Alcanzando la meta espiritual

BOSQUEJO
Alcanzando el premio
Walter Jolón
SERIE: RECOCÍJENSE
La clave para mantener el gozo es mantenerse enfocado todo el tiempo en Jesús.
Tenemos que, al igual que Pablo, preocuparnos más por el avance del evangelio
y la proclamación de Cristo para poder regocijarnos en cuaquier tiempo y
cualquier circunstancia.
REFERENCIA BÍBLICA: FILIPENSES 3.12-16
FECHA: Domingo, 1 de julio de 2018.
Iglesia Casa de Gracia

Palín, Escuintla, Guatemala
E-mail: iglesia@casadegracia.gt
2018. Todos los derechos reservados.
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ESQUEMA
I. INTRODUCCIÓN
a. Oración: “Dios, háblanos…”.
b. Continuamos con nuestra serie expositiva en la
Carta a los Filipenses: “Regocíjense”.
c. El último mensaje de la serie lo llamamos: “El
valor supremo de conocer a Cristo”.
i. Estudiamos los versículos del 8 al 11 del
capítulo tres de esta carta.
ii. Aquí, el apóstol Pablo nos presenta a
Cristo como el valor más supremo y
excelente que Él conoció. Pablo nos
enseña que aun lo más valioso que
podamos encontrar en este mundo es
incomparable al valor supremo de
conocer a Jesús.
d. El mensaje para hoy lo hemos llamado:
“Alcanzando el premio”.
i. Estaremos estudiando los versículos del 12
al 16.
ii. En este mensaje somos llamados a crecer
espiritualmente siendo honestos con
nosotros mismos, esforzándonos,
concentrándonos, teniendo una
motivación correcta y buscando la
unidad.
II. CONTEXTO
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a. T: Vamos a recordar los versículos que ya estudiamos
para tener el contexto.
b. Leamos Filipenses 3.8–11, RVC
c. T: Veamos lo que Pablo nos enseña hoy:
d. Leamos Filipenses 3.12–16, RVC: “12No es que
ya lo haya alcanzado, ni que ya sea perfecto, sino
que sigo adelante, por ver si logro alcanzar
aquello para lo cual fui también alcanzado por
Cristo Jesús. 13Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo alcanzado ya; pero una cosa sí hago: me
olvido ciertamente de lo que ha quedado atrás, y
me extiendo hacia lo que está adelante; 14¡prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de
Dios en Cristo Jesús! 15Así que, todos los que
somos perfectos, sintamos esto mismo; y si ustedes
sienten otra cosa, también esto se lo revelará
Dios. 16Pero en aquello a que hemos llegado,
sigamos una misma regla y sintamos una misma
cosa.”
e. I: En 1992 los Juegos olímpicos se celebraron en
Barcelona, España. Uno de los corredores de la
carrera de 400 metros planos era un atleta inglés
llamado Derek Redmond. Había entrenado durante
años para competir en las Olimpiadas. Pero mientras
corría a toda velocidad bajo un calor moderado, de
repente se lastimó el tendón y se desplomó a la pista
con mucho dolor. Decidido a seguir, Derek logró
ponerse de pie. Iba cojeando hacia la meta, cuando
su padre descendió por la pared y saltó a la pista, Jim
Redmond llegó a donde estaba su hijo. El joven
corredor se apoyó sobre el hombro de su padre para
terminar la carrera. Toda la multitud se puso de pie y
aclamó a los dos hombres. Cuando cruzaron la meta,
fue como si el corredor, su padre y los espectadores
lo hubieran logrado juntos.
f. Visual: Derek Redmond
g. En los versículos que leímos, esto es lo que el
apóstol Pablo tiene en mente, una carrera de
atletismo.
h. En la vida cristiana, todos somos llamados a ser
como Derek Redmond: ha esforzarnos,
prepararnos y correr bien hasta llegar a la
meta y obtener el premio.
i. Eso no significa que no tropezaremos.
ii. Tampoco significa que buscaremos
tropezar porque nunca podremos dejar
de hacerlo en esta vida.
i. Parece ser que el apóstol Pablo era un
aficionado al deporte por la cantidad de
veces que lo usa como ejemplo de la vida
cristiana.
j. Él usó varias veces el ejemplo de la lucha libre
y las carreras de atletismo en sus escritos.
k. Por ejemplo en 2 Ti. 4.7 él dijo: “He peleado la
buena batalla”, en alusión a la lucha libre.
l. Relacionado a los juegos de la Grecia antigua
celebrados en Corinto, le recordó a los
Corintios: “Todo aquel que lucha, de todo se
abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible” (1 Co. 9.25).
m. …
n. Pero el ejemplo favorito de Pablo era la
carrera de atletismo.
o. A los ancianos en Éfeso les dijo: “Pero de
ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi
vida para mí mismo, con tal que acabe mi
carrera con gozo, y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio
de la gracia de Dios” (Hch. 20.24).
p. A los Romanos les dijo: “Así que no depende
del que quiere, ni del que corre, sino de Dios
que tiene misericordia” (Ro. 9.16).
q. Él se dolió de los Gálatas cuando les dijo:
“Ustedes corrían bien; ¿quién los estorbó para
obedecer a la verdad?” (Ga. 5.7)
r. Al final de su vida, Pablo declaró: “He
acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Ti.
4.7).
s. La comparación de la vida cristiana como una
carrera se encuentra en el famoso versículo de
Filipenses 3.14: “¡prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús!”.
t. Este es el tema central del pasaje que hoy
estamos estudiando.
u. El pasaje nos muestra la intensa preocupación
de Pablo por el crecimiento espiritual de los
creyentes.
III. EXPOSICIÓN
a. T: Pablo deja por un lado la posibilidad de que los
judaizantes afecten a la iglesia de los Filipenses para
centrarse en otros posibles problemas:
i. A Pablo le preocupa que su enseñanza de
perderlo todo para ganar a Cristo sea
malinterpretada, como si Pablo creyera
haber alcanzado la perfección espiritual.
ii. Según Fil. 3.8-11, Pablo había perdido todo
a fin de ganar a Cristo, se encontraba
unido a Él, lo conocía participando en Sus
sufrimientos y en el poder de Su
resurrección, y alcanzaría la resurrección
de entre los muertos.
b. ¿Significa eso que había alcanzado la
perfección espiritual?
i. Algunos de la iglesia de Corinto creyeron
que sí.
1. Ellos habían mal interpretado las
palabras del apóstol.
ii. Pablo no quería que ese tipo de ideas
echara raíz en Filipos.
iii. En Filipenses 3.12-16, él afirma que su
camino hacia el día final aún está
incompleto.
c. ¿Cuál es el premio que Pablo persigue y que
nosotros también debemos perseguir?
i. La semejanza de Cristo, la perfección
espiritual.
ii. No es posible alcanzarla en esta vida,
pero es posible buscarla y perseguirla.
d. Pablo habla de algunos prerrequisitos que nos
permiten esforzarnos para ir alcanzando el
premio de parecernos a Jesús.
e. Ese esfuerzo exige de parte del creyente
sinceridad, esfuerzo máximo, concentración,
una correcta motivación y una correcta
conformidad.
f. Primer prerrequisito: Alcanzar el premio
requiere ser sinceros.
i. Pablo dice: “No es que ya lo haya alcanzado,
ni que ya sea perfecto” (v.12a)
ii. Saber que no somos ahora lo que
deberíamos ser, y que algún día lo
seremos en la gloria, no debe producir
descuido en nosotros, sino lo contrario,
una búsqueda del premio.
iii. Esa es la obra del ES en nosotros (2 Co.
3.18) y el deseo de una vida regenerada.
iv. Ser conscientes de la necesidad de
mejorar nuestra condición espiritual es un
prerrequisito para alcanzar el premio de la
perfección espiritual.
v. Pablo era consciente de que aún le
faltaba mucho para alcanzar la
perfección espiritual.
vi. Pablo sabía que todavía no era perfecto,
a pesar de las bendiciones en Cristo que
ya le pertenecían.
1. Le fue dada la justicia de Cristo como
regalo para ser declarado inocente
delante de Dios, aún así necesitaba
“limpiarse de toda contaminación de
carne y espíritu, perfeccionando la
santidad en el temor de Dios” (2 Co.
7.1).
2. En Pablo obraba el poder de Cristo (1
Co. 15.10), pero ese poder operaba
por medio de su debilidad (2 Co.
12.9).
3. Para alcanzar el premio de la
perfección espiritual se empieza con
la inconformidad con nuestra
condición espiritual.
4. Los que piensan que ya han
alcanzado cierto grado de
perfección espiritual no ven la
necesidad de alcanzar una mejor
condición espiritual.
a. ¿Para qué esforzarse por algo
que ya tienen?
5. Las personas que están conformes
con su condición espiritual, están en
grave peligro de volverse insensibles a
su pecado y ciegos a sus debilidades.
6. Solo los que se reconocen en
necesidad, acuden a Cristo por
auxilio (Mt. 5.6).
7. I: El indigente que ya no le molesta su
propio mal olor.
8. Solo los que sientan la necesidad de
pelear contra el pecado y buscar la
santidad van a ver avances en su
vida cristiana.
g. Segundo prerrequisito: Alcanzar el premio
requiere un esfuerzo máximo.
i. Pablo dice: “sino que sigo adelante, por ver
si logro alcanzar aquello para lo cual fui
también alcanzado por Cristo Jesús.” (v.12b)
ii. Reconocer nuestra condición espiritual no
es suficiente.
1. También debe haber un esfuerzo
máximo en buscarla.
iii. Sigo adelante o prosigo significa “correr” o
“continuar”.
1. Habla de un gran empeño.
iv. Pablo perseguía el premio con todas sus
fuerzas, ejercitando al máximo cada
músculo espiritual en su carrera para
ganarlo (1 Co. 9.24).
v. Para Pablo no existía aquel dicho famoso
de muchos “Si Dios quiere voy a cambiar”,
¡no!
vi. Aunque él dependía por completo del
poder de Dios en su vida, Pablo trabajaba
arduamente y luchaba por su
transformación.
vii. Por eso él enseñó: “Es necesario que a
través de muchas tribulaciones entremos
en el reino de Dios” (Hch. 14.22).
viii. Pablo sabe que Cristo lo alcanzó para una
meta, Pablo quiere lograr esa meta,
quiere alcanzarla.
ix. ¿Cuál era la meta de Cristo al salvar a
Pablo?
1. Pablo lo declaró en Romanos 8.29:
“Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que sean
hechos conforme a la imagen de su
Hijo”
2. Esa es la misma meta para nosotros
los creyentes.
3. Vivimos para ese propósito.
h. Tercer prerrequisito: Alcanzar el premio
requiere concentración.
i. Pablo continúa diciendo: “13Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo alcanzado ya;
pero una cosa sí hago: me olvido ciertamente
de lo que ha quedado atrás, y me extiendo
hacia lo que está adelante” (v.13)
ii. El esfuerzo sin concentración es inútil.
iii. Los atletas saben esto cuando corren.
1. Si miran a la multitud o sus propios
pies, están propensos a caerse.
iv. Pablo confiesa que él mismo no pretende
haber alcanzado ya la meta.
1. Él lo hace para combatir el error de
muchos que se creían y sentían
perfectos.
2. Es por eso que en CDG “no se
aceptan personas perfectas”.
v. Aunque Pablo no había alcanzado la
perfección espiritual, tenía una bendita
insatisfacción que lo motivaba a buscarla.
vi. Esa fue la búsqueda de su vida, por eso
dijo: “pero una cosa hago”.
vii. Él está concentrado en algo, en una
única cosa, es una concentración
profunda.
viii. Solo las personas que se concentran así
son quienes triunfan en el atletismo y otras
metas de la vida.
ix. Hay personas que saltan de una cosa a
otra, pero no logran nada.
1. Gastan mucha energía y entusiasmo,
pero sin ningún significado.
2. Santiago llamó a ese tipo de personas
“de doble ánimo… inconstante en
todos sus caminos” (Stg. 1.8).
x. La concentración se da de dos maneras:
xi. (1). Pablo mantuvo su atención olvidando
lo que queda atrás.
1. Un atleta no puede ver atrás para no
perder ventaja.
2. Tampoco le sirven sus triunfos
anteriores.
3. Prácticamente el pasado es
irrelevante, lo que importa es hacer el
máximo esfuerzo en el presente para
que el resultado se vea en el futuro.
4. Los perfeccionistas y legalistas
constantemente ven hacia atrás para
ver sus logros y demostrar su supuesto
nivel espiritual.
5. Pablo abandonó por completo su
pasado, tanto lo bueno como lo
malo.
a. Logros religiosos, buenas obras,
grandes éxitos ministeriales,
también los pecados,
oportunidades perdidas y
dificultades, todo debe olvidarse.
6. Nada de eso controla el presente ni
el futuro.
7. Los cristianos no pueden vivir de
victorias pasadas, ni tampoco
“desinflarse” por los pecados del
pasado, aunque estén viviendo las
consecuencias. Todo eso ya pasó
(punto).
8. Lastimosamente en las iglesias hay
muchos paralíticos espirituales:
a. Están paralizados por la
amargura, el pecado, el rencor o
las tragedias del pasado.
9. Es necesario romper con el pasado
para poder perseguir el premio.
xii. (2). Pablo mantuvo su enfoque
extendiéndose a lo que está adelante.
1. La meta en la que deben
concentrarse los creyentes es en ser
como Cristo.
2. Esa fue la meta de Pablo “presentar
perfecto en Cristo Jesús a todo
hombre” (Col. 1.28).
3. A los Gálatas les dijo que: “Sufría
dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros” (Gá. 4.19).
4. Debemos establecer nuestra meta en
buscar la semejanza de Cristo aquí y
ahora, hasta ser hechos como Él en la
gloria.
i. Cuarto prerrequisito: Alcanzar el premio
requiere una correcta motivación.
i. Pablo sigue diciendo: “¡prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús!” (v.14)
ii. Este versículo es el eje central de todo el
pasaje.
iii. La palabra prosigo demuestra el esfuerzo
constante y permanente del apóstol para
alcanzar el premio.
iv. ¿Cuál era la motivación del apóstol para
correr?
1. El premio.
v. Los creyentes no recibirán el premio (la
semejanza de Cristo con todos sus
beneficios eternos) hasta que el supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús los
ingrese al reino de los cielos.
vi. El llamamiento tiene su fuente en Dios y su
destino es Dios.
vii. La perfección no se puede alcanzar en
esta vida, pero hay una línea de meta
que es la entrada al cielo, allí se
entregarán los premios.
viii. Pablo, al igual que un atleta victorioso que
levanta sus brazos al acercarse a la línea
de llegada, declaró al final de su vida:
“He peleado la buena batalla, he
acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la
corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a
mí, sino también a todos los que aman su
venida” (2 To. 4.7-8).
ix. Solo en “aquel día” en el cielo, Pablo
recibirá el premio que buscó con tanta
dedicación.
j. Quinto prerrequisito: Alcanzar el premio
requiere una correcta conformidad.
i. Pablo sigue diciendo: “Pero en aquello a que
hemos llegado, sigamos una misma regla y
sintamos una misma cosa.” (v.15)
ii. Seguir una misma regla significa
“alinearse”, o “seguir de acuerdo”.
iii. Los creyentes deben siempre seguir
caminando por el camino espiritual que
iniciaron.
iv. Según el ejemplo de la carrera atlética, los
creyentes deben mantenerse en su carril.
v. Dios ofrece ayuda para los creyentes en
su búsqueda del premio de la semejanza
de Cristo.
1. La Palabra.
a. Pedro escribió: “Desead, como
niños recién nacidos, la leche
espiritual no adulterada, para
que por ella crezcáis para
salvación” (1 P. 2.2).
2. La oración.
a. Pablo oró “por [la] perfección”
de los Corintios.
3. Seguir el buen ejemplo de otros.
a. Pablo les rogó a los Corintios:
“que me imitéis” (1 Co. 4.16)
4. Las pruebas transformadoras.
a. “Mas el Dios de toda gracia, que
nos llamó a su gloria eterna en
Jesucristo, después que hayáis
padecido un poco de tiempo, Él
mismo os perfeccione, afirme,
fortaleza y establezca (1 P. 5.10).
IV. EL EVANGELIO
a. T: Recordemos que ese llamado supremo para
alcanzar el premio es hecho desde el lugar menos
esperado, desde la Cruz del Calvario.
a. Jesús fue llamado a salvarnos con su muerte y
resurrección.
b. Él recibió la maldición de nuestros pecados
para que nosotros recibamos la bendición de
su obediencia.
c. Él recibió la ira de Dios, para que nosotros, al
creer, recibamos el abrazo del Padre.
d. Jesús tomó nuestro lugar en ese espantoso
lugar, para que nosotros podamos recibir el
gran premio de parecernos a Él.
e. ¿Qué se requiere para iniciar la carrera?
i. Arrepentimiento.
V. PARA LA VIDA
b. T: Hay algunas implicaciones y aplicaciones dentro
de este pasaje.
a. Asegúrate de haber sido alcanzado por Cristo.
i. Ora a Dios para sentir su gracia en tu
corazón.
ii. Ora para no tener dudas al respecto y
tener la certeza de que el Señor te ha
alcanzado.
b. Al saber esto, no te vuelvas haragán.
i. No digas: “Cristo me ha alcanzado, me ha
salvado, no necesito nada más”.
ii. No. ¿Para qué te ha alcanzado? Él tiene
un propósito en eso. Alcanzarte
únicamente es el comienzo de una gran
obra.
c. Permite que esto lleve esperanza de salvación
a otros.
i. Crece en optimismo por servir a otros.
ii. Enseña el evangelio con convicción y
entusiasmo y otros verán que fuiste
alcanzado para alcanzarlos también.
iii. Visita familias, hogares y diles con alegría
cómo Cristo te ha alcanzado con su
gracia.
d. Recuerda, debes correr la carrera buscando la
perfección espiritual, abandonando todo
pecado.
i. Tropezarás como Derek Redmond, pero al
igual que su padre bajó a ayudarle, tú
tienes al Padre Celestial quien te ayuda y
te asiste para llegar a la meta y obtener el
maravilloso premio.
VI. CONCLUSIONES
a. T: Para concluir.
b. En la ladera de uno de los alpes suizos hay una
señal que rememora a un hombre que murió
en su intento por llegar a la cima. Allí está
escrito su nombre y este breve epitafio: “Murió
escalando”. El epitafio de todo cristiano
debería ser el de morir mientras asciende por el
camino que conduce al premio de la
semejanza a Cristo.
¡Cristo sea exaltado siempre!

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