuamente
abundancia de esculturas de divinidades. Le siguen en impor- de uno a otro confín del limes o frontera del Imperio.
tancia Mérida y Tarragona. Entre las divinidades masculinas

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El culto de Mithra estuvo particularmente vinculado a la re- Los sarcófagos ocupan un lugar muy importante en el marco
gión de Mérida, donde existió un Mithraeum o santuario de- de la plástica antigua. La utilización del sarcófago que corres-
dicado a Mithra. De allí procede la escultura de un Chronos ponde a un rito de inhumación relativamente tardío en el
mitriaco, rodeado su cuerpo desnudo por una serpiente de la mundo romano se puso de moda a partir sobre todo de épo-
inmortalidad, o el Chronos mitriaco leontocéfalo sobre cuya ca Adrianea. Dos son los grupos principales de estas produc-
espalda se distingue el comienzo de las alas. ciones: los talleres occidentales con su centro principal en Ro-
La religión de Attis y de la Magna Mater (Cibeles) ha dejado ma y el grupo oriental con las fábricas de Atenas y del Asia
numerosos testimonios escultóricos en la Península. el mito Menor.

de Attis y Cibeles se basa en un ritual de la vegetación orien- Las provincias imitas estas producciones en una medida me-
tal. Como consecuencia de la pasión de Cibeles por Attis, es- cho menor que el retrato. Sus creaciones son por lo general
te muchacho se emascula y muere. Pero con la ayuda de Cibe- muestras de un arte bárbaro y de escasa calidad. La mayoría
les, Attis resucita brotando de nuevo de la tierra. Es una típi- de las piezas halladas en Hispania son obras importadas gene-
ca divinidad palingenética. Por este caracter ritual de muerte ralmente de Roma. La Tarraconense es la provincia que ha
- resurrección la representación de Attis revistió un sentido ofrecido un número mayor de producciones sarcofágicas y so-
claramente funerario. Sus imágenes provienen necrópolis, co- bre todo su zona litoral. Sigue a la Tarraconense la Lusitania
mo Carmona, o adornan edificios funerarios (por ejemplo la y por último la Bética, mostrando una desproporción en un
tumba de los Escipiones de Tarragona)o estelas, como en Mé- principio ilógica si atendemos al alto grado de romanización
rida. de esta última provincia, y que según García Bellido posible-
mente la prolongada dominación árabe de Andalucía pudo
El culto a Isis fue el mas extendido en Hispania. Uno de los
originar la destrucción sistemática de los sarcófagos paganos
testimonios más significativos es el monumento de Acci (Gua-
y cristianos de esta zona.
dix), está dedicado a Isis puellarum o Isis protectora de las ni-
ñas. Muy popular en Hispania serán las representaciones de La temática de los sarcófagos paganos es a veces difícil de dis-
la Isis kourotropos amamantando al niño Horus. Este tipo da- tinguir de la iconografía de las primeras producciones cristia-
rá origen, a través del arte copto, a la figuración de María na. Decoran los sarcófagos temas báquicos o temas de ultra-
con Jesús sobre sus rodillas. tumba, como el frecuentemente representado de Proserpina,
muchacha raptada por Plutón a los infiernos donde encontra-
2.3. ESCULTURA DE CARACTER FUNERARIO: SAR-
rá su nueva morada. El carácter escatológico se manifiesta
CÓFAGOS Y ESTELAS
también en los sarcófagos de las Musas y de Apolo, estrecha-
mente asociados con una cierta noción de inmortalidad terre-

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na; o en los sarcófagos con la figura del pedagogo quien sos- bre: un hombre o una mujer están sentados ante una mesa de
tiene en sus manos el volumen desenrollado de la sabiduría, tres patas con una corona o roscón en su mano. en otras oca-
esto es, de la salvación. siones es la guerra la protagonista, como la del jinete de Clu-
De cuño totalmente pagano son dos de los mas bellos sarcófa- nia. La personalidad de los indígena y los céltico predominan
gos hallados en España: el sarcófago de Husillos, con la leyen- aquí sobre los puramente romano.
da de Orestes, en el Museo Arqueológico Nacional, obra de
época adrianea, y el ejemplar de Tarragona, hallado en el
mar, no sabiendo con seguridad si procede o no de un naufra-
grio antiguo. En él se narra la leyenda de Hipólito.

Al margen de los sarcófagos, existieron paralelamente otros
monumentos funerarios de caracter mas local y temática me-
nos mitológica y más concreta. Cabe citar los llamados cipos
funerarios o estelas. Los cipos funerarios son en realidad este-
las con el busto del, o de los, personajes retratados bajo una
hornacina o nicho flaqueado de columnas. Mérida ha ofreci-
do una serie muy rica de ejemplares de este tipo, todos ellos
con una personalidad muy marcada. Otro tipo de estelas fu-
nerarias presenta al difunto de frente o de cuerpo entero, casi
todas con inscripción latina con el nombre del personaje.
El Centro y el Noroeste de la Península conserva en plena
época romana un tipo de estela de caracter indígena muy
acentuado. Son éstas las zonas de la Península menos penetra-
das por la romanización. Posiblemente por ello pervivieron
aquí con más fuerza los ritos autóctonos frente a la concep-
ción funeraria más propia de Roma, arraigada sobre todo en
la Bética. Se trata de unas estelas alargadas y rematadas en
su parte superior con medio círculo o bien con un círculo casi
completo. en su temática es muy frecuente el banquete fúne-

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